domingo, 30 de septiembre de 2012

7957.- ÁNGEL PADILLA




Ángel Padilla (Valencia, 1970) es un poeta español. Se le conoce en el animalismo como el poeta de los animales.
El poeta y su poesía están al servicio de un mundo más digno, sin dominadores ni dominados y en armonía con la naturaleza. Sus primeras ediciones, del poemario antitaurino La guadaña entre las flores y de la novela animalista Mundo al revés, son distribuidas y difundidas entre el movimiento animalista y en colegios y universidades. Padilla ha convocado concursos de poesía y cuento animalistas, a fin de consolidar, en la literatura, esta temática olvidada o nunca abordada: pues hasta ahora -según el autor- el esfuerzo más grande que ha hecho el poeta es –en la poesía social- hacia el nosotros humano, y Padilla descubre y revela un nuevo nosotros, donde también residen nuestros hermanos los animales, los árboles, el mar, y todos aquellos elementos vivos que constituyen nuestro gran cuerpo del mundo. Ángel Padilla recita sus poemas libertarios en manifestaciones y otros encuentros revolucionarios, y aboga por el retorno a los bosques de los seres humanos y de los animales.
Parte de su obra ha sido representada en espectáculos teatrales de calle, danza, en colegios, teatros, adaptada a canción, en carteles, en pancartas. Sus poemas han sido traducidos al alemán, inglés, italiano, francés y portugués.
En febrero de 2008 la Plataforma Stop Our Shame lo nombra Socio Honoris Causa, expresando dicha organización que "Hoy en día, en una sociedad donde escasean las expresiones artísticas a favor de la vida y de la libertad de los animales, la llegada y el aporte de artistas comprometidos con nuestra causa es siempre una buena noticia."

Obra propia

Mundo al revés (Corona del Sur, 2002; reedición editorial Parnaso, 2007, Premio Ignotus 2008 a la Mejor Novela Corta, otorgado por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) aborda la relación hombre-animal en las sociedades humanas.
Algunos comentarios sobre Mundo al revés: Alberto García-Teresa: [la novela representa]"un lúcido grito de alerta. Ángel Padilla plantea un mundo donde el resto de los animales ocupan el lugar actual de hombres y mujeres y los humanos pasan a ejercer las funciones que desempeñan los otros animales en nuestra sociedad: qué pasaría si se cazaran personas por diversión, si se las hacinara para alimentarse, si se las encerrase como divertimento. Padilla plasma imágenes de una potencia visual inusitada, de una efervescente originalidad, y resultan una de las cumbres expresivas de la narrativa española actual." Manuel García Viñó: [la novela] "está a la altura de Rebelión en la granja". Antonio Orihuela: “Mundo al revés está a la altura de "Un mundo feliz" y "Los viajes de Gulliver".
La guadaña entre las flores (Corona del Sur, 2003), poemario antitaurino. Muchos de sus poemas han sido adaptados a canción por grupos como Lyvon, Alicante Zona Absurda, Major Arcana, o cantautores como Graciela Folgueras o Chucho Merchán. Actualmente, Padilla trabaja en su versión definitiva.
Elegía a la vida (Editorial Artística Gerekiz, 2005).
Canción de hierba para el caballo ante el abismo (Ayuntamiento de Valencia, 2007), ganador del I Certamen de Lecturas Poéticas en Abastos.
Funerales del caballo (Editorial La Garúa, enero de 2008), ganadora del II Certamen de Poesía Joven La Garúa.
Algunas obras de teatro: Lidia : la protagonista de la historia, Lidia, sufre maltrato por parte de su "amante", Romeo, quien dice amarla pero la golpea. Lidia habla en su drama de la progresión de un maltrato de género en sus paralelismos con la lidia del toro (el torero entrega, mediante el banderillero, un ramo de flores a "su novia" el toro y, finalmente, llega al "coito" con "la suerte de matar", introduciendo su espada en el toro). El maltratador de mujeres dice "la maté porque era mía" y el torero dice ser quien más quiere al toro mientras derrama su sangre. La obra iba a ser representada en Trigueros del Valle (Valladolid) el Día del Orgullo Animal, pero la organización decidió cancelarla, junto con los demás actos culturales planeados, por las amenazas de muerte de los taurinos a las familias cooperantes en el evento. Actualmente se prepara su representación en Perú, Colombia y, después, España.
La gata Ausencia: Obra de teatro para marionetas. Iba a ser representada pero, por falta de presupuesto de los organizadores, se canceló su estreno.
El día en que los perros se convirtieron en juguetes: Texto en Cuentacuentos, representado en el Centro Comercial Caracol (Zaragoza), por Zarpa Zaragoza Protección Animal; y después, adaptado dicho texto a obra teatral, representada en Pastriz también por Zarpa. Posteriormente, adaptada para obra de marionetas representada en centros escolares.
Alambradas. En esta obra de teatro de David Fernández, Padilla colaboró dramatúrgicamente. La obra se ha representado en varios teatros españoles y en festivales internacionales. Su temática es la denuncia de la alienación del ser humano en las ciudades.
En 2009 ha publicado también el libro de poesía Poetas contra toreros.[2]
Los poemas, cuentos y artículos de Padilla han sido publicados en numerosas antologías. Entre ellas, La ciudad de los muertos (Parnaso, 2007), Visiones 2008, de la AEFCFT, Versos sin bandera (Tusitalia) o Para los animales.
Organizador, junto a Julio Ortega Fraile, de la Plataforma "Manos Rojas", constituida en 2010 para, desde el mundo del arte, la cultura, la educación y la ciencia, expresar el rechazo contra el Toro Alanceado de Tordesillas. El manifiesto redactado por ambos fue firmado por más de 400 personas vinculadas a esos ámbitos, y leído por varios personajes célebres en diferentes medios de comunicación.

Premios

Premio Ignotus 2008 a la Mejor Novela Corta con Mundo al revés.
VIII Certamen de Poesía Leonardo Cercós In Memoriam.
II Certamen Internacional de Poesía Joven La Garúa.
V Certamen Internacional de Poesía La Lectora Impaciente.
XVI Certamen Nacional Casc Antic 2004 de Prosa Castellana.
1er Certamen de Poesía para Lecturas Poéticas “Poesía en Abastos” del Ayuntamiento de Valencia.


LA CANCIÓN DEL MAYORAL


En tus pasos la muerte, tus piernas son de la muerte, 
tu mirada de la muerte, en tu lengua la muerte. 
Sangre, tristeza, lluvia, duele hablar de ti, 
la hoz. 

Mayoral, la hoz, 
tu sonrisa la hoz, 
en tu heno la cruz, los clavos verdes, come, toro, 
y muere la pradera. 

Viene tu te quiero de nieve a cubrir de hielo 
las cumbres, los labios, mayoral, 
invierno. 

Mayoral, invierno, luz, lágrima, 
manos verdes, manos blancas, el vino, 
la muerte. 

Tu cara verde un árbol más, los pájaros, 
y caminas por dentro del toro, su mujer callada, 
le creces cielos falsos en la espalda y pájaros, 
caminas las astas con piernas de estrellas, azul, 
pero lluvia, y tu morada en la noche, 
la tristeza y la sangre, mayoral, 
tu verde reino, la llama de tu lengua, tu heno rojo, 
la hoz, 
en tus dedos de margarita la hoz, y la sangre, el viento, 
su funeral en tus dedos celestes, la sangre, tristeza, 
la hoz. 






AVANZAD A TORDESILLAS

(A mis hermanos animalistas,
jardineros del mañana.)

Bellos guerreros
de la paz, avanzad a Tordesillas.

Bellos, lindos soldados
del amor, avanzad.

Sentid en vuestros pies
ese calor,
en vuestras piernas camina el toro.

Sentid en vuestra cara
ese calor,
en vuestros labios besa el aire el hocico del toro.

Sentid en vuestros ojos
ese calor,
desde detrás de vuestros ojos miran tantos ojos,
desde detrás de vuestros ojos miran toros,
con vuestros ojos miran
-lindos, bellos, bravos, mis hermanos-
los niños del mañana. Y los toros.
(Los niños del mañana son los toros.)
¡El toro es la Tierra, hermanos, hermanos, caminad
sobre vuestra madre y sonreíd al viento,
Tordesillas es su cara, tiembla y grita
y está llena de sangre,

avanzad!

Bellos guerreros, al mañana,
avanzad. Adelante.

Piedras, gritos, la noche de sus rostros reunidos: nada;
¡que vuestro gigante es demasiado alto!

El mañana os sonríe con su cara
limpia de sangre (y sus manos son vuestro camino). Adelante.

Bravos.

Lindos Vuestras banderas blancas se recordarán con
[lágrimas.

Santos.




TAUROMAÑANA, Poema antitaurino 

(No existe la muerte,
sino sólo el mirar desde otros ojos.)


Vas a morir.
Has sido señalado por España.
Eres esclavo de toda una nación.
Camina, hombre negro, por la libertad del campo,
que tu hora final ya está fijada.
Vomitarás sangre entre cientos de ciegos,
con tan hondas heridas llorarás como un niño
pero será mayor el dolor de sentirte
solo.
Ya ocurrió tu tragedia muchas veces:
otros negros como tú eran quemados, apaleados, 
escupidos, sólo por ser distintos.
Hombre negro con astas y voz distinta,
los blancos vienen a por ti
para hacer arte.
Hijo del campo, tu cara triste añorando las flores,
tu cuerpo retorciéndose, tu grito a las estrellas,
serás su cuadro vivo.
A eso lo llaman arte, a una boca agónica
jadeando y chorreando bilis.
España lleva tres siglos criando sinvergüenzas.

Abrasarán tu pecho visiones de margaritas
cuando a la arena desierta de la muerte
la mire la tristeza
desde tus quietas cuencas secuestradas.
Será como entrever el campo por arriba del cielo,
habrá un temblor de todo, locura del aire,
ya no querrás pensar,
tristeza y soledad son madres de la muerte.

Pero no estás solo.
Cuando el frío te rompa no estarás solo.

En esas gradas ondeantes de cabezas
que ensucian con su pelo el cielo de las aves,
los abolicionistas, prestos a saltar contigo,
infiltrados en la turba, exhaustos, llorando
y en la vibrante calle, pancartas, cientos de velas blancas
hinchadas al soplo de tu vida,
nosotros, toro, tus hermanos.
Marineros del barco de la Libertad.
El suelo temblando a nuestro paso como un cielo.
La libertad que te reclama como hijo
y exige la abolición de tu sangría.
Majestad de la hierba, levanta tu corona de astas:
Que no estás solo.
Eres el toro que camina mañana
andando sobre nosotros (al fin de nuestra lucha
ya seremos prado).

Levanta la cabeza entre los árboles, escúchanos en el viento:
No estás solo.






Llora Britches


Dedicado al mono Britches, al que, a los dos días de nacer, 
cosieron los párpados en un laboratorio científico
 para ver si la ceguera inducida produce daños cerebrales.



ESTROFA 1

Negro león de la noche, ¿quién es él?
Veo en tu inmenso cuerpo una criatura.
Un animal enterrado en su tristeza.
León negro de la noche, sepultura.

ESTROFA 2

No hay peor tristeza que sentir tristeza
y no poder abrir los ojos para ver una puerta,
Hombre que sientes hondo, ¿entiendes su pena?
Hombre que sientes hondo, recuerda.

ESTROFA 3

Entre estos muros negros no hallo puertas.
A este frío abismo no llega tu voz.
Quisiera entrase el sol sus caballos de fuego.
Quisiera entrases, amor, tu amor.

ESTROFA 4

A veces me imagino corriendo en la hierba.
Sentir de nuevo el viento y ver amanecer.
Hombre que sientes hondo, tú que entiendes mi pena.
Hombre que sientes hondo, recuerda.

ESTRIBILLO

Acuérdate del dolor más grande que hayas sentido.
Acuérdate de aquella sangre que ardía en la luz.
Recuerda que entre esas llamas hubo un amigo.
Sangrando estoy llorando fuego y no llegas tú.


ESTROFA 4

A veces me imagino corriendo en la hierba.
Sentir de nuevo el viento y ver amanecer.
Hombre que sientes hondo, tú que entiendes mi pena.
Hombre que sientes hondo, recuerda.

ESTRIBILLO

Acuérdate del dolor más grande que hayas sentido.
Acuérdate de aquella sangre que ardía en la luz.
Recuerda que entre esas llamas hubo un amigo.
Sangrando estoy llorando fuego y no llegas tú.






Poemas de “La guadaña entre las flores” 


A los poetas 

Poetas 
que habéis cantado y cantáis al hombre, 
a la mujer, al niño, a la ciudad, al cielo, 
vuestro canto fue hermoso y ya está hecho, 
pero ¿dónde en vuestro canto los animales? 
Sí estaban, pero como la flor, 
“¡oh la flor!”: no entrasteis dentro, 
no eran humanos. 

A la flor. A la rosa. 
Cantáis a la flor. 

Yo canto a la savia. 
Canto a una flor más grande. 






Espiritual de la nieve 

Aún no has nacido 
y ya está planeada tu muerte. 

Aún no conoce tu cornamenta el cielo, 
la hierba tu galope, 
no conoce el viento tu mugido 
y ya estás muerto. 

Ya estás muerto 
porque aquí está muerto quien el hombre decide, 
quien su dedo señala, 
quien su voz sentencia. 

Llegas a un mundo donde Dios 
es el hombre, 
donde en el cielo hay hombres, 
donde en la tierra hay hombres, 
a un reino donde no hay cabida para toros. 

Aún no has venido entre las flores 
y ya conocen tu nombre los cuchillos 
y ya camina tu sombra en los desiertos 
y ya conoce tu llanto la tristeza. 

No nacido, ya estás muerto 
porque vienes con los clavos de tus ojos 
en la cruz de tus astas. 
Porque vienes con la más alta corona de la hierba. 
Porque subes desde la vida.





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