lunes, 21 de septiembre de 2015

GUILLERMO BOUCH [17.105] Poeta de Chile


Guillermo Bouch

(Nació en Santiago, el 12 de Septiembre de 1888 - ¿?).

Si el ser poeta estribara únicamente en tener vocación artística, mentalidad suficiente y dicción fácil y clara, y la Poesía consistiera en un simple ejercicio de palabras y pensamientos colocados al capricho de un autor, en cada renglón de una página en blanco, sin sujeción a cánones de
estética, despreciando la música, el artefacto de la estrofa, la eurítmia invisible de sus ideas, arrugando la forma y el fondo, haciendo de la poesía toda una substancia alotrópica cuya deformidad heriría la vista, el oído o el sentido común; si la poesía no fuera la expresión artística de la belleza por
medio de la palabra sometida al metro y al ritmo del verso, cuando no de la rima; y si la gracia, la riqueza, el encanto indefinible, la elasticidad y la divinidad, no fueran más que una prerrogativa del arte poético, que cualquiera pudiera dejar a un lado como un bagaje de mampuesto, tomado sin responsabilidad alguna, resultaría que todo escritor o literato con talento, sea cual fuere su tendencia artística, podría,-más, aún,-debería ser poeta. Bastaría que, para ello, llenara sus páginas con frases bellas colocadas a su antojo, en una ringlera de extensión indeterminada.

Esto no es lógico, ni siquiera sería justificable en un principiante.
La poesía como el drama, la novela, la pintura y el arte en general, descansan sobre una base vital e imprescindible: La estética.

Cada acto artístico tiene que someterse a una especie de legislación que es la resultante de una serie de procedimientos mecánicos depurados y llevados a su más severo y refinado destino, después de innumerables ensayos y morigeraciones.

La rareza y la novedad en la forma de las actuales producciones de algunos de nuestros poetas, fue un pan demasiado ingrato y ordinario de que echaron mano los primeros cantores del mundo, allá por los tiempos prehistóricos del arte, cuando el lirismo era una cosa vaga, presentida pero inasible, necesaria pero rebelde.

Después, vino la modificación lógica, la regeneración, la perfección del verso, para lo cual se implantaron metodologías propias, a las que debieron acogerse con verdadera unción y regocijo aquellos que desconocían el ritmo y la armonía que encierran las estrofas bien acondicionadas.



LA COMPAÑERA HUMILDE 

Estréchate a mi corazón,
tú eres triste, yo lo soy.
Estréchate a mi corazón!

En lo más hondo llevo
una maldición extraña,
Caín, Caín, calla ... 
¡es una maldición extraña!

Tú eres mi esposa, tú eres mi hermana,
qué hacer, alma mía?
Si la existencia está llena de cien caminos. .. ,
¿qué hacer con nuestros ojos peregrinos?

Yo no tengo fe para nada,
si todo es igual a todo, 
si cualquier camino tiene espinas,
si cualquier camino también rosas
iyo no tengo fe para nada!

La separación sangra en mi corazón ... 
¡La separación sangra en mi corazón!

La aspiración de un triunfo vano
que no está sino en uno mismo ... 
Edifiquemos la casa al borde de cualquier camino
y esperemos allí la muerte.

En lo interior todos los hombres son
como un delicioso histrión
que se engañara a sí mismo.





AMANECER 

Cuando niño yo tenía
un ensueño de campanas
y este amanecer claro
me lo recuerda todo,
¡este amanecer claro!

Tendido en el lecho pienso
mientras la claridad invade
las cosas todas,
en mis amores, en mis libros,
en la vida toda,
mientras la claridad invade las cosas todas!

No soñemos, alma imposible,
levántate y trabaja
que el vivir es acción ... 
Y el alma mía toda pereza
se deslíe en la ilusión.
No soñemos, alma ...

En la parroquia cercana
tañe melancólica, la campana
y es un gemido suave
la anunciación de algo vago
que flota en las cosas todas,
un ensueño no preciso,
una claridad blanca,
un rostro plácido y dormido,
el cacarear de los gallos
y el mugir de los rebaños
en los caminos vagando ... 
Es sonreír a la vida
ilusionado a la acción
es la imagen de algún triunfo
que me hará más fuerte
más sabio y mejor
¡es la derrota de la muerte!

La claridad avanza lentamente
todos los objetos toman su valor
¡va a salir el sol!
¡va a salir el sol!
Los pájaros cantan
¿por qué no canto yo?
¡va a salir el sol! 





PLENITUD 

Gota a gota deslíe
la soledad su amargura,
soy solo
soy mío!

En fuerza de atesorar
rebalso como una copa llena

Hay un sufrimiento intenso
en mi continuo crear.

Una vez soñé
mi cabeza tan erguida
por sobre la multitud
parecía un monumento
como son las montañas:
era una época lejana
no puedo recordar.

Aquella agilidad pasmosa
con que llegan a ti las cosas!

Sufro aislamiento,
siento el agotamiento
del continuo diálogo interior.
Soliloquio tormentoso
que nos da un raro goce ... 
pero es mejor, mejor sufrir
en ese escarbar continuo
que platicar con amigos ...

Todos son banales
y no nos entienden nada,
mas,
están siempre en acecho
para rebatir y luchar:
hay ventaja en callar.

Cuando sientas, corazón,
este mismo dolor
no busques mujer, ni amigo;
camina al campo pensando,
descubre tu testa, al viento
que te acariciará ufano;
él se sentirá tu hermano,
volverás calmado y sonriendo
y de nuevo ilusionado.

Gota a gota deslíe
la soledad su amargura
soy solo, soy mío! 




ÁGUILA

Tu actitud de reposo
conmueve ;
tu actitud de vuelo
es un hosanna a la fuerza.
Y en tus ojos al parecer
inexpresivos
hay una cólera sorda,
que los inunda.

Con tus garras oprimes la peña
y con los ojos atentos
escrutas el horizonte.


Las montañas envuelven tu soberbia ... 
y tu busto amado
estaba en los pendones
de los antiguos dominadores.

Te bastas a ti misma
con tu orgullo frío,
y cuando mueres ¿acaso
alguien encuentra tu cadáver?

Tú no puedes cantar
apenas lanzas gemidos:
canta el inocente 
que no ha sufrido.

Tú no invitas a nada,
apenas ves pasar la vida
sobre una presa cazada.

Tu vida es triste y sincera:
no tienen los festines trágicos
aspectos de comedia.. . 
son apenas el trabajo
de esperar la otra muerte
escrutando el horizonte. ..

Qué afán vigiloso en tus pupilas arde:
es la espera inútil
que sufrimos todos.. .
¡Esperar!. He ahí la vida
y morir bajo el sol una tarde!
con la angustia continua de vivir ...


Yo te saludo, ave hermana,
tienes las altiveces mías;
a quién sino a ti,
que nada humano tienes,
dedicaré
la poesía mía? 






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