lunes, 22 de septiembre de 2014

JORGE CARRASCO [13.404]


Jorge Carrasco 

Nació en Carahue, Chile, en 1964. Desde 1985 reside en Villa Regina, provincia de Río Negro, Patagonia Argentina. Es profesor de Lengua y Literatura y ejerce su profesión en colegios secundarios de la provincia. 

Tiene publicados tres libros de poemas (Permanencia de aves, La huella, su andar y Mar muerto). En narrativa publicó una novela (Sombras en el agua) y mantiene inéditas otras dos (El nido de la lluvia y Sombras en el agua); en cuento, editó dos libros (Maldito lunes y Último carbón de invierno)

Ha dictado charlas y cursos sobre poesía, y elaborado más de cuarenta artículos relacionados con la vida y la obra de Pablo Neruda.

Premios:

Seleccionado para integrar la antología Cantar del Sur de la ciudad de Rosario, Argentina, 1986.
Primer lugar en el concurso de poesía alusivo a la paz, organizado por la juventud del Rotary Club de Villa Regina, Río Negro 1989.
Seleccionado para integrar la antología nacional de cuentos, organizado por la Asociación de Profesionales de la Educación de Formosa (APEF), 1993.
Ganador de la Primera Bienal de Arte Joven de la Patagonia, género poesía,1993.
Seleccionado para integrar la antología del I concurso nacional de poesía “Miguel de Cervantes Saavedra”, Buenos Aires, 1994.
Seleccionado para integrar la antología del III concurso nacional de poesía “Juanele”, organizado por Casa Cultural ARTEIDA de Buenos Aires, 1994.
Primer lugar del Concurso Patagónico de Cuentos, organizado por Líneas Aéreas Rionegrinas (SAPSE) y el Centro de Estudiantes de Río negro en Bs. As. (CERNEBA), en 1994.
Ganador del Certamen Patagónico de Cuentos de 1998, organizado por la Fundación Banco Provincia del Neuquén.
Ganador del XV premio nacional de poesía ¨Plaza de los Poetas José Pedroni¨, Santa Fe, Argentina, 1993.
Finalista en narrativa y poesía del Premio Federal de los años 2001 y 2003, con participación de todas las provincias argentinas, organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) de Argentina.
Ganador del concurso hispanoamericano “Cuentos Políticos”, organizado por la revista literaria digital El Escriba, Buenos Aires, 2005.
Seleccionado finalista para la antología hispanoamericana de cuentos del certamen “Almafuerte”, editorial Bellvigraf, Argentina, 2005.
Seleccionado finalista para la antología hispanoamericana de cuentos “Letras en la piel”, de Editorial Mis Escritos, Buenos Aires 2005.
Tercer lugar en el concurso hispanoamericano de poesía “Letras en la piel”, Buenos Aires 2005.
Ganador del concurso Cuento del Mes, de la web Escritores cl., 2006.
Ganador del concurso internacional “Chile con mis ojos”, organizado por Televisión Nacional de Chile, que contó con el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda y de la Academia Chilena de la Lengua, 2006.
Finalista del concurso “Mis cuentos”, organizado por la web del mismo nombre, de España, 2007.

Publica artículos literarios en el diario Río Negro (General Roca) y El Liberal (Santiago del Estero).



LA HORA DEL OLVIDO

Para mi hija Gabriela


Quiero en ti lo que en mí no respira, lo que tiembla en la sangre,
el aroma de la fruta que madura en la copa del árbol,
la sombra que rechaza al cuerpo que la alimenta.
Llegó, hija mía, la hora del olvido.

En tus ojos el mundo amanece, 
pero si ves veo yo también tus nieblas,
y las cosas envejecen una vez más en mi mirada,
y mis penas te custodian cuando ríes,
y mis lejanas alegrías te silencian cuando cantas,
y mis ansias están en ti cuando despiertas.

Sólo quiero que escuches, sin dejar caer los párpados:
en el rostro de tu corazón
pueden entrar todas las máscaras del tiempo,
pueden salir como tizones humeantes
todos los fuegos en otro corazón gastados.
Llegó la hora del olvido.

Expulsa, hija, de tu vida mi herencia de sótano.
Ya está bien con lo que he abandonado
bajo esta piel, todos estos años,
en estos huesos roídos por el silencio y la distancia.
De tu aire me aparto como de un milagro.
De tu delicado roce de nacimiento.

Es tu turno, hija, de salir corriendo hacia los días
y de llenar los pulmones con tu aire de mañana 
y de cansarte de recibir la frescura
de unas manos de mimbre.
Llegó la hora del recuerdo.

Florece tu edad en este amplio octubre.
De día en día se desparrama tu distancia
de tiempo como una influencia de estrella,
y eres rauda entre las cosas
de esta lenta casa:
sólo te persiguen los suspiros.

Sé que a alguna altura llegan, patria de flores, 
un día trece tus trece peldaños en el aire,
y allí desatas tu primera esperanza de amor
como una gota de lluvia 
que se destruye en su propia agua.

Llegó, hija amada, la hora del abismo.





ACCIONES PARA COMBATIR LA ESPERA

Entre una mano y otra
yace la comba
de la precariedad del impulso.
Amásala.

Entre el corazón de tus manos
y el corazón de la sombra de tus manos
crece una ambigua declaración
de culpas.
No la leas.

Entre la comida y el lejano hartazgo
se mueven las cansadas manos 
de tus últimos horarios.
Córtalas.

Entre ese objeto que te llama
y tu mano que se estira
respira la burda apropiación de la especie.
Ahógala.

Entre las manos del viento del oeste
y tus pequeñas duras manos
está este papel
con la escritura 
de todos tus años.
Rómpelo.




TODOS HABLAN

Todos hablan de lo que tocan sus manos.
El portero habla de la suciedad de los pupitres.
El taxista habla de números de lejanas calles.
El padre habla de los hijos, sólo de los hijos.  

El sol habla de las malezas de mi vereda.

Cada uno es esclavo de las cosas que trae al mundo.
La hembras arrastran las cadenas
de sus milenarios cachorros.
La tierra muele las piedras de sus órganos
para llamar a las raíces de todos los árboles.

El gobernante es esclavo de los hambrientos
que incendian las calles.

Y cada uno es rey de lo que sueña.
El portero que escribe en un pizarrón imaginario.
El taxista que habla como propietario de andenes.
El padre que quiere hablar de sus recuerdos,
sólo de sus recuerdos.

El sol que ve su danza en la copa
de los árboles de mi alma.

Y cada uno es dios de las cosas
que nunca va a traer al mundo.




X CON MAR OSCURO

Penetrará
en la espesura el tiempo, Malcom, tú también
serás tiempo, serás serás ola
de hojarasca,
traspasará tu voz, hermano,
la ley blanca, no una X, miles
de letras entrarán en tu nombre, ya verás,
o no verás, tu nombre
atornillado a ningún silencio, hermano.

Pero qué va a responder Malcom, ya tan lejos
el cercano, ni su X
con puño
en el aspa,
va por más
camino,
en la sombra
por más
luciérnagas,
va por más
filo
en la plegaria,
y es él mismo, ¿quién otro?,
el que sopla y con fuego
en lo claramente inmundo, en lo sordamente espeso
de esta nada fosfórica.

Ya verás, tan de otro modo negro como tú
lo espeso, lo salado
de este siglo hilarante,
o no verás,
porque si el espacio
es blanco
el tiempo es negro,
como la lucha,
y a lo negro respondes
con negro
y a lo blanco respondes
con más negro
como un incesante mar anochecido
golpeando las espinas de los acantilados.






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