jueves, 9 de abril de 2015

SANTIAGO CANTO SOSA [15.503]



Santiago Canto Sosa 

Nació en Calkiní, México  el 19 de julio de 1962.

Es profesor de educación primaria; labora en su pueblo natal.

Ocupó el cargo de director de la Casa de Cultura de Calkiní (1993-94), institución que promovió la revista Cal-K'ín de la cual Santiago fue el coordinador editorial.

Sin raíz no hay copa de árbol (por Héctor Cobá Romero)

Ha obtenido premios regionales y nacionales de Poesía. Coordinó algunas revistas del Grupo Génali del que es miembro desde 1979. Es colaborador de revistas y suplementos culturales.

Ha publicado los siguientes libros y plaquetas: 30 poemas (1983), Poemas desde el rincón celeste (colectivo, 1984), La muerte finge caminos (1985), Los ojos de Ah-Canul (1988), Décimas de literrealidad (colectivo, 1990), Resumen de la piel (1994), De todos modos (versos para niños, 1996), Sonetario inconcluso (1996), Los cantos de Uno (1997), Diaria Avis (Antología de Génali, 2001) y Abecedario de la casa, en 2002.

El 9 de febrero de 2000 fue nombrado Cronista de la ciudad de Calkiní. En el 2001 publicó el trabajo de integración Municipio de Calkiní. Breve descripción; y en el 2004 Anecdotario Calkiniense del que está redactando el segundo tomo.

En junio de 2008 dio a conocer la antología Poetas del Camino Real, compilada por él y editada por la Universidad Autónoma de Campeche.

Tiene en preparación el libro Feria Artesanal y Cultural de Calkiní (1992-2011).

LIBROS

Los ojos de Ah-Canul (poemas a Calkiní)
Abecedario de la Casa (Campeche)
Anecdotario Calkiniense
Los cantos de Uno
De todos modos (versos para niños)





UN LIBRO

No es alcoba de fotografías,
ni burdel de sueños para consumo del lector;
no es la hoja en blanco,
ni el ejército de palabras en busca de rutina;
no es laberinto que los dioses del polvo
entremeten en las bibliotecas minusváludas.

Un libro es el amor de la plegaria,
la caricia del hombre en los anaqueles del mundo,
esperanza del poeta, exactitud y clamorío,
luto y nacimiento de otras páginas.





RIQUEZAS

Al dinero no le fío
una esperanza de pobre;
aunque la nada me sobre
en este cuerpo vacío,
no soy de nadie, soy mío
y de mis versos mortales.
Con paredes materiales
levanté mi casa un día,
sin techos de poesía...
se cayeron los ideales.





PUERTA DE MAR

Hay una puerta donde el mar saluda
al niño pescador, cuando la aurora
baña de luz el pelo de la flora
que baila entre sinfónicas de ruda.

Puerta de sal dormida entre mis venas
de marinero y duende de las olas,
puerta de azul canción y caracolas,
arco donde callaron las sirenas.

Para salir de la ciudad amiga
y entrar al paraíso de gaviotas
es necesario traspasar la Puerta.

Sin un abrazo más que el de la ortiga
busco la entrada al mar con manos rotas
y el mar revive así mi lira muerta.


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