lunes, 31 de agosto de 2015

BENOÎT JUTRAS [16.950] Poeta de Canadá


Benoît Jutras

(Montreal, Canadá  1975). En el 2002 publicó Nous serons sans voix, obra que le valió el premio Émile-Nelligan. L’étang noir y L’année de la mule lo hicieron finalista de sendos premios. Tiene una maestría en estudios literarios por la Universidad de Quebec, ha sido crítico literario en la revista semanal cultural Voir y actualmente enseña literatura en un colegio secundario. En el 2011 publicó su cuarto título: Verchiel.

Benoit Jutras was born in Montreal in 1975. He holds a masters in literary studies and creative writing from the University of Quebec at Montreal. Since 1988, Jutras has participated in many public readings. He helped found the poetry events known as Nuits Urbaines (1998-2001). He has contributed to journals such as Envol, Liberté, Estuaire and Exit. In 2002, he co-organized the first interuniversity colloquium of young researchers working on aspects of creation. From 2004 to 2007, Jutras wrote a column for the Montreal weekly entertainment magazine Voir. He teaches literature at Rosemont College.




Las auréolas

Usted va a irse y me mirará
usted va a amarme como un bosque
Soy treinta y seis veces calor
treinta y seis veces óxido linfa y mujer
extraño la flor común.
Ya no tengo fuego tengo sus ojos
oigo lo que se devora.
Tengo del frio el saber exacto
para soñar lo justo.


*


Soy en mi pecho ave y hueso fuerte
No abandono nunca mi fealdad balbuceante
caliento con agujas lo que guardo máquinas y oro mascado vientre perdido
encontrado malva como un reino
pues desde el corazón de Auschwitz al corazón de Ucrania
dañar duele vivir desnudo en la casa
Tengo en los bronquios la revelación tengo la edad
mi cuerpo es una prehistoria
un libro lanzado al fuego.
Oigo caer la estrella en mi pulso estoy limpio.
Yo no soy el perfume contra la enfermedad
yo no soy el paño de lágrimas digo niño
yo digo amor soy yo la noche imperativa
existo en el aliento del siglo como un sexo de caza.
Fórnix | 438
Soy un muchacho de cera aquí una mordaza
aquí es tarde en mis vidas inútiles
para entregarlo todo al menor obstáculo
alimento a los animales olvido las risas
la prisa por morir de amor muy tarde
comer los pies de mi madre.
En las lágrimas no soy yo es la belleza
la sangre serena y las creencias.


*


Aquí mi sexo es negro y sudario soy un hechizo.
Una vez más me doy la hierba fuerte
la vergüenza necesaria para quemar mis reyes.
Soy la época flaca
atrapo zorros y puercos
ya no soy de la escuela del corazón.
Tengo una vida una silla el infierno me quiere
feliz fluido y monstruo
muchacho diseñado para vivir desnudo.


*


Yo pequeño mediano y gran muro
caído de la casa de amar
para oscurecer una torre hasta las águilas
no juzgaré ya no comeré
ya no cantaré el Sabbat la silla el pico de las horas
ya no me levantaré
porque la noche la risa soy yo
entregado a las cuatro entrañas de la raza


*


Voy a resistir voy a resistir está escrito
en el infinito estoy yo la vergüenza tartamudea
con todos esos fragmentos de aire negro*
 en el corazón izquierdo
el corazón derecho por decir aquí le doy gracias
Arthur Rimbaud.




a la enésima noche de la última vez la noche porque
soy yo muchacho aún y siglo de cal
siempre soy yo el interior cruz
hombre sin ojos ni perdón ni sueño virgen
aquí mis muros son violaciones ya entendí


*


Ya la he amado
quien toma todo ordene
al invierno hacer ruidos de príncipe
sonría cuando el mes de los muertos tenga hambre
usted ruge como una salva de deseos del niño de cripta
en el vientre de nadie
yo busco mi nombre
suela orfea montaña san vacío
resplandezco como un verano mal nacido.


*


Acomodo humos los clasifico
como cabezas que aún piensan
el sacrificio cómo funde el oro blanco
bajo una lengua de ruegos insulsos
ya ve no he superado la edad
la obsesión el arco iris
no sé cómo por qué
usted ha puesto capullos de azufre en mis manos
iba a decir gracias perdón ahora
pido un poema que humille

Francis Catalano (fran.catal@sympatico.ca)
Carl Lacharité (carllacharite@hotmail.com)
http://www.fiplima.com/2013/download/fipl-ebook.pdf





IL Y AURA CET HIVER

Il y aura cet hiver aux orages réguliers : des leçons de ténèbres à la plus stricte observance, le ciel deviendra une brocante, un bijou éclaté, une obstination.

Tu parleras avec les fumées du soir. Tu t’enrubanneras d’algues et d’heures lasses qui vieilliront comme des
cris entre tes côtes.

D’une larme à l’autre, tes yeux changeront d’avenir.





LES ÉTOILES

Les étoiles n’ont plus d’emprise sur moi. J’ai des poux et le cartilage hérissé de haine, je trace des cercles dans mes cendres, je ne peux faire mieux. Je suis la maladie, son exil de nuit, sa multitude. Rose, jaune, bleu, noir : les serpentins flambent dans ma gorge, je laisse couler la fête des morts. Mes ecchymoses et mes graisses tombent de moi comme une robe. À qui ou à quoi je l’ignore encore, mais j’ai prêté serment. Je suis une île maintenant.





C’EST À QUINZE

C’est à quinze ans, lorsque j’ai vu la photo de Thérèse de Lisieux à la télé, que tout a basculé : j’allais être
sainte moi aussi.  Je voulais ses yeux, sa bouche, le même visage, la même rondeur de bijou, de lune calme
entourée de noir et blanc.  Et des voix, je voulais entendre des voix, n’importe quoi qui dise oui. Je séchais 
l’école au village, restais des heures dans les toilettes du centre commercial, devenais chaque fois de plus en 
plus petite : une marre de savon, une insulte au feutre brun.  Puis  un soir d’avril, j’ai laissé couler le bain,
monter les vapeurs.  Je le jure sur ton corps, le ciel est venu, tout autour de moi, si noir, si profond, que j’aurais
pu me noyer, rien qu’en ouvrant les yeux.




JE PEUX DIRE CE QUE JE VEUX

Je peux dire ce que je veux, je ne suis pas là, je n’ai pas les clés de ma vie, je suis homme et femme et cheval et chien, la fantaisie finale et l’entêtement des cantiques. Je suis invisible par temps clair, je ne sens pas mon corps ni le baiser qui le traverse. Des citronniers en fleurs jusqu’au désert de Tabernas, le ciel devient souvent une grotte, des enfants y courent en file indienne, les uns disparaissant dans le soleil, les autres dans mes vies antérieures. Cette nuit je suis une lame, une éphémère. Je suis immaculé, comme quelqu’un qui effraie.





JE T’ENTENDS ENCORE

Je t’entends encore chanter Old Rugged Cross, un vieux chant baptiste.  Chaque fois que tu prononces forever à la fin, j’avance un peu plus dans ma mort, je ne résiste plus.  Chaque fois le monde rêve en moi, mon cœur ralentit; je deviens une forêt d’Irlande, et la douleur passe, comme on le dirait d’un ange.









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