martes, 24 de junio de 2014

DIEGO FORMÍA [12.032]


Diego Formía 

Nació en 1970 en La Palestina, Provincia de Córdoba, Argentina. Coordina una página de narrativa local y coedita un suplemento cultural regional en el diario Puntal de Río Cuarto, además de tener una destacada actividad, desde hace años, como animador cultural y dirigir la muy interesante revista literaria y artística Vuelo Digital (http://www.vuelodigital.com.ar). Entre sus libros encontramos: Un velero en el vacío (1999), Sonajeros (2002), Crol en el invierno líquido (2006) y El pez del ojo (2010).







De: El Pez Del Ojo (2010). 



Un pez iris boquea / escupe monedas en el minishop 
- son seis con cincuenta            

el ojo boqueador pertenece a nadie detrás 
del delantal vuelto
de la paga del día.






Entra un ojo caverna subido a limusín  
afuera junta granos y llagas en la pecera 
su imagen de dios  
lo asegura contra el granizo.







De la comisura de otro / ojo 
cuelga una estalactita 

ese pez / se mueve como buscando algo
perdido en los ojos

espera dedos como rayos 
para que se lo coma el deshielo / sobre la mesa.







En otra mesa
ante la tierna mirada de una botella
el cansancio de un ojo se deja caer
en el vaso de cerveza

su pez coletea regocijado en la espuma que lo mece.






Un ojo se cierra suave / suave 
como necesidad de beso en el párpado 
cierra

abre y su pez 
coletea un frente de lluvia / fresca 

traga / traga y convierte la rabia 
en ternura guapa / guacha de época 

lanza miradas como caballitos de mar
para un cruce de pirañas 

el tajo le viene de ojal
para su flor que confiesa obscena 
el mal de ojo con legaña vieja

el guacho de época boquea con fe / darwin estaba equivocado 
el mundo será de los débiles / ay todos estos ojos que odio por amarlos tanto. 








Más / más / si así / más sexo como drenaje 
de la violencia en venta / en todos los kioscos 

más pero menos 
placer libre / de mercado

se reproduce la sed
como esperma en aguarrás 

como juego de mesa / el goce oral de un ojo 
que cuenta una historia 
que no cuenta el fondo 

qué tristeza esta diversión 
la desolación acumulada en edificios 

departamento propio que se levanta / se levanta / se levanta como tufo
del pensar cómo 
pasarla mejor en este mundo.






Un pez dice de la libertad
de la suya
de su ir y venir por el ojo / en la pecera

entonces otro / que en la escena hace de imagen 
auditiva 
lo besa / lo acaricia 
lo cura de palabra / de silencio 
la soledad.







Se mueve / se mueve el cardumen 

cada pez en su iris / nudo 
de la red invisible 
que se proyecta en las miradas

la libertad perdida / echada a la suerte 
del coleteo en la superficie / del minishop

todo pez de pecera / es un pescado vivo.


La lengua lame el ojo 
para limpiar de imágenes basura

del ruidario basural /no del silencio
se saca a retazos / imagen / auditiva. El pez del ojo 
consume / consume / boquea poco 
poco y nada / boquea vacío 
lo virginal.






Hacia lo mínimo / mínimo / se mueve el pez 
del ojo 

sus coleteos excluyen / adrede 
la tele del minishop

un filtro / al saturarse global / donde el pez se mueve menos 
por contaminación mirar

sacarse un poco el ojo / al que dilata el paisaje  
fundirse en negro la imagen 

de la invasión.
El pez se mueve / se mueve / saca de raíz
no es agua firme la poesía del humor vítreo
para meter la cabeza abajo

el pez del ojo te viaja
te avecita / te levanta el ala la tormenta

en la tierra blanca / oblicua / del globo ocular
el pez a los golpes de timón te deja fuera 
del lujo de la inocencia / al mismo tiempo anima 
como a un dibujito
japonés.

http://letradecambiogeneracionveintiuno.blogspot.com.es/







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