martes, 19 de mayo de 2015

KARIN LANNBY [16.030] Poeta de Suecia


Karin Lannby 

Suecia, nacida el 13 de abril 1916 en Linköping, murió el 19 de noviembre 2007 en París. 



Karin Lannby, una espía sueca en la Guerra Civil española

De buena familia e hija del representante sueco de la Metro Goldwyn Mayer, la historia de esta fascinante espía destacada en España estuvo marcada por su pasión por Lorca.

Era una chica de buena familia, hija del representante sueco de la Metro Goldwyn Mayer. Frecuentaba el Hotel Carlton de Estocolmo, se codeaba con la buena sociedad capitalina, y desplegaba su encanto cosmopolita en todos los ambientes. En 1933 había viajado a España con su madre, pasando por Tenerife, Sevilla, Barcelona o Madrid, donde asistió al estreno de Bodas de sangre, una obra que le causó un fuerte impacto.

Cuando estalla la Guerra Civil en España, Lannby acaba de cumplir 20 años y estudia para enfermera en la Universidad. Lleva tiempo vinculada a grupos comunistas relacionados con el movimiento Clarté, dentro de una línea troskista tirando a libertaria. Desde el principio quiere irse a España, pero no es fácil. En Suecia se comenta la muerte en Sevilla del pintor sueco Torsten Jovinge (Estocolmo, 1898 - Sevilla, 1936). Jovinge había tenido la ocurrencia de pasearse por Sevilla para dibujar del natural los fusilamientos de las cuadrillas de Queipo de Llano, inspirado por los desastres de la guerra de Goya. El 19 de julio le dieron una paliza que lo dejó en cama, y al día siguiente entraron en su hotel y le cortaron el cuello. Su cuerpo fue arrojado a una fosa común. Las autoridades hicieron pasar su muerte por un suicidio. Jovinge había nacido en Estocolmo un día antes que Federico García Lorca, y, en cierto modo, sus destinos fueron similares, ya que ambos murieron creyendo que la guerra no iba con ellos, que no había motivo para matarlos.





En los primeros meses de la Guerra Civil se crean en Suecia varios comités de ayuda a los republicanos españoles, en los que participan algunos ministros socialdemócratas, activistas como el escritor Ture Nerman, e incluso miembros de la Familia Real, como el príncipe Carl. Karin Lannby consigue unirse, como traductora y secretaria, a la expedición del médico Nils Silfverskiöld para montar un Hospital Sueco-Noruego en los alrededores de Valencia.

La expedición sale de Malmö en marzo de 1937. Después de múltiples vicisitudes, consiguen montar un hospital decente en Alcoy. Lannby presta allí sus servicios, pero se mueve continuamente, entre Valencia, Barcelona y París. En Valencia conoce los buenos tiempos anteriores al Congreso de Escritores Antifascistas, en Barcelona es testigo de la conspiración comunista para acabar con el POUM y debilitar a la CNT, un acontecimiento que el mundo conoce a través de Orwell. En París se relaciona con la Embajada de España, simpatiza con el matrimonio Araquistáin, y conoce a Luis Buñuel, que está allí de agregado cultural.



Lannby tenía auténtica devoción por García Lorca, algo que está muy presente en su único libro de poemas: Cante Jondo (Estocolmo, Norstedt & Söners, 1937), un libro rarísimo de encontrar, con el que me topé en un baratillo de Estocolmo. 

El libro no me parece gran cosa, pero es el testimonio de una vida y de una época, poemas adolescentes penetrados de una inocencia popular, en un estilo que recuerda a Manuel Machado y a Miguel Hernández. Se abre con esta cita, en español:

Cantares…

Algo que acaricia y algo que desgarra.
Cantares…
En ellos el alma del alma se vierte.
MANUEL MACHADO: Cantares (Alma)



Muchos de los poemas están escritos en Alcoy, pero hay también otros que son anteriores, así como un cierto aire oriental, con traducciones de Hafiz o Li-Tai-Po (Li Bai). 

Me permito traducir uno de los poemas, que da el tono (pp. 44-45):



A CLAUDIO ABSENTE

Me he encontrado tu amor por mil senderos,
tu alma he vislumbrado en mil caminos.
Oh, amor, ¿dónde tu mano?
Levanta con tus ojos un puente de este a oeste.

La noche oscura y cálida.
Tu alma en el aroma de las flores.
Siento tu cercanía en los matorrales del bosque.

¡Oh, nunca, nunca te alejes!
¿Por qué se me hace tan grande este país?
¿Por qué el amor es tan duro y exigente?

Mi amado, dale aliento a la vida,
mi vida, !concédeme tu cercanía!



Lorca se cruza varias veces durante estos años en la vida de Lannby, que había asistido a una de las conferencias que Rafael Martínez Nadal había dado en Estocolmo en julio de 1936. Nadal ha contado más tarde la tarde que pasó con Lorca el día antes de que tomara el tren para Granada, recién llegado el primero de Suecia. La comida, las copas de Fundador en la terraza de un quiosco, la entrega del manuscrito de El público. Nadal le propone que se vaya a Estocolmo, que allí hay mucho interés por representar sus obras de teatro (¿habría hablado con Lannby, que quería traducir Bodas de sangre?), y luego le pasa unos libros para que se los dedique a varias personas que ha conocido en Escandinavia. ¿Dónde estarán esas obras dedicadas por Lorca a desconocidos suecos el 16 de julio de 1936 en Madrid? ¿Sería una de ellas para Karin? Lo desconozco. Como el pintor sueco Jovinge, Lorca se dirige al sur para encontrar un destino que no espera.

Después de entregar el hospital sueco-noruego de Alcoy a las autoridades republicanas, Karin Lannby regresa a Suecia en junio de 1937. Retoma sus estudios y publica Cante Jondo, el libro de poemas que ha escrito en Alcoy. A los pocos días, recibe una visita en su casa de Ålsten. Es Luis Buñuel, que se ha referido a ello en sus memorias como “mi misión en Estocolmo”:

La región de Biarritz y de Bayona hervía de fascistas de todas clases, y buscábamos agentes secretos que nos informasen. Fui a Estocolmo para ofrecer este papel de espía a una sueca bellísima, Kareen, miembro del partido comunista sueco. La mujer del embajador [se refiere a Araquistáin] la conocía y la recomendaba. Kareen aceptó, y volvimos a vernos en barco y en tren. Durante este viaje, hube de sostener un verdadero conflicto entre mi deseo sexual, siempre vivo, y mi deber. Venció mi deber. No intercambiamos ni siquiera un beso, y sufrí en silencio. Kareen marchó a los Bajos Pirineos, desde donde me enviaba regularmente todas las informaciones que llegaban a sus oídos. No la he vuelto a ver.


Durante el verano y el otoño de 1937, Karin Lannby se dedica al espionaje en Biarritz. Se infiltra en el bando nacional, pasa ilegalmente la frontera, le manda informes a Araquistáin a la Embajada en París. Como es natural, la descubren. Como a Baroja, están a punto de fusilarla, pero se salva por motivos que nunca quiso contar. Corren turbias historias sobre prostitución y cocaína en diversos dosieres secretos, pero la veracidad de estos documentos hay que ponerla en cuarentena.

Así acaba 1937 para la estudiante de enfermería Karin Lannby. Con una bala en el cuerpo, pero viva, vuelve a Estocolmo para acabar la carrera. En 1941 traduce finalmente Bodas de sangre, con la intención de que su nuevo novio, un barbilampiño Ingmar Bergman (al que espiaba como agente doble, a cuenta de los servicios secretos soviéticos y alemanes), la pusiera en escena en el Medborgarteatern de Gotemburgo. Mandó cartas a la familia de Lorca pidiendo los derechos, pero nadie contestó. Bergman decidió aparcar el proyecto y representar una obra de Strindberg. Cosas de la guerra, supongo.

Emilio Quintana

http://www.emilioquintana.com/cuadernonordico/2013/03/20/cante-jondo-1937-de-karin-lannby/





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