martes, 19 de junio de 2012

7088.- GLORIANTONIA HENRÍQUEZ


Gloriantonia Henríquez
Gloriantonia Henríquez

Poeta, ensayista, narradora, traductora, académica. Nació en Bluefields, Región Autónoma del Atlántico Norte de Nicaragua en 1948. Realizó estudios universitarios de Literatura en Nicaragua, Sevilla y París, ciudad donde reside. Ex catedrática de la UNAN Managua. Mención de Honor del III Concurso Nacional de Poesía Mariana Sansón 2005 por su libro "Primera Vigilia" publicado en 2006 por la Editorial Universitaria UNAN-León. Autora de la antología bilingue "Poésie nicaraguayenne du XX siècle" (Ginebra, Suiza: 2001). Miembro de ANIDE.

Bibliografía

1. Anthologie de la poésie nicaraguayenne du XX siècle / Poesía nicaragüense del siglo XX (antología bilingüe español-francés). (Genève, Editions Patiño, 2001).
2. Primera vigilia (poesía). (León, Nicaragua: UNAN, 2006).




Primera vigilia

3

Si acaso un imán al extremo de un ancla
las berenjenas del huerto mientras brillen mis lunas
parco el lecho y sobria la bandeja.
El cielo de mis días entre relámpagos
y la cautela de la palabra encinta
cada vez más ajena a las banderas.






5

Entonces reanima lo que toca.
Lleva en su ternura cilíndrica
la ruta celeste de las sabidurías.
Esbelto, altivo maderamen, cuando
se yergue cálido bajo la geografía de las sedas.
Rueda, como las norias,
sobre las aguas interiores,
se desliza, se renueva, se derrama...
en las fuentes del rayo que conjura a la muerte.






11

Entre el frío y el frío
crece el moho del desconocimiento,
nos contagia
nos invade
con una precisión ingenuamente nuestra.
Nos pone al descubierto el diagnóstico
cruel
de no saber amar lo que amamos.






15

La certidumbre de lo que no se posee
llega de tarde con un cuenco
recoge las aguas del mediodía
arremolina todas las ausencias,
como la morrena en las corrientes de los fiordos.

Rugen cuando se cierra la noche
sus rayos secos entre las cejas.






23

Una línea escindida en el mapa de la escuela
y desde entonces el mismo fragor.
Del cielo en un triángulo las huellas del volcán
que ahora se apaga y mañana se enciende.
Acahualinca nació del fuego.
Alumbra la lumbre de su historia,
arde bajo los pies del éxodo que me pertenece.







30

Buscando una linterna
encontré una caverna;

huyendo de la caverna,
caí en el abismo;

perdida en el abismo,
reconocí una constelación.

Buscar es un riesgo inaugural.


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