martes, 15 de mayo de 2012

6845.- JUAN RAMÍREZ CUETO








Juan Ramírez Cueto (nacido en Jaén, 1953) es un periodista, poeta y novelista español. 



Cursó el bachiller en el Instituto Virgen del Carmen de Jaén, entonces exclusivamente masculino. El escritor en alguna ocasión tuvo como compañeros de pupitre a Carmelo Palomino Kayser y a Manuel Ruiz Amezcua, los dos, pintor y poeta respectivamente, de reconocido prestigio. 
Tras el Bachillerato se trasladó a Barcelona donde cursó la carrera de Periodismo en la Universidad Autónoma. 
Como periodista ha trabajado en importantes medios de comunicación de España. Ejerció de periodista en el Grupo Mundo, Diario de Barcelona, Radio España, entre otros medios. 
Posteriormente se traslada a Zaragoza ciudad en la que hoy reside. 
Juan Ramírez Cueto, hasta hoy, pasa largas temporadas en su todavía casa de la calle República Argentina giennense. “Muy vieja y destartalada pero aquí, me siento libre”, ha comentado. 
Obra 
Toda su obra ha sido editada por Gabinete Literario. 

Poesía 
Entre sus obra poetica destaca: 
"Recuento" (ediciones 1985-1990-1996). 
"Agónica Esperanza" (1996). 
"El Peso de los Párpados" (1996). 
"Los ángeles no siempre van a su dios" (1999). ISBN 84-922357-7-2. 
"El desorden del silencio" (2003). ISBN 84-930392-6-8.1 
"El incierto amanecer de la noche" (2009) ISBN 978-84-922357-9-7 

Narrativa 
Adentándose en la narrativa ha publicado las novelas: 
"La nube verde" (1998). ISBN 84-922357-3-X. 
"Volver a Geen" (2001). ISBN 84-930392-4-1.1 





Portada del Libro


Puedo volver de ti,
girar la noche,
acomodar el fracaso
en sus inicios verdes.

Deshilvanar la ciudad,
agujerear los compactos
rincones que nos vieron,
maltratar la farola amarillenta
que dibujó tus ojeras grises.

Volver de ti,
desandar el brillante
paseo que nos hizo,
apedrear el ocaso
que acercó tu mano a la noche,
lanzar aquellos vinos
contra las baldosas rosadas
que fueron nuestro espejo,
deshacer el nudo de nuestros cuerpos
y gritar locamente
contra el cielo de estrellas nerviosas,
allá donde untábamos el sudor.

Puedo volver de ti.
Quizá pueda, sí,
Pero qué hago con tus ojos.







NOCTURNO Y ALEVOSÍA


Qué queréis de mi
tras coronar mi voto
con las espinas
de la verdad matemática.

Qué queréis de nosotros
voces de precipicio,
eco de mentiras,
cordillera de sillones.

Qué queréis manos entrelazadas,
sonrisas de metal,
rasgando, cobardemente,
la ranura ya inútil de las urnas.

Que queréis funcionarios de laboratorio,
suturando las primarias voces
de las que coméis,
honoris causa de la traición.

Qué queréis, abrazos indignos,
burbujas elevadas
al infinito techo
de vuestro disfraz nocturno y clandestino.

Miro la noche, extensa y positiva,
y le hablo a la noche y le digo:
cuando amanezcas alumbra sólo la verdad.

Pero sé que no me hará caso.






ENTREPARÉNTESIS



La situación política, social y económica que vivimos en este tiempo me obliga a asomarme, aunque sea humildemente con el poema adjunto, en un gesto de aportación a la rebelión moral que necesitamos en tiempos que corren para, en la medida de lo posible, parar esta barbarie.

Juan Ramírez Cueto



Dame un verso y construyo el poema.
Quizá podría ser:
“acechan silenciosas las serpientes”


Acechan sí, no sólo aquí en este sur maltratado,
acechan en los mástiles de las banderas
tras los portalones centenarios y catalogados
y en el envoltorio llamativo de los mensajes.


La reproducción del veneno latente
es histórica por su crueldad;
amenaza con el hambre masivo


y daños colaterales que anulan la conciencia.


Un vacío de derechos
una mutación vil de libertades,
un ametrallamiento general a la cultura.


Acechan las serpientes en los palacios del mundo
sin descanso en turnos de día y de noche
apostados en satélites que violan a las estrellas
y vomitan bombas y misiles, pasquines de miedo.


La derrota es evidente:
todos tenemos nuestra propia serpiente
asociada ya, indisolublemente, a nuestro nombre.


O dicho de otra manera: nos han vencido.
¿Nos han vencido?












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