miércoles, 2 de mayo de 2012

6657.- VERÓNICA BARRIONUEVO



Verónica Barrionuevo (Buenos Aires, Argentina, 1979)
Estudió Letras en la UBA y Traductorado literario de Inglés. Actualmente estudia Edición. Trabaja como profesora de inglés y español para extranjeros. Algunos de sus poemas aparecieron en las revistas El Interpretador, Zona Moebius y La Sombra. En 2009 publicó en el libro colectivo “Laboratorio I” (Pornos/Milena Caserola Ed). Su blog es www.algunascosas.tumblr.com.




Traducciones

el mapa del aula 12 dice
tierra del fuego
islas malvinas (arg) entre paréntesis
este paréntesis le causa gracia al inglesito
cuyo padre trabaja en la embajada
se lo dice al otro pero el otro no se ríe
el otro tiene ganas de fumar
piensa lejanamente
en el atado de cigarrillos que dejó en la mesa de luz
al lado de la cama en oslo
qué bien le vendría ahora un pucho
y el fuego entero de toda la tierra del fuego
que acaba de aprender es la ciudad más austral del mundo
y quizás la más fría






La gente que no duerme

algo en común tienen
la azafata que se desajusta el moño
y se reclina a cerrar un rato los ojos en la cabina

el médico que miles de kilómetros
más abajo fuma un cigarrillo
en la enfermería

la empleada del call center que se encierra
a llamar a la única persona con la que le importa hablar
en el baño
en un recreo cronometrado.

afuera caen
las dos de la mañana
sobre los párpados de litio de la calle

se pierde un micro de vista en otra ruta

la azafata retira copas
de primera clase.
el médico da indicaciones
sobre el control de las tres
a las enfermeras.
la empleada corta y vuelve
a calzarse la vincha y discar a California.


qué bien le vendría ahora un pucho
y el fuego entero de toda la tierra del fuego
que acaba de aprender es la ciudad más austral del mundo
y quizás la más fría






Torremolinos

vayámonos a algún lugar donde haya habido un terremoto -me dijo
a mí me sonó a letra de canción de the cure
me tomó de la mano y dijo
donde haya quedado todo destruido
trizas de civilizacion
donde haya mar y haya habido un terremoto
vayámonos

nos sentaríamos en la playa
con rompevientos y un termo
a tomar mate con miel
no son vacaciones
esa es la vida que quiero con vos -me dijo
después podemos dormir sobre el muelle
las olas nos humedecerían desde abajo
por las rendijitas de la madera hinchada
así pasaría el día entero
rodaría como una naranja de ombligo
con nosotros en el margen de la escena
puntitos apenas visibles en el margen de la escena
en el centro se olería todo el mar y el salitre

seríamos a la vez la pintura
y la mano del pintor
levantando en rojos el color de la tarde.







Azafata

En el sueño tenía un uniforme
de jersey azul, ajustado
que decía Vera Jane bordado en el pecho

había que tirar los toboganes
que eran blandos contra el cielo
las nubes parecían de espuma de afeitar

el avión se había quedado suspendido
como si hubiesen puesto pausa en una película
pero nadie tenía miedo
ni estaba preocupado

no había pasajeros fóbicos
todos nos íbamos tirando
bajábamos con suavidad
y caíamos de nuevo al mundo
después de ese adormecimiento intrauterino
que son los vuelos.







BALTIK

estonia letonia lituania
tan rítmicos tan bálticos tan estéticos
espléndidos secos y fresquísimos
países
con nombres de variante de chocolate blanco

estonia letonia lituania
siempre fueron para mí sólo letritas
en el manual del alumno bonaerense
nunca me detuve a imaginar a la gente
que allí vive
jamás
conocí a nadie
nacido en ninguno de los tres países
sólo sé el gentilicio lituano, los otros
los ignoro, como también ignoro
cómo se olerá el frío en esas latitudes

cómo se hará el amor bajo las mantas
de estonia letonia lituania

cómo se dira hola
cómo estás vení conmigo
salgamos a la calle a sacar fotos
podés abrigarte debajo de mi capa

qué me impide ir, cómo se vería
mi nariz colorada entre tanta nieve







ILUSIONISTA

te saludábamos con la mano cuando veíamos
tu bicicleta celeste desaparecer en la esquina
al doblar se doblaba
no te miento: se volvía de un material
blando
de plastilina o de una aleación moldeable
y giraba hacia sí misma
suavemente, con una elegancia
casi imperceptible

se podía decir que se había replegado
como una figura en papel un delfín de origami

gestores de nuestra propia miopía
una última recolección del empirismo
éramos testigos de lo imposible
y queríamos creerlo como quiere
creer quien ve el acto de un ilusionista

como sea estas son todas palabras
sospecho

 hermosas para disimular lo triste
o hermosas en lo triste: te veíamos irte
en esa bici imposiblemente curva
y sentíamos
que se doblaba también la casa
la esquina los árboles
los canteros los confines del barrio otros planetas

se torcían cientos de kilómetros
      bajo nuestros pies
los carocitos calientes que sostienen el mundo.




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