miércoles, 29 de mayo de 2013

LOLA MARTÍNEZ AUÑÓN [9916]


Lola Martínez Auñón, nacida en Tobarra provincia de Albacete [13-03-1957] pero reside en Vilamarxant [Valencia]. Ha cursado estudios de Historia y Diplomatura en Emfermeria. Formo parte de la editorial Derzet i Dagó como cofundadora y encargada de la sección de poesía de mujeres y de la de traducciones al valenciano de poesía [también de mujeres]. Perteneció al grupo de poetas de “La Literonautica”, participando en el programa “Poesía en las calles”, bajo el auspicio de los ayuntamientos de Burujón [Toledo] y Villena [Alicante]. Actualmente trabaja en la redacción y ejecución de la pagina Web “el literonauta”, donde da difusión a la poesía escrita por mujeres, y en la revista “Chiva más viva” como redactora, dentro del grupo literario.
Forma parte como cofundadora y vicepresidenta de la asociación de escritores en la red “Marques de Bradomin”.
Ha realizado recitales de poesia en diferentes ciudades españolas y en Santiago de Chile, Buenos Aires, Arequipa [Perú], Mejico DF y Oaxaca [Mejico]. Ha participado como invitada española en el “XV Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el país de las Nubes” [Mejico].

-Como publicaciones colectivas destacaremos:

Homenatge als trovadors [editorial “La Forest D’arana] 
Homenatge a Joan Brossa [editorial “La Forest D’arana]
Bruixes-Brúixoles [editorial Derzet i Dagó]

-Publicaciones en dos números de la revista “L’Aljamia” y en la revista del Ateneo de Almería.
-Se encuentra dentro de las antologías “Vint-i-una poetes valencianes” [editorial “La Forest D’arana], “Doce + uno” [editorial “M” poesía auspiciada por la Diputación de Toledo] y “Mujeres Poetas en el País de las Nubes” [editorial Centro de Estudios de la Cultura Mixteca].

-Publicaciones individuales:

Albixera [editorial Derzet i Dagó] 
La voluptat del groc [editorial Derzet i Dagó]
Catavientos [editorial Betania]
Las piernas de la libélula Colección Li-Poesía [editorial El Literonauta]

-Narrativa

Antología de microcontes [colectiva, editorial Oikos- Barcelona]
Café del tiempo [ primer premio en el concurso Un minuto de amor de Radio Nacional de España]







Eclipse de café

Algo tiene tu olor
que al meterme en la cama
me empuja hacia ti.
Cuando te levantas por la mañana,
sigue dejando su rastro
en toda la habitación,
se acentúa y engalana
cuando te vistes al salir de la ducha,
deja sus huellas latentes
por el pasillo que lleva a la cocina
donde sólo 
lo eclipsa el olor del café. 









NAIROBI

Los techos de uralita del suburbio
son como todos los del mundo,
grises, sucios, pegados entre sí, 
cubiertos con plásticos que anuncian ordenadores,
componen el paisaje en estado de inflación aguda
bajo el que vive el alma negra de la capital.

Los techos de uralita dan paso al bosque
botánicamente perfecto, mojado en verde,
vehemente con el rojo, perfilando el amarillo,
como un latifundio de cabezas con sacos
que acaba en un carril bici directo al desierto.

Los techos de uralita comienzan a nacer 
dos kilómetros después del ladrillo con alarma antirrobo,
donde se ubican fervores que piensan en blanco,
mientras riegan un césped nacido de la semilla
comprada en Europa a través de un amigo de la ONG.

Los techos de uralita son la vida,
bajo ellos el día corre en busca de trabajo;
las mujeres añaden, ceremoniosamente, 
ingredientes sustituibles mientras cocinan un mañana
en el que saldrán a buscar escuelas
para esos hijos que andan jugando con las utopías.







El pueblo de agua

[en la bahía de Halong, Vietnam]

El pueblo de agua
nace de un dragón
golpeando una bahía.

Los dioses les regalan las casas
poniendo una roca tras otra.
Las ninfas mensajeras de la diosa tierra
posan sus pies en las heridas del agua
bajo las que nacen flores de loto.
Una libélula amarilla sobrevuela
el tejado de un templo
para convertirlo en guardián de la poesía,
protegido por grandes tortugas sabias
que soportan el peso
del aprendizaje de los hombres;
aquellos que fueron grandes creadores,
estos que hoy sobreviven 
gracias al turismo y el arroz.

Algo no funcionó
ente los dioses y el dragón,
entre el templo y los gobernantes.
Este pueblo de agua se vio olvidado,
no saben de poesía ni literatos
ni cómo llenar la barriga,
para aprender a leer y escribir.

Las tortugas ya no reciben alumnos.





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