jueves, 17 de mayo de 2012

MICHEL BUTOR [6.867]


MICHEL BUTOR

Michel-Marie-François-Butor 
(Mons-en-Barœul, 14 de septiembre de 1926 -   24 de agosto de 2016), fue un poeta y escritor francés.

Hijo de un ferroviario apasionado por las artes, a la edad de tres años Butor se muda con su familia a París, donde cursa sus estudios. Graduado en filosofía por la Sorbona con una tesis sobre las matemáticas y la idea de necesidad dirigida por Gaston Bachelard, ejerció por un tiempo de asistente del filósofo Jean Wahl. Al perder las oposiciones a una plaza de profesor, viajó a Egipto para dar clases de francés, enseñando luego en la Universidad de Mánchester y pasando algún tiempo en Salónica (Grecia) y Ginebra, donde se reencuentra con Marie-Jo, con quien se casa en 1958. Tienen cuatro hijos. Ha sido profesor en la Universidad de Nuevo México (1969-1970 y 1973-1974), en Niza y en la Facultad de Letras de la Universidad de Ginebra.

Si Michel Butor es conocido en el ámbito de la literatura francesa, se debe fundamentalmente a su más famosa novela, La modificación, uno de los pilares de lo que se conoció como la nueva novela (Nouveau Roman) y que estaba escrito desde el principio hasta el fin en segunda persona del singular, equivalente en español al "usted". Esta novela fue llevada al cine en 1970, con el mismo título, por Michel Worms. Michel Butor dejó de escribir novelas tras Grados en 1960.

En 1991 dejó también la docencia y se retiró a un pueblo de la Alta Saboya.

En sus primeros libros trataba de conciliar la forma tradicional de la novela con la voluntad de representar el mundo contemporáneo. En ese sentido, estaba próximo a los escritores que representaron precisamente ese nouveau roman, como (Nathalie Sarraute, Alain Robbe-Grillet o Claude Simon). Sin embargo, Butor escogió nuevas formas experimentales, ya en Móvil, una obra ingente, fabricada con distintos elementos (enciclopedias estadounidenses, descripciones de coches, artículos de prensa...) y con la que trataba de representar la sorprendente realidad contemporánea de los Estados Unidos.
Esa vocación de experimentar para representar el mundo se puede encontrar en todas sus obras, ya se trate de relatos de viaje (la serie El genio del luhar), relatos oníricos (Materia de sueños), o de sus colaboraciones con pintores y otros artistas contemporáneos y que recoge en la serie de Ilustraciones). Este trabajo con los artistas plásticos han constituido una nueva dimensión en sus intervenciones literarias, debido a su acercamiento "a", "con" y luego "en" la pintura. Sus primeras críticas (la primera se la dedicó a Max Ernst en 1945) se han visto sustituidas por una serie enorme de textos de tirada más o menos limitada y que ponen en entredicho la noción de obras cruzadas.

Michel Butor después de cuarenta años toma partido en un espacio poético, en el más amplio sentido, en detrimento de una aproximación más tradicionalmente novelesca. Es actualmente uno de los escritores francófonos de mayor nivel reconocido, tanto en Europa, como en los Estados Unidos, Japón, China o Australia.(fue un escritor frances)


Obra

Novela

"Passage de Milan (1954). El paso de Milán
L'Emploi du temps" (1956). Trad. El empleo del tiempo, Seix-Barral, 1967.
La Modification (1957). Trad. La modificación, Seix-Barral, 1969; La modificació, Edicions 62, 1965.
Le génie du lieu") (1958). El genio del lugar
Degrés (1960). Grados

Composiciones narrativas

Réseau aérien (1962).
Mobile, étude pour une représentation des États-Unis (1962).
Description de San Marco (1963). Trad. Descripción de San Marcos, Bassasai, 2000.
6.810.00 litres d'eau par seconde, étude stéréophonique (1965). Trad. Seis millones ochocientos diez mil litros de agua por segundo, C. Diálogo, 1971.
Portrait de l'artiste en jeune singe (1967).
Ou (1971).
Boomerang (1979).
Matière de rêves (1975-1985).
Transit (1992)
Gyroscope (1999).

Ensayo

Répertoire I (1960). Trad. Sobre literatura I, Seix-Barral, 1967.
Histoire extraordinaire essai sur une rêve de Baudelaire (1961).
Répertoire II (Ed. de Minuit, 1964). Trad. Sobre literatura II, Seix-Barral, 1967.
Essais sur les modernes (1964).
Répertoire III (1968). Trad. Repertorio, Seix-Barral, 1970.
Essais sur "les Essais" (1968).
Essais sur le roman (1969).
Improvisations sur Flaubert (1984).
Ginebra, Granica, 1988.

Poesía

Illustrations (vol.1, 1963 y vol. 2, 1968).


Arrecife

a Silvère

La piel de granito
deslavada por la borrasca
arrugada por el tiempo
abierta por el vendaval
Abandona al postrer
sol del verano
sus líquenes cubiertos
de telefios y cardos
En sus más secretas
cavidades
peces y moluscos
tratan de lanzar
A los precipicios
del cercano invierno
el puente de los suspiros
de tantas generaciones
Y a los olvidados
de aquellos naufragios
cráneos habitados
por erizos y algas
Les castañetean los dientes
nostálgicamente
cada vez que pasan
unas bellas submarinistas
Mientras sueñan con extraer
de sus fuerzas
la de una vuelta
al territorio de los vivos.

(Traducción de Jesús Camarero)


Récif

pour Silvère

La peau de granit
lavée par l’orage
ridée par les âges
creusée
par le vent

Expose au dernier
soleil de l’été
ses lichens doublés
d’orpins et chardons

Dans ses plus secrètes
anfractuosités
poissons et coquilles
cherchent à lancer

Sur les précipices
de l’hiver prochain
le pont des soupirs
des générations

Et les oubliés
des anciens naufrages
crânes habités
par oursins et algues

Font claquer leurs dents
nostalgiquement

à chaque passage
de belles plongeuses

Rêvant de puiser
dans leur énergie
celle d’un retour
au camp des vivants.


Incandescencia

a Gregory Masurovsky

Espectro, ¿qué esperas de mi en tu desaparición? Trato de 
acercarme; te disuelves en bruma. Tomo distancia; 
renaces de tus cenizas. Eurídice tantas veces perdida, Beatriz 
transformada en fuente lacrimosa, sólo me queda ya tu
voz, que me llega a través del estrépito del tiempo, voz 
a cuya llamada no puedo resistirme.

La llama se apoderó del último grano de espuma, una llama 
tan suave, azul como la del butano. Ya no sabemos siquiera 
si arde, calienta, canta, ilumina, reclama, tranquiliza,
 transporta, adormece.

En medio de la nube, una columna. No sabemos si es de luz 
o de sombra, ya que se ha vuelto imposible distinguir el día 
de la noche. Ella nos guía a través del crepúsculo perpetuo 
en cuyo devenir las antiguas ciudades se hunden en el olvido. 
Solamente perduran unas pocas frondas de árboles que 
pensábamos que habrían sido los primeros en ser engullidos.

Nos guía, pero ¿hacia qué claro más allá de las chimeneas 
en peligro, de esas fábricas abandonadas, de esas masas 
que manifiestan su tribulación y su furia?
Tenemos la impresión, en medio de la turbación, 
de familiarizarnos con el corazón del sol, con esa región 
de fusión que sería la llave de nuestra energía futura, de nuestra 
supervivencia tras la caída. Pero, ¡es que se trata de una hoguera 
de gritos! ¿En qué región de tu infierno nos has extraviado, querido
Dante, sin el menor Virgilio para sacarnos de este mal paso, 
sin la menor Ariadna para que nos preste su hilo? 
De queja en queja recorremos el laberinto, sin poder 
aportar el menor remedio, buscando la salida para todos 
los condenados como nosotros.

¿Será que realmente se abren las puertas? ¿Ningún pecado 
nos será tenido en cuenta ya? Es verdad que éramos culpables, 
¡pero ninguna mancha, original incluso, habría desfigurado 
nuestro rostro y nuestro corazón! ¡Nuestra carne se habría 
vuelto cristal e incluso nuestra sombra se volvería luminosa en 
la universal reconciliación!

¿Por fin volveríais, Eurídice, Ariadna, Beatriz? Y tú, Virgilio, 
¿has conseguido escalar la montaña del Purgatorio 
para considerar nuestra miseria entera en la lentitud 
del Paraíso? ¿Se anuncia la salida para el viaje definitivo, 
la alteración de las leyes anteriores y el descanso 
en la alocada fuga?

(Traducción de Jesús Camarero)


Incandescence

pour Gregory Masurovsky

Figure, que me veux-tu dans ta disparition?
J’essaie de m’approcher; tu te dissous en brume. Je prends de la distance; tu renais de tes cendres.
Eurydice tant de fois perdue, Béatrice métamorphosée en fontaine de larmes, il ne me
reste plus que ta voix qui me parvient encore à travers les vacarmes du temps, à l’appel de laquelle
je ne puis résister.

La flamme s’est emparée du moindre grain de poussière d’eau, une
flamme très douce, bleue comme celle du butane. On ne sait même pas si elle brûle, elle chauffe,
elle chante, elle illumine, elle réclame, elle rassure, elle transporte, elle endort.

Au milieu du
nuage, une colonne. On ne sait si elle est de lumière ou d’ombre, car il est devenu impossible
de distinguer le jour de la nuit. Elle nous guide à travers le crépuscule perpétuel au cours duquel
les anciennes villes sombrent dans l’oubli. Surnagent seulement quelques frondaisons d’arbres
dont on aurait cru qu’ils seraient les premiers engloutis.

Nous guide, mais vers quelle clairière
au-delà de ces cheminées en détresse, de ces usines désaffectées, de ces foules qui manifestent
leur désarroi et leur fureur? Nous avons l’impression, dans l’éblouissement, de nous familiariser
avec le coeur du soleil, avec cette région de fusion qui serait la clef de notre énergie future, de
notre survie après le basculement.

Mais c’est qu’il s’agit d’une fournaise de cris! Dans quelle
région de ton enfer nous as-tu fourvoyés, cher Dante, sans le moindre Virgile pour nous tirer de
ce mauvais pas, la moindre Ariane pour nous prêter son fil? De plainte en plainte nous parcourons
le labyrinthe, sans pouvoir apporter le moindre remède, cherchant l’issue pour tous les
damnés que nous sommes.

Ce seraient vraiment les portes qui s’ouvrent? Aucune faute ne
serait plus retenue contre nous? Certes nous étions coupables, mais aucune tache, même originelle,
n’aurait défiguré notre visage et notre coeur! Notre chair serait devenue cristal et notre
ombre même serait lumineuse dans l’universelle réconciliation!

Seriez-vous enfin revenues,
Eurydice, Ariane, Béatrice? Et toi, Virgile, as-tu réussi à escalader la montagne du Purgatoire
pour envisager notre détresse entière dans les lenteurs du Paradis? Le départ sonne-t-il pour le
voyage définitif, le renversement des lois antérieures et le repos dans la fugue éperdue?




Michel Butor
La utilidad poética

Traducción de Stéphanie Robert Le Fur, postfacio
de Frédéric-Yves Jeannet, México, auieo/Taller Ditoria/Conaculta, 2012.

El pensamiento cordial de Michel Butor (Mons-en-Barœul, Francia, 1926) abre esclusas y derriba muros, con el propósito de abordar, desde otro nivel y otros paisajes, temas y malentendidos de la poesía respecto de su posible utilidad en las relaciones sociales de la tribu. Resultado de cinco conferencias presentadas en Lyon a comienzos de 1994, el presente volumen conserva la hospitalidad de la conversación, el buen tacto de no fatigarse en las arenas movedizas de las jergas y los conceptos academicistas, prefiriendo una vía más inmediata, de corte mayéutico, donde expone los diversos frentes de un tema a revisión –¿toda poesía es sagrada?, ¿el lenguaje del dinero es poético?, por citar dos de ellos– para agotarlo por el camino de las preguntas o de las fábulas sin moraleja, es decir, la ruta de las visiones y de las profecías.

Aunque las coordenadas literarias y filosóficas son, especialmente, del ámbito de la cultura francesa, los temas de las cinco conferencias de Butor son aplicables y dignos de examen en cualquier medio literario o tradición poética. Desde la primera conferencia, titulada “Poesía y religión o la guerra de los dioses”, el ensayista no se anda por las ramas de la retórica o de algún solipsismo y se pregunta de golpe: “¿Para qué nos sirve eso que llamamos poesía? Podemos jugar diciendo que es inútil y que es en la medida en que es inútil que se vuelve realmente útil, etc. Son paradojas que hemos oído hasta la náusea, paradojas de supermercado.”

Desvelando esa cándida impostura, comienza una indagación histórica y mítica del lenguaje poético, apoyándose en algunos pasajes del William Shakespeare de Victor Hugo. ¿Y qué exploraciones inéditas nos comparte Butor? Para empezar, comparte con el novelista de Los miserables una revisión lírica que toca varias bandas donde nos encontraremos figuras mitológicas (Orfeo), aedas (Homero u Ossian), profetas del Antiguo Testamento (Moisés o Isaías), matemáticos (Pitágoras), filósofos (Platón o Rousseau), novelistas (Swift, Cervantes o Balzac), poetas todos ellos no obstante que su obra canónica estuvo regida por preceptos e intenciones diferenciadas del arte del verso. Con esos autores, a los que se suma, por supuesto, una nómina de poetas estelares de cada región lingüística de Europa, se ha establecido según Butor una dinámica entre los textos antiguos y fundacionales –escritos en lengua sagradas: griego, hebreo y latín– y los textos posteriores escritos en lenguas vulgares y ¿profanas? Fundamentos religiosos o míticos para los pueblos, trátese de la Biblia o de La Ilíada, desde el Renacimiento han sido leídos asimismo –desde la mirada laica del humanismo– como piezas maestras de la literatura. Este nuevo acercamiento intelectual ha dado lugar a discusiones sobre la posibilidad de glosar o intervenir dichas obras. Los fanatismos al respecto son históricos en el mundo del islam y del cristianismo; en cambio, las obras griegas, con todo su Olimpo belicista y lujurioso, tuvieron mejor fortuna en las arenas de las recreaciones y transcreaciones literarias sin derramar una gota de sangre ni poner precio a la cabeza de sacrílego alguno.

En otra de sus conferencias –“La poesía y la música o encantos, es decir cantos”–, Michel Butor pone en relieve la parte fonética del discurso poético como elemento sustantivo y diferencial respecto de otros géneros literarios. A la manera de la clásica premisa recomendada por Pound, “componer (escribir) siguiendo una secuencia análoga a la frase musical”, para el escritor francés también se impone, en el trazo de la composición poética, esa necesidad prosódica irrenunciable, espíritu órfico que imanta a las palabras de algo más que significados: atmósferas, tonalidades y cromatismos para un oído que mira “ahí, donde el sol calla”. Para ambos escritores, el inconveniente mayor de todo poeta recae en que las palabras lamentablemente significan cosas, sentimientos o acciones; para evitar que esa situación degenere en emboscada sin salida o faenas de despojo de lastre, el artista de la poesía debe relacionar sus palabras (entramarlas desde los orígenes) con las palabras de los textos antiguos, además de dotarlas de ritmos, cadencias, armonía, rimas, pausas, resonancias, silencios...

Las dos últimas conferencias –“Poesía y economía o el oro del tiempo” y “Poesía y política o el lugar y la fórmula”– permiten a Butor implicar al lenguaje poético en dos faenas de la vida humana, netamente utilitarias y pragmáticas. Si la degeneración de la política es el poder autoritario, la de la economía será el artificio de la usura; frente a esos leviatanes, la poesía tiene dos posibilidades: legitimar sus desmesuras y crímenes o cuestionar, desde el lenguaje, la naturaleza perniciosa de cada una, desmontando sus imposturas y los falseamientos perpetrados con las palabras de la tribu. Si la república platónica dejaba fuera al poeta, la economía lo arrincona en la bodega de los productos imposible de especular en la bolsa de valores. Sin embargo, como afirma Butor, el príncipe y el banquero procuran la palabra del poeta. En esa necesidad de reconocimiento se declara una paradoja y, para otros, un peligro: el lenguaje de la poesía, incluso desde la circunstancial legitimación del poder político y económico, va más allá de los posibles panegíricos y se vuelve, tarde o temprano, contra los supuestos protectores del poeta.

La aparición de La utilidad poética de Michel Butor nos permite, una vez más, poner a discusión cinco tópicos relevantes para la poesía y el poeta de nuestro tiempo. Aquí en México, además de Octavio Paz y Gabriel Zaid, de Eduardo Milán y Javier Sicilia, la exploración de las dualidades del discurso poético, en relación con esos otros lenguajes, apenas si ha recorrido algunas estaciones de nuestra lírica. Falta todavía un cotejo más puntual de la tradición de la poesía mexicana, donde, con obras y autores, se remarquen esas filiaciones y profanaciones en torno de los temas tratados en este volumen. A partir de esas dualidades, ora funestas, ora propiciatorias, la poesía rompe ciertos clichés intelectuales –el de “la inmensa minoría” juanramoniana, por ejemplo– y abre un poco más el radio de acción, reconquistando territorios donde se manifestaba, en épocas pretéritas, con gracia insumisa y rebeldía visionaria. ~


Fragmentos de La utilidad poética


Si queremos entender para qué sirve la poesía, podemos apoyarnos en otra pregunta: ¿para qué sirve hacer música? ¿Por qué cantamos?



También la ciencia puede ser considerada un género literario. La ciencia no sólo se hace en el laboratorio, sino también con lenguaje.



A menudo, el texto científico antiguo y caduco lo percibimos como poesía. Desde el momento en que una descripción antigua no tiene más valor científico, reviste un valor de ensoñación, de imaginación.



La poesía intenta poner orden en los conflictos entre antiguos pensamientos religiosos y nuevos pensamientos científicos.



La poesía es crítica permanente del lenguaje monetario.



Sólo una poesía sensible a lo económico puede destruir el lenguaje económico tal y como se encuentra hoy en día.



Se trata, para el poeta, no de tomar posiciones políticas azarosas sobre tal o cual candente problema, sino de transformar la lengua misma.



Una nueva lengua es necesaria para una nueva política.



La tarea del poeta es demostrar las insuficiencias de todo programa político actual.



Estamos en el principio de algo. Ciertamente lo que llamamos democracia no es satisfactorio. Lo que había antes lo era aún menos. Por ello, necesitamos ahondar en el lenguaje para descubrir lo que queremos realmente. Se supone que los instrumentos políticos actuales están hechos para que conozcamos nuestra voluntad. Por ello las encuestas de opinión; sin embargo, los resultados obtenidos nos parecen totalmente desfasados. Se nos pide votar. Pero somos incapaces de manifestar nuestra voluntad dentro de este lenguaje. Las preguntas están mal planteadas.



Hoy resulta imposible considerar una lengua dentro de su torre de marfil. Las lenguas son ventanas abiertas unas a otras. Es vano intentar cerrarlas. Al contrario, hay que abrirlas lo más que se pueda y lograr absorciones recíprocas.

De La utilidad poética (Auieo ediciones, 2012)
Traducción de Stéphanie Robert Le Fur


***


Las presentes traducciones del francés son de Gustavo Osorio de Ita.
 http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-francesa-michel-butor/


LECTURAS TRANSATLÁNTICAS

Arrastrarse con la serpiente deslizarse entre las líneas rugir con la pantera interpretar cualquier signo descansar en las arenas conjugarse en las hierbas florecer en toda la 

piel



Bucear con el delfín navegar de frase en frase probar la sal en las velas aspirar en el gran viento la curación de las enfermedades interrogar al horizonte sobre la pista de 

Atlántidas



Sentir que se poseen alas adaptar máscaras y roles



planear con el cóndor esconderse en las ruinas acariciar los cabellos arder en todos los héroes despertarse maravillarse



PARAÍSO PERDIDO

Las ramas se abrían para dejarnos
libre el camino reteniendo
delicadamente nuestros cabellos
y brindábamos con las cerezas
cuyo zumo corría por nuestras mejillas
Fue hace tanto tiempo
a penas si lo recuerdo
hace falta que alguien me cuente
y que yo reencuentre las huellas
en las pinturas y canciones
Yo era un niño pero tenía
todas las fuerzas de un adulto
y todos sus deseos pasaba
de madre a hija y depositaba
pringosos bebés en sus brazos
Todo aquello parece haber desaparecido
y sin embargo todo aquello perdura
entre el espejo y la imagen
entre el sueño y la vigilia
entre la página y la impresión
Las zarzas nos rozaron sin infligirnos
el más mínimo daño
diseñando flores sobre nuestra piel
que los amantes borran
bebiendo las perlas de sangre
Mano en mano corríamos
entre los desiertos y las fuentes
escogiendo uno y otro
de los frutos de los árboles del saber
comparando los sabores
Yo estaba cómodo en mi cuerpo
conocía todos los órganos
las enfermedades eran amigas
libaba las fiebres o los escalofríos
en lechos de hojas o fango
Dónde estaba no sabría decirlo
tan lejos de todo tan cerca de ti
disfrutando tanto del calor como del frío
he perdido la llave de la puerta
y yerro como un alma en pena



AZAFRÁN

Son nubes y arenas deslizándose entre mis labios
Son eflorescencias e incandescencias acariciando mi lengua
Son cabellos y flamas que circulan por mis venas
Son llamamientos y resonancias que invaden mi nariz
Son promesas de futuras poblaciones que manan de cuerpo en cuerpo



ZOOLÓGICO

Al caer la noche
cuando se cierran las rejas
el elefante sueña con su gran manada
el rinoceronte con los troncos de los árboles
el hipopótamo con lagos nítidos
la jirafa con frondosas copas
el dromedario con oasis tintineantes
el bisonte con un océano de hierba
El león con el crepitar de la hojarasca
el tigre siberiano con las huellas en la nieve
el oso polar con cascadas de pescado
la pantera con abrigos que cambian
a la luz de la luna el gorila con platanares que tambalean
sus flores de color púrpura el águila con vendavales
entre cañones de nubes la foca con los cambiantes archipiélagos
de témpanos dislocados los niños del guardia con la playa



LECTURES TRANSATLANTIQUES


Ramper avec le serpent se glisser parmi les lignes rugir avec la panthère interpréter moindre signe se prélasser dans les sables se conjuguer dans les herbes fleurir de toute sa

peau



Plonger avec le dauphin naviguer de phrase en phrase goûter le sel dans les voiles aspirer dans le grand vent la guérison des malaises interroger l’horizon sur la piste

d’Atlantides



Se sentir pousser des ailes adapter masques et rôles



planer avec le condor se faufiler dans les ruines caresser des chevelures brûler dans tous les héros s’éveiller s’émerveiller


PARADIS PERDU

Les branches s’écartaient pour nous
laisser passage en retenant
délicatement nos cheveux
et nous proposaient des cerises
dont le jus coulait sur nos joues
C’était il y a si longtemps
à peine si je me souviens
il a fallu qu’on me raconte
et que je retrouve des traces
dans les peintures et chansons
J’étais un enfant mais j’avais
toutes les forces d’un adulte
et tous ses désirs je passais
de mère en fille et déposais
des bébés poisseux dans leurs bras
Tout cela semble disparu
et pourtant tout cela perdure
entre le miroir et l’image
entre le rêve et le réveil
entre la page et l’impression
Les ronces nous griffaient sans nous
infliger la moindre souffrance
dessinant des fleurs sur nos peaux
que les amoureux effaçaient
en buvant les perles du sang
La main dans la main nous courions
entre les déserts et les sources
choisissant les uns pour les autres
les fruits des arbres du savoir
dont nous comparions les saveurs
J’étais à l’aise dans mon corps
j’en connaissais tous les organes
les maladies étaient amies
je goûtais fièvres ou frissons
dans des lits de boues et de feuilles
Où était-ce ne saurais dire
si loin de tout si près de toi
jouissant du chaud comme du froid
j’ai perdu la clef de la grille
et j’erre comme une âme en peine


SAFRAN

Ce sont des nuages et des sables qui glissent entre mes lèvres
Ce sont des efflorescences et des incandescences qui caressent ma langue
Ce sont des chevelures et des flammes qui circulent dans mes veines
Ce sont des appels et des résonances qui envahissent mes narines
Ce sont des promesses de populations futures qui jaillissent de corps en corps



ZOO

A la tombée de la nuit
quand se sont refermées les grilles
l’éléphant rêve à son grand troupeau
le rhinocéros à ses troncs d’arbres
l’hippopotame à des lacs clairs
la girafe à des frondaisons de fougères
le dromadaire à des oasis tintants
le bison à un océan d’herbes
le lion à des craquements dans les feuilles
le tigre de Sibérie à des traces dans la neige
l’ours polaire à des cascades poissonneuses
la panthère à des pelages passant
dans des rayons de lune le gorille à des bananiers croulant
de leurs fleurs violettes l’aigle à des coups de vent
dans des canyons de nuages le phoque aux archipels mouvants
de la banquise disloquée les enfants du gardien à la plage



CARNAC

J'avais douze ans je me trouvais 
en vacances chez des amis
la guerre cognait à la porte 
suintaient menaces de partout

C'était la Trinité-sur-mer
et l'on nous menait visiter 
les grands sites des environs 
mégalithes criques églises

Il n'y avait pas de barrière 
pas de ticket pas de gardien 
cela commençait doucement 
auprès des dernières maisons

Ajoncs et genêts quelques vaches 
venaient se frotter aux menhirs 
bourdonnant d'odeurs et légendes 
entre lesquels je m'égarais

Terrain de jeux incomparable
nous cachant et nous poursuivant 
dans la brume et le miel des siècles 
chevaliers corsaires sorciers

En restant à portée de voix
des adultes qui nous laissaient 
muser parmi la paix des pierres 
puis répondaient à nos questions

Confusément en nous parlant 
des peuples antérieurs aux Celtes 
sur lesquels nous ne connaissons 
guère plus qu'à ce moment-là

Je n'y suis jamais retourné
je ne l'ai jamais oublié
me transformant moi-même en pierre 
dans mes alignements d'enfance



L’ARRIÈRE-AUTOMNE

Ce n’était pas vraiment l’été indien
pas même celui de la Saint-Martin
car il n’y avait pas eu de gelées
auparavant la saison s’étirait
avec beaucoup de nuages et de pluies
qui provoquaient graves inondation

Malgré le réchauffement constaté
on savait bien qu’arriverait l’hiver
avec son blizzard ratissant les prés
et tous les accidents dûs au verglas
on attendait on regardait monter
le brouillard sur les villes des vallées

Et l’on était suspendu aux nouvelles
il y avait des menaces de guerre
dans un autre continent il est vrai
mais s’il y avait mondialisation
c’était bien dans l’appesantissement 
de ces ailes ténébreuses partout

Les arbres suffisamment à l’abri
gardaient leurs feuilles approfondissant
leurs couleurs et l’on avait l’impression
qu’elles disaient individuellement
écoutez-moi contemplez-moi sauvez 
la formule que je vous ai trouvée

Brûlant sans nous consumer dans le soir
égrenant nos litanies de conseils
pour traverser le tunnel périlleux
avec ses craquements et caquetages
les grains de sable et les flocons de neige
de la foule en tourbillons de détresse

Sœurs développant nos splendeurs ultimes
dans le vent nous annonçant l’imminence
de notre inhumation-pourrissement
où nous nous déferons en protégeant
les germes d’une invention de jouvence
dans un an dans un siècle un millénaire



LE VEAU (BOEUF) ECORCHE

in memoriam Marc Chagall
C’est un boucher céleste
qui vient de sacrifier
l’animal qui s’abreuve
avec son propre sang
son œil rouge est ouvert
comme pour nous narguer
sa peau s’est déroulée
pour recouvrir la nuit

A travers les pignons
du village transi
on voit s’interroger
les couples affamés
les oiseaux affolés
cherchent à s’échapper
sur la neige des toits
ou le verglas des ruelles

Les larmes de sa graisse
nourrissent les chandelles
qui répandent leur lueur
de pourpre et de savon
sur les sommeils troublés
dans les chambres étroites
ou devant les autels
des églises désertes

Le martyre animal
crucifié dans la nuit
répand sur notre exil
sa réconciliation
réchauffant notre cœur
dans la déréliction
où nous avaient laissés
prophètes et parents

Nous le dévorerons
pour acquérir sa force
sa patience et ses cornes
qui s’illumineront
et les cieux s’ouvriront
délivrés des couteaux
pour fondre notre neige
et brûler notre sang


SÉRÉNADE URBAINE

pour Célia Galice


Rousses chevelures
aux balcons de cuivre
les drapeaux qui brûlent
parmi les fureurs
et le vin qui rouille

L’appel des sirènes
les avertisseurs
l’orgue des églises
les cris d’enthousiasme
les soupirs du soir

Cratères des stades
la mer des tempêtes
vagues pétrifiées
de volets fermés
sur les ronflements







.





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