martes, 30 de julio de 2013

ANTONIO MORO [10.295]


Antonio Moro 
Nació a la vera del Río Suquia, Córdoba, ARGENTINA en 1955. Poeta, actor y librero. Publicó los libros de poemas: "Camino del escarabajo" (1990), "El correo llega al laberinto" (1993), “La noche el día vacío que el amor corona” (1998) y “Mano de cielo” (2003). Y una plaqueta: “Hotel” (2000).






MEZCLA ADÚLTERA DE TODO

Esta mesa ya no es mi cuerpo
es un destino con otros perdidos
ubicados en la madera quemada
de bosques que no pueden hablar

ya no tengo sueños que mejoren 
el naufragio y puedo morirme
sin lamentar paternidad 
o poemas no cumplidos

no me da lo mismo abrazar
o ayunar en el puerto de los placeres
pero cómo pararse en la muchedumbre 
de días que no tienen noche 
si el almanaque son tareas
y ahora se me da por tomar 
descansos arriba de un coche
deslizándose por la carretera
con señales que dicen
vaya qué anda bien
y si pierde una campera en la selva
recuerde la cualidad
de la intemperie
ese sitio
donde las palabras ateridas
callan.







EN EL CAMELLO DE UNO

a Roberto Bass


En el camello de uno
pelajes de angustia y silencio 
jalonan senderos en el alma 
y a pesar de esta rueda donde la muerte 
es una amiga que no hará ningún daño 
cuando lleguemos a su abismo 
de última luz lucecita fogata del mas allá 
qué querés que diga la voz de ella la mía 
no son otra sino esta vida hablada 
hablándose escrita soñada en el vino y se quedó 
que al corazón le gusta sentir resentir trasuntar
contar poetizar bromear circunstancias 
a las que apela este yoíto 
experto en yoyó tutú blabla 
besando piernas de un amor dislocado
en este poema con guitarras de arena
mientras el viento peina los chopos 
y las aguas fluyen con sentimientos
golpeando las roquitas de lo desfavorable 
porque si querés soñar qué te queda amigo 
sino la travesía por lo desconocido de cada uno.







El cerdo

El cerdo te recibe mascullando:

"tu figura, tiempo en lo inmóvil,
vano esforzarse
estéril buscar la calma
mejor comer
ir de aquí para allá
echarse en el trébol
o el lodo
contemplar
si se quiere
apoyada la cabeza
en los palos secos del corral."








En el campo

Murió un angelito
dijo mi madre
cuando pasó el cortejo.

Esa tarde
en el campo
vi que la muerte
era blanca y pequeña.





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