miércoles, 6 de mayo de 2015

JÖRGEN NASH [15.883] Poeta de Dinamarca


Jörgen Nash

16 de marzo de 1920, Península de Jutlandia, Dinamarca - 17 de mayo de 2004.
Jörgen Nash nació en 1920, en el poblado rural de Vejrum, situado en la península de Jutlandia, en Dinamarca. Su padre fue maestro de escuela y su madre tocaba el órgano en la iglesia del pueblo. Jörgen cuenta1 que tuvo una infancia feliz llena de juegos, amigos, trabajos en la granja, escuela, canotaje, amor de su padre y rítmicos e inteligentes cuidados e instrucción musical de su madre. A esto atribuye Jörgen su carácter festivo, su vitalidad y su imaginación.

Durante la Segunda Guerra Mundial participó con su hermano, el famoso pintor Asger Jorn, en la Resistencia contra la ocupación alemana en Dinamarca. Durante los últimos años de la guerra vivió en Suecia, como refugiado político. Es autodidacta y ha ejercido múltiples oficios: campesino, obrero, empleado de circo, editor de revistas, articulista, escultor, pintor y escritor. Su primer libro de poemas, Leve Livet (Vive la vida), se publicó en 1942. Su extensa obra literaria, aunada a otras actividades que incluyen artes plásticas, happenings y cortometrajes, lo convierten en uno de los más prominentes modernistas de su país.

En 1942 viaja a París y participa del movimiento Cobra (nombre derivado de las primeras letras de las tres ciudades europeas que participan en él: Copenhague, Bruselas y Ámsterdam). La intención del grupo fue tender un puente entre la pintura y el arte popular, hasta nuestros días es uno de los movimientos más prominentes de Europa.2 Es colaborador de la prestigiada revista de literatura danesa, Helhesten3 (Caballo del infierno). Ellos publicaron su libro Salvi Divo.4 

Entre 1959 y 1962 formó parte del Comité Central del controvertido grupo “Internacional situacionista”, fundado por su hermano Jorn y el cineasta Guy Debor. Este grupo fue precursor e inspirador de consignas libertarias durante los movimientos de 1968 en Francia y otras partes de Europa. En 1962 funda el Bauhaus de talleres situacionistas en Drakabygget, en Skona, al sur de Suecia. Desde entonces, y hasta ahora, han pasado por allí miles de artistas y personajes de todos los países y condiciones: disidentes, refugiados, perseguidos, marginados. Se ha formado allí un verdadero centro liberador de energías creativas, artísticas y sociales, que indudablemente han influido sobre los movimientos sociales, políticos y culturales de Escandinavia. El propósito de este Nido de Dragones ha sido siempre acercar la vida al arte, sustentar la utopía de un arte de todos y para todos, frente a la sociedad contemporánea, fragmentada y especializada.

“Un arte que no sea ajeno a la vida”, es la consigna de Nash. Un arte para subvertir la comodidad aburrida, el consumismo, la vanidad estúpida y la somnolencia conservadora. Un arte inspirado en los principios lúdicos y críticos del dadaísmo o el surrealismo en sus mejores momentos, las aspiraciones de Rimbaud, Baudelaire, Artaud y esa manada de ovejas negras.

Su poesía, activa y oral, se desarrolla en todos los foros: calles, oficinas, fábricas, estaciones de trenes, cafés, escuelas, entradas de museos. Tales problemas ocupaban la cabeza de Nash en los años iniciáticos de rebeldía y negación, conciencia e identidad. Su crítica abarca los socialismos corporativos y el capitalismo por igual. Jörgen llena los escenarios más disímbolos con sus puestas en escena. Provoca la moral y se le llama “explosiva bola de nieve”; rebelde e irrefrenable, detonador de movimientos artísticos y de conciencias dormidas: el público siempre toma parte en sus presentaciones.

Unos ejemplos: se atribuye el robo de la cabeza de la escultura de La Sirenita, símbolo nacional danés. También enterró vivo a uno de sus camaradas en un ataúd con sondas de oxígeno. Irrumpe en la ópera Madame Butterfly con cohetes y mantas, cuando la heroína está a punto de aceptar al almirante de Estados Unidos, para gran azoro de la aristocracia danesa: tal protesta se da en la época de mayor beligerancia y contra la guerra de Vietnam. Nuestro poeta activista empuja el carrito aparentemente inofensivo de su locura desestabilizadora hasta las columnas electrónicas que sostienen el espectáculo donde se comercializa y se aliena nuestra vida cotidiana, nuestra historia contemporánea.

¿Alguien apagó la luz? Y así desencadena la conciencia colectiva y participante. Y entonces, este Buster Keaton comienza a leer poemas: textos cargados de lírica ternura, de identificación con las clases explotadas, poemas de nostalgia y de mitos, como los cuentos de Anderson, o las historias de vikingos. O quizás lance uno de sus poemas onomatopéyicos: entonces bufa como gato, maúlla y promueve una identificación con la naturaleza. O, simplemente, hace reír, con su “Paloma torcaza”:

Huu-hoo-haa-hahaa 
aaaa rooo 
aaa rooo 
aaa rooo
hu-hoo-haa-hahaa 
uu
hu-hoo-haa 
u

o
garr
arrakkk akk akk kah 
tabakko tabakko gakk gakk 
kopakkk kopakk 
njae njae

Humor, lirismo, provocación, liberación a través de un arte que rompe fronteras. En el caso de su happening “Franco Asesino”, logró que los países escandinavos intervinieran ante el gobierno español para evitar la sentencia a muerte de varios anarquistas vascos.

Desde finales de los cincuenta, también ha trabajado por romper fronteras y consignas en el ámbito de las artes plásticas a través del grupo Cobra y del Internacional situacionismo. Su propuesta es radical contra las convenciones vigentes. En la actualidad, las actividades pictóricas de Nash son tan importantes como las literarias. Desde Drakabygget, con su compañera, la pintora danesa Lis Zwick, programa las actividades artísticas del situacionismo; entre ellas, más de 100 exhibiciones itinerantes que han recorrido el mundo entero. Entre sus otras actividades debe señalarse su trabajo con esmaltes y sus cortometrajes: uno de ellos trata del arte del tatuaje en Escandinavia, otro sobre la vida y la obra del poeta francés René Char. Ambos fueron filmados en colaboración con el fotógrafo turco Lutfi Ozkok.

Ha escrito 32 libros, que abarcan casi todos los géneros: poesía, cuento, ensayo, novela y crónica. Sus poemas se han traducido a más de 16 lenguas. Además, Jörgen es traductor al danés de Dylan Thomas, Bertolt Brecht, García Lorca, Ezra Pound, T.S. Eliot, entre otros. Su labor periodística es constante, en Dinamarca y Suecia.

Participó en la toma de un fuerte militar, en el corazón de Copenhague. Actualmente, Christinia sirve de vivienda a cientos de artistas y sus familias. Este poeta anarquista de jovial sonrisa campesina es considerado en su país un provocador y transgresor, pero goza de gran éxito como artista que mueve a situaciones mediante sus palabras y vitalidad, humor e ironía. En tonos que van desde el sarcasmo lúgubre hasta la más discreta y fina ironía, mezcla lo grotesco y lo bello en una misma unidad lúdica, poderosa y liberadora. Esto sólo puede explicarse a partir de sus ancestros vikingos.

No es cosa fácil vivir los inviernos grises, las largas noches, el frío escandinavo. Ese ámbito crepuscular y hamletiano debe ser acompañado con una mesa bien puesta, debe abrirse sinceramente la intimidad de los comensales como se descorchan las cervezas, se pelan naranjas y quesos, se deshuesan los arenques o se parte el pan. Es necesario un cuento que cubra el silencio de las noches, como un barco que abre el hielo con su proa dirigido por el capitán Anderson y nos conduce a lugares antiguos, exóticos, desconocidos... y debe hacernos regresar a la mesa donde los rostros ensimismados oscilan ante la luz de las velas.

Escuché algunos de los poemas de este libro en mesas donde sólo los corazones atajaban la nieve y me abrí a ritos ancestrales (¿vikingos? ¿celtas?) donde cada palabra agrieta y corta. Su épica y su lirismo me cautivaron: subyace en las líneas la raíz de una sociedad real que se cuestiona real y sinceramente la participación democrática y representativa de sus integrantes. La estrella fugaz de la aventura ilumina sus frentes: existe esperanza para la libertad. Son voces con una sensibilidad diferente a la nuestra, en su eco hay un anhelo de borrar las fronteras y mostrar que canto y alma son indivisibles y universales.

Los poemas seleccionados acusan temáticas, ritmos y estilos diversos: en su conjunto revelan a un hombre y su voz. “El rey hacedor de las imágenes ha muerto” es un poema en homenaje a su hermano. Hay en él un lirismo y drama característicos de Nash: la vitalidad de una voluntad libre y optimista aun frente a la muerte.

Nash, con recursos modernos y estilo libre. Alabanza o escarnio, ternura e ironía se dan la mano. Nash es un poeta que arriesga frente a la emoción: cuerpo, color y sensaciones son convocados por la palabra.

Hay luego una serie de poemas cortos. En varios de ellos habla del tatuaje. Estas piezas breves inyectan tinta de colorida jovialidad bajo la piel, en el cuerpo de los mitos cotidianos y la tradición. Son el puente hacia sus poemas solidarios con las clases trabajadoras y marginadas.

La rebelión y la solidaridad con los desposeídos son otra constante en su obra. Sin abandonar la emoción, su poesía con temas políticos se acerca a Brecht y muestra la indudable influencia de su generación, comprometida y vociferante.
“Elegía atómica” es un poema de juventud, aunque ya se ve en él la fuerza y viveza de sus imágenes. Impugna el fascismo y la intolerancia sin atenuar el discurso de la narración cruda. El estribillo de los poemas es: Dilo con flores, multiplica la indignación. Ante la masacre y el holocausto, las buenas conciencias son igualmente culpables.

Si bien abundan en su poesía las denuncias, son más numerosas las alabanzas. Nash es un enamorado de la vida y las mujeres. A fin de cuentas, lo que caracteriza al poeta es un registro polifónico de voces, de un contrapunto entre el lirismo y la exposición dramática de situaciones sociales e históricas, tejidas en un ritmo sonoro, con complejas metáforas que le dan un tono vital y rebelde, humoroso y delicado.

Quiero también expresar aquí mi agradecimiento a todos los que de alguna u otra manera colaboraron en este bello y difícil proyecto literario: muy especialmente al autor y a Lis Zwick por su tenacidad y paciencia, por sus amables indicaciones, así como su sincera y valiosa amistad. A Pernille Nash (hija mayor de Jörgen) que trabajó con tanto amor y dedicación en algunos de los primeros borradores, así como a Felipe Agudelo.

Agradezco a los traductores y escritores daneses que me brindaron su ayuda en la traducción de algunos pasajes o poemas.

Un especial agradecimiento le debo a la poeta y traductora Elisa Ramírez por su generosa ayuda, revisando y sugiriendo aproximaciones más eficaces al final del proceso. Su trabajo editorial y literario me fue invaluable y me confirmó lo grato y libre del trabajo devocional que sentimos hacia nuestra amada poesía.

De igual manera quiero agradecer a mi querida esposa y compañera Annemarie Flint Bjerre, que en todo momento me apoyó con su preciso conocimiento literario de la lengua danesa y la historia y tradiciones de su pueblo. Su lúcida y solidaria entrega a este trabajo me ha permitido tender este humilde pero rico puente vivo de voces entre dos lenguas y culturas, tan disímbolas como afines en sus contenidos espirituales y humanos.

Espero así que esta antología de la poesía del poeta danés Jörgen Nash proporcione al lector tanto placer y testimonio crítico como a mí me lo han otorgado, así como todo lo que humanamente se eleva hacia el verbo de la visión.


Andrés King Cobos

Huehuecóyotl, Tepoztlán 
Septiembre de 1995


1 Esta nota introductoria se reproduce íntegramente del ejemplar impreso en 1996. Jörgen Nash falleció en 2004. (N. del E.)
2 Algunas fuentes refieren que las actividades del grupo Cobra terminaron en 1951; su legado precedió a los movimientos artísticos y sociales de 1968. El Museo Cobra de Ámsterdam, fundado en 1995, preserva y difunde las creaciones del grupo. (N. del E.)
3 Helhesten fue formada por el grupo de Asger Jorn y tuvo nueve números, seis únicos y tres dobles, que se publicaron entre 1941 y 1944. (N. del E.)
4 Esta obra se editó en 1945 y fue ilustrada con 45 litografías de su hermano Jorn. El tiraje fue de 300 ejemplares. (N. del E.) 






El rey hacedor de las imágenes ha muerto

Poema fraternal para Asger Jorn*


Asger, lui ç’est un vandale!
Jacques Prévert



I

La flor macho se inclina 
sobre la flor hembra 
esparce polen coloreado 
sobre el pistilo.

El sol se levanta sobre la escuela 
en Vejrum cerca del fiordo Lim. 
Es el 3 de marzo de 1914. 
Y así, de súbito, estás ahí, 
Asger   Adam   Homo. 
Un vándalo inspirado.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


II

Desde niños salimos a la vida profesional, 
actuamos sobre los oblicuos tablados
                                         de la alegría 
Éxito tintineante en las cajas registradoras. 
Nuestra compañía de teatro se llamó:
                                         Reír, no llorar.
         El fin de los bribones de Silkeborg. 
         El fin del mundo en jueves. 
         Rosamunda y el Jinete Azul.

Actuamos en todos los locales 
                 infantiles,
almacenes, parques, azoteas, traspatios,
                 canchas de escuelas 
y en los verdes callejones de la ciudad que se apoyan
                en paredes de madera. 
Una mezcla jutlandesa del exceso de poesía
                 y de arte juglar, 
de opereta, circo, misa
                 y película musical

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


III

Llegar a los extremos, ser quien transgrede
          los límites de la vida y las formas expresivas 
se paga en Dinamarca con hambre. 
Él supo pintar, escribir,
         tocar flauta traversa. 
Supo tocar trombón, piano 
                    y violín.
Pero esta rica persona fue marcada tempranamente 
por la muerte, con su látigo de escasez. 
Padeció escorbuto y tuberculosis en París 
mientras los buitres del arte se saciaban 
               en Copenhague.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


IV

Tu obra, tu poesía visual.
el largo viaje de tu pintura alrededor del mundo
son montañas de miel en marcha.
Son la negación en el umbral de la mentira,
                                  polinización 
de flores silvestres en el despeñadero del anhelo. 
El duende y los pájaros crecen ante la luz roja 
exiliados de la isla de la bienaventuranza. 
Signos y hechos del orden
                                  natural,
Un cerdo solar y contaminante
                                  en el jardín sagrado.
Una pelea cósmica entre las filiales de la red 
                                  situacionista.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


V

Las mujeres, tu fiebre azul—
fueron tabla de salvación en la travesía de tu vida
entre Scylla y Karybdis
entre Helhesten y Cobra2 
entre fábula y mito
entre sueño y realidad
Maren Jorgensem, nuestra suave
                          y cobijadora madre.

Genia, Katz Rajkmann, la muchacha en el fuego 
Kirsten Lyngborg, la profesora
                          que desposaste. 
Matti Domselaar
                          la nueva Babilonia de tu virilidad. 
Nanna Enzenberger, sol y luna
                          de tu cénit.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


VI

Atado ahora por la fiebre a la cama de hierro 
                      en el hospital comunal de Aarhus
cuando los brotes de las hojas de la primavera 
                      revientan bajo la luz del sol,
en el signo de Piscis, tras el invierno verde—
luchas a muerte contra la metástasis 
                      que te consume.

Dar la vida
es morir un poco cada día.
Pasan tantas cosas cuando uno muere.
El cuerpo, resto mortal de la realidad
es el viejo vidente de lo verdadero. Y la sangre,
la sangre del corazón rompe venas y vasos.
Rosas rojas con espinas arden
en el corazón de todos, por eso sangra.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


VII

Hay puertas que no se deben abrir.
Hay cuartos a donde no debe entrarse.
Hay cosas que no se deben pintar.
Hay palabras que no se han de pronunciar.
¿Han visto al rey de la ruptura en acción?
Entonces, también han visto al rey hacedor de las imágenes.
El gran espectáculo de la vida es quebrar,
irrumpir,
               levantarse,
                                  decir no,
abrir paso.
Toda renovación es, por naturaleza, un crimen 
contra los petrificados bosques de las convenciones, 
contra las camisas de fuerza ideológicas del arte.

Un día todos vivimos el sobresalto 
como la alarma en un estanque de patos asustados, 
como la manía persecutoria de los delincuentes, 
        en angustia y estremecimiento 
               en cuchillo y guitarra 
                    en suerte y azar.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


VIII

De ala en ala. El poseído por la pintura,
                                        transgresor de límites.
El pájaro del horizonte sin fin arriesga lo inaudito,
dentro de las íntimas banalidades
                                         de todos los hogares
transgrede, transforma sus intenciones 
            en ensueños de imágenes
            en sensible poesía
            en espejismos de visiones
            en mágicas noches desdobladas
            en enloquecidos retratos de cuerpo entero
            de seres nunca vistos: 
Monstruos aplastados, licántropos, 
marcianos de tamaño natural. 
Aggernakker, Gofs, Kalki, Fusko, Nuknik 
Dida y Didaska.3 

Pintaste la realidad de Dybbol en 1864
el cruento baño de sangre sobre la blanca nieve
                                  de Stalingrado en 1942 
y el Dragón del Cielo y el Cerdo Solar en Corea 
                    y Vietnam.


Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


IX

Llueve DDT, nitrógeno, radio y flúor. 
Llueve PCB, fósforo, insecticidas
                               y mercurio. 
Ningún óbolo para combatir
                               el cáncer 
basta. Ningún cañón de cobalto
                               contra las áreas enfermas 
de los pulmones. ¿Cuál remedio contra la civilización?
¿Los radiactivos rayos de la
                              polución?

Él quiere vivir, no sucumbir. Es ahora 
cuando los mortales rayos del doctor Wulf deben salvarlo
antes de que los necrólogos-necrófilos
                              cobren la tristeza.

En los más altos grados de la fiebre, 
en las últimas horas de la vulnerabilidad 
                              grito pidiendo ayuda.

Ayuden todos a que la sinrazón sobreviva 
antes de colapsarse los pulmones
               y de que manos invisibles 
atenacen desde el interior
               las gargantas de la gente.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


X

Conocer a Sir Price es costoso.
Los buitres del arte del ‘establishment’ olfatean
los nuevos precios y las ganancias del mañana.
En estos días fatídicos,
los chupasangres de la cultura reducen
               tu muerte tan temprana 
a un acontecimiento bursátil 
paraíso en efectivo de los vampiros de imágenes 
financiados por la sangre de tu corazón— 
los sepultureros de la carroña, los cerdos de oro 
ya están listos con la pala.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.


XI

Hace mucho que tomamos café
               en el jardín de Heerup.4 
La vida es extraña, particularmente ajena a la muerte. 
La semilla del trigo vuelve a la tierra
               y debe morir para vivir. 
El color de la muerte estuvo siempre en tu paleta. 
Ahora llena todo el cuadro. 
Después de la primera muerte no hay otra. 
La muerte es extraña, particularmente ajena a la vida.

Te llamaron águila marina.
Dijeron que estabas vivo como un águila marina.

1 Asger Jorn nació el 3 de marzo de 1914 en Vejrum. Se trata del hermano del poeta. (N. del T.) 
2 Movimiento artístico europeo fundado por Jorn y Karel Appel entre otros. Su nombre deriva de las primeras letras de las tres ciudades participantes: Copenhague. Bruselas y Ámsterdam. (N. del T.)
3 Nombres de gnomos y duendes inventados por los hermanos Nash y Jorn, que aparecen en cuadros y litografías del segundo. (N. del T.) 
4 Henry Heemp. Pintor y escultor danés. (N. del T.)




La vida en su florecimiento

A Lis Zwick1 

La ternura es tan necesaria como la técnica.
Oh, estar juntos sobre las aguas quietas
ver las piedras del fondo y las plantas acuáticas a través
de los nuevos lentes de cristal claro de Jack Herlin
en Laholm,
remar con Lis en el canal Gota, en Darlana, 
Varmland, Jamtland y Vatenbotten.

Mover el cuerpo a tu ritmo, caminar entre 
flores silvestres con Linne, Love, Almqvist 
y Harry

         Martinson.2
Montarse en bicicleta sobre el verde.
¿Escuchas la canción de los rayos?, ¿la de los cuervos?
Zumbido de abejorros y fragancia de heno recién segado.
¿Quién corta el heno? ¿Quién lanza a los cuervos?

Pescar en la montaña 
pescar en el mar sin temor a la corriente. 
Pescar ingeniosamente con redes y ser cuidadoso
    con las presas.
Escucha, Arne Broman, experto en pesca del Expressen.3 
Sólo pan y pescado.
¿Has pensado lo bueno que es todo esto? 
Abre la mochila del caminante, la de la canoa,
    la de la bicicleta. 
Pero sobre todo, la mochila del amor. 
Ahora llega el momento.

¿Cómo aprender a mostrar la ternura? 
¡Te amo! Estas son las palabras que ella quiere oír. 
Pidió una declaración de amor. Yo contesté: 
Se ama mejor con rayos y truenos.
La Flor de Mayo se eleva entre la verde guirnalda de flores 
y tú entras a la cabaña del solsticio de corazón rojo. 
Desde las alacenas de la tierra el viento exhala 
    abundantes aromas.

Ahora te toca decidir,
jugar, danzar, cantar y mirar arte.
Subir, probar tus alas
como la roseta en el paracaídas del cielo.
O si no volverte loco con el tenis en Bostad—
el deporte blanco 
O si no volverte loco 
O si no volverte 
O si no volver 
O si no 
O4 

1 Pintora y artista gráfica, esposa de Jörgen Nash. (N. del T.)
2 Poetas daneses. (N. del T.)
3 Importante periódico danés. (N. del T.) 
4 El juego reduccionista del final del poema con elle en danés, o en español, es intraducible, pues elle significa, textualmente, dos. (N. del T.)





El revolucionario

¡Es correcto rebelarse!
El motivo que pesa en mi cuerpo
es una elección acorde a mi naturaleza.
Soy revolucionario, subversivo de la sociedad.
La hoz y el martillo en mi pecho
son una provocación abierta contra el sistema de clases.
Nadie puede confundirme. 
Todos conocen mis convicciones.




Completamente honesto

En mi cuerpo están inscritos los nombres
de todas aquellas a quienes he amado
Kirsten, Alice, Margareta, Sussie, Lena, Mary, etc.
Mi nombre, Erling, significa honesto.
Para mí, el amor es eterno cada vez.
La flecha atraviesa el corazón, las rosas y el fuego,

apenas tatúo sobre la piel
el nombre de mi amada
ella siente haber vencido a las otras.
Realmente, no engaño a las mujeres.





El rebelde de nuestra sangre roja

Poseídos por una extraña canción llegada desde más allá 
    del horizonte, 
con tantas ganas de aventura como Simbad el Marino, 
con tanta sed de conocimientos como Cristóbal Colón,
los intrépidos traspasan la barrera del sonido en el aire.

Ser y desarrollarse, morir y ser aniquilado por el sol 
sin el pensamiento electrónico de un robot, 
sin el descorazonado tiempo de los diablos mecanizados
ahogándose en el silencio poslúdico de las flautas de Pan.

Que el sol combata la muerte radiactiva 
cantando la gran canción de la materia desde las estrellas, 
aunque nuestra carroza solar gire por zonas de peligro 
donde todos juegan con lumbre.

Crecer y marchitarse como hierba bajo el gran ojo de Dios
con tan claro brillo estelar como en la luz de la eternidad,
con tanto temor a la oscuridad como en la hondura del alma 
    del pueblo, 
unirse con el rebelde en nuestra sangre roja.





Autorretrato

Soy una cosa creada
de amor y caos—
una fiera acosada
que quiere violar a todos
en el encanto de un abrazo invisible.

¿Soy algo vivo
o soy un cadáver,
algo recién nacido y frágil
temblando en el invierno
y enamorándose en primavera
cuando los campos maduran?

Porque
mis
ojos
se suavizan
como terciopelo
de angustia
cuando
las
muchachas
están
embarazadas.



El palo en la carne

Estoy perdido en otro ser —vivo una mañana recién nacida.
Mujeriego. El suelo del bosque. El palo en la carne 
    y aún así descarnado. 
Beso una brizna de hierba. Huele igual que cuando los niños 
la sostienen en sus manos y la soplan como chirimía. 
Mi deseo azul es un pájaro enamorado que despierta 
    de pronto,
vuela desde las silenciosas sombras del bosque. Sube y cae—
encuentra al sol cenital.





Los días

Grandiosos son estos días 
cuando el sol y yo 
salimos para reír
con los pájaros 
bajo el ligero follaje.

Grandiosos son estos días 
cuando el amor 
viene a mí
en el claro significado de las horas.

Infinitos son estos días
cuando tu cuerpo
es deslumbrante y mudo
y sin embargo habla
como los ardientes corazones
que uno a otro se atraen.





El triple acorde de una nueva vida

Yo
acróbata sobre el filo de la vida 
he
saboreado el jugoso durazno de la primavera, 
he visto la fecundación crecer de alegría, 
la he visto henchirse y tremolar 
semana a semana.

Yo
mitad de un par de amantes 
soy
un canto de ámbar sensual,
traigo al tercer corazón de nuestro sueño
lianas de nostalgia vibrante
mes tras mes.

Yo
joven aguja de una brújula de amor 
veo
ahora, en el noveno mes de la cosecha 
detrás de la suave sombra de tu ombligo 
—pequeño ojo solar de tu cuerpo— 
el triple acorde de una nueva vida.

Todo
lo mío que hay en ti
es atendido con tanta ternura
cuidadosa, cuidadosamente
como el niño, aún por nacer, de nuestros sentimientos.





Canción del silencio

Calla, calla, abre los ojos. Escúchame sin contestar. 
Estoy recogiendo recuerdos, recogiendo melodías. El 
ruiseñor verde canta en una rama. —Camina 
suavemente, camina suavemente. Toco ahora una piedra
redonda, que ha sido iluminada hace millones de años 
por la luna y por decenas de miles de estrellas 
parpadeantes y por los días y por las brasas solares 
del alba. —Calla—. Siento como si la piedra rozara 
las palmas de mis veinticinco años. Las canciones del 
brillante arco iris terrestre son mi alegría. —Camina
suavemente, calla, abre tus ojos. Las perlas del 
rocío son deslumbradas por el sol, sobre las lilas 
rojas de mi corazón el espacio se llena de zumbidos 
de abejas. Tal vez —tal vez— nunca encuentre a mis 
pájaros revoloteantes.





Cantemos del paraíso terrenal

Cantemos del paraíso terrenal,
los indomables movimientos, el trémulo canto de los ojos. 
Nos liberamos del alma filosa del fragante verano. 
Abolimos el invierno tan rudo, su martirio. 
Sembramos flores de primavera para que todos exclamen: 
mira cómo crecen pétalos en el horizonte de vibraciones. 
Sí, todos hemos nacido al corazón palpitante 
y la marea traerá nueva salud.

Tú, que continuamente te escarneces
como quien será salvado por los recursos municipales.
Te ruego: pon tu oído en la verde mejilla de la hierba
y escucha el ritmo celeste que desata aguaceros.
Pues quedan en el aire, en el universo, y en ti
los días, callados corredores de las estaciones.
Entonces, trae a un primer plano del tiempo a tu sistema 
    nervioso 
y así el sol esparcirá sus reconciliadores rayos.

Sobre los caminos, tensas cuerdas de violín
se posan en parejas las aves migrantes y escuchan
la orquesta de cuerdas en el viento
y sus ojos parpadeantes absorben un paisaje cósmico.
O, hermana de la sal de la vida —tu tierno amor
es la alondra en los sueños perlados de los pistilos.
Tal es el proceso. Tal es el salto. Tal es el ahora.
Los surcos del amor calientan a los topos
y el júbilo humano, el reencuentro consumado.

Amar las antenas táctiles de las mariposas,
ser dos cuerpos que ruedan ansiosos
en los cristales microscópicos de la nieve,
para que la tierra detenga su rubor.
Machos y hembras lamerán sus hocicos.
Todos los motivos dan una y otra vez el mismo arabesco
porque todo conduce al enriquecimiento de la vida que 
    avanza victoriosa. 
Sensual en toda situación.

Así, debe canonizarse en el valle de lágrimas familiar
a los pesimistas amigos de la zorra
que dice no gustar de las uvas demasiado verdes,
a quienes rompen las cadenas del dolor
y prefieren las alegrías de la vida a los pies en el barro
cada vez que el Mesías queda extasiado por las gorjeantes
notas del órgano.

Viva la divina fiesta de miradas 
pues pronto serán desenmascaradas las estrellas 
con una canción sobre la mirada, sin justificación de  
    la realidad
la enorme cantidad de cosas fútiles de la realidad).

Saludo a la aorta de la poesía terrestre
que puede derretir ella sola la sonrisa del hielo
y la muerte de las figuras de fuego.
Saludo a los hombres que beben con devoción
de los vasos comunicantes del tiempo.
Saludo al espíritu y al eterno tránsito de las estaciones,
el trabajo, descanso, juego, seriedad, al día y la noche,
la Tierra quiere ser besada por una vida más rica.





Emy, la mujer de la vida alegre

Mi primer marinero tatuado se llamaba Villy, 
Él me mostraba tres puntos en su pulgar— 
Fe, Esperanza y Caridad— él me embarazó. 
Desde entonces he mantenido yo sola a la criatura. 
Algunos coleccionan timbres. 
Yo colecciono aventuras.
He hecho el amor con un tipo que tenía a Eva y la serpiente 
alrededor de su cintura,
Uno con un velero de tres mástiles en el pecho, 
Uno con los versos del salmo navideño Noche de Paz,
Uno con God Save the King y dragones luchando a sus
    espaldas,
Uno con una bruja en el brazo, agachada sobre su caldero.
Uno con un macho cabrío que embestía en un corral 
y Rest in Peace, my dear Mother sobre el estómago, 
Hice el amor con un tipo que tenía tatuado en el pie derecho 
“estoy cansado” y en el izquierdo “yo también”. 
Y él mismo era sus pies —¡Ay, ay, ay! 
Un español se había tatuado alas de ángel, 
pero no le sentaban, pues era un verdadero demonio. 
Uno tenía varias jugadas de bridge en el pecho 
uno tenía un pavorreal y otro un tablero de ajedrez 
    en la espalda
un tercero tenía cuatro papagallos y dos golondrinas,
uno tenía su tipo de sangre escrito en la axila derecha
y en la izquierda una telaraña
con un hilo hasta el ombligo
desde donde me miraba embobada la araña.
Uno tenía serpientes venenosamente verdes alrededor 
    del cuello y 
la “Gran Caza de Zorros” en su espalda. 
Sobre mí se han tendido las runas, pinturas rupestres y 
tumbas de marinos,
el Padre Nuestro en inglés, un gran guerrero apache, 
un rústico isleño con barajas en los bíceps. 
Muchos con banderas, cuchillos, calaveras, Jesucristos 
    en la cruz,
corazones flechados, rosas, aves, anclas y nombres
    de muchachas.
No menos de veintinueve lucieron sobre la piel 
Emmy —my true love como homenaje eterno. 
Yo sólo tengo un nombre tatuado en mi cuerpo, 
Laila —mi camarada. Y ella tiene el mío.





Pan y el silbato de la fábrica

El tiempo sigue rodando en su viejo cambio de piel.   
El viento va al oeste, al este, al sur y al norte.  
La lluvia dirige, acorde, sus aguaceros y su caída. 
El sol camina con inocencia tras los talones del gallo
    mañanero. 

        Todos conocieron a Pan.

   

¿Has observado esta mano que hornea la hogaza, 
forja el hierro sobre el yunque que canta en el fuego, 
arrebata riquezas escondidas de la tierra avara, 
saca brillantes peces de la afortunada bolsa del mar, 
hace la comida para un hombre y cinco niños hambrientos, 
prende la máquina para que la noria zumbe, 
agarra el timón, las riendas, el volante, la rueda, las
    herramientas,
dicta la nota a la “virgen del empedrado”* danzando 
    al vapor—
turbinas, leñadores, fábricas de tejas y marineros— 
las toscas manos torcidas con verrugas, quemadas y
    cicatrizadas 
y las delicadas manos que desatan?

Los poetas del pasado tenían muchos héroes:
dioses, enanos, burros, caballos, perros y gatos.
Yo conocí una mano aguda y rápida como el rayo.
Cuidaba el laminador, nuestro gran domador de víboras,
dirigía el hierro perfilado ardiente a su lugar,
dentro del próximo cilindro
a cincuenta kilómetros por hora
año tras año. Murió de repente a los 30 años.

                    Todos conocieron a Pan.

Poseído
“Sí, pero no es tan extraño —dijo mi maestro— 
mira el chorro de agua enfriar la plancha del barco, 
es tan poderoso que podría perforar una mano.”

Hoy vi un par de manos de muchacha plantar
una flor amarilla sobre la tumba de su esposo asesinado.
                    Dios no nos otorgó ningún mineral 
nos dio, en cambio, los sagrados elefantes blancos, 
una planta de acero en el pequeño Ruhr de Dinamarca.
                    Aquí murieron sus afanosas manos.

                    Todos conocieron a Pan.

Voy a entonar el canto del cisne,
para que conozcas la felicidad que esconde la vida 
    cotidiana,
hollín, herrumbre, sangre, viejo resentimiento y
    hierro mutilado.
Entonces, abrirás los ojos para ver tristes restos 
de dedos carbonizados, cinturones, trapos y huesos 
en la verde provincia, en el escenario del drama.

La grúa rechinaba sobre el montón de chatarra, 
el humo soplaba por las altas chimeneas, saludaba

                    a los barcos de carga pesada

bienvenidos al puerto y al muelle del fiordo,
manejaba la volqueta del tren hasta los hornos, más allá

                    sobre la plataforma

con carbón, chatarra, minerales, cerámica y dolmita. 
“Es emocionante el acero”, dijo el ingeniero.

                    “Échanos ese cuento

a la bolsa de paga el jueves”, dijo el personal.
No tenían uniformes de trabajo ni cascos de seguridad.

                    Todos conocieron a Pan.

Bloques ardientes rodaban desde el horno profundo 
hasta el endurecido cilindro. Qué fantástica visión

                    verlos transformados

en largas láminas de acero, mientras las manos echaban
ramitas de abedul, las brasas estallaban en el aire,

                    una regata de lluvia de fuego.

Una explosión en la cuchara de 70 toneladas de acero líquido
no es un juego para estetas y amantes del arte. 
Eso pasó un día de otoño de 1954 antes del almuerzo. 
Veinte hombres tuvieron que ir a urgencias, no a la cantina. 
La sala de fundición era un infierno de humo, llamas y carne 
    chamuscada.
La lava de la muerte voló hasta las vigas del techo. 
Y en pocos segundos cayó sobre ellos en la mina.

Yacían desnudos dos hombres libres de deseo, joven anhelo.
Sus manos nunca más moverán a amor.
Otros camaradas sobrevivieron la catástrofe
como un milagro —con quemaduras en el cuerpo y el alma.

El tiempo seguía rodando en su viejo cambio de piel. 
El viento iba al oeste, al este, al sur y al norte. 
La lluvia dirige acordemente sus aguaceros y su caída.
El sol camina con inocencia tras los talones del gallo 
    mañanero.

                    Todos conocieron a Pan

* Virgen del empedrado es una manera de llamar a los taladros eléctricos manuales. (N. del T.) 






En la mañana

El sol se levanta amarillo, redondo, brillante 
a través de las nubes azules, 
cava un surco en el silencio.

        Feliz y brincando
        el gallo canta en el patio.

El pasto estira sus hojas verdes,
las perlas de rocío ruedan como en un hechizo
desde el condimentado tallo de las flores.

        Embriagada y juguetona 
        la alondra canta en el aire.

Muchacha —calientes saludamos un nuevo día 
como cuando recogemos la cosecha. 
Zumban los voladores de la miel.







Sé misericordioso con el donador rico

Un viejo refrán dice:
“La caridad es una plegaria de indulgencia.” 
Ciegos limosneros de fruta— 
la tierra es más rica
de lo que enseñan en la milicia femenina auxiliar,

tan abundante —les digo
que no cuenta
las gotas de lluvia...
Pero ustedes han intentado contar
los rayos del sol...
pertrechados con cestas de mimbre y costales 
han cosechado los frutos caídos. 
Orgullosos y sentimentales, babeando, 
salieron por la fina puerta del jardín 
para humillar al patio interior

El día de ayer fue misericordioso.
El día de hoy es una caridad
que al mismo tiempo
acaricia y rasguña
para resguardar la flor
de la brillante cultura de occidente:
¡la fiel belleza del sufrimiento!
Y para asegurar la mermelada de la sociedad
a los callados menesterosos de la tierra
—¡y para absolver al donador rico!





Sal, vino y aceitunas

a la memoria de Paul Le Cour


En la fría y transparente cosecha de septiembre 
bajo el fuego olímpico de la luna llena 
cayó el oscuro rocío de la muerte 
silencioso y pesado sobre la flor de tu vida.

Ofrecida la sal, el vino y las aceitunas 
en el último viaje de los griegos difuntos.

¡Te saludamos!, desaparecido heleno 
con las verdes aceitunas de la palabra, 
el mágico vino del verso, 
la sal pura de la pena.

Aceitunas, porque la bíblica fertilidad del árbol de olivo
era tu sueño suave sobre el arabesco bien lanzado del poema.

Vino, por las flamencas uvas, sangre de las Galias, burbujas 
que estallan en imágenes, semillas del sol de tu mente,

Sal, porque buscabas los copos blancos de nieve del océano 
y los hallaste en la profundidad de las aguas vivas.





Pescado danés

Los gatos de Venecia
tienen patas como borlitas de sauce.
Se deslizan cariñosos
con la piel limpia como bálsamo.

Los gatos de Venecia
tienen ojos penetrantes como estrellas.
Te atrapan fácilmente con la luz de la pupila
porque la gatita es cortesana del sur.

Los gatos de Venecia 
son cortejados día y noche. 
Invitan al beso ronroneando 
cuando el sol y la luna los lamen.

Los gatos de Venecia
tienen el paladar más fino del pueblo de las góndolas. 
Ah, si no es pescado danés 
enseñan las garras y bufan.

Pequeñas gatitas venecianas se venden                                   por pescado para sus flacas madres 
en el crepúsculo 
y yo, en silencio, lloro.





La vibración del dragón celeste

Vibran tímpanos— 
tañidos por violetas azules. 
¿Escuchaste escopetas en la noche, 
perteneces a los parias nocturnos? 
Las piedras rotas lloran un tornado de lágrimas de sal
    y pimienta
porque el mensajero tiene sudor de cadáver.

Que el pasado te oriente en la vida,
si te detienes mueres.
Ninguna gracia crece o florea
en la arena sangrienta del martirio.
Mira por última vez al cerdo solar en el cenit.

Sonidos del tímpano—
todos los crucificados de la tierra reverdecen
en la fronda, en tierra de nadie.
Presagian maldad —acuérdate de todos, no los toques
Como palabras descuidadas
por mórbidos labios.
Deja que los muertos entierren a sus muertos.

Una paz, tan suave y silenciosa,
la buena siembra inicial,
como cuando la palabra era el hombre
y el núcleo de la palabra, el hecho.
No la fuerza deificada del acero, la metralla

que calienta el cañón y enfría la vida, 
no la pálida premeditación del pacto, brote 
y presagio de antiguos actos bestiales: 
          ¡La muerte carga con todos!

¡Oh! eso no, eso no, nada de eso— 
más puro, como la canción de la alondra,
cordial como el corazón de la paloma,
transparente como aguas divinas de las lluvias
y el calor y el germen de la hierba unidos
y la marea titilante de un mar de estrellas
azul celeste en el curvo arco del firmamento eterno—
tal es el camino de la verdad
la palabra de la vida y el sol de la humanidad.

Sonidos del tímpano—
Desplazados en la noche,
brotes en la corola de pétalos de la vida
nosotros, despojos transfigurados de la tierra,
nosotros, que alcanzamos la fiesta de la primavera
y quienes nos quedamos a la cosecha de los granos.
Gritamos al espacio y los tiempos
tan alto, entre nosotros,
como el viento: ¡avanza, no retrocedas!

Las huellas asustan pero los campos 
maduran y borran
    lo que no queremos sentir,
    lo que no queremos oler,
    lo que no queremos oír,
    lo que no queremos ver,
    lo que no queremos probar,
    lo que no queremos cantar 
tras aquello que permanece con los muertos. 
Para quien comprende el secreto de la paz de los sepulcros 
las puertas de la vida están abiertas, ahora y para 
siempre...
Dejad que los muertos sean la tierra de los vivos 
    báñate en el sol 
    Purificado y libre 
    brote tierno en la brisa primaveral.




Elegía atómica (1946)

I

En largas noches de angustia 
nuestros hermanos sermoneaban 
vivían envueltos en las rojas rosas 
cargaban un corazón sangrante en las manos 
                    tópico del día 
     Dilo con flores

Los desgarrados pensamientos de la oscuridad se extendieron
se extendieron se extendieron
tan de prisa como se consume el reguero de pólvora
del alma y el instinto de conservación
la valentía y los latigazos
Así se ahogó su llanto     clavado sobre la cruz gamada
     Dilo con flores


De día y de noche
todo el año bajo cualquier clima
llegaron al encuentro los hijos
y las hijas de los campos
de concentración cantando y con hambre
abiertos como un río demente de tortura
con destinos tiñosos de barracas
y limpios de libertad
           Por la patria 
por la causa de los ancestros 
    Dilo con flores


II

Pero ¿por qué hablar del presidio Moabit 
en junio y julio de 1939 ahora
cuando florece y huele bien?
Como si no supiéramos
que los balcones de hierro de Moabit
están hechos al estilo están hechos al estilo modernista
que Franco sólo es franquicia
y sabemos italiano suficiente
para que nadie pueda hacernos creer
que il duce
significa horcas transportables 
Buchenwald significa bosque de hayas 
no campos de concentración 
para almas clavadas sobre la cruz gamada 
    Dilo con flores


III

Nadie salvo
los desgraciados maniáticos del propio tormento 
se alaban
felices de los sufrimientos sin pararrayos 
Y quiénes de nosotros no     soñamos 
la paz y la amistad total     en el mundo 
en los primeros albores tempraneros del año 
    Dilo con flores

Hasta con los poetas delicadas antenas 
del pueblo uno tiene la impresión 
de que Escandinavia
orgullosa armada con fumigadores esta vez 
también esta vez evitará la plaga de langosta 
o la cagada de moscas sobre la bonita pantalla 
de la lámpara     No vamos a morir 
por el estricto padre Danzig 
No vamos a espinarnos 
con el cactus de la guerra 
    Dilo con flores


IV

Kikirikki kikiriki dice el Hitler del gallinero 
Cu-cú cu-cú dice el cuclillo Gestapo 
Y vestidos de verde como lo exige el arte 
del camuflaje     llegan 
con sangre de los polacos en las bayonetas 
Las nucas rasuradas      los ojos 
duros y fríos como un abismo de cristales de sílex 
    Dilo con flores

Una noche coronado por una derrota gratuita 
sonó en nuestra conciencia atomizada 
Una victoria pagada con dinero falso 
le cayó al enemigo del cielo 
    Dilo con flores

A algunos se les notaba el miedo en los ojos 
otros se veían extenuados al encontrarse 
desde la ventana
desarmados impotentes obstinados
a la sombra de una cruz signo angular de la violencia
que tanto se parece a cuatro horcas

    Dilo con flores 
Cuando finalmente decidimos 
vaciar la copa de la humillación 
hasta el fondo la bebida amarga 
sorbiendo el café matutino probamos 
la acre diferencia entre ácido y dulce 
entre el nuevo pn de la caridad 
y el panecillo común
Algunos pensamos que quizá el mejor abono 
en la maceta serían los proyectiles 
    Dilo con flores


V

Lo que debes pagar de más
en las estaciones de la vida y en los apuros económicos
es aquello      que recibes gratis 
Incluso el desencanto comenzó a lucrar 
a costa del resto de la población 
y la marcha del mundo a nombrarse 
a sí misma bajo la mirada del Todopoderoso 
Pero la esperanza es la tierra de la juventud 
no su Jesucristo 
    Dilo con flores

Vimos rodar el dado del tiempo 
hacia el muy transitado cruce de la libertad 
Agitamos las herraduras de la suerte 
grandes niños adultos     ojos azules 
ojos marrones y ojos negros y ciegos 
del país     La comida en la mesa 
Escondimos el alma del país en el bolsillo del pantalón
el Perseverante Soldadito de Plomo      a salvo 
de los horrores en los cuartos de utilería de la tortura
        moderna 
    Dilo con flores

No todos eran indiferentes ante el destino
el barco y la tormenta en el vaso de agua de abril
Algunos llegaron al extremo
de tomar una canción
de la morgue refrigerada de la muerte
y dijeron
cada cual cosecha lo que siembra 
    Dilo con flores


VI

Cada germen de desdén 
es una venganza contra Hitler 
pero el ladrido del perro 
no rebasa su vergüenza

¿Quién tuvo la culpa de que una idea fija 
naciera para asolar sistemáticamente 
corazón y médula riñón y hueso
para hacer injusto lo justo sin planearlo 
para hacer sádico injusto lo justo? 
Entonces tuvimos un cuchillo en la garganta 
Nuestra libertad amenazada por la destrucción 
Entonces los refugios nauseabundos 
llegaron a ser más valiosos para la vida 
que las casas de campo 
Entonces la vejez confundida por el tiempo 
Aterrorizada por los perros alevosos de la guerra 
Pidió máscaras de gas para la Navidad 
La cruz deforme del Capitalismo 
    Dilo con flores


VII

No por nada
el cerdo es el animal
más parecido al hombre
interiormente
Oh ah oink oink

No por nada 
somos los únicos 
seres sobre la tierra 
y también del aire 
cuya sangre se usa
para fines vitales 
Ih ih oink oink 
Cualquier médico lo sabe 
cualquier carnicero lo dice 
solamente el jugo coagulado del cerdo 
tiene posibilidades 
de ser apreciado 
como morcilla 
ah ah oink oink

No por nada
el Gran General de los soldados 
y el buen criador de cerdos 
son tan generosos con la comida 
antes de que comience realmente 
la carnicería y el baño de sangre 
Ah uh oink oink

Tal como se desarrollaron las condiciones 
durante la guerra
                        los judíos 
fueron los más humanos de todos 
por no engordar cerdos 
ni humanos
para la carnicería y el baño de sangre 
en cambio fueron las víctimas predilectas de los cerdos
    Dilo con flores


VIII

Mientras    la arrogancia toma
ruta fija todavía
entre la verdad 1933
y la angustia 1944
se siente el odio 1940
que ha de engendrar deseos
de acción     en cuclillas 
o acostada 
en el prado
de la propia satisfacción de la Madre Dinamarca 
    Dilo con flores


IX

En la onceava hora de tensión para los héroes
antes de que nuestros hermanos cayeran
sobre el umbral gris de la muerte
su fuerza desinteresada de combate
resultó un fragmento de propósitos mayores de vida
Se hizo un cuadro traumático
que pronto adquirió forma
de fervor eléctrico
ante la conquista de lo desconocido
Los relojes
solares de la Resistencia 
nunca marcaron las doce 
El tiempo se hizo un nudo gordiano 
en la onceava hora de la desintegración 
Requiescat in pace 
Descanse en paz 
    Dilo con flores


X

El electrón negativo   gira alrededor 
de la sombra que eclipsa todo el núcleo positivo del átomo
Como la boca de un niño   cubre 
primero un pezón y luego el otro 
el mar hace cabriolas con la piedra favorita del cielo 
    Dilo con flores

Y llegó la tercera pascua de la lucha 
con huevos pintados como siempre 
y lindos cabritillos juguetones   Pero nosotros 
tomamos en cuenta obedientemente 
la cortés propuesta del portero 
de no untar con sangre los marcos de las puertas 
    Dilo con flores


XI

Por qué demonios hemos 
de callar
con cobarde violencia contra nosotros mismos 
cuando también los asesinos estaban al acecho 
tras la paloma en el país de las alondras 
En vez de llamar 
a la policía
o a la buena liga protectora de palomas
la Primavera Prohibida tomó el trabajo de mensajera
con la agencia de amenazas por espada
                    para la tradición de la libertad 
    Dilo con flores

El tiempo de nuestra pena no tiene fecha fija
y lo triste de un bozal
es que tampoco se tiene oportunidad
de morderse ni uno mismo ni al prójimo
Pero miles y miles de semillas sanas
bajo la tierra
no crecen nunca en vano
bajo la luz
Un día encierra la trama de las pesadillas 
con ayuda de los paracaidistas 
de nuestros buenos deseos 
Ese día   ya están escritos 
los certificados de defunción de 
    Dilo con flores

Podríamos haber ofrendado
un traguito de sucedáneo de café
por la resurrección de los muertos


XII

Las ilusiones son peligrosas como hielo frágil
La milagrosa línea fronteriza
de mi generación
fue un puente de amor vivo
construido por su cuenta
eso quiere decir
líbranos de todo mal
Aun en el pequeño portal de nuestra frontera
la felicidad se negaba
a retractarse de la danza
Su pareja fue la tristeza
y la cuña del acontecimiento

El odio fue por fin
la tabla de salvación del riesgo nacional 
y coronó de aplausos al público 
La gente se transformó 
en héroe o malvado
La época se transformó en tema clásico 
    Dilo con flores


XIII

Cada día marcó su propio rumbo 
Nos daba armas   y angustia 
nos daba explosivos y deseos 
nos daba coraje y pesadillas 
a través de la ilusión  y el canto 
a la mujer a la tierra al mar
y a nuestra alcancía de cristal   la metralleta
apaciguaba el dolor
La muerte es mala compañera
decíamos
a pesar de saber
entonces, como una canción a medias 
que la esencia de la muerte no perdona 
Aprendimos a alejarnos fríos y desapasionados 
tan rápido como fuera posible 
de la acción del hecho del lugar 
Pero nadie escapa del pasado 
    Dilo con flores


XIV

O si tan sólo tuviéramos la misma
a
m
a
n
t
e
los celos pronto
             serían desmantelados
             y la fertilidad desplazaría al
s
m
o
Dilo con flores


XV

                                                           Como
                                                el cielo
                                   remonta
                 la manzana
         solar
desde
         las grandes
                  grutas
                         de oro
                                    del horizonte 
así el vivir en el núcleo del día
    el presente contra la sed de eternidad 
    el cómo y el porqué de la lucha


XVI

                    El alma de un país 
            nunca pierde 
su encanto

      Mira con cuánta ternura 
               besan la mano
                         que los golpea

         ¡Ah! este tráfico 
      de almas 
que maduran ahora los laureles 
Ocultamos planes de batalla y papas
                  bajo tierra 
Esperamos quietos 
a nuestros valientes aliados
                  cuidamos la lengua 
                  Paso a paso
pronto vendrán para aligerar 
el curso del mundo con lavados de pies 
o comunismo 
    Dilo con flores


XVII

Mientras la estupidez se asolea
en la cubierta de un barco que zozobra
nuestros políticos disputan
sobre la marca culpable de Caín


XVIII

Con una angustia y una ternura descarnada 
con un heroísmo y una felicidad porfiados 
no jugamos más a la gallina ciega 
con nuestros hermanos de pensamientos sombríos 
Las trompetas del juicio han señalado con fuerza  y claridad 
la última retirada de los horrores 
Pero enarbolamos obstinadamente 
en la mano derecha nuestro corazón 
el tiempo     aún descorazonado y orgulloso 
el tema        frente al perro muerto de la guerra 
y abrimos las bocas libres de bozales 
para cantar himnos a los héroes 
himnos a nuestra tierra y al mar 
en torno a nuestros libertadores 
de oriente y occidente 
cantos a nuestras mujeres e hijos
en torno a sus faldas 
Y quién no tuvo miedo 
de ocultar algo bajo las uñas 
ante la Gestapo 
    Dilo con flores


XIX

Oh
himnos para la boca fresca de la tierra 
la cosecha los resultados
Algunos se cantan con el tono solemne de la libertad
otros en forma ingenua
Se canta lo indómito
la Resistencia        la vida
oh
con la piedad devota 
se calla
el más valiente
para oír la canción del más cobarde 
    Dilo con flores

Sube el aliento pesado de la marea 
en las palabras          fusiles de la bondad 
tal vez debimos haber usado 
radio          para tratar 
nuestros lados enfermos y débiles 
porque en algún momento fuimos infieles 
y quisimos reclutar prosélitos 
para la verdad sin velos 
Esta verdad que sabíamos existía 
para cortar la mentalidad “Jesús ayúdame” 
Una noche raptamos al diablo 
frente a las narices de su bisabuela 
y pintamos a Hitler en la pared 
    Dilo con flores


XX

Las balas de las ametralladoras perforan 
el oscuro pétalo del recuerdo 
Nadie canta hossana en las alturas 
Nadie grita aleluya en el infierno 
Sólo la vida nos ve con exigencias 
oh vida
         una flor
                   una mujer
                            un puñado de tierra
Dilo con flores

también nuestra generación hizo
cuanto pudo para
auxiliar
el débil sentido de la vida
para no sentirse huérfana
Pero el resultado fue
su trágico contrario
Mientras los traidores debatían sin fin
sobre la espada de los saboteadores
nuestros padres evacuados
se ahogaron
en el profundo mar de las divergencias 
    Dilo con flores

Pero los eternos y brillantes ojos del amor 
no se dejaron oscurecer 
o expulsar por las amenazas 
de Sodoma y Gomorra 
se transformaron en cristales vibrantes 
con tonos subidos en el espectro solar 
    Dilo con flores


XXI

En la noche del nocturno verano
tras un violento fin del día laboral
sobre los pasos sangrientos de nuestros hermanos
hemos bebido del sueño entrañable de la ternura
elevando un rezo amargo y cálido al sol
para que sonría a los niños pequeños
el ritmo del grano         el sentido de la cosecha
En la mañana
en la clara alborada del horizonte 
hemos bajado nuestras flautas mágicas 
del afecto recién creado 
como una madre que amamanta a su pequeño 
corazón recién nacido hemos atraído 
tonos del silencio verde del árbol 
La gente recibió el humor del bufón 
y la música del bardo 
El atardecer y su hermana aurora 
fueron entonces nuestro eterno manantial 
    Dilo con flores


XXII

La
    fogata 
            del
                estallido 
                      de
                           la
                               guerra
                                      se
                                         ha extinguido 
No hay que capturar a nadie más 
con el lazo corredizo del enemigo 
ni debe ser transportado por el camino 
en un furgón cerrado        Hacia 
el hambre o el gas 
rapado    balazo en la nuca 
horca o guillotina
Un ramillete de días tras el 1º de mayo 
hemos escuchado como despedida 
el Gran Concierto de la Angustia 
Hemos pagado la cuota a los aliados 
con mujeres en efectivo
Quien se ha desposado con el libre flujo de la vida 
aplaudió con creces la libertad 
    Dilo con flores










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