miércoles, 5 de junio de 2013

FABRIZIO VOLPE PRIGNANO [10.021]

Fabrizio Volpe Prignano 
(1975 - 2005) Fue un escritor y periodista argentino. Nació en Mar del Plata y a los 22 años se radicó en la ciudad de Buenos Aires. Tiene estudios universitarios en Economía en la Universidad Nacional de Mar del Plata y Comercio Internacional en la UADE (Universidad Argentina de la Empresa).

Director de la revista de arte y cultura Enfocarte.com (www.enfocarte.com). Miembro de Periodistas Frente a la Corrupción, organización internacional con más de 500 integrantes. Fue Coordinador Editorial Adjunto de API (Asociación de Periodistas de Internet).

Se especializa en diseño y producción de contenidos para sitios web, labor que le permitió obtener más de sesenta premios internacionales. Es miembro de AIWH (Asociación Internacional de Webmasters Hispanos) y forma parte del Comité de Votación de IAWMD (International Association of Web Masters & Designers).

En televisión se desempeñó como productor periodístico y guionista del programa Construyendo el futuro, tres veces ganador del premio Santa Clara de Asís, emitido por las señales de Pramer, Multicanal, Telecentro y Telered, realizando documentales turísticos y de investigación por todas las provincias argentinas.

Fue director periodístico y productor general del programa de radio Algo personal de temática periodística e investigativa en FMB Radio Burzaco, en la provincia de Buenos Aires. Fue co-fundador, periodista y jefe de redacción de la revista de interés general Q es Q, editada en la ciudad de Mar del Plata.

Ha trabajado en las áreas comerciales y departamentos de marketing de empresas multinacionales como Visa e IBM Argentina.

En sus últimos años vivió en España. Trabajaba en un ensayo sobre cultura y globalización y proyectaba publicar su libro de poesías titulado "Crucifixión" cuando lo sorprendió la muerte el 23 de diciembre de 2005.




CRUCIFIXIÓN

( crux et fictio )

Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.

Jorge Luis Borges, La cifra (El cómplice)



CRUX CRUCIS


Fuego y arcilla

Fuego y arcilla.
Somos inciertos.
Desventuradas criaturas dubitativas
ávidas de universo y de ausencia.
Seres insaciables:
la esencia demanda la eternidad y el infinito,
el elemento nos impulsa al núcleo mismo del vacío.
Fulgor y sedimentos.





Hombrespejo

Una vez más he quebrado el espejo, como tantas otras,
como siempre, como nunca...

Ha estallado en quinientas partes y cada ínfima partícula
es mi imagen,
y todas son mi imagen,
y cada partícula es un cristal naciente.
Ha estallado en quinientas partes
y nada es mi imagen,
alegoría indiferente en ningún tiempo.

Dioses paganos clavan sus espadas en los desérticos surcos
que han dejado mis venas
( ya sedientos sacerdotes caníbales beben m sangre 
contenida en colosales ánforas )
Acaso me devoran pero he perdido la cuenta.
He vuelto, una y mil veces
y jamás,
en ningún tiempo
ha sido el mismo espejo, el mismo reflejo
hombre-espejo, ( una vez más )
la cifra nos ha omitido.

( Hombrespejo... )

Todos los amaneceres son el mismo y ninguno se parece,
exigua ánima escéptica - desalmada existencia -
bebiendo
de las ánforas inmaculadas. Vuelvo,
invariablemente, y me impregna el infinito
reflejo impasible: hombrespejo...

He estallado en incontables partes y cada ínfima partícula
es el espejo,
y nada es el espejo
y todo es un cristal reciente.

La inalterable displicencia inerte desde el alma del espejo
me zambulle en la vigilia,
se zambulle en mí.
....................... Inexistencia.
No soy uno, no soy todos, hoy no soy aquel,
tampoco quien recuerda.

Una vez más me ha quebrado el espejo, como otras tantas,
como nunca y como siempre.





Excusa

No puedo eludir aquel sombrío laberinto
donde todas mis ausencias
permanecen en la incertidumbre.
No puedo prescindir de los seres insaciables
que invaden mis instintos
y los encadenan a los confines de tiempo.
No puedo rehusar estas cruces
y calvario de dos mil años.
Sencillamente,
no puedo huir de este libro.





El poeta

Iluso y severo letargo quimérico
que me ha confinado al juego eterno,
azaroso,
alterando todos los significados.
Utópica complacencia del destino
que me transforma en letra y pluma,
me convierte en mano,
pensamiento y efecto,
sensación, huella y poeta.
Creador del edén y del tormento,
de mi cielo, de mi infierno.
Aquel camino que me esclavice
puede ser el mismo que me libre.





Tres aguilas

.................... I

El águila que come nuestros ojos
está ciega por exceso de luces,
de ilusiones, de pasiones. Está ciega
ya que nadie puede verla,
ni mirarla en sus espejos.

................... II

El águila que vuela en mis desiertos
no comprende que sus alas
son satélites quemados por la arena,
por los vidrios y cristales
que clavaron en mi pecho.

................... III

El águila que cuida mis sueños
está muerta, atormentada.
Nunca pudo alimentarte de ilusiones,
de desiertos. Sólo intenta revivirme
sin saber que respiro tu aliento.





Descendencia

Siento mis antepasados en el cuerpo ya exhausto,
generaciones de fantasmas haciéndome un mismo mal.
Siglos de una historia, años de una familia heroica,
vidas de un antiguo nombre esperando mi final.

No puedo escapar a mi oscuro destino de mártir.
No se luchar desde aquí contra aquel desgarrador sistema.
Sólo piensan formar parte de mí por siempre
y que nuestro futuro continúe con un lema.

Intentan repetir su sublime historia en el mundo
deambulando entre tinieblas sin sentido.
cada uno desea subirse al escenario destruido
y a todos nosotros, sus hijos, indicarnos el camino.

Desde mi lúgubre lecho de muerte los desafío
a derivar el agonizante rumbo de este amargo recorrido.
Trato ciegamente de vivir para cambiar esta vida de héroes
y mártires que mueren sin merecer ese castigo.

Veo a mis abuelos comiéndome dulcemente el corazón.
Una muerte triste, tierna, opresivamente casual.
Me veo preso, devorando las entrañas de mis nieos
y comprendo que todos llegaremos a ese mismo final.





Cruz y ficción

El Tiempo se ha fugado de la habitación
inmolando todas mis existencias,
retornando mi ser al incólume barro elemental.

Aquellas manos,
artífices del azar, modelan
con humano desatino el primitivo lodo
sin distinguir siquiera
................. día y noche,
................. elemento y esencia,
................. crux el fictio.

Los furtivos fantasmas acallan mis nombres:
he infringido las Leyes de Moisés.
Génesis de mis abismos.





CLAVOS ET LIGNUM



Saberte tan cerca

Saberme aquí, tan lejos de todos
hace que recuerde
las vidas en que estuve cerca.

Vidas, todas mías, todas tuyas,
todas nuestras.
Distintas formas de vida.
Iguales estilos de muerte.

Saberme aquí, tan lejos de mí
hace que recuerde
las muertes en que estuve cerca.

Muertes, todas tuyas, todas mías,
ninguna nuestra.
Muertes lentas, amargas, reales.
Sombras muertas que vienen y van.

Tan sólo sombras oscuras, perdidas,
deambulando en callejones lúgubres, 
en voraces callejones sin salida.

Sombras que fueron mis vidas;
vidas que fueron mis sombras.
Saberte aquí, tan cerca...
... tan cerca de mí.





Te necesito a mi lado

Sólo cuando me alejo del mundo, cuando pongo un pie en la Luna
o me interno en el océano comprendo, amor,
que te necesito a mi lado.

Loco, me veo loco corriendo en mentes ajenas,
muerto, durmiendo entre toda esta gente y tus hipnóticas miradas
me asfixian, me envuelven.

Cuando recorro las calles de la ciudad perdida
y me siento único en esta placenta de cemento, comprendo
que el dulce elixir de la felicidad me invadió por completo.

Nada me ahoga tanto como el calor de tu cuerpo.
Siento las flores marchitándose, el universo todo deteniéndose
y me sofoca tu decente pensamiento, me enloquece.

Cada vez que duermo en otra cama, camino por otros muchos lugares
o me hablan en distintos idiomas, en esos momentos, amor,
siento que te necesito a mi lado.





Cada noche que te sueño

Cada noche que te sueño
amargas lágrimas recorren mi rostro,
dulces recuerdos invaden mi cuerpo.

Cada noche que te pienso,
bajo tu escéptica mirada
trato de olvidarte para siempre.

Cada noche que te duermo
tus sonrisas, tus caricias
me hacen recordarte como nunca.

Cada noche que te siento
tu negro cuerpo invade mi mente,
tu blanca mente recorre mi cuerpo.

Cada noche que te quiero,
en tu hermética habitación
trato de matarte innumerables veces.

Cada noche que te veo,
tu tierna imagen, tu recuerdo
hacen que muera lentamente.

Cada noche que te sueño
tu boca muerde mi pecho,
tus besos detienen el tiempo.





Destierro

Porque busco indefinidamente el verbo y la palabra
cuando la ficción implacable es mera liturgia en el incesante crepúsculo de mutilaciones emocionales.

Emergemos de estas ilusorias eternidades abstraídas por aquellas máscaras decadentes.
Espejo deleznable del olvido omnipresente.
Inequívoca elegía obstinada en la inocencia tenaz, diría sólo casual, de nuestra
obligada vigilia íntima en el arduo camino
hacia el inescrutable porvenir.

Simplemente porque en plena escritura se acaba la tinta.

Porque aquellas dolencias vuelven incesantemente sobre sus antojadizas máscaras.
Porque el olvido implacable atraviesa mi cuerpo mutilado con su resplandeciente daga.
Porque vagamente el adverso porvenir me obliga al destierro de tu ser, a mi agónica inocencia.
Porque esta leve bruma impostergable desfigura la intimidad en aquella ilusoria pureza de tu alma.

Porque entre el destierro y el exilio, las íntimas imágenes que desbastan mi espíritu tienen un cúmulo de olvidos,
tienen tan sólo tu rostro, tus ojos, tu pasión.







Recuerdos

En vano, incansablemente
recojo con mi pecho
los arduos latigazos perdidos 
entre los siglos. Añoro 
que algún día aquellos despiadados
fantasmas de mis sueños
desembarquen en agónicas
tierras ya lejanas. Añoro
que los pergaminos inmortales
se hagan polvo, se hagan cosmos.
En vano e incansablemente
espero perderte en mis recuerdos.





Intimidades

Acaso el exhausto 
cómplice de tu interior 
supo cortar la eternidad.

Acaso las tinieblas 
mantienen a estas almas 
en aquel despreciable envase.

Acaso podemos una vez más 
golpear la frente
en el tenue espejo del ocaso.

Acaso tu desmedida 
ambición de primate 
logra enardecer al misticismo.

Acaso los sabios milenarios
desconocen los abismos
de tus sinuosos laberintos.

Acaso tus universos íntimos
confinaron en los desiertos
al primer hombre.





Ultimo sueño

Nadie ha osado esparcir
los efímeros cristales
de tu vida, 
que yacen destronados
bajo la incesante
eternidad abarrotada
por tus sueños. 
Nadie, siquiera ha mordido 
tu sórdido destino
inapelable,
incensurable,
que estas vagas nubes
descubren enajenadas
de arduos recuerdos. 
Nadie calmó tus sombras,
tus miedos, 
tus fantasmas, 
ese día que tu éxtasis caníbal
destruyó los paraísos, 
esa noche que mataste las plegarias.







Las aguas del corazón

Hay mil formas de vivir, mil formas de morir,
pero sólo una manera de resucitar.

Sólo las negras noches sin luna, el mar azul sin espuma
me hace comprender que en nuestro destino hay
mil formas de matar, mil formas de sangrar,
pero sólo una manera de escapar.

Al esperar un tren en el sur o buscar desesperado mi cruz,
creo que nadie vive en mi tiempo:
siento que todos prefieren la luz.
Hoy, estos tiempos de amor me hacen recordar
algunos momentos de angustia y soledad.

Hay mil formas de jugar, mil formas de actuar
pero sólo una manera de conocer el mar.
Por muchos años morí equivocado, estuve siglos en pecado,
pero cuando nadie lo esperaba me escapé
y bajo las dulces aguas del corazón dejé de estar paralizado.

Estos tiempos de amor me hacen esperar, pienso en alcanzar
los tan mentados momentos de felicidad,
de tranquilidad.

Hay mil formas de vivir, mil formas de sangrar,
pero sólo de una manera vas a resucitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario