domingo, 25 de noviembre de 2012

STEVE FELLNER [8558]


Steve Fellner © Jessica Abel
Foto: Jessica Abel





Steve Fellner
(Chicago, EEUU)
Sus poemas y ensayos han aparecido en revistas como Doubletake, North American Review, Northwest Review, Mid-American Review, Puerto del Sol o The Sun, entre muchas otras. Asistió a las universidades de Illinois en Urbana-Champaign, Syracuse y Alabama, y se doctoró en la de Utah.
     Blind Date with Cavafy, su primer libro de poesía, fue elegido en 2006 por Denise Duhamel como ganador del Premio de Poesía de la editorial Marsh Hawk Press, que lo publicó en 2007, y al año siguiente obtuvo también el Premio de Poesía Gay Masculina Thom Gunn 2008. A este libro pertenecen los dos primeros poemas de los tres que ofrecemos, mientras que el último forma parte de su segundo volumen poético, The Weary World Rejoices (Marsh Hawk Press, 2011). Fellner es autor, además, del libro de memorias All Screwed Up (Benu Press, 2009).
     Actualmente enseña en la Universidad del Estado de Nueva York en Brockport y vive con su esposo Phil E. Young. Ningún libro de Fellner ha sido publicado aún en español, y las traducciones que aquí presentamos son también inéditas.



Traducción y nota: Ángel Paniagua



Yo también te odio, Catulo

Cuando un estudiante me vio hojeando un poema tuyo en el latín original,
apuesto a que pensó que yo era un estúpido universitario
que no podría pronunciar la erre en español y que te utilizaba
para cumplir con el requisito de lengua extranjera. No es que me guste hablar o escribir mucho.
Por eso escojo emularte a ti, un poeta de fragmentos, un poeta perfecto
para los que tenemos poca capacidad de concentración, y nos sentimos más a gusto
con revistas de moda y dorsos de cajas de cereales que con dulces elegías
sobre el hermano muerto de alguien que engañó a su esposa con alguien
que no era tan atractiva como ella. No es que eso sea algo necesariamente malo.
Cuando voy con tu libro por ahí, me alegro de que sea
el libro de un muerto, un hombre que nunca volverá a decir una palabra,
que no podrá regañarme por plagiar su poesía
para obtener el amor y la atención que no sé cómo conseguir por mi cuenta.
Déjame decirte, hombre muerto, que soy peor que un ladrón de tumbas.
Soy peor que la suciedad que acaricia tus huesos. Soy peor
que esa lápida tan engreída por el simple hecho de señalar el sitio
donde el genio descansará toda la eternidad. Oh sí, soy peor que todo eso,
porque no quiero ensuciarme las manos al pasar las páginas
de este tomo manchado por las huellas de los dedos
de miles de jóvenes estudiantes tan sucios
en su apreciación sin sentido de ti.
Voy corriendo al aseo más cercano y me lavo el amor.




I Hate You, Too, Catullus

When a student saw me perusing a poem of yours in the original Latin,
I bet he thought that I was some dumb undergraduate
who couldn’t roll his r’s in Spanish and was using you
to fulfill my foreign language requirement. Not that I like to speak a lot or write much.
That’s why I choose to emulate you, a poet of fragments, a poet perfect
for those of us who have short attention spans, who find more comfort
from glossy magazines and backs of cereal boxes than sweet elegies
about someone’s dead brother who cheated on his wife with someone
who wasn’t as attractive as her. Not that that’s necessarily a bad thing.
When I carry around your book, I am happy
that it is a book by a dead man, a man who will never utter another word again,
who will not be able to scold me for ripping off his verse
as a way to gain the love and attention I don’t know how to get on my own.
Let me tell you dead man: I am worse than a grave robber.
I am worse than the dirt that caresses your bones. I am worse
than the gravestone that is so conceited over the fact it designates the place
where genius will rest for an eternity. Oh yes, I am worse than all that
because I won’t get my hands dirty when I turn the pages
of your volume smudged by the fingerprints
of thousands of young students so unclean
in their mindless appreciation of you.
I run to the nearest sink and wash the love away.







Cita a ciegas con Cavafis

Tan sólo recuerdo esto:
dejaba mucha propina al camarero.
Nuestra conversación siempre cambiaba

de religión e historia
a su gimnasio favorito y los clubes de baile
cuando el camarero volvía a llenar

vasos de agua en una mesa vecina
o nos traía otro plato de nuestra comida.
Cavafis no podía mantener los ojos

en mí o en la ensalada de su cena.
No dejaba de apuñalar el mantel,
hasta hacer un agujero en el tejido.

Cuando yo necesitaba un condimento,
él se ofrecía a llamar la atención del camarero.
Quiero recordarle

como un hombre que no necesitaba
estar mirando hacia la puerta
para ver quién entraba,

al menos cuando estaba conmigo.
Lo único que sabía antes de la cita:
escribía poemas de amor en los cafés.

Le leí unos pocos versos
que escribí mientras llegaba nuestro encuentro.
“Crear es mejor

que no crear”, dijo.
Lo tomé como un cumplido.
“Desabróchese el cuello”, dijo,

ofreciéndome una cucharada de su postre.
“El vello de su pecho necesita respirar”.
Le pidió al camarero la cuenta

y el nombre de la colonia que llevaba.
“No llevo ninguna”, dijo el camarero.
“Interesante”, dijo Cavafis.

A mitad del camino hacia mi casa,
dijo que había olvidado su cartera
en nuestra mesa. “Debería volver

a recogerla”, dijo. “La semana que viene
volveré a venir”. No recuerdo lo que pasó
la semana siguiente. O la semana

después de esa. Salvo que vi
un libro de poemas suyos en una biblioteca.
Las descripciones de los hombres

son todas en el fondo la misma. Por otra parte,
¿cuántas maneras hay
de describir a un hombre? ¿Cuántos hombres

merecen un recuerdo? Nunca he leído
un poema suyo hasta el final. Quiero
creer que dejó fuera algo, a alguien.

de Blind Date with Cavafy (Marsh Hawk Press, 2007)




Blind Date with Cavafy

This much I remember:
he overtipped the waiter.
Our conversation always changed

from religion and history
to his favorite gym and dance clubs
when the waiter refilled

waterglasses at a nearby table
or brought us another course of our meal.
Cavafy couldn’t keep his eyes

on me or his dinner salad.
He kept stabbing the tablecloth,
finally ripping a hole in the fabric.

Whenever I needed a condiment,
he volunteered to get the waiter’s attention.
I want to remember him

as a man who didn’t need
to be facing the front door
to see who came in,

at least when he was with me.
The only thing I knew before the date:
he wrote love poems in cafes.

I read him a few lines
I composed during the advent of our meeting.
“Creating is better

than not creating”, he said.
I took it as a compliment.
“Unbutton you collar”; he said,

offering me a spoonful of his dessert.
“Your chest hair needs to breath”.
He asked the waiter for the check

and the name of the cologne he was wearing.
“I’m not wearing any”, the waiter said.
“Interesting”, Cavafy said.

Halfway to my house,
he said he forgot his wallet
on our table. “I should go back

and get it”, he said. “Next week
I’ll come over”. I don’t remember what happened
the next week. Or the week

after that. Except that I saw
a book of his poems in a library.
The descriptions of the men

are basically all the same. Then again,
how many ways are there
to describe a man? How many men

are worthy of a memory? I never read
a poem of his through to the end. I want
to believe he left something, someone out.







“Rusia es grande y China también”
 
Declaración oída al presidente Bush en la
cumbre con el presidente chino Hu Jintao.

El Monopoly es divertido y el strip-poker también.
El tiempo es agradable y este té helado también.
Las púas del puercoespín son afiladas y estas tijeras también. Ten cuidado, ¿vale?
El bebé al otro lado del pasillo es ruidoso y un poco de rap también.
El Graduado Escolar era difícil y el puenting también.
El rosa es un color y también el salmón. El salmón también es un pez.
Bruce Willis todavía está bueno y Kurt Cobain también, aunque esté muerto.
Los semáforos son molestos y las coles de Bruselas también.
La vitamina C es buena para vosotros y el ejercicio también.
Yo podría aguantar perder cinco kilos y vosotros también.
Yo soy un vago y vosotros no tenéis ninguna otra parte donde estar.
Corea del Norte está nerviosa y mi hermana pequeña también. No hay Ritalin para ella.
Estoy cachondo y la mayoría de mis amigos idiotas también.
Siete es más que tres y ocho también.
Las noticias son raras y mi peluquero también.
Las maquetas de aviones son frustrantes y las cumbres también.
Los caramelos de Halloween envenenados son escalofriantes y el ántrax también.
El hilo dental usado es asqueroso y los misiles también.
Las armas nucleares son grandes y mi pene también.
Las metáforas son siempre obvias y el sentido común también.
La sabiduría es barata y los billetes de autobús también.
La energía solar es fácil y mi ex-novio Nick también.
El Armagedón es un coñazo y Picasso también.

de The Weary World Rejoices (Marsh Hawk Press, 2011)



“Russia is Big and so is China”

Overheard statement from President Bush
at summit with Chinese President Hu Jintao.

Monopoly is fun and so is strip poker.
The weather is nice and so is this iced tea.
Porcupine quills are sharp and so is that pair of scissors. Be careful, OK?
The baby across the aisle from you is loud and so is some rap music.
the GED was hard and so was bungee jumping.
Pink is a color and so is salmon. Salmon is also a fish.
Bruce Willis is still hot and so is Kurt Cobain, though he's dead.
Stoplights are annoying and so are brussels sprouts.
Vitamin C is good for you and so is exercise.
I could stand to lose ten pounds and so could you.
I am lazy and you don’t have anywhere else to be.
North Korea is fidgety and so is my little sister. No Ritalin for her.
I am horny and so are most of my dumb friends.
Seven is more than three and so is eight.
The news is strange and so is my hairdresser.
Model airplanes are frustrating and so are summits.
Poisoned Halloween candy is creepy and so is anthrax.
Used dental floss is icky and so are missiles.
Nuclear weapons are large and so is my penis.
Metaphors are always obvious and so is common sense.
Wisdom is cheap and so is bus fare.
Solar energy is easy and so is my ex-boyfriend Nick.
Armageddon is a bummer and so is Picasso.


http://www.elcoloquiodelosperros.net/numero31/esp31st.html



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