domingo, 13 de octubre de 2013

OLEGARIO MARRERO [10.689]


OLEGARIO MARRERO 

(1949-2013)
Nacido en Valleseco, Gran Canaria, en 1949; si bien se traslada joven aún con su familia a Las Palmas de Gran Canaria y reside en el populoso barrio de San José. Comienza a publicar poemas en la década de los setenta, del pasado siglo, en la prensa local, así como en la desaparecida revista canaria Sansofé. En su juventud participa en múltiples recitales en diferentes centros culturales de la geografía canaria con el Grupo Espiral, de arte y literatura o el grupo literario Tertulia Víctor Doreste. Autores de la relevancia de Saulo Torón, Chona Madera, Agustín Millares o Domingo Velázquez le alentaron en su incipiente vocación literaria. Fue colaborador en radio Guiniguada, donde realizó y presentó el programa poético ‘La penúltima palabra’. Colaboró estrechamente con el poeta Francisco Tarajano en distintos proyectos vinculados a la poesía, así como con el Grupo Tagoror Literario. Su obra poética, aunque corta, es de transcendencia relevante, entre sus libros cabe destacar: Cantos ancestrales (Ed. de El Museo Canario, LPGC, 1994/ 2ª edición Ediciones Anroat, LPGC, 2007); Plural (Editorial Puentepalo, Canarias, 2004) o El jardín de los boliches (Ediciones Anroart, LPGC, 2009). Su última colaboración fue con motivo de la reciente celebración de los Escritos a Padrón (Casa-Museo Antonio Padrón, Gáldar), donde el poeta dedicó su poema ‘Lluvia’ al cuadro ‘La lluvia I’, del pintor galdense. Asimismo, aparece en el libro colectivo Elegías últimas a Miguel Hernández. Poesía desde Canarias (Canarias, 2010), editado con motivo del Centenario del nacimiento del poeta oriolano. En el libro se recoge el poema que dedicó a Miguel Hernández y que a continuación se transcribe:




A Miguel Hernández  

Por el amor
que sube
a tu estatura
generoso y caudal
para el hombre
el sudor y la palmera.

Quiero llegar hoy Miguel
colmenar del verso luminoso
al limón de tu huerto
y a tu higuera.

Es el umbral del verano
el regente algodonal
va rebosando de espumas
la lujuriosa cosecha
y la luna levantina 
que ya se vistió de almendras
pastoreando los sueños
de los niños hortelanos
se derrama por las vegas.

Por el amor
del hombre enamorado
de todos los humildes
de la tierra
quiero que llegue mi canto
a su casa y a su huerto
en Orihuela.

Que llegue mi canto a Miguel
redimido del dolor
y la tragedia.

Él que supo liberar
las escobas carcelarias
de los suelos
y elevarlas con su verso
a las palmeras.

(Contenido en el libro Plural.
Editorial Puentepalo, LPGC, 2004)






El viento en la noche

Pasé volando ruidoso
por los balcones,
mi carcajada anduvo cerca
de los oídos desesperados
y seguí mi alocado rumbo
arrancando los pétalos
de los geranios,
mientras los niños
dormían temerosos
de mi soplo rebelde.




Canto VIII

A la sombra del laurel
compartiendo la frescura,
la canarina lucía
sus campanarios florales,
y bordando alados trinos
cantaban los capirotes
al probar de las dulzuras
de las semillas frutales.
Monte arriba se perdían
por la bruma los brezales,
y entre nautas y tomillos
por las fragancias del aire
se extendía la primavera
iluminándose el valle.





Canto X

Allá por el blanco perfume
al fervor del mediodía
se esparcía el retamal
con su aromática ofrenda.
Era la hora solar
para el lagarto y las piedras,
sumaban un solo sueño
con el reposo estival.







Canto XI

Era el cantar del aire
de polvo austral y calima.
Aguantaba el tarajal
por los ribazos sureños.
y por los llanos sedientos
tierra, horno y pedregal,
las pobres aulagas ciegas
se compartían la escasez
interrogando a los cielos.






A la manzana 

Hoy quiero hacer de este canto
agridulce apología,
frutal pregón otoñal,
estrofas que al paladar
lleven deleites de campo.
De campos de medianía
con sus valles de verdura
donde reposan las brumas
en frescas amanecidas.
Y celebrar esta fiesta
saboreando manzanas,
fruto bíblico y sensual,
que no es pecado venial
estirarse y alcanzarlas.
No sé por qué al deseo
lo pintaron de manzana
en mano de hermosa dama
de cuerpo esbelto y turgente,
yo creo que es bueno y urgente
el cambiarlo por la breva
ya que el pecado de Eva
pobló este mundo de gente,
y no culpar a esta fruta,
redonda, fresca y vital,
de aquel impulso animal
y del placer consiguiente.





Letanía para un sinvergüenza 

Maldito es aquel
de sonrisa envenenada
mandarín amargado
adulador consentido
cínico escalador
reptil fracasado
miserable gusano
beato pervertido
virus de corrupción
hiena con lodo
perchero vestido
hombre al revés
rastrero ejecutivo
farsante encorbatado
silencioso cretino
caco civilizado
parásito funcional
oído de mentecatos
chimpancés del dictador
crápula sin tino
ignorante de salón
espía de la buena gente
hermano del confidente
componedor de intrigas
                                                      .    

Apóstol de camarilla
socio del club burgués
garrapata del cacique
tiralevitas bufón
blanco por fuera
fingido excremento
santificas el ser
maquillándote el cuerpo
entrecano idiota
can de Lucifer
maquiavélico engendro
inepto parido
ruin ascendido
pestífero estercolero
vómito del productor
tirano de borregos
manipulador del pelota
indigno y servil
que cayo en tus manos
mantuviste la poltrona
amamantado de fango
miserable puñetero
mal llamado don fulano
hasta la próxima, amén.




1 comentario:

  1. HOLA HE VISTO SU BLOQ, DONDE RECOGE ALGUNAS POESÍAS DE MI PADRE, GRACIAS POR SU INTERES,
    NOSOTROS QUEREMOS QUE DESCANSE POR ESO NO COLGAMOS POEMAS, NI NADA QUE SE REFIERA A ÉL ESPERO LO ENTIENDA

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