martes, 6 de noviembre de 2012

MITHA DEFILPO [8301]




Mitha Defilpo (Buenos Aires, ARGENTINA Agosto de 1944 – Julio de 2011). 
En poesía: “Después de Darwin” (1983), “Malezas” (1985), “Matices” (1991). 
Compuso bellas canciones con Litto Nebbia, desparramadas en algunos discos de los mejores que grabó el rosarino; un LP solista en 1976: “Canciones para perdedores”; otro compartido con Litto, grabado en México en 1979, “Toda canción será plegaria”.




PARALOGISMO

Solo un ángel pudo ver a otro 
y el perverso sólo vio su doble.

De habernos visto 
ninguno se envanezca:

Vuelo en doble faz
Alas y Luto 
todo vampiro no se ve en el espejo.






LA DESPEDIDA

Con la ley del rostro 
me ausento del orden que impone la confianza.

Porque la venganza es tan lejana 
como la justicia.

En “Malezas”, Ediciones Último Reino, 1985.






Naturaleza muerta 

Texto original para un segundo 
el presente 
sobresalta poco a poco.

¿Rehabilita signarse por el antes? 
¿Entrever que los ayeres son ubicuos?

Tan escaso de estar 
no veo el día: 
saludo al insepulto continente

a toda su ambición 
guijarro, polvo.

Transcribiendo a lo largo del disturbio 
la erosión común de aducir algo.

Desde el comienzo lo he pensado todo.







PARÁBOLA

Falto de providencias
por declinar sofisterías
visto lo que parece
y su aparente;
De simulacros harto se desmembra.

Sin dolor. Pasión declamatoria
que releva, neutral, por el desprecio
-habida cuenta de que el conocimiento diluye lo visible-
salvo volverse al pasado con nostalgia:

En un juego trivial hacia el peligro
acumuló verano en la penumbra
sin advertir el tedio
negra vegetación
cultivo en juego inverso.

Hoy
oscurece lo que centellea.

De una mentira fósil duradero
sufre de carraca leprosaria
y extermina risueño.

Certeza fulminada.

La vida
semejante del poema
como si fuese adicta de otros ecos
es huésped desertor. Capitulante.







FULIA

El sollozo viértase de sangre
y con la sangre
homologue los fervores.

En el desprecio
manida y aposento
tórnense protegidos alacranes.

Lo agrio vire a amargo
a vapor de azúcar lo melifluo.
Se disuelva el oro
acíbar y aguamiel de los ambiguos.

Aunque en día festivo
la prohibición de castigos no se cumpla
la trama irreprochable
abra mis ojos al golpe unificado
o a la intuición directa del sentido.

En sufragio del amor.

Del que así teme.

(de Virtual y No Virtud, “Después de Darwin”)







BABEL

Cuando la lengua tome por la voz otro sentido
repita por escrito lo que hablabas
la agonía neutra en torno a la palabra
que incapaz de sufrir
afirma un resto:

El viejo entendimiento.

Ese yo extraño
alquimista de trazo escamoteado
y hechizo de la gnosis como cuento.

Su condición
es una ley que apenas cambia:
la frase del rodeo
a la luz de la promesa de un desierto.

Testigo incontestable
verdad monóloga de historias absolutas
a su propio designio servidora

en esa ceremonia de fragmentos
en esta miniatura de lo informe
perecedera y presente de lo eterno

dirá apenas
con trabajos de idénticas movidas
y relapsa de la misma escena
que la palabra es célebre en bullicio
y en vaguedad peligro.

(de POR GRACIA (SOIS SALVADOS) NO POR OBRAS, “Malezas”)







RAMA NEGRA, RÍO DE SOMBRAS

Es nada el huerto y el barquero nadie.
Para dejar de ver: el pensamiento.

Me voy tras de una carta que no escribo
o alguien que pasa y sigo con los ojos
por el camino mal iluminado.

Bálsamo de triste distraerme
porque me relevo sin lograrlo:

Diosa del tinglado en la alameda
junco que mora en el río inciertamente
metáfora del opio en equilibrio.

Empero la verdad, siempre entreabierta,
todo lo recrea sin delirio.

“No hay un mañana” susurra la mañana
y acontece, relámpago yacente
sobre el porvenir y la evidencia.

Aguardo conmovida en esta casa
trepar de lo falso al infinito
por el mismo peldaño de ir al cuarto

frente a los árboles de la coronación
que mansamente el sol posa en las ramas.







MUTATIS MUTANDI

A Adriana Valetti

Escasa hueste
se instruye en armisticios
miliciana.

Declina la deshonra.

Conciliar las ofensas no es alianza.

Puede la soledad
como la noche
ser el hueco sigilo del relente.

A lo más
un halo vengativo
cesado en el favor del ornamento.

Lo que uno quiere
carcome y se desmiente
pero suave.







EL DOBLE

La sombra del hombre, pensé yo, es su vanidad.
Nietzsche

Gemela de tu ausencia
poseída
la que da lumbre a lo que no quería
en la ociosidad de nuestra puerta.

Y tú
la que partes con ventaja
el suceso audible de leyenda
la unanimidad de la certeza.

Yo
la que pasa en retirada
el tácito felino en el deshielo
receloso de su estío de palabras.

Apetencia de vínculos
reunimos
dispensas del amor con el instinto
pero el lienzo ha triunfado sobre el cuerpo
y amortaja el par de mi deseo.

Minucioso esmero de una ausencia
que sospecho de él
cuando tú faltas. 

(de RAMA NEGRA, RÍO DE SOMBRAS, “Malezas”)








HOY NO ES EL MAÑANA EN SAMARKANDA

Quítate postrera
de esa cita
que hoy mido todo con la misma vara.
Con igual borrón volantinero
con la visión del aire de las aguas
dibujo lunas llenas y el Sahara:
Caftán resplandeciente de la morgue
que por no dar abajo
arriba queda.
No traigo invitación
sí un abanico
al banquete del óvalo reflejo
donde cumplo mis años
y savia de acertijo es la mañana.








DESNUDO DE MUJER

La raja especular
media luna debajo.
Por arriba
al sexo lo silencia
el valor decapitado del que arriesga
jugar al sexo opuesto
en el dibujo.







METANOIA

Porque la cierta
ilustra con el cráneo
a tientas de sí mismo
gesto o signo
letra de mi encéfalo es la muerte
libro talismán la testa errante.
Porque la vida capulosa
lo que resta en mi cargo sigue grave:
en adelante de nacer
no fue posible
olvidar el anónimo
y quedeme
por siempre intrauterina
desemejante para los ejemplos
y el ergo sum de los existenciales.
Luego estoy
mordida en el veneno:
Me atañen
las muertes recurrentes
y el destino diverso
me concierne








ABREQ AD HÂBRA

Preguntar al cuadro
si la luz
tiene el preciso dibujo de su horario.
Es profundo el verde
El centro
tinta de oro de un tejado
Brilla el sol:
Si remonta la curva
o la desliza mediante meridiano
no lo puedo saber
Y pierdo el tiempo
abreviando el proverbio del espacio:
A teja vana
sin rosa de los vientos
oculta dos destinos sin albergue.

Tomados de Poetas argentinas (1940-1960), Ed. del Dock






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