jueves, 13 de agosto de 2015

GLORIA GÓMEZ GUZMÁN [16.797] Poeta de México


Gloria Gómez Guzmán

Poeta.

Nació el 25 de mayo de 1950 en Tampico, Tamaulipas; México.

Es autora de los poemarios No eran la epopeya de estos años nuestros días (UNAM/Punto de Partida, 1981),  Litoral sin sobresaltos  (Praxis/Dos Filos/UAZ, 1987), Para quienes en altamar aún velan (ITC/PCF, 1988), Aguamala y otros poemas (CONACULTA, 1998), Antología personal (Gobierno del Estado de Tamaulipas/CECAT, 1998). Ha publicado también narrativa para niños.

En 1987 ganó el Premio Estatal de Poesía Juan B. Tijerina convocado por el Gobierno del Estado de Tamaulipas.



» No eran la epopeya de estos años nuestros días

México, Universidad Nacional Autónoma de México. Revista Punto de Partida, 1981. 32pp. (Cuadernillo de Taller y Seminario, 24).



tendríamos que decir de aquellos años


Go, my songs, seek your praise from the young
and from the intolerant
Ezra Poun

tendríamos que decir de aquellos años
en que todo parecía recién inaugurado
y jóvenes los hombres y dulces las mujeres que éramos
saltábamos los muros
la vida era una roja bandera y esas cosas
entonces sí     llovía la época sobre amapolas
éramos los dueños del futuro y esas cosas

tendríamos que contarles cómo amamos
como el sueño estableció su reino entre nosotros
dejar bien claro que estuvimos
palabra desde manos sucias
intentando derribar el muro

tendríamos que decir que somos
los sobrevivientes
de una década jodida




nosotros

amaridados en el setenta
dotados de poemas y excelentes intenciones
pensábamos sobrevivir
llovía parejo en esos años
las paredes de la casa caerían
si las manos soltaban la palabra
y bueno
qué
estábamos dispuestos y sonriendo

nos hicimos una hija
y gritamos a los amigos
nuestros discos
nuestros héroes muertos antes del setenta
se nos podía mirar diciendo
los renglones de poemas nuevos
a las tres de la mañana
solos y puteando
en contra de la muerte

mirando los ojos de la gente
preguntábamos
qué historia contarán las fotos de este tiempo
qué dios se pondrá de nuestro lado
qué amigos prestarán una pequeña ayuda
para que vivamos otros ojos
qué dura lluvia caerá y limpiará
las lodosas aceras de la historia

nunca fuimos niños flor en san francisco
no estuvimos en woodstock   ni en bolivia
los amigos que quisimos
se marcharon a otro continente
nuestros héroes vivos
se hicieron millonarios
la música de nuestro tiempo
sus palabras y las nuestras
todo en vano
la pared permanece

nosotros
padres melancólicos de ahora
que huyen de las multitudes ciegas en la calle
nosotros
pobres poetas de aquí
no entregaremos las armas





tercera versión acerca de lo mismo

una se detiene
se desata las abrochaduras del brassiere
las de los zapatos
se derrumba en una silla demasiado alta
piensa lo poco
soles que de tan brillantes huyes
pedazos de poemas a los ojos de ella
troncos que el enmohecimiento aturde

una se aburre de tener la espalda
soportando un muro sordo
que
se sabe bien
caerá despacio sobre la memoria

una escribe
porque
no hay ocupación más torpe y desdichada
que vivir




poesía no ha salvado a nadie

no resuelve insomnios
no sirve gritarla en pantallas de tv
o hacerla canciones y que traguen de ella
dulcemente
los muchachos

poesía es un reluciente
bruto
fragmento de náusea
un aullido
están matando todo

la razón desvalida
para seguir aquí





que el poema me sostenga en esta tarde

que el poema me sostenga en esta tarde
en que la náusea va a sobrevenir violenta
quiero un poema manos
un poema labios
un poema falo
sólo soy una mujer de treinta
y debo morir mañana

que el poema sobrevenga a chorros
que inunde brutamente
el cuerpo sólido de noche
en que agonizo




el poema se ha atorado

el poema se ha atorado
entre el recibo de la renta
y el de la luz eléctrica




qué bueno hubiera sido que existieras

qué bueno hubiera sido que existieras
así podría invocar tu amparo
cuando me acosaran mis escasos acreedores
o bien cuando el servicio de transporte en la ciudad
no pusiera en mi esquina un autobús a tiempo

qué adecuado sería prenderte encendedores
ofrendarte kilos de jamón serrano
darte en sacrificio al primogénito afectado
por el mongolismo
todo para que sonrieras
con esa la dulzura
que te pintan

qué bueno sería que estuvieras
para que mami supiera
que sus hijos muertos
están a tu diestra
para que mi hermana delia me arrojara
un lunes por la mañana
(con sol de preferencia)
la certeza de que existes

qué bueno hubiera sido oirte decir
cuando yo salía de la playa esa tarde de agosto
con 18 años y todos los sueños del mundo
“esta es mi hija bienamada
en quien tengo contentamiento”





encendí el televisor

en el momento en que anunciabas una pasta dental
y estuve preguntándome
cómo te verías sin dientes
de qué vivirías si no tuvieras tan bellos ojos
qué será de tu figura a los sesenta
enviarás tus hijos al extranjero?
votarás por el pri las próximas elecciones?
¿sabrás que en este país hay mujeres
que sueñan con tu suerte mientras soportan
tediosas jornadas en tiendas de autoservicio?
qué clase de felicidad hace posible tu sonrisa
qué fuerzas vegetales    terrestres te animan
a quién tengo que dirigirme para saber estas cosas
dios no recibe correspondencia
los hombres y mujeres comunes
estamos a la deriva
alrededor nuestro la pasta de dientes
los botes de cerveza   muebles   automóviles
y heladas bellezas sonriendo
en vano nos arrojan salvavidas de concreto






» Agua mala y otros poemas

San Nicolás de los Garza, Nuevo León, Universidad Autónoma de Nuevo León. Coordinación Nacional de Descentralización.  Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1998. 113 pp. (Los Cincuenta).



Polilla

En defensa de algunas especies de animales que amenazan con no extinguirse


“la polilla que vive en los libros
-dice el poeta- se me parece
ella también necesita devorar
kilos de palabras
para que le salgan alas”




Un poema

si escribí
si me hallé
si ésta es mi cara y sólo yo la reconozco
si capitulé
y derrumbándome en la arena
de un litoral sin sobresaltos
me he reído
si teniendo compasión de mí
me arrojé con ropa al feliz oleaje
si he logrado salir entera
y húmeda aún he vuelto a tierra firme
si nada de eso tiene que ver con la poesía
y sí conmigo
-aunque no sea cierto    aunque haya ocurrido-
si a nadie en verdad le importa
de cualquier manera
viva el personaje




Oso con poema adentro

para el Cronopio

el oso un día se encierra en su pelambre espesa
y no está para nadie
el oso procede así
cuando siente que el frío afuera es insoportable

al oso no puede preocuparle
que su prolongado aislamiento
le haga perder algunas amistades
él sabe que ésta es una cuestión
en la que está de por medio
lo que el oso guarda pelambre adentro

sus amigos lo entienden
y a veces
sin dejar de quererlo
lo envidian



Agua firme

aunque de nada sirva gritar
que tú y yo
hicimos de la vida
un sitio demasiado hostil para la vida

aunque ya no quede nada por decir
y no me salve
ni tú

aunque vengan a decirme
que la poesía no importa

aunque no importe




Aguamar

con mi vida hice un poema
sin rima
casi sin medida
intentando un ritmo de época
que me movió
y me puso al centro de la canción
temblando
viva y feroz
casi feliz




Agua marea

si soñaste
si osaste -aterida y húmeda- amar
si lloraste y deveras harta
lograste sonreir

si estuviste aquí
dispuesta para la vida
con las armas en alto
si aprendiste a defender la porción de sueño
que nos es posible jalar a tierra firme

si es de noche y aún bailas
porque siempre ha de llegar
el amanecer espléndido

si estás viva
éste es tu poema y el mío





Agua nieva

parada ahí
entre la calle y la noche
a mitad de la esperanza
supe
que el mundo
no estaba preparado para darme otra cosa
que un baño de realidad helada
sin miramientos




Aguamala

una vez respiré el aire del mundo a través de su sangre
cuando le pedí que no me derribara cada vez
que lograba ponerme en pie
le estaba diciendo que quería respirar por mi cuenta
(esa vez era mi vida lo que estaba en juego)

una vez quise amarla en un poema
me faltó misericordia   me sobró dolor
me quedé sin habla
lo he dicho de mil maneras
si no he sido culpable
quién me marcó los ojos
y me  arrojó a la angustia
que es vivir en la palabra

una vez quise cambiar mi vida
me pinté lunares   me obsequié una flor amarilla
me descalcé y salí a la lluvia
dispuesta a intentarlo todo





lo he dicho de tres maneras
lo he creído en todo tiempo
no nací para perderme

una vez fue necesario un último balance
estaba harta   tenía frío y me sentía tan alegre
que creí que moriría muy pronto
esa vez hice una carta
una larga y lamentosa carta
dirigida a usted
a quien debo la vida y otras cosa

eran palabras mías para usted
para mi hija
para los hombres
que tan mal nos han amado
cuando la terminé pude vernos
sólo entonces intenté aprender a amarla
aunque usted no pueda
porque usted no lee cartas
y yo no sirvo para otra cosa
que para hablar conmigo misma




El poema

porque yo fui una mujer como algunas
(pocas)
que accedió a las alturas
(con pena y escondiendo los pies)
que tocó a las puertas del cielo
y para su desdicha se abrieron

yo que fui entre los humanos como un dios
temblé
allí hay nada    nadie
bajé aterrada al suelo firme

y anduve por ahí
atravesando mi época
con el largo sable del asco en las manos

porque yo amé los rostros
donde el odio iba dejando su lumbre





y hubiera lamido ese anti-sueño
si mi propia sequedad no le hubiera deparado
el desprecio que me sustentaba

quise entonces arrimarme a la palabra
entibiarme el pecho con el fuego blanco
que contiene el poema
pero
digo
qué poema podría sobrevivir
con ese fracaso como sostén

yo que he camindo la razón al revés
he amado porque odio es siempre el más fuerte
y porque no he olvidado el costo de una redención





Golpe de agua

suelta ese costal de polvo gris    hey
tira un golpe
duro y bien
mételo (tú sabes cómo)
en el maxilar derecho
de la desesperanza





La poeta porteña declara

yo no canto al mar
pero
es el golpe de su oleaje
lo que sacude
las extenuadas orillas
de todos mis poemas




Agua de uso

he pagado con vida
cada línea del poema

ese crecimiento doloroso  alborozado de la luz
fue mi pasión y mi esperanza
la porción del sueño que me sustentó mientras viví



Agua quieta

estas manos ya han metido
suficiente ruido
entre las líneas












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