lunes, 2 de septiembre de 2013

NATALIA FIGUEROA [10.437]



Natalia Figueroa 


Nació en La Serena, CHILE en 1983. Es Licenciada y Magíster en Literatura por la Universidad de Chile. 
Directora de la revista sobre literatura y política 2010, autora de la muestra de poesía de poetas vinculados a la ciudad de La Serena, "Tierra Incógnita".




Del próximo libro de la autora en proceso de edición:
"Una mujer sola siempre llama la atención en un pueblo"




Camarines

A mamá no le gustaba 
que entrara a los camarines del gimnasio:
mujeres grandes andan desnudas
tú eres pequeña.

Siempre tuve curiosidad
pero al entrar me sentí incómoda:
hermosas mujeres reían. 
Intentando no mirar
deseaba desplante,
dejar mi toalla caer
descubrir mis pechos 
comentar insignificancias.
Mirar cuerpos firmes resplandecer contra azulejos
figuras de senos caídos
y grasa abultada. 
Y las duchas, ay, las duchas
cuando ciertas mujeres
restregaban la esponja o el jabón 
o peor aún sus manos 
contra sus partes íntimas. 

Me paralizaba. 

Volvía a casa 
repitiéndome la imagen de sus manos
subir y bajar 
por esas vaginas
llenas de vello.
Hacían esto con tal naturalidad
que sentía ganas de acercarme
y lavarles cuidadosamente
todos los males del mundo. 






Venecia

No te gusta Venecia, eso es nuevo para mí.
A las calles entra el agua y es difícil cruzar
respondes sin interés. La tierra firme es lo tuyo.
Estamos en una pausa e imagino 
tomarte y cruzar aunque caigas 
por una escalera, ver cómo te afirmas.
Entrar como el acqua alta y aislarte en una banca
hasta bajar. Hundir tu ciudad, un poco.







Llovizna

Se va el joven que llegó de la Montaña del Sur.
A veces recibe visitas.
Vienen a conocer al hombre que escribió
de la sencillez
de la ternura del pueblo
ante el avance del capitalista.
Lo hacía con inteligencia y sarcasmo.
“Entonces –pensó– mi corazón no tenía serenidad”.

Asciende vapor debido a la lluvia suave 
Difumina el paisaje
Mientras el viejo escritor 
eleva una plegaria
de despedida al espíritu del viajero.







Primavera

Tom y Marie viajan por el mundo en busca de orquídeas.
Hablan de la inteligencia de estas flores
de los aceites y perfumes que producen para atraer insectos. 
Capaces de engañar a las moscas
soltando olor de cadáver
y de atraer a las abejas con fragancias idénticas a las de sus hembras
imitan su forma, color y textura:
la abeja intenta aparearse con ellas
entra en contacto con la antera
llevará los polineos de una flor a otra
en sucesivos intentos coitales.

– Cada flor produce un aroma levemente distinto
– Tienen como nosotros diferentes rostros.
– Supongo que las cultivan en casa.
– No, son flores delicadas 
nuestro país es frío.

Hemos llegado a la isla.
Entre las piedras montones de orquídeas
aparecen, se marchitan
La formación de individuos nuevos está asegurada:
las abejas andan como locas
el polen se ve en el aire
hacia el sol se orientan las flores.

Sí, es difícil convertirse en la tierra, la roca y el aire
necesarios para cultivar esta flor.
Hay que inhibir el impulso de regarlas
entender que la humedad no es lo mismo que el agua
disponerla para que reciba en la mañana el sol
y si en las noches de primavera baja la temperatura
cubrirla con papel de diario.
Hay que saber qué necesita
sólo tocándola 
pero sobre todo 
hay que estar dispuesto a dejarla 
a sacársela de la mente
para que pueda florecer.

No es fácil cultivar una orquídea
aprender a darle vida a una planta
que recién al tercer año dará la flor.
El exceso de cuidado la arruina.
Pero si pese a todo
se está dispuesto
a olvidar lo que ya se sabe de jardinería
tal vez sea posible estar ahí 
la mañana en que con el sol
se levantarán sus pétalos
Asistir a la vibración final
ese ajuste liberado en el aire.

No es fácil cultivar una orquídea

Espero en mí, en ti ese momento
Como Tom y Marie 
cada primavera.





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