lunes, 19 de enero de 2015

KENNET KLEMETS [14.529] Poeta de Suecia


Kennet Klemets

(Gottröra, SUECIA   1964)
Reside en Gotemburgo. Poeta y traductor. Integra el grupo poético Wunderbaum en el año de 1990. Dirigió las revistas Hovdini y Sheherazade. Publicó su primer libro, År med tretton månar, en 1997, y su quinto, Kling kling, en 2009.

Bibliografía:

År med tretton månar 1997
Lördag natt feber 2002
Accelerator 2005
Lux interior 2007
Kling kling 2009
All denna öppenhet som kommer 2011
Beröringen 2013





Selección de poetas suecos, por Hebert Abimorad.



Biotopo de la playa 

Aquí llegamos
en chancletas, bañadores y bikini
nosotros, bañistas, lo único
en constante cambio
en este entorno
cruzando adelante
entre otros bañistas
tirados en la arena
de espaldas, de estómagos, de un lado
o sentados con sus miradas
fijas hacia delante 
entre  niños rigurosamente untados con bronceador
afanados en sus juegos
entre los chicos de la ciudad
que juegan al fútbol
o hacen malabarismos artísticos
para sorprendernos
Elegimos la tumbona
de la larga fila de tumbonas 
y de repente, de ninguna parte
viene el que las arrienda
con su cartera en el vientre
sin decir una palabra 
toma el dinero
despliega la sombrilla
y de la misma manera repentina
desaparece nuevamente 
(como los arrendadores de hidropedales 
y de trajes de buceo
hay quienes arriendan tumbonas
al igual que ellos están en ninguna y en todas partes)
Ahora nos acostados aquí
bajo el sol, nos giramos regularmente 
como trozos de carne sobre una parrilla
(a la distancia parece
que hemos sido dado vueltas
por una mano invisible)

En el cielo
los aviones
se acercan y se alejan 
de manera interrumpida
con bañistas nuevos y los que vuelven a sus casas
(bombea dentro y fuera 
sangre en el corazón del biotopo)
Los marroquíes vendedores de helados
con su caja en el vientre
van de un extremo a otro de la playa 
gritan: ¡Magnum helado!
lgunas veces dejan su caja 
se sientan jadeando 
bajo una sombrilla,
se secan la frente y quizás sueñen
con una taza de té de menta 
en un café fresco
al otro lado del mar
Las delicadas, musculosas masajistas,
todas asiáticas
menos María Masajista
(con énfasis en la e:t tirando a la oe),
la alemana que en confianza dice para que todos oigan 
que es la única con formación de masajista
se mueve con rapidez en la playa  
con sus bancos plegables de masajes
de repente! bang! Se enfrentan dos de ellas,
una masajista ha estado 
en el dominio de la otra
se pegan, luchan
mientras nosotros los bañistas las miramos
divertidos y en silencio 
El socorrista, encaramado en su silla alta,
busca con su mirada indolente y altivo 
sobre el agua
como un gran depravador  

En el agua se mueven los hidropedales 
se sacuden alrededor, en círculos 
como enormes insectos
que perdieron un ala

Muy encima 
ciernen los planeadores 
en su propia superioridad en el cielo
Y allá a lo lejos, debajo del horizonte,
viajan los refugiados en inestables botes 
pero no sabemos nada de ellos
antes que un oleaje nos alcance en la playa
una, y otra y muchas veces
que pega y ruge hasta que todo vuelve a ser
como antes
no, no notamos nada
oímos el rumor
sobre cuerpos muertos
que flotan 
en una playa desierta europea
algunos kilómetros de aquí
Desconocidos el uno del otro
vivimos uno del otro
en este sistema de operaciones,
en esto de dar y tomar 
todos somos extraños
pero ninguno es Extraño,
nadie camina sin meta,
todos tienen su lugar y tarea,
todo y todos
estamos incluidos en esta balanza del biotopo
bañados en el sol
Temprano por la mañana
mientras la mayoría
de los habitantes del biotopo
duermen en hoteles y cuevas 
los limpiadores conducen  
sus tractores
de un lado a otro de la playa
rastrillan las huellas del día anterior
preparando el lugar
para este nuevo día

Lanzarote abril 2006











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