sábado, 23 de julio de 2016

RENÉ SEGURA [18.962]


René Orlando Segura Latorre

René Orlando Segura Latorre (Bogotá, 30 de septiembre de 1977) es un arquitecto, poeta, escritor y cantante colombiano, fue el vocalista de la banda Odio a Botero. Hizo sus estudios de arquitectura en la Universidad Antonio Nariño de Bogotá. Es el autor de la trilogía del Señor Plátano.

Libros publicados

Los diálogos con el Señor Plátano, Bogotá (2009). ISBN 978-958-44-5415-7
Los escritos apócrifos del Señor Plátano, Bogotá (2010). ISBN 978-958-44-6698-3
Guía de los no-lugares del Señor Plátano, Bogotá (2013). ISBN 978-958-57876-2-9 El peregrino ediciones.
El desierto de los payasos, Bogotá (2015). ISBN 978-958-586-71-2-3 Animal extinto editorial.

Álbumes publicados

Con Defenza ha publicado:

El Disco Chévere de Defenza: La emancipación de Popó

con Odio a Botero ha publicado:

Odio a Botero (Álbum) SUM records (2003)
Kill the cuentero (2007)






Plus ultra
(1998-2000)
Creo que estoy más allá de estar por encima o por debajo
Del bien y del mal.
Colombia-Bogotá



Poesía

Como decía el bueno de Raúl:
Es solo cuestión de acostumbrarse a sus cuchillos.

Tenía mucha razón
Es la única compañera.



Por  fin

Por fin encontré sabiduría y libertad
Una sabiduría maldita y una libertad que asesina.

La sabiduría de la sobredosis*
Y una sobredosis de libertad
Una libertad  Que me vuelve una  llama muy fuerte
Que se extinguirá muy rápido.

*Sobredosis = sin fronteras



El maestro

Tengo el poder de la transformación
Dominando las consecuencias.

Maestro del absurdo
Y de sus cambios.

Transformo ansiedad  en placer
Y humo en imaginación.

Maestro de los rituales de fuego
Y Señor de la destrucción.

Con un pie en el cielo y otro en el infierno mantengo el equilibrio
Aunque para que lo mantengo
Si ya no importa caer.



Flores

Flores en mi jardín
En mi paraíso terrenal
En el jardín donde falta un profeta de verdad
Y donde nunca habitara Eva

Flores sabias
Por encima del todo Y por debajo del fin
Sabiduría sin palabras
Que viaja por el silencio

Flores que me enseñan mucho:
Que el tiempo no existe
Que nada importa
Y que no son sabias.



Limpio mis heridas

Limpio mis heridas
Y  Las limpio muy bien
para volver a tener mi piel Lista para otra herida.

Busco sanción
Busco ascensión
Para  volver a estar arriba
Listo para otra caída.

Rezo de nuevo
Limpio mi conciencia
Para volver a tener mi alma
Lista para otro pecado.



Matando la estética con galletas 
de mantequilla

Perdiendo fe con excesos
Perdiendo motivos con dialéctica
Madrugando para meditar y meditando para escapar.

Perdiendo autoestima con lógica
Matando deseos, deseando no tenerlos
Perdiendo mi camino, caminando
Destruyendo todo, diciendo que importa.

Asesinándome, viviendo
Perdiendo las ganas de conocer, teorizando
Gastando odio, utilizándolo
Perdiendo la luz, cerrando los ojos.

Y Acabando escritos con la palabra fin.



Me santifico

Me santifico
Con mi propio ritual y mis sagradas palabras
Me conmemoro y me perdono
Me crucifico y resucito según mis propias escrituras.

Escribo mis libros sagrados
Pero dudo que sean palabra de dios
De mi génesis a mi Apocalipsis se pasa en un parpadeo
Un parpadeo que limpia las lagrimas de mis ojos.

Lagrimas que hacen parte del ritual de santificación
Lagrimas que purifican hasta el agua bendita
que bautizan lo innombrable
Y que me liberan de ser libre.

No hay catedral ni capilla
Y los iconos representan todo
De rodillas como símbolo de respeto
O  simplemente otra posición para descansar.

Me santifico
Pierdo mi inocencia repitiendo mi oración
Me vuelvo sagrado y hasta  puedo bendecir
Pero Bendecir que?
si ya alguien se me adelanto.



Para quien escribo

Escribo para mí
Porque esta es la única forma de poderme escuchar
Por encima de la voz interna que me atormenta.

Escribo para mí
Para no olvidar él porque escribo para mí
Y leer estos escritos que  son mis nuevos enemigos.

Escribo para mí
Para recordar quien creo ser
Y sobre todo   para escuchar un yo que le roba tiempo a su destrucción.



Puño no será voz

Puño no será voz
Y nunca lo será.

Hay cosas sagradas que se debieron respetar
Pero no lo hice
Ahora pago mi acierto
Dando vueltas en este patio.

Leyendo lo que algún otro sensato
Que pagaba otro acierto en este mismo patio
Escribió en la pared.

Puño no será voz
y nunca lo será.



Miedo

Tengo miedo de sembrar un árbol y terminar ahorcándome en él
de ser inmolado en el fuego de la verdad

de tener deseos
De no poder eliminarme.

Tengo miedo de escribir en una hoja
frases que  me acuchillen

De tener un hijo y que algún día me maldiga
De tener pareja y perderme en el laberinto del tu y yo.

De perder el miedo y volverme libre
Tan libre como para asesinarme con cariño.



Tierra santa

Es una tierra santa para caer de rodillas y quebrar la fe
Es una tierra santa para Perderlo todo
Saborear el veneno que  libera
Sembrar tristeza y recoger los frutos.

Es una tierra santa para Morir por amor y vivir por odio
Es una tierra santa para Ser el camino la  verdad y la vida
Para ser enterrado, Para Inmolarme
Y esperar que me escriban un  buen evangelio.

Es una tierra santa Para jugar  y perder como siempre
Es una tierra santa para descifrar mi dolor
Para profundizar mis raíces y elevar mis ramas
Y para pedirle misericordia al peor de los dioses.



Lo que tengo

Tengo una autoestima medicada
Una dialéctica muy  peligrosa
Unos buenos  recuerdos
Y este poema que nombra lo que tengo.

Una fe en la fe
Y un desprecio por el desprecio
Una Contradicción a la contradicción
Y un discurso enredado para parecer interesante.

Una conexión universal
Una anarkia que uso  solo cuando me conviene
Una cruz que convertí en silla
Un malestar incurable.
La celda más grande
Un reflejo en el fango y otro en el cielo
Un respeto a mis teorías
Y un ritual de fuego.
Esto es lo que tengo.



Sagrada saliva

A los tibios los escupiré de mi boca dijo un día el gran dueño de la vida
Y ahora no se como quitar de mi cuerpo esta sagrada saliva.






Hay un ángel y un demonio
Fornicando en mi cabeza.
En el ángel hay contradicción
Y en el demonio excesos
Esa  contradicción y esos excesos
Forman el tortuoso camino hacia dios
Si es que existe.




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