martes, 19 de agosto de 2014

PEDRO CHAVAJAY [12.952] Poeta de Guatemala


Pedro Chavajay

Poeta, gestor cultural y arista plástico Maya Tz’utujil, nacido en San Pedro La Laguna, Sololá, Guatemala. Egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala, con especialidad en grabado. Miembro del colectivo de Pintores Tz’unun Ya’ y del desaparecido colectivo de poetas Folio 114. Ha publicado en  revistas y antologías Guatemaltecas, entre ellas: Antología de Poesía Sololateca Nubes de Desolvido, (2006); Aldeas mis ojos, Centro Cultural de España (CCE), (Guatemala, 2007); Antología de Poesía Maya Guatemalteca Uk’u’x Kaj Uk’u’x Uleew, University of North Carolina, (EE.UU., 2010). Ha publicado los poemarios Mar Invisible (Folio 114, 2007) y recientemente Sin Mañana (vueltegato editores 2012), bilingüe (Español – Tz’utujil). 





Yo no tengo caminos
solo tengo palabras
palabras para inundar los mares
palabras para dirigir caminos
palabras para colgar en los arboles
palabras que germinen bajo la lluvia





Los gatos se divierten con sus espíritus, dejaban que ellos se
inventaran en sus rondas

Nuestras ciudades se extienden a los abismos
los océanos forman un espejo que dialoga con el cosmos
bajo su manto se retiran los espíritus
que han estado separados
uniéndose a nosotros vestidos de aerolitos
de lluvias improvistas
del frió eterno
del calor que se desviste con el viento





Poemas de los cuerpos

La rebelión de los cuerpos
los lapsos de este tiempo
cuando los cuerpos reposan
e intentan volar en otros cuerpos
el efecto de los eclipses

este cuerpo que visita los lugares ocultos
sus cenotes que revisten los cuerpos de cristales
esta transición al tiempo
hacia los agujeros negros
abren otros cuerpos
que van a la gruta de los ruidos muertos
vagando sobre una isla
hacia un continente de fuego
sin una brújula






Salimos en busca de las tempestades
que han dejado los cuerpos galácticos
y de hombres raptores con ojos de soles
de seres boreales
que no creen en el infinito
que les pertenece el cosmos
dueños de las cosas
nombres de nahuales
dueños de todos los destinos





Cuando haya visto todo
la muerte cíclica de los insectos
las estaciones efímeras
el rugir del agua escondida
en algún lugar imaginario
las premoniciones en los cielos

cuando el lenguaje nos quede demasiado grande
o en su peor momento confuso
entenderemos bien
que el tiempo
es un enorme lagarto
y en su cuerpo
descubriremos el verdadero cuerpo
que se funde en su cansancio






Las montañas que no existen de noche
la calma prolongada
el desierto transfundido con el cielo
las cometas fugaces que fueron trazadas
hoy regresan
a nuestros cuerpos
los signos vitales







El retorno a la luna es invadir la nada
traicionarse a sí mismo
y creer en los ídolos
que nos acompañan invisiblemente
confiarles los secretos
aunque estúpidas y verdades que fueran
somos un mismo juicio que tejemos
sobre lo ficticio
sobre los errores inconfundibles
el retorno a la luna es jugar a escondidas
es el canto a la nada






En mi cuerpo hay un lugar para la luz
hay un lugar para la oscuridad

a nuestra llegada a este lado de la tierra
muchos de nosotros llegaron por el aire
otros vinieron sobre el agua
otros llegaron con la lluvia
otros llegaron dormidos

vinimos entretejidos al fuego
vinimos con el conteo de los días
en las causes de las noches
traemos el fuego ardiendo en los ojos








Soy un niño pájaro

Soy un niño pájaro
soy la serpiente bífida
que electrifica los cielos

soy un niño pájaro
mi hogar
son las sombras de los árboles
que aprendieron a desvelar
con nosotros nuestras alegrías
ahora que el final de este sueño
que no es para mí
he de ser el pájaro
que existía antes de la oscuridad

soy un niño pájaro
que busca ser mortal entre los huesos
y nuestra casa aquí
es un grito
al lado de los que ignoran la vida
mi ombligo una vía láctea
donde nuestros muertos brillan sin molestarnos
ahora con mis alas descansaré
para hacer tatuajes
me ocuparé para trazar una constelación de espíritus
navegaré sobre sus cuerpos invisibles
soy un niño pájaro
mi hogar que no es mi hogar
son las copas de los arboles
que nunca murieron







Lectura del fuego

Los contadores del tiempo
conocen los caminos lunares
sus cuerpos son mapas
que guían hacia otros tiempos
el fuego son las voces que nos hablan
son los sueños incompletos
los sueños que ignoramos
son los sueños de nuestros muertos
que llegan hacia nosotros

el fuego
un largo cuerpo llenos de objetos
llenos de manos, de oídos
de bocas llenas de letanías







PALABRAS PARA COLGAR EN LOS ÁRBOLES - BREVE SELECCIÓN DE POESÍA GUATEMALTECA.
Marvin García, 
Coordinador regional Proyecto Poética.
Quetzaltenango, Guatemala, noviembre 2013.






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