viernes, 2 de enero de 2015

MAURICIO POLINA CANO [14.400] Poeta de México


MAURICIO POLINA CANO

Nació en Atizapan de Zaragoza (Estado de México), 1980. Estudió en Colegio Baden Powell en México, y a la edad de 8 años se traslada a la ciudad de Aguascalientes, donde continuó sus estudios en Instituto Cumbres y Centro Escolar El Encino para posteriormente ingresar a Universidad Autónoma de Aguascalientes donde se licenció de Letras Hispánicas (2000-2004). En 2006 cursó el periodo de docencia del Doctorado Cuestiones de lengua, sociolingüísticas y crítica textuales en la Universidad de Salamanca (España). Ha escrito 7 libros de poesía inéditos y participado ocasionalmente en lecturas poéticas para el programa “Vinilos 45” de Radios Oasis de Salamanca. Anima el blog http://salmantino-maurixio.blogspot.mx/.





CALLEJÓN DE POETAS

Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad,
la segunda una erotización del lenguaje.
Octavio Paz
Arbolada de sombras,
Reapariciones de otoños perdidos,
Arbolada de suicidios dulces,
Arrebato de conciencias
Arbolada de luces dúctiles
Desde el otro reflejo, te veo escuálida, desfallecida,
Mundana,
Prostituta
Rosario sangrante.
Arbolada de rostros pétreos
Sempiternos saludos
Arbolada de nubes en el clítoris de la gloria
Arbolada de besos arrebatados.
Arbolada de lenguas comunales
Sexos fluidos en el averno de un ajedrez de piernas sueltas
Arbolada de nodrizas avejentadas
Arbolada de líquidos seminales en medio de la luna orgásmica
Pétrea virgen incólume,
Arbolada luz de pechos enflaquecidos. Tu nombre y el mío están inscritos aquí.




CAE LA RISA FINGIDA DE SAL

Lápidas abiertas en busca de un cielo
Climas infieles peleando un rostro
Un día más, y la vida va…
cayendo
Castillos derruidos y el aliento de medusa va naciendo
Tumbas desencadenadas
Alas negras en busca de un firme arenal
Cae tu rostro envuelto en nostalgia gris
Paralítica
Enmohecida por la lengua matinal
Tiradero molecular
Corpóreo
Erudito
12 horas después de la muerte… sigues agonizando desecho existencial




LA CAJA DE MIS RECUERDOS

Tenía tres años cuando le conocí,
Le hice la promesa que no la dejaría irse de mí,
Le rece,
No me hizo caso
Hoy, lloro en su tumba.
Te vas sin llanto.
Te metes en se agujero y no me dices ni adiós
Adiós para siempre.
Creo que te llamaban…inocencia…




LA TERCERA MANO.

Para jalar tus besos a mi pecho.
Ya no me dejes ir.
Que esté añadido al costado izquierdo de la memoria.
Sin el frío de los huesos mojados.
Con las arrugas para perforar a las almas.
Las lentas visiones.
Que siempre me pertenezca tu sombra.
Las libélulas enrollándose en laberintos turbios.
Para que me mires y no me quiera ir de tus pupilas latentes.
Bipolares.
Polvo.
Nada y el ayer perdido.




COLOSAL

Colosal criatura ¡háblame!
Baja la mirada al escalofriante mundo
Tan vivaz y sigues allá
Siempre viendo al infinito
Tan perfecto
Indeleble ante la tormenta de polvo
¡Háblame!
No sigas silenciando al ruido
Las manos de marfil de la memoria diurna
Háblame
Heme aquí, tan yo, y tan tú.
Háblame de palabras consonánticas
Colosal Figura de carne blanca, ¡háblame!
Estoy esperando un latido de tu corazón de piedra
Un minuto de tu perfección
La anatomía perfecta en el primer cincel de mañana
Háblame, no me dejes hermético
Sin la mirada que atrapa hasta el mordaz momento
Háblame de tu perfecta quietud
Milímetro a milímetro y la faz de bondad
Háblame de la vida desde la cúpula de nuestro reencuentro
“Quiero vivir sin muerte… sin verte”




TERCERA LLAMADA

Se apagan las luces.
Todo se queda muerto y, ni el ruido de un grillo preñado se escucha en aquel teatro que, con sus vitrales, emana respeto.
Pero, dijimos ¡tercera llamada!,
nada se mueve y todo queda en duda.
Tercera llamada: Comenzamos.
¿Y qué veo? la silueta de Sabines creo que alcance a ver.
Sus manos hablaban al compás de un nuevo poema,
un reflejo y no lo quiero muerto, ni muerto de amor, ni de nadie…
¡Sólo lo quiero muerto de vida!
Pero, él no me responde.
Su poesía es añeja y se disuelve con cada palpitar de un corazón lento.
No entiende la vida.
Es eso que disfruto, pero no puedo tocar.
¡Sabines, aquí estoy postrado ante ti, ante tu obra!
Por si el amor muriera, me iré contigo de rebeldía.
La estatua de tu nombre es liquida.
¡No, por Dios¡, no digas nada… ¡No flashes, no cámaras, no nada!
¿Cómo recordarte si ya no estás?
Pasaran los años y, las hojas se destilan con la nostalgia de un beso de Virginia.
Con las peleas entre dos amores,
que se esfuman con la sombra quebrada.
¡Sabines, despiértame!
S a b i n e s
Pero, Sabines ya no está.
Ya no está.
Nada fui.
Nada murió.
Todo se deseó.
De pronto, todo se murmura y nada se dice frente a la vida.
¡Tercera llamada!
Maestro Sabines: Ahora le toca hablar a usted…
¡Por si el amor, no nos alcanza en esta vida!




ERES LA DAMA QUE SE ESCAPÓ 
DE MIS LÍNEAS POÉTICAS

Cae la mañana vestida de sol
Eras tú, la que regresaba en mis labios para nombrarte
Eras tú,  la dama de gran sombrero que se posesionaba en Plaza Mayor
Eras tú,  la que te desplazabas sigilosamente, de puntillas en Calle Zamora
Eras la Dama… ¡no!, eres la Dama Universal de mis labios en forma de nostalgia
Eres la bendecida por los siglos de historia en mi mente poética
¡Ahí estás!
¡Voltéame a ver!
Soy el amante de las letras que te va buscando
Te implora a los ojos que sigas mi memoria continental
¡Aquí estoy!
Soy para ti, sólo memoria del río naciente
Aquí estoy, envuelto en lienzos de pertenencia, y llamarte a mis huellas que aún te reclaman
Soy para ti, el soldado que guarda tu corazón de oro
Una risa colgante del ojo que me mira
Silenciosamente nos damos las manos
Nos besamos los sabores de los continentes que ya nos separan
Nos embelesamos en intenciones
Yo soy la carne blanca de tu poesía facial
¡Voltéame a ver!
Soy el caballero que siempre está luchando por ti
Salamanca encordada por pétalos de rosas eclipsadas
Heme aquí, al pie del Puente Romano llamándoteeeeeeeeee.





ALCOHOL DE LA NOCHE

En tu boca de gusanos está mi mano putrefacta
Esqueleto ennegrecido por la boca de alcohol infernal
Costras pulverizadas ante la presencia de una lágrima de sangre
Cuadros viscosos protegiendo a la medusa sin rostro
Ojos sin la luz de vida mundana
Rostros adornados con un dulce látigo inmundo
Mundos adosados en el espejo de Drácula
Racimo de flores negras encima de la perfecta lluvia puntiaguda
Bosque enmudecido, y con la sombra decapitada
Manos sedientas con el ácido de la piedad dolida
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Wuapppppppppppppppppppppp!!!!!!!!!!!!!!!!





ALFILER

Un sorbo de tu beso
Una mano que galopa en las fantasmales trenzas del ayer
¡¡¡Shuasssssssssssss!!!
Vamos despidiendo a nuestras almas
Las verdades al fondo del pasillo se van mezclando
Las manecillas de un reloj perplejo se van confundiendo
Velocidades corporales
El himen del búho preñado
Lentas confesiones en el realismo mortuorio
Alfiler en un mundo de preguntas con los ojos cerrados




DEJEMOS QUE NUESTROS CUERPOS SE MONOLOGUEN
cuerpo,
incesto.
Epidemia de la boca llorando.
Que la vida nos demande,
sexo amarillo,
soledad congelada en el filamento de una noche blanca.
Polvo corporal agonizante,
vértebra gris monologando en el primer minuto de la muerte.
Risas plausibles
Dejemos que las heridas hablen,
que el montículo de vida se vaya perforando.
Polvo
Saciedad
¡Un aniquilado momento a la hora de lamentar tu risa!




Alondras sin memoria en las alas de la vida

Alondras sin memoria en las alas de la vida
Cánticos resplandecientes en la boca de mañana
Oh celestialidad, dame un motivo para ser de verdad
Que las palabras me obedezcan en el segundo del cielo cronometrado
Dame un segundo de pasividad en las cuencas del volcán de mi alma
Dame un beso lleno de bondad
Permanéceme quieto en los labios serenidad de mañana
De mañana permanéceme quieto para no morir
No desaparecer lejos de ti
De aquella bondadosa escena cristalina
Permanéceme quieto en el último suspiro de la vida.






1 comentario:

  1. Agradezco mucho la inclusión en este espacio tan emblemático. Que la poesía siga dando eternos retoños para el alma fiel.

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