martes, 29 de julio de 2014

LETICIA MARTÍN [12.537]


Leticia Martín

Nació en marzo de 1975 en Argentina y se crió en Lomas del Mirador. Es madre y Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA). Publicó los libros: Breviario o el oficio religioso (Funesiana, 2012) y El gusto (Pánico el Pánico, 2012) Colabora en el suplemento Ni a Palos y en Revista Tónica.




la muerte

"¿vamos a por el croissant de vegetal?"
le escucho a Leopoldo María Panero
    conozco a Leopoldo María Panero 
me acerco a su existencia cuando deja de existir.
¿cuántos otros como vos?
le hablo a Leopoldo María Panero
a Mario
a Levrero
a veces le hablo a Viel.
tipeo sangre entre la locura y la muerte
con el machete de Quiroga
¿a qué le temo más?
la muerte es un acto irremediable
dicen
pero yo muero mientras subo las escaleras 
y todavía respiro
mientras doblo la ropa por la noche
cuando cae la luz y se quiebra la piel reseca en el cemento.
¿a quién le importa la muerte?
como cerrar la puerta si no se tiene en los planes volver
la muerte es la idea de la musa
la muerte es reprimir el poema en la cabeza 
arrinconarlo en la línea del renglón
profundizar
darle parejo a la idea reiterada
darle y darle como la mecha 
girando caliente contra la pared
hacer un agujero más grande
donde nunca quepa nada
nadie
nunca
reiterar y reiterar
la seriedad
la muerte es la seriedad
la lucha en vano de ideales con olor a naftalina
la muerte es la falta de confianza
¿no es peor, acaso, la muerte que la locura?
¿es remediable la locura?
las palabras se amplían como la cinta en la boca del mago
tira la letra hacia afuera
sola
la palabra enrolada debajo de la lengua
tira la mano
del mago
la palabra
se arma un monte de cinta que se encima
revuelta en el piso como catarsis
y los chicos intentan adivinar
mirando al mago

que tira y tira de la cinta blanca de papel.





langustia
te dejo, Alejandra
cuando salgo de la madeja enmarañada de tu poesía
cuando elijo otra textura, sin ensambles
y busco la transparencia del verso alejandrino
la disonancia llana
el quiebre prematuro
cuando quiero que se entienda lo que digo
ahí te estoy dejando
no te elijo
no te llevo en la mochila de mis influencia
aunque en alguna parte estés
igual
porque tanta lectura se mete, de prepo, debajo de la uñas
igual
te dejo, Alejandra
con tu historia y con tus mambos
con el karma de la muerte y del suicidio
te dejo con Alfonsina, Alejandra
allá atrás
en los estantes de mi adolescencia
en la lectura a la que accedía porque accedía
sin elegir
porque estabas ahí, Alejandra
en boca de todas
entre los libros
en los pupitres de la escuela de monjas
con el martirio de la melancolía cargado
esperando el momento para dispararnos.
te dejo y no quiero dejarte
me separo de tu poesía
la dejo llenándose de polvo
conservo tus libros pero no los abro
te pongo al lado de Sylvia Plath
con las tortuosas
con las lloronas
con las que escribieron que no podían
y se escondieron entre las letras
se revolcaron entre sí, con el dolor
con todas esas te dejo, Alejandra
con todas las Alfonsinas.






lo que duele que te

a Fogwill

te necesito nene,
para empezar te necesito y
para seguir también
si pienso en la muerte más
te necesito
antes del día que falta tanto
se precipita todo con la parca.

y cada día pasa poco
falta menos /
                  pasa
como en cámara lenta /
                                  chorrea
mi deseo adentro sin vos
nene
tus cuatro letras
adentro
las tengo metidas
adentro
la idea fija de vos
de que sin vos
de que te necesito antes de que me lean
muerta
y antes de que me lean coger
                                               coger
                                                    coger
                                                          coger
hasta que me sangre todo.




morir cogiendo y que me lean.

dice
leé a los de carne y hueso
sobre todo a los vivos que viven cerca de tu casa
los escritores muertos están fríos y tienen la pija podrida.

escribí lo que le dirías al psicólogo
lo que no serías capaz de hacer
y las incomodidades de todos los días.

si vas a contar un fracaso, que sea con objetos.
las palabras de tu época son la tela que mejor cosés.

cada verso debería parecerse a una foto.
no importa que no se entienda.

no leas a Pizarnik
a Alfonsina Storny
a Nin
a Durás
a Lispector
o a Yourcenar
por lo menos
           por los próximos
                       doscientos años
ellas están igual de muertas
que los escritores de la pija podrida.

lo escatológico garpa
coger
tocarse
los animales
y las diversas formas de morir
las desviaciones pagan más
las deformaciones del cuerpo y las contradicciones
todo aquello que complique una vida tranquila.

si te acordás a la noche algo que no apuntaste
es una idea
si te lo olvidaste, agradecé no haberlo escrito.
no cuentes logros
no pienses que escribiste algo trascendente
podá la cizaña que le sale al verso

la rima es la pija podrida del poema.




la hombre
asumió
la objetivo
ocupó
la lugar
ganó
la terreno

decidió
la futuro
pensó
la trabajo
y armó
las hogares

enamoró
al mujer
resistió
los normas
y desarmó
las estereotipos

la hombre se cansó
de que la lenguaje no
le sea propio
y que le ande poniendo
género a las cosas
sin preguntarle
cómo.




googlear

googleo títulos de libros que invento
y de pronto aparecen de verdad
existe "La distancia infinita"
de un tal Mario Morales

también googleo "Quereme"
pero aparece un libro de Alarcón
"Si me querés, quereme transa"
de editorial Norma dosmildiez

googleo frases que diría
mensajes ocultos y canciones
me googleo
      te googleo
          nos googleo
sufriendo por el tiempo que se escurre

escucho melodías y googleo
recuerdo un pasaje de Levrero
me doy permiso para dejarme 
llevar por la ondanada de la web
que va a todas partes y a ninguna
la onda nada en la pileta
la onda nada 
                    de onda 
la onda no
tiene la expansión que yo querría

leo a Casas
vuelvo a Casa 
                      y está oscuro
a mi cama 
a sus libros polvorientos
sus poemas son un qué donde volver
quiero volar, un día, y no caerme
quiero que alguien, por favor, grite por mí





peluquería o muerte
el olor a amoníaco
las palabras 
que escribo en contra de las cursis
peluquerías
me aburren y me huyen
no sé por qué deberían
gustarme como el trabajo
la maternidad y el sacrificio

 me aburren las peluquerías 
esperar
y los políticos también
siempre prometiendo
que vas a estar más linda
que vas a ganar más guita
“tenés mucha capacidad
vos”
“tenés un futuro por delante”
“hacete el brushing”
“te queda lindo ese color”

 al final nos mienten todos
porque nos mentimos nosotras primero

 yo voy a poder
escribir
tener un hijo
plantar un árbol
donar este riñón
o este cacho de médula espinal

 yo voy a poder
trabajar con 38° de calor
38 años
38 reuniones por semana
yo voy a poder
ser optimista y progresar

 ¿te imaginás?
progresar de este obscuro caparazón
que me crezca un pene de pelo lacio
peinarlo
cepillarlo
hacerle la planchita
perfumarlo a la mañana
masajearlo
parar la olla con este pene
coqueto
super M 20 01
flaco
sexy 
entre las piernas
este pene femenino que me creció
acá
abajo
en la la planta baja
en la planta del pie donde camino
para apoyarme sobre la arena movediza
de esta blanda maternidad 
líquida
forzada
que algunos días sonríe 
y otros días no.

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