miércoles, 13 de mayo de 2015

JUAN PABLO DARDÓN [15.951] Poeta de Guatemala


JUAN PABLO DARDÓN

Ciudad de Guatemala, Guatemala 
Guatemala (1976). Escritor y periodista. Ha publicado los libros de poesía Breves Conversaciones de la Sicosis (Editorial Cultura, 2006), Los Poemas de Sam (Editorial Libros Mínimos, 2008) y El Encanto del Hielo (Editorial Catafixia, 2010). Escribe para varias revistas en Latinoamérica y Europa. Mantiene la bitácora Fe de Rata. Trabaja de ingeniero.jpdardon@gmail.com




Estampas en vísperas de Navidad

Pasé por la casa de crack del viejo vecindario
ahora vacía
fue una rajadura en el espacio tiempo
por donde la vida se huía
gente llegaba a hacer la ofrenda y se mancillaba
miré decenas de almas idas frente a una televisión
miraban noticias y productos novedosos
pero un dios los tenía sujetos de los ojos y la cara
boqueaban un lenguaje ignoto
y el gran zumbido del universo se instalaba
en cuatro paredes
la casa de crack del viejo vecindario
iglesia para los abandonados de las iglesias
la lepra de la vida
marcados

hela allí
tótem
una cruz con el cadáver de muchos
un signo de que en ese vecindario hubo una ventana
a un mundo igual de podrido que el del tendero borracho
golpeando a la familia
que el del pastor de la esquina que abusaba niños
imponiendo manos que nunca se quitaron
de los sexos vírgenes de una generación
devenida en cajeros de bancos
vendedores al detalle
oficinistas de call centers
cargadores de posadas
somatando el lomo duro de una tortuga muerta
cabezas de familia marcadas con el sino negro
pero hasta los infiernos se apagan
hasta los diablos se enfrían
debajo de un auto abandonado
un perro de orejas mordidas camina a la esquina
se echa al sol
y cierra los ojos
mejores tiempos ha visto
allí está el animal hecho rosca
sin manos temblorosas para lamer





En una fila de banco

Malditos sean los viejos
maldito sea el tiempo
tanto perderé al acercarme a esa edad
en que todo renace
nuevos libros nuevo cine
nuevo arte
y yo rumbo al encorvamiento
malditos los viejos malditos
malditos los relojes que me recuerdan
tanto perderé en el umbral de la muerte
ya no veré caer estos muros
ya no veré nueva sangre pintada en las ciudades
no veré esa nave aterrizar en marte
ni escuchar el crack
del cuello de los juzgados por los fueros especiales
por la religión o la ciencia
el baile de los cuerpos ahorcados
los fusilados desmayados en las afueras de la ciudad
he vivido en paz
y ha sido lo más aburrido que me tocó hacer
me arrepiento de no haber incendiado el mundo
por el gusto por la gana
no condenen a Nerón
malditos no lo condenen
maldito el tiempo maldito mi tiempo
maldito mastico la palabra
mastico y mastico

tanto que esto es una foto que se hace
blanca y se hace negra:
yo no sirvo para el amor
ni para la espera




Cada poema es un hijo
dicen estos y los otros

de ser así
he poblado de bastardos
los cuadernos
creado nubes de esperma
y tierra de óvulos

Heme aquí: dios padre creador
en mi trono de huesos
y risa




• 



Está mi padre gastándose
en el trabajo

Estoy en gran bronca
con el abecedario

Ya de noche nos miramos
cómplices
de nuestra mutua mentira




• 



una de la madrugada
amanecer próximo
aparte del no rotundo
del gallo
trae mi conciencia
de regreso

la baño
y le cepillo los dientes

me recuerda que hoy
no tengo trabajo
dice 
que llene este cuaderno
que tengo sueño
y hambre que gatea
asfixiada de humo

me recuerda
que tengo que publicar poemas
entonces
la tiro a la mierda al rincón
donde la madrugada la prepara
para nacer






hay dias que se me ocurre
morirme
la mujer que amo
se preocupa
me vitamina con preguntas
y un beso

rehuso y digo no

los amigos prometen
vida eterna comunal
y están lejos
cocinando el olvido

necesito tres días
ateos
para terminar la cosecha
del yo muerto 
rebelando evangelios
no volveré a nacer

Me lavo los dientes
la cara
me desnudo
leo
prefiero viernes o sábado

noche a noche

me sitúo aquí enfrente
escribo
desnudo de verdad
paranoico

intento el sueno
me abandono
conforme con este espejo
me derrota 

y duermo 






Lección de arena

la meca de cualquier lobo es el mar
cachorro
al menos una vez en la vida se debe peregrinar
y esa es la maldición de los colmillos, mijo:
la errancia, la sed perpetua olisqueando el rastro
de la arena negra

porque el verdadero aroma es del agua
todo lo demás es una vil putrefacción de los líquidos
una venganza evolutiva de la carne y de los pelos

(ésta es tu tercera lección):

al llegar al océano hay que quitarse la camisa
enseñarle los tatuajes al mar y aullar
hasta que los delfines salten de tristeza
que mi hembra, tu lactora
sienta ese repentino golpe en la tráquea
y en la distancia suelte los sollozos de luna
y te lama con su larga lengua de abandonada

nada emociona más que el sincero dolor de un licano partido

escucha bien
el tenue sonido que rebota en tus huesos es mi grito
yo ya llegué al mar, cachorro
y los delfines saltan como condenados





TRATADO DE LOS AMIGOS INVISIBLES

a veces los monstruos vienen y se llevan a los amigos invisibles
lo hacen por una simple razón
para conocer el encanto de tan magníficas piezas humanas
se preguntan cosas como
cómo hacen para desaparecer su carne
para mantener a la infancia adentro de los bolsillos
o comer los pasteles de lodo

tiene envidia nada más
su misión no es asustarnos
son tristes como los niños que no tienen amigos
ni pasteles o monstruos bajo las camas




*



a veces el peligro llama a la puerta y toca la cara
con dedos ligeros
y los amigos invisibles llaman a la cordura
entiéndase
ponen sobre la mesa todo aquello que perderíamos
de no hacerle caso al llamado al grito inmenso
de hacernos a las aguas y a las tierras incógnitas
que yacen afuera como cuerpos esperando las manos
amorosas
pero eso sí siempre y cuando quebremos el vaso que es el miedo
de entregarnos y nunca dejar de hacerlo
nunca





*



la literatura es un asunto serio
un almacén de espejos que nos construye a porciones
juegos de video
atisbos de la gente de gafas y vicios

cuando éramos jóvenes mi amigo invisible y yo
pasábamos horas y libros en estanterías altas como las palabras
gastando las yemas de los dedos en páginas escritorios de colegio
la mente en los bosques azules que adivinábamos lejos
yo me tomaba todo en serio créanlo pero mi amigo
invisible como siempre me agitaba la mente y estudiaba mal
entiéndase
leía la caligrafía tortuosa de mi historia
la literatura era un caso perdido en números rojos
de maestras tristes con sueños dulces como las hormigas
o la fácil sonrisa que me provocaba mirar largo el espacio vacío

para mi amigo invisible la literatura es un brinco de un pie
así
me dice y salta un pasito un carro el pensamiento
los edificios y regresa a mi lado a mostrarme de nuevo
aquellos inmensos bosques grandes todavía


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