martes, 25 de febrero de 2014

MATTHIAS CLAUDIUS [11.077]



Matthias Claudius

(Alemania, 1740-1815)
Poeta alemán, nacido en Reinfeld, Holstein. Hijo de clérigo, estudió Derecho en Jena. Mantuvo relaciones con el círculo de poetas del "Göttinger Hain", y fue redactor del conocido periódico titulado Wandsbecker Bote (Mensajero de Wandsbeck). Publicó sus poemas con el seudónimo "Asmus". De su obra, conviene destacar la fuerza expresiva de sus composiciones religiosas a la naturaleza. Además, escribió poemas sobre el amor y contra la guerra, entre otros. Entre 1775 y 1812 vio la luz la obra completa de Claudius bajo el título Asmus omnia sua secum portans




La muerte y la doncella (fragmento)

" Aléjate muerte cruel y no toques con tu gélida guadaña a la hermosa juventud. La muerte es amiga que no viene a castigar y en sus suaves brazos el alma reposará. "




Matthias Claudius 
Las obras completas de Wandsbecker (fragmento)

" La estrella de la mañana inundaba de amanecer el brillante bosque, el corazón de mi cuerpo languidecía alrededor de sus bendiciones, y se tambaleaba como un hombre en un sueño que abraza un árbol de roble y permanece unido a él. De repente oigo el canto de un bardo consagrado a la libertad del país por la virtud ancestral de las viejas costumbres alemanas. El poeta no ha de dudar. Su voz quiebra los cielos. "




Matthias Claudius 

Carta a mi hijo

" Querido hijo, no tengo oro ni plata, más lo que tengo te doy. Lentamente se aproxima el tiempo en que debo emprender el camino que no tiene regreso. No puedo llevarte conmigo y te dejo en un mundo en el que los buenos consejos no salen sobrando. 
Nadie es sabio de nacimiento. Aquí el tiempo y la experiencia enseñan y limpian la conciencia; yo he observado el mundo más tiempo que tú.
Querido hijo, no todo lo que brilla es oro. He visto caer algunas estrellas del cielo y quebrarse muchos bastones en los cuales uno confiaba para poderse sostener, por eso, quiero darte algunos consejos y decirte lo que yo encontré y lo que el tiempo me ha enseñado. 
Nada es grande si no es bueno y nada es verídico si no perdura. No te dejes engañar por la idea de que puedes aconsejarte solo y que conoces el camino por ti mismo. Este mundo material es para el hombre demasiado poco y el mundo invisible no lo percibe, no lo conoce, ahórrate pues esfuerzos vanos, no te aflijas y ten conciencia de ti mismo. 
Considérate demasiado bueno para obrar mal. No entregues tu corazón a cosas perecederas. La verdad querido hijo no es gobernada por nosotros sino que nosotros debemos ajustarnos a ella. 
Ve lo que puedas ver y para ello usa tus propios ojos y con respecto a lo invisible y eterno atente a la palabra de Dios. Mantente fiel a la religión de tus padres.
No desconfíes de nadie tanto como de ti mismo; dentro de nosotros vive el juez que nos enseña y cuya voz es más importante para nosotros que el aplauso de todo el mundo y la sabiduría de los griegos y egipcios; hazte el propósito, hijo, de no actuar contra su voz y si algo piensas o intentas hacer, póntelo primero en la mente y pídele consejo a tu juez interno; al principio, él hablará únicamente en forma muy suave balbuceando como una criatura inocente. Sin embargo, si honras su inocencia soltará su lengua y te hablará en forma más perceptible. . Aprende con gusto de los demás y escucha con atención donde se hable de sabiduría, dicha humana, luz, libertad, virtud, pero no confíes inmediatamente en todo porque no todas las nubes llevan agua y existen diversos caminos para seguir. 
Hay quienes creen que dominan una materia porque hablan de ella; pero no es así hijo mío, no se tienen las cosas por poder hablar de ellas, palabras sólo son palabras y ten cuidado si fluyen en forma demasiado hábil y ligera, pues los caballos cuyos carros están cargados de mercancías avanzan con pasos más lentos. Nada esperes del trajín ni de los trajinantes y pása de largo donde haya escándalo callejero. Si alguien quiere enseñarte sabiduría, mírale la cara, si lo ves enorgullecido, déjalo, no hagas caso de sus enseñanzas por más famoso que sea. Lo que uno no tiene no lo puede dar, y no es libre aquel que puede hacer lo que quiere sino que es libre aquel que puede hacer lo que debe hacer, y no es sabio el que cree que sabe sino el que se percató de su ignorancia y logró sobreponerse a la vanidad. 
Piensa con frecuencia en cosas sagradas y ten la seguridad de que ello te traerá ventajas y así serás como la levadura que fermenta la masa del pan. No desprecies religión alguna puesto que están consagradas al espíritu y tú no sabes lo que pudiera estar oculto bajo apariencias insignificantes. Desdeñar algo es fácil, hijo, pero es mucho mejor comprenderlo. No instruyas a otros hasta que tú seas instruido. Acógete a la verdad si puedes y gustosamente permite que te odien a causa de ella; has de saber sin embargo, que si tus cosas no son cosas de verdad, cuida de no confundirlas puesto que de ser así vendrán sobre ti las consecuencias; simplemente haz el bien y no te preguntes por lo que de ello resulte. 
Quiere sólo una cosa y esa quiérela de corazón. Cuida de tu cuerpo pero no de tal manera como si fuera tu alma. Obedece a la autoridad y deja que otros la discutan. Se correcto con cualquier persona pero confíate difícilmente. No te mezcles en asuntos ajenos y los tuyos arréglalos con diligencia. 
No adules a persona alguna y no te dejes adular. Honra a cada quien según su rango y deja que se avergüence si no se lo merece. No debas a persona alguna, pero se afable como si todos fueran tus acreedores. No quieras ser siempre generoso pero procura ser siempre justo. A nadie debes ofender, sin embargo, cuando obres con justicia no te preocupes por ellas. 
Desconfía de la gesticulación y procura que tus modales sean sencillos y correctos. Si tienes algo, ayuda y da con gusto, y no por ello te creas superior; y si nada tienes, ten a mano un trago de agua fresca y no por ello te creas menos. 
No lastimes a doncella alguna y piensa que tu madre también lo fue. No digas todo lo que sabes, pero siempre debes saber lo que dices. No te apoyes en algún grande. 
No te sientes donde se sientan los burlones porque ellos son los más miserables de todas las criaturas. Respeta y sigue a los hombres piadosos, mas no a los santurrones. El hombre que tiene en su corazón verdadero temor a Dios es como el sol que brilla y calienta, aunque no hable. 
Haz lo que merezca recompensa, pero no pretendas obtenerla. Si tienes necesidades, quéjate ante ti mismo y ante nadie más. 
Lo mejor que puedes dar a un enemigo es el perdón. A un oponente tolerancia. A un amigo, oídos. A tu hijo, buen ejemplo. A tu madre, una conducta que la haga sentirse siempre orgullosa de ti. A tu prójimo siempre caridad. A ti mismo, amor propio. 
Cuando yo muera ciérrame los ojos; no me llores... Ayuda y honra a tu madre mientras viva. "


Der Mond ist aufgegangen 

Seht ihr den Mond dort stehen? 
Er ist nur halb zu sehen
und ist doch rund und schön.
So geht´s mit vielen Sachen,
die wir getrost verlachen,
weil unsere Augen sie nicht sehen.


La luna apareció 

¿Veis la luna que está ahí?
Sólo se ve la mitad
pero es redonda y hermosa.
Así nos ocurre con muchas cosas
de las cuales nos reímos
porque nuestros ojos no las ven.



“La muerte y la doncella” 




El hombre occidental particularmente se ha visto atado a las sensaciones materiales, corpóreas. Lo sensual. El placer. Se ha ahogado en el deseo de mantener lo bello para la posteridad. Lo ha manifestado en mitos y creaciones artísticas. La juventud emulada por la hermosura de una joven virgen y la muerte vista ya sea como un dios o con su común representación gráfica de un esqueleto.

Sin importar los esfuerzos humanos por lograr trascender el tiempo que nos tiene presos entre sus etéreas garras, la muerte será el sino final de cada uno de nosotros según lo tejido por las moiras, Cloto, Láquesis y Átropos, ésta última encargada de cortar el hilo de la vida. Salvo por unos cuantos que si bien ellos en sí no consiguieron burlar al tiempo al menos sus creaciones han hecho que parte de sus ideas y sentires nos llegué a varios años de distancia.

Poesía y música

El poema,  compuesto por el poeta y periodista alemán Matthias Claudius (1740-1815), Der Tod und die Mädchen fue inspirado en el mito romano del rapto de Proserpina.

Hija de Ceres y Júpiter, Koré (o Proserpina) es secuestrada mientras recogía flores por  Plutón, rey del Hades; convirtiéndola en la reina del Inframundo. Ceres, diosa de los cereales y cultivos, desconsolada por el rapto abandona el cuidado de la tierra provocando la pérdida de las cosechas. Júpiter envía a Mercurio con su hermano para convencerlo de liberar a Proserpina. Él accede; le da a su cautiva esposa 6 semillas de granada. Consumir un alimento del Hades implicaba estar siempre ligado a él. La doncella al comerlas queda condenada a regresar siempre durante 6 meses al inframundo y los otros 6 los pasa con su madre en la superficie.  Según la fuente existen variaciones pero es a grandes rasgos lo que el mito nos narra.

La doncella Proserpina y Plutón rey de los muertos y del Hades.

Texto:

Das Mädchen:                                                                     

Vorüber, ach vorüber!                                                        
Geh, wilder Knochenmann                                                
Ich bin noch jung, geh, lieber!                             
Und rühre mich nicht an!                            

Der Tod:          

Gib deine Hand, du schön und zart Gebild! 
Bein Freund und komme nicht zu strafen.  
Sei guten Muts! Ich bin nicht wild,                
Sollst sanft in meinen Armen schlafen.                                                           





          La Doncella:

   ¡Vete, ah vete!
  ¡Vete cruel esqueleto!
  ¡Soy aún  joven, sé amable y vete!
  ¡Y no me toques!



          La Muerte:

  ¡Dame tu mano, dulce y bella criatura!
  Soy tu amiga y no vengo a castigarte.
  ¡Confía en mí!, no soy cruel,
 Déjate en mis brazos caer y dormirás plácidamente.                                                                      


Ella no desea ir junto a la Muerte, en este caso representada por el dios Plutón, pues es joven y bella. No existe un miedo a la muerte sino una sensación de injusticia por la muerte de lo bello, de la juventud.

Este poema es el que  inspiró a Franz Schubert (1797-1828) para hacer un lied (composición para voz y piano) en 1816, que luego se desarrollaría para, con el tiempo,  convertirse en el cuarteto de cuerdas No. 14 en re menor, D 810 para dos violines, una viola y violonchelo, conocido como La muerte y la doncella compuesto en 1824. La obra está dividida en 4 partes: Allegro; Andante con moto; Scherzo. Allegro molto; y Presto.

El músico austriaco fue autor de óperas, sinfonías, oberturas, más de 600 lieder; y su vida bohemia rodeada de intelectuales hizo que se acuñara el término “schubertiada” , que hacía referencia a las reuniones que sostenía con sus amigos, todos artistas dedicados a la música y la literatura. Esta misma vida bohemia probablemente fue la que lo hizo  yacer  enfermo de sífilis. En esta etapa de enfermedad compone La muerte y la doncella.




Der Mond ist aufgegangen

Der Mond ist aufgegangen, 
die goldnen Sternlein prangen 
am Himmel hell und klar; 
der Wald steht schwarz und schweiget, 
und aus den Wiesen steiget 
der weiße Nebel wunderbar.

Wie ist die Welt so stille 
und in der Dämmrung Hülle 
so traulich und so holt 
als eine stille Kammer, 
wo ihr des Tages Jammer 
verschlafen und vergessen sollt.

Seht ihr den Mond dort stehen? 
Er ist nur halb zu sehen 
und ist doch rund und schön. 
So sind wohl manche Sachen, 
die wir getrost belachen, 
weil unsre Augen sie nicht sehn.

Wir stolze Menschenkinder 
sind eitel arme Sünder 
und wissen gar nicht viel; 
wir spinnen Luftgespinste 
und suchen viele Künste 
und kommen weiter von dem Ziel.

Gott, laß dein Heil uns schauen, 
auf nichts Vergänglichs bauen, 
nicht Eitelkeit uns freun; 
laß uns einfältig werden 
und vor dir hier auf Erden 
wie Kinder fromm und fröhlich sein.

Wollst endlich sonder Grämen 
aus dieser Welt uns nehmen 
durch einen sanften Tod; 
und wenn du uns genommen, 
laß uns in Himmel kommen, 
du unser Herr und unser Gott.

So legt euch denn, ihr Brüder, 
in Gottes Namen nieder; 
kalt ist der Abendhauch. 
Verschon uns, Gott, mit Strafen 
und laß uns ruhig schlafen 
und unsern kranken Nachbar auch.


The Moon Has Risen

The moon has risen. 
The golden stars shine
in the sky, brightly and clearly.
The woods stand black and silent. 
And magically, from the meadows 
the white mist is rising.

How still is the world 
and, wrapped in dusk,
as intimate and lovely 
as a still chamber
where you can sleep 
while forgetting the day's grief.

Do you see the moon up there? 
You can only see half of it,
all the same, it is round and beautiful.
The same goes for many things
that we laugh at without hesitation,
just because our eyes don't see them.

We proud children of man
are vain poor sinners
who do not know much at all.
We spin gossamers of air
and search for many skills
and further depart from our goal.

God. let us see your salvation,
let us neither trust in any transitory things,
nor enjoy vanity.
Let us become naif
and here on earth let us be, in your eyes,
devout and happy like children.

Without grief, will you finally please
take us out of this world
by a gentle death;
and when you will have taken us,
let us get to Heaven,
you, our Lord and God.

So then, my brothers,
lie down in the name of God –
The evening breeze is cold.
Spare us punishment, God, 
and grant us peaceful sleep –
and also to our sick neighbour.



1 comentario:

  1. Muy interesante articulo. Estoy empezandoa estudiar Alemán. Les felicito!

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