miércoles, 8 de abril de 2015

RAÚL COTA ÁLVAREZ [15.467]


Raúl Cota Álvarez

Nació en La Paz, Baja California, México en 1979 y es poeta y narrador. Es el fundador y director de la revista Cascabel y desde 2004 es coordinador de talleres de análisis de textos y creación literaria en escuelas de educación media superior, así como promotor cultural dedicado a difundir la poesía joven del estado de Baja California. Ha publicado textos literarios en diversas revistas de circulación estatal y nacional entre las que se cuentan Blasfemia, La gotera (San Luís Potosí), Letras en rebeldía (Yucatán), Espiral (Sinaloa), Alforja, (edición virtual) Acequias y Estepa del Nazas, de Torreón, Coahuila, Fatum, Panorama, Cañavera y Alternativa, de La Paz, así como artículos culturales en las secciones de Opinión y Puerto Libre del periódico El Sudcaliforniano.




I

Al inicio
El silencio fue lengua y piel,
Único vestido
En la aurora de mi canto.
El tiempo reptó
A través de mis pisadas
Y brotó de la paciencia
La voz.
Un sonido que negaba
El vacío protector de la ignorancia.


II

Dicen
Que añoramos el mutismo.
Que dejamos escapar
Entre voces,
La intermitencia de su cuerpo.


III

Me descubro
Hablando cuerpo adentro,
Otorgando silencio al viento,
Dejando que lleve a cuestas
Versos tallados en mi aliento.


IV

Hoy observé
La danza de la voz
Seducir mi silencio.
Le ofrecí
El placer de la nostalgia
Al recitar la ausencia en su deseo.


V

El silencio
Es un ente anfibio,
De cuando en cuando
Sale a la voz a respirar.


VIII

El silencio
Ha pasado la noche enmascarado,
Tratando de ocultar a la luna
La desnudez de la palabra.


XVIII

El silencio se nombra
Desde la erosión de cada una de sus letras.
Vocablo antiguo
Desgastado por el ansia de reposo,
Por las ganas de parar los efluvios
De bocas impacientes.
¿Quién sabe cómo llamaban al silencio
Antes de ser silencio?
Fue perdiendo su coraza
Al azote del aliento que castiga
Cada una de sus voces.
Sigue la palabra
Perdiendo su silueta
Al navegar el manto inmenso de la voz.
Nombramos el silencio desde nuestros cantos.
Desde el habla esculpimos el eco de la nada.




DE CIERTO DESIERTO

¿Sigues reinventando
La inmensidad de tu arenal?
Eres la alegoría perfecta
Del encierro.
Una metáfora suave
De la fatalidad del mundo
Estrenas entre tus dunas
La vejez del tiempo.




HOGUERA

Pongamos todas las plumas
En un peñón de leña
Todos los bolígrafos
Apilados en un momento de lucidez
Prendamos fuego
A los charlatanes
Recuperemos la voz,
Perdamos la memoria.




AUSENCIA

Indago el filo del día
A la vez que sale del cuerpo
El tedio suave de la noche.
Despierto

Prolongo desde las ventanas
El desenfado del primer atisbo
La mirada inicial a la ciudad
Que ha seguido hilando su camino
Mientras yo dormía.

La noche me es ajena
Su taciturna actividad
Ocurre lenta a la par de mi sueño.





LODO

Siento tu aliento
Como un grumo denso
En el espejo
Has dejado de ser
El grano fino del deseo
Decantaste las suaves aristas
De mis besos
En el fluir ligero de otros cuerpos
Eres lodo que ya no piso
En mi camino.






No hay comentarios:

Publicar un comentario