lunes, 14 de abril de 2014

LUIS ARMANDO BOTINA CASTRO [11.530]



Luis Armando Botina Castro

COLOMBIA
Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad de Nariño, ha participado en recitales poéticos a nivel nacional en Nariño, Cali, Bogotá, Medellín, Bucaramanga y a nivel internacional participo en el Primer , cuarto y sexto Recital Internacional de Poesía de Pasto 2005, evento realizado con el aval de la  revista Prometeo de Medellín, centenario a Aurelio Arturo-Poeta del Siglo 2006, algunos de sus poemas han sido seleccionados para ser leídos en el café tertulia Porfirio Barba Jacob de la ciudad de Medellín a la vez que han sido publicados algunos de estos textos en la antología poética llamada “Laberintos del Tiempo” auspiciada por la alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional, en diciembre de 2007 realizo la publicación de su libro Sequías del Tiempo y actualmente se esta realizando la edición de su segunda antología poética titulada “ciudad de hierro”. 






OMBLIGO

Tus lágrimas son un murmullo de gente
Un chubasco entre el vino de la muerte
Si pudiéramos desvestir la madrugada
Si el tiempo se quedara fuera de la casa
Si tu cuerpo fuera la sublimación de la muerte
Si tu sombra combatiera horas extras con fantasmas
Si este amor se demorara un instante en la cama
Si la cama fuera el puente del olvido
Y tus labios resucitaran por dos segundos a este espectro
Que duerme un sueño de esqueleto
Tus lágrimas son un murmullo de gente
Lágrimas secas sobre el cuerpo del espanto
En esta tumba que cargo por ombligo.






¿QUE ES EL AMOR?

Un perro ciego
ladrando en un costal
Un mendigo confeccionando
un corazón de lujo
Un dolor de muela
en una dentadura postiza
La pata soltera de una araña
en un rincón de orines
La inversión en alcohol que pague
para que me dejaras de pie
brindando con el abandono
¿Que es el amor?
Esta osamenta
que brilla en tu carne oscura
Tus grandes ojos
a dos metros de este animal de cera
¿Que es el amor?
Los huesos del alma
llorando en el cristal
que deja sobre el techo tu sombra eterna
¿Que es el amor?
Un beso castrado
Un árbol cruzado de brazos
El crimen perfecto del cual solo se alimentan
las moscas dormidas
¿Que es el amor?
El tiempo que es tiempo
casi olvido.







TROZOS

“A la brutal memoria del Noni-Neitor
Que es casi una sombra
Salida de su amorfa crisálida de acero
Bebida etílica
Menguante sustitución de la muerte”.

De un tal Saserof

Llueve tanto
Y la ciudad es un monstruo congelado
Llueve saliva oscura
Largos trozos de hierro
Vidrio de los tejados
Llueve dentro de mi pecho
Y el pecho es una bestia de olvido
Lluevo sobre ti a gritos
Y el ruido despierta las putas de barata
La noche es de sueños destilados
Y el alcohol se hincha patas arriba de mi alma
Llueve en verdad
Y el tiempo se lava
La memoria se lava de alguna forma
Los muertos se lavan las entrañas
El olvido crece de la lluvia
El cielo escupe orines de ángeles primitivos
La ciudad es una larga bilis que se arrastra
Lluevo en mi tumba de huesos
En tus labios sobrevivientes
En la penumbra que estorba
En el reflejo vanpiresco de un sol castrado
Nada me pertenece
En absoluto
Solo el monótono sonido del agua
Que se suicida
En un relámpago de fieras
Nada resplandece
Solo la mano cortada del día
Que hambrea paso a paso
En algún lugar de la ausencia

Relámpagos crecen como ruinas
En esta soledad de la cual me alimento
Llueve en verdad
Y creo que soy el único imbécil al que le importa
Esta leve inundación del alma.





DE:   Los párpados del agua


Los ríos hacen cauces en mi pelo 

Las aves habitan mi piel 
Las sombras menean su culo 
Con sonoros escándalos 
Empaquetados en sudores del amor 
Más debajo 
Los cuartos galopan perdidos en silencio 
Mientras la muerte se incrusta en mi médula 
Pero a diferencia de mis huesos logré evadirla 
Para seguir planeando desesperadamente 
Sin embargo el espanto desorientó mi vuelo 
A fuerza de conciencia 
Con sus vanos ángeles contrarios 
Con sus tristezas falsas 
Que me oprimen la carne de los sueños 
Lo hallado en el combate 
Bajo párpados pesados de delirio 
Bajo usados vientres de cuchillo 
Donde siento cantar las entrañas 
Con el incendio de mis penas 
Y hacen ruidos los malditos pájaros en mí alma 
Los muertos recuerdos de pico 
Que cargan maletas dentro de mi pecho 
Para seguir planeando desesperadamente. 







Bajo las pulgas de mi alma se ocultan 

Tiernamente 
Los párpados de agua 
La noche manchada de fantasmas 
La muerte migratoria corriendo por tu cuerpo 
Las paredes del olvido 
Esta caricia que tirita dormida 
Besando la podrida sombra de tu corazón descalzo 
Los venenos del día arañando los ojos del delirio 
El cielo dormido en los antídotos del desconsuelo 
Bajo una soledad abierta a la sangre 
A los espanta-pájaros 
A la viva tumba clavada al esqueleto 
Con toda su lengua sentada en adioses 
Con su tristeza mojada en oscuros cantos 
Con toda su voz abierta a la fiebre de ciudades 
Que crecen miserables 
En los huesos 
En las uñas de los muertos. 







Allí está sentada la soledad 

Señora 
Dueña única de mi tristeza 
Bajo este cielo mis huesos menstrúan 
Nostalgias cortadas con tijeras de plomo 
Y la nada resbala por mis venas 
Con el alcohol ufano del silencio 
Y allí esta dios sentado 
A dos metros de este animal de cera 
Rascándose las axilas en su eterno cubo de mierda 
Entretanto en el fondo de mí usado corazón 
Un niño muere de hambre 
Con un sello en el fondo de su alma 
Que reza Made in U.S.A 
Y el terror 
Es una nueva forma de matar a la muerte 
Con todo el abandono 
De una íntima estampida de sombras 






De todas maneras a quién le importa 

Si la muerte suda 
Sobre sabanas blandas del corazón 
Mi corazón habla del pasado 
Que tiembla en el amanecer con otros rostros 
En verdad el pésame se encuentra en la pena 
Enroscada como una serpiente 
Bajo el crepúsculo de manchas robadas a la pálida 
soledad 
Entre tanto el exilio 
La alma 
Entra con los ojos cerrados 
A las puertas de la sangre quieta 
Donde un perro aruña los versos robados del 
infierno. 






Una luz descalza 

Desesperada en lo frágil 
Como saliendo de la carne 
Opaca en la tristeza 
Sin presencia 
Ni labor 
Oculta bajo una noche herida 
Isla oscura y débil 
Tragando marinas soledades 
Soleadas trasmutaciones del vértigo 
Fluidas distancias en la limpieza del sueño 
Pero el amor estaba perdido 
Y seguí volando 
En lo atómico del escándalo 
En lo telúrico de tan blanco 
A 1000 millas de la sangre 
Repartidas por la venas del cansancio 
Y todavía el aire agonizaba de a dos 
Desorientado en su vuelo 
En su raquítica constancia 
En su mortecina carnaza 
Con sus vacíos limbos falsos 
Con sus círculos callados de nostalgia 
Y me oprimía lo encontrado 
Más allá de los desperdicios 
Cerrados en los besos de cuchillo. 








Siendo agua 

La lluvia es igual a la ternura 
A la enfermedad del día 
Que suena muda en el frescor de las tumbas 
Mi corriente es una lengua dibujada 
En la apariencia del espejo 
Que naufraga 
Cuando nace el silencio de las palabras que vuelven 
a la lluvia 
De esta carne desterrada 
 Nos han robado el dolor como un verso







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