lunes, 20 de octubre de 2014

JUAN W. YUFRA [13.739]


Juan W. Yufra 

(Ilo, Perú  1977) estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa – Perú. Con Crónica de Colisiones obtuvo el Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales Universitarios de 1998; ese mismo año apareció la primera versión de su libro Búhos Escarbados. En el 2003 publica Graffiti de zoo, y en el 2004 su libro Monólogo de Lea obtiene el Primer Premio en el Concurso de Poesía Guillermo Mercado convocado por la Municipalidad de Yanahuara (Arequipa). Ha publicado la plaquette Difícil y algunos poemas de una manera irresponsable –como deben ser las cosas– y que integran su Instalación (2005). 



Crónica de Colisiones / 1998


Poema 1

a veces
el suicidio de la memoria

el sol
con los pasos que se te caen del cuerpo

las piedras que señalaban a los vivos y
los cráneos más ilustres 
colgados en la noche




Poema 2

el silencio de agua en la época de las colisiones

un mar 
en ruinas que se descascara en la oscuridad
del zodiaco

la locura que muere en tu boca




Poema 3

deja que mis esquirlas
te alcancen
los ojos

que mi cabeza incendie
tu silencio





Poema 4

abro mi conciencia
a la órbita
de los siglos que se queman 
en tus entrañas

tu piel es señal de fuego
d’erosión

mi cuerpo es tierra inmortal en tu cadáver




Epílogo

el metal vuelve a las generaciones sólidas del verbo

el ruido cóncavo de la risa ha muerto en los 
médanos de la intemperie

era dromedario en las estepas de la lengua

una mujer que abre las piernas 
de la A a la Z



Búhos Escarbados / 1998


SIGLO UNO

Era espantapájaros

Mueca
El sol indio de la tierra


Todos los hombres
Despedazados en mi lengua




SIGLO DOS

Piedra o agua inmóvil
Escualo
Los cuervos beduinos del cuerpo

Nacer en tu pico
disecarme
Cabalgar 
de polvo a 
cernícalo con espinas asteroide

Tótem de tu carne

Danzan células
Roen
Petroglifos





SIGLO TRES

Oh Valle Sagrado, valle de piedra
Piedra con piedra 
Golpeada
(Odi Gonzales)

Repta el mundo con los gusanos apátridas





SIGLO CUATRO

Arrastro 
Mi cuerpo a la memoria de las chullpas

Mi lenguaje 
Por rutas de cerámica





SIGLO CINCO

Cuando catapultas mi huesos

Merodean buitres

Tu sangre 
en grito de tierra




SIGLO SEIS

En mí nacía 
Con los Búhos de la risa

El entorno era un insecto desprendiéndome del universo

Era 
sangre Fósil

Colmillos de brea que se rompieron en mi sombra





SIGLO SIETE

Las vasijas del Ande son aves de cobre
Kipu

Estos animales no son la imagen de la muerte





SIGLO OCHO

Todo pubis tiene el cansancio del salitre

Marioneta escarbada del aire

Cernícalos
que bostezan en el pecho de la vigilia





SIGLO NUEVE

Menstrúa el tiempo

Corta tus senos
Este ruido mamífero

Tus ojos rasgados
Mis orejas pantanosas




SIGLO DIEZ

Mi risa 
Es vómito urbanizado

Pezones encamándose en mi boca





SIGLO ONCE

MIS OJOS MACERAN TU CUERPO LADRADO





SIGLO DOCE

DESPLUMO EL SOL A PICOTAZOS

TOCO EL FÓSIL DEL SEXO
LA ORUGA DE LA CEGUERA





SIGLO TRECE

APEGO EL PLUMAJE A TU MEMORIA
DESCONCHO MUNDOS

SAURIO DE LA PALABRA





SIGLO CATORCE

Graffiti

Mi naturaleza hiberna

Fosa

Aerolito afaníptero
El Ave es el Lenguaje
Tuétano
Alga rupestre



SIGLO QUINCE

Das tu voz a los reptiles

Quisiera evitarte el universo

La órbita de Hoyos Negros

envolverte
en mi sílaba acéfala





SIGLO DIECISÉIS

Moscas de insomnio

Animal ebrio (extinto)

Autopsia del mundo

La Mantis Religiosa

Nuca que se expande





SIGLO DIECISIETE

Ameba
Rex de mi conciencia anfibia
o
Azufre




SIGLO DIECIOCHO

Tu rostro de explosión
( Escama )
Onomatopéyico zoológico - pre hispano
Mujer
Demonio de escasas memorias




SIGLO DIECINUEVE

Nosotros
la erosión del vocabulario
Orificio
Luna otorrinolaringológica
Voz




SIGLO VEINTE

Habitamos búhos escarbados del ojo
de la memoria
Oh célula
coloca nuestras vísceras a la sombra

El hombre no basta para la sangre del mundo




SIGLO VEINTIUNO

Destino de animal

uno muere varias veces en la vida ( es la experiencia co-
mún ) – la primera al nacer – las otras – tarde o temprano
Westphalen


Criatura:
Bulla en la sangre
Vómito rupestre del sol
Seno desierto / tu cara de voces
manto y cicatriz
Osos que huelen a hormigas
A planeta

El lagarto que trepa los Andes
Los dolores de cerámica ; piel de alacanto
insomne
de las batallas
Péndulo : ojo en los peñascos
Murciélago incógnito de mis labios

La bestia que pasa de Este a Oeste por los siglos de los siglos





Instalación / 2005



surge tu piel 
una excusa
ojos hundidos por el sol
la cabeza erosionada
-un mal augurio-
hablo de las cosas en mi lengua
al final los cangrejos se esconderán en tu oído




entonces vendrá diciendo / no tengo por qué decir nada
en mi cabeza las abs que nadie ha hecho
(otras palabras que se encarguen de decir lo que escribo)
ahí vas
-toda esa vaina que no se escribe-
luego sólo unos gestos con la boca




es posible tu cuerpo
girar la cabeza




leer 
(los barcos varados / con las velas incendiadas
en un mar disperso
en las manos
-falso-
el error es imprescindible
las abs en una farsa poética




el aire el ruido de algo en el horizonte
los ojos traspasando olas
el alma disuelta llena de arena
condenada a las lagartijas
a veces el aire
el sol : un cactus
-en tus ojos el agua es de mar-
estas palabras no intentan decir eso

(a veces la imagen de una vela encendida)



el viento en la cabeza ( en esa excusa recorren las abs)
las palabras sueltas
-a mi alrededor unos ruidos-
las olas en estas letras
nada / sólo esta piel
-en tus ojos esto que nada-
fueron las abs de arriba / luego una garúa
en mi memoria una voz / esta huida



en otro contexto –claro- diría
aún arden mis huesos que no fueron entregados al sacrificio
o
en tu sexo veo el descuartizamiento de mis dioses
pero –ahora-
como si esas formas densas en su cuerpo fueran
artefactos extraños para su palabra
disimula
y cree pronunciar: esto –supongo- son peces



escribir las palabras que existen por sí solas
escenas que no nos llegan nunca de la memoria
garabatos
sólo criaturas incomprensibles
tu lengua condenada a la neblina




decir
con la cabeza / las cosas
-en los ojos algo de lluvia
con una excusa tangible
el cuerpo 
en algún lugar
en blanco
a una distancia inverosímil
intentando ocultar esta sombra de todas estas figuras inaccesibles 
(la humedad a esta hora -en Ilo- es de 77%)
como una palabra
disuelta
entre las olas la imagen de una manta-raya sobre el cascajo / su cola se mueve y la espina que se tambalea en el aire deja escapar un gesto / un detalle 
el muro
los espacios que arden 
sobre la roca unos animales
roídos con una piedra lanzada al agua según manda Westphalen en sus últimos libros 
y ahí – en ese gesto
en esa circunstancia – lo que se escribe
entonces la cabeza / por fin erosionada
por lo días nublados
– sin una palabra
que logre encerrar a todas estas abs que cruzan / digitadas / a través de tus ojos clavados en esos peces antiguos 
no hay otra
a veces las cabezas de pescado 
ella cogía los caballos de mar en la oscuridad
y en su conciencia la sua vita è la stessa di sempre con notti senza piume che dormono con il mio cuore in mezzo e con silenzi nella maschera del sole
nada –legible- desde luego
(su excusa se iba repitiendo en el fondo con una piedra - para que me escuches en tu lengua

las olas borraron sus ojos




Abs 4

crece
- sin otro viento -
al final de cada marea
la marea dibuja con sus propias olas


Abs 8


sin abs
con la cabeza
donde las olas
inventan las aves


-1-


Igual que las aves
Cruzo
La tierra
Sin dejar otro silencio
Mi piel es una sombra
Un océano
En donde los ojos se inundan


-11-


Y ella es (de una piel oscura)
Un precipicio
Un lugar







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