martes, 21 de octubre de 2014

DAVID ORLANDO DEL ÁGUILA [13.769]


DAVID ORLANDO DEL ÁGUILA 

(Taratopo, Perú - 1988)
No nace en cuna de oro, sino entre el follaje. Fue Enero, un día 20 de 1988, cuando asomó sus narices a la ciudad de Tarapoto. Pero fue seis años más tarde que entregó sus manos a la actividad artística, sobresaliendo en los avatares del dibujo. Pasado al tiempo, y al ser únicamente recompensado con diplomas nada alentadoras, y con premios que no eran otra cosa más que biblias donadas por un pueblo católico y amoral. Decide dejar las artes plásticas, para así aventurarse en las aguas literarias, las cuales no lo ahogaron de halagos, pero sí de algún dinerillo que nada mal cae: Ganador de los “XX Fuegos Florales San Martín 2007”. Ahora, se dedica a vender sus poemas en las escuelas para publicar su poemario que, aseguro, será una grandísima mierda. Posdata: No quiere fallecer.


Su poesía arrastra la obsesión por los sueños y lo no vivido. La abstracción, sonoridad y la ornamentación están ausentes en la mayoría de sus letras, dejando híbridos narrativos, pequeñas historias de oscuridad y lucha, todo dentro de su propio ser. Fanático de poeta-cuentistas como Poe, Cortázar y Borges. La temprana lectura del poema “Himno” de este último genio citado, es la principal causa de su incursión a la poesía. “(…)Si dejas que duerma esta noche/ no soñaré contigo”, reza David Orlando como advertencia antes de entrar sin pedir permisos ni licencias, a navegar por su cabeza como simples neuronas que él quema a su complacencia.




Habítame

Quisiera ser ese muchachito del viento, pero sin viento y sin olvido, 
quisiera hasta pugnar por un planeta del tamaño de una célula en tu dermis 
para ser acariciado cuando te besan.
¿Por qué?, dios creador, inteligente raza de galaxia, no compartes conmigo un alba,
una noche de eclipse, un orgasmo, deja de encerrarme en sueños 
donde también sueño que somos amigos.




Universo

Dios no existe en mi universo,
mi habitación. Todo es caos
desde el colgador hasta mis zapatos
viejos debajo de la cama, todo es caos.

Un pájaro muerto encontré en mi ventana,
no quiero saber lo que significa.
Y aunque la misma Muerte
se aparezca y duerma conmigo, tampoco
quisiera saber lo que significa.
Nada de augurios en mi habitación,
aquí no hay destino,
mi ventana es mi ventana, yo la rijo;
el pájaro es de otra estación,
de otro universo.



Oh!

A qué hora de esta noche, se le ocurrirá a doña Poesía, bajar por esa nube, con su cigarrillo Hamilton en sus deditos de aleteo de colibrí, para besarme al oído una palabra que le de principio, y pronto, a esto que ya termina irremediablemente.




Chinita

La Chinita
no es un pequeño país oriental,
es una mujer



Póstumo

A tres metros bajo tierra, sólo así me aplaudirán,
mientras tanto mataré el tiempo fútil,
versándole a mi perro, animal. Pésima idea,
sólo escucharé comunes reclamos
de voces más comunes que el tiempo muerto antes,
endemoniados increpándome
que el aire libre ya está hastiado de mis poemas,
que mi voz ni siquiera es voz sino gemido hueco,
que asusta mi grito y no revoluciona,
que mi juventud es torpe,
torpe, torpe, torpe… continuó ladrando mi perro animal.

Mis dibujos se añejan en las paredes de alguna
habitación cerrada; y mis palabras, ya ni son palabras,han blanquecido de tanto ser leídas por la nada.
Y dicen que alardeo, que peco de mi poca moral
llamándome yo, genio. Que sufro por sufrir,
que no sé sentir, dicen, por ser pequeño aún.
Un pedazo de carne pegado a un cúmulo de arte,
eso figuran que soy. Y en parte, mucha razón tienen,
sabrán esperar a que la materia orgánica se pudra,caiga, sea comida por lo buitres. Y al ser
simplemente nebulosa, podrán llamarme Grande.




Sombría verdad

No soy capaz de mentirle ni a mi propia sombra.
Estoy muriendo, lo lamento Cielo,
mi cuerpo no ha crecido lo suficiente para ser
digno alimento de tus aves.
Y aún así,
no soy capaz de mentirle a mi propia sombra.



Es que estoy muriendo,
y te pido perdón, Paraíso,
he sido criatura divina que ha negado permanecer en ti,
he vivido y dormido del cementerio demoníaco de tu dios.
Y aún así,
no soy capaz de mentirle a mi propia sombra.



Mi muerte se acerca,
y sé que jamás me perdonarás, Madre,
concebido en tus entrañas aún no quiero dejarme nacer,
jamás me perdonarás pues no dejaré que arrulles
mi fragilidad entre tus brazos.
Aborrezco la vida que sigue después de ti,
de tu seno destila sangre
y el aliento de mi padre me quema la piel.


Estoy muriendo, y te odio, Padre,
es por ti que mi cuerpo se enloda de hierbas putrefactas
y mi alma se congela en algún
lugar diminuto del cerebro, cerebro que no es más que carne
y carne
y pus.
Estoy muriendo y tú lo sabes, nada podrás hacer,
no eres más dios de lo que soy yo de espíritu.
Nunca existimos, cómo decirle eso a mi sombra,
qué fue ella entonces si jamás estuve aquí.
No soy capaz de mentirle a mi propia sombra.




Moquito

Somos parte del mismo destino,
de la misma esperanza,
de la misma fe compartida,
de las noches solitarias, en donde
dejo correr las cosas y eso,
aquello que te da la vida,
no es un soplo de viento, sino,
un moco pegajoso que te encanta lamer.





Vida

Ahora es cuando la oscuridad me espía,
flotando bajo mi techo de vagabundo,
el Cielo.
Y creo tener hojas donde escribir,
y tu presencia cree tener luz para inspirarme.
Pues déjame mentirte hoy, llamándote eterna.
Vaya Vida,
ahora no dudaría en cambiarte por un cigarrillo.





Universo

Dios no existe en mi universo,
mi habitación. Todos es caos
desde el colgador hasta mis zapatos
viejos debajo de la cama, todo es caos.

Un pájaro muerto encontré en mi ventana,
no quiero saber lo que significa.
Y aunque la misma Muerte
se aparezca y duerma conmigo, tampoco
quisiera saber lo que significa.
Nada de augurios en mi habitación,
aquí no hay destino,
mi ventana es mi ventana, yo la rijo;
el pájaro es de otra estación,
de otro universo.






"Habitado" 


NO DUERMO

Si dejas que duerma esta noche
no soñaré contigo.
Grita, muerde,
haz bulla de batalla, golpea mi cuerpo
como si estuviese lleno de alimañas. No dejes que duerma,
que no despertaré aquí,
abriré los ojos en un país lejano en donde tú y yo seremos enemigos,
y no habrá beso al salir de la escuela
ni heladitos en el parque.




UNIVERSO

Dios no existe en mi universo,
mi habitación. Todo es caos
desde el colgador hasta mis zapatos
viejos debajo de la cama, todo es caos.

Un pájaro muerto encontré en mi ventana, no quiero saber lo que significa.
Y aunque la misma Muerte
se aparezca y duerma conmigo, tampoco
quisiera saber lo que significa.
Nada de augurios en mi habitación,
aquí no hay destino,
mi ventana es mi ventana, yo la rijo;
el pájaro es de otra estación,
de otro universo.




VIDA

Ahora es cuando la oscuridad me espía,
flotando bajo mi techo de vagabundo,
el Cielo.
Y creo tener hojas donde escribir,
y tu presencia cree tener luz para inspirarme.
Pues déjame mentirte hoy, llamándote eterna.
Vaya Vida,
ahora no dudaria en cambiarte por un cigarrillo.




T2

Necesito
una mujer que no hable mi idioma y que bese mi cuerpo,
una canción con la que vuelvan los malditos tiempos,
una princesa de hojalata imantada a mi pantalón.
Necesito tantas cosas como no te imaginas,
tus besos de sangría, tus besos de cereza,
una cachetada eterna, necesito es simple,
que vuelvas mi niña rara
que no entiendo cuando dices: manyas.


HABITADO
EDICIONES LETRA EN LLAMAS 
COLECCIÓN: UNIVERSOS DE BOLSILLO









No hay comentarios:

Publicar un comentario