jueves, 4 de septiembre de 2014

FAUSTO CARÁMBURA [13.182]



Fausto Carámbura 

(Comitán de Domínguez, Chiapas, México; 1985). Editor y promotor cultural. Cursó la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana, en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Ha colaborado en publicaciones literarias como Círculo de poesía, así como la revista Malinche, del proyecto Casa de las Américas (Alicante, España). Es director de Vozquemadura, revista electrónica de poesía alternativa; editor de la Agencia Cultural de Chiapas, de la revista impresa y digital UNIversa y coeditor de Producciones editoriales Jex. Fue director del suplemento cultural Rayuela, editado por el periódico Péndulo de Chiapas.



Quiero decir aquí 

I

digo: "ella se va" y el vacío aguarda al animal en la penumbra; quizá una tímida embriaguez recuerde el sonido del mar, su vago fondo que mi infierno no pudo despojar en el último de sus territorios. digo: "ella se va" y sus piernas apenas lograron ser cálidas y complacientes: creció de su sangre otra muerte, esa ráfaga de penumbras que perforaron mi cuerpo.


III

es tan sólo el final; la inevitable pérdida de la ciudad y sus muros. hallarás mi cautiverio, una manera de cruzar sigilosamente el vacío: innombrable fantasma cercenando los huesos.


V

mujer: conozco tu rumor, tu áspera manera con la que apareces clavándote un cuchillo. ¿es posible hallar una salida, un silbido de la sombra transcurriendo por tu rostro? —la luz se resiste de cruzar silenciosamente al vacío— yo no quise en tu corazón sentirme inútil (y la luz aún sin música ni sombra), yo no quise los nombres de las calles, sí quizás tu desnudez urgente para siempre.




quiero decir aquí

I

aquí
mi mano se abre
a través de nosotros.
aquí, quiero decir:
volví hace un año
a cercenar la cicatriz


II

aquí
al final de
la orquesta
el abundante
espuma de mar
llega con ojos
oscuros
y
en exhibición.


III

aquí
un hombre atrapado
entre cristales habla:
¿de quién esta sombra
contra mí reflejo?







IX

Acaso sueño necio
        madrugada y pesadumbre en la almohada
miedo húmedo bajo la sábana transcurriendo como horas en cero y acaso doce
             Es devenir esto del tiempo
             no hay tragedia entonces
por el agudo de la sangre........vacío de su estela
acaso pesadilla y después tu nombre
Mañana 
Llanto de piel quemada                    Huella palpitante





El tiempo nos persigue y nos des/hace (fragmentos)



           el tiempo nos persigue y nos deshace
mientras vuelvo el rostro a cualquier hora solitaria
desprendiendo la sílaba de mi reflejo desplomado
           duele la antigua herida
como duele el tiempo entre los ojos que lo piensan
imagen cubierta de símbolos
           anegando el camino pausado
de los otros que esperan la hora
sin todavía acabar de morir
en la sombra tardía de la aurora
levantando luz a quemarropa







        todos sin remedio estamos cayendo con el día
sin embargo no hay caída si las piedras alcanzan a perder su forma
aquí en la tierra
y los pájaros enlazan sus raíces al sonoro cruce del tiempo con los siglos
        el mundo cae hueco ya sin sangre
pero las mismas piedras son del río
o del camino en bandadas de aves migratorias
o del pulso del hombre asiendo su destino

        ¿hoy acaso morimos si somos como fruto aún verde,
   sin rostro, ni forma, ni nombre?
caídos sin caer en un rostro de tiempo apagado
desde el fondo sin fin
al borde del instante
regresando a la tumba de tierra escrita por el viento
         somos tan sólo caligrafía húmeda
en un reflejo suspendido






            mejor para morir como caligrafía escrita en las paredes
débil su historia rodeando los trazos invisibles
a nuestros ojos cerrados sin encontrar la orilla




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