viernes, 30 de noviembre de 2012

MARIANA SUOZZO [8.617]




Mariana Suozzo

Argentina, 1982. Actualmente vive en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires y trabaja en San Justo vendiendo repuestos para automóviles. También es sommelier.

Publicaciones: Mark en el espacio (Huesos de Jibia, 2007) Día tras día (Colección Chapita, 2009). Integró las antologías Poetas Argentinas 1961-1980 (Ediciones del Dock, 2007), Ultima Poesía Argentina (Ediciones en Danza, 2008) y Lo Humanamente Posible (El Fin dela Noche, 2008).

Invitada a los Festivales de Poesía: Ciudad Emergente; al encuentro No hay ciudad sin poesía y al organizado por el Espacio Cultural Nuestros Hijos de las Madres de Plaza de Mayo, entre otros.


Cuando la forma del día desvanece

esta ligazón con las cosas

ya no es una palabra arrítmica
es una fruta abandonada, de verdulería

lo que no puedo nombrar no me pertenece
aún así cuando lo digo
adopto la forma extraña de un tren
que retrocede varias veces por la misma vía.



Lo que nos empuja a los otros

es viento que choca sobre la espalda
potente, nos sucede como un remolino
después podemos reposar en el fondo de un pozo
o quedar suspendidos verticalmente en la colina
recostados sobre un vientre desierto
pasan los días como aves sobre aquel paisaje.



Roberto, soy muy joven para morir de angustia

ya tendrías que haber arreglado el refrigerador
que te llevaste de mi casa hace algunas semanas
un dolor comenzó a estrujarme el alma
por las noches, cuando intento el sueño
mi heladera a punto de morir
me persigue rengueando por la habitación

cuando venía a visitarte pasé por la casa
dónde leonardo solía vivir antes de mudarse a españa
su padre me dijo que él y su esposa
se habían marchado ayer
algo muy importante ha quedado sin ser dicho

deberías comprender, estoy sufriendo
me sentiría más aliviada si ya la tuviera conmigo
sé que tu socio se fue de vacaciones
estás solo y sin la camioneta
las cosas se han puesto difíciles, este asunto
se vuelve cada vez más y más importante
supongo que no hay manera de que me traigan
el aparato en los próximos días

los que me rondan rumorean
y yo sospecho que es totalmente cierto,
que como no le encontrás arreglo
la abandonaste sin remordimiento
junto a otras chatarras descompuestas

soy una persona sensible, es verdad
me había encariñado con aquella cosa blanca,
resplandeciente, que me vendiste en octubre
pero estuve pensando y tal vez
deberías darme otra heladera
esa que me mostraste de color marrón y congelador
de ser así tendríamos que hablar
del reintegro en dinero que me harías
porque la otra tenía freezer

roberto, esto no solo me quita el sueño
también deteriora mi salud
no me mires de esa forma
y comprendé porqué un sábado por la tarde
encendí una vela perfumada
y me recosté para ver como el sol
desaparecía entre los edificios de enfrente,
pensaba: esta es la primer gran pérdida
que sufro desde que me mudé

la vida en el departamento no es complicada
ordeno las mismas cosas día tras día
solo me esfuerzo porque todo lo que hay adentro
tenga algo que ver conmigo y el ambiente
pero desde que dejaste alojado en la cocina
aquel armatoste ocre, despintado
algo luce verdaderamente mal

reconozco que tuviste un lindo gesto
aquello que sentí como un premio consuelo
me ayudó a pasar lo peor del verano
al menos pude conservar el agua fresca
pero ya no puedo verla, mis ojos la esquivan
como si ella cargara con la culpa, además
me recuerda que para trabajar sos bastante lento

son las siete, supongo por tu seña
que ya querés bajar la persiana
yo también debo partir
unas amigas me esperan para ver un video
brincaría de alegría si esta semana
aparecieses por mi casa
casi como si no te esperase me darías una sorpresa
al traerme algo blanco, brillante, otra vez resplandeciente.


Mirta

Comprendo que es feo sufrir la soledad (en soledad)
y que por eso me golpeas con frecuencia la pared
a mí que sufro la soledad en compañía

pienso que tal vez debería invitarte a ver una película
o a cenar con mis amigos, tal vez
te relajes y dejes de golpear

algunas noches quisiera proponerte algo
yo sospecho que detrás de los bastonazos
hay un llamado de atención que no tengo que ignorar
nadie me supo decir exactamente cómo son los suicidas
si pasan como vos la barrera de los 50
o se tiñen el cabello de rojo

pero alguien una vez me dijo
que los suicidas están ahí… balanceándose
puedo sentir como te movés en tu pequeño departamento

ahora dispongo de un lugar amplio
soy joven, tengo novio y muchos amigos
aparentemente me va bien

pero a veces siento miedo porque tampoco nadie me dijo
cómo son exactamente los asesinos, cualquier cosa
podría servir como “el motivo”

esta mañana el portero Rubén
me entregó en la mano la carta que me mandaste
a través de la empresa que administra el consorcio


De nuestra mayor consideración:

                                                             Nos dirigimos a usted
en relación a los reclamos recibidos respecto a los ruidos
que provendrían de su unidad fuera del horario permitido
por lo tanto le solicitamos, en caso de ser cierto,
cese de forma inmediata las molestias
ocasionadas al resto de los consorcistas.

es difícil que ellos sepan quién está contra quién
las dos pagamos el alquiler los primeros días del mes
y yo también te puse una queja

comienzo a comprender que en los departamentos grandes
surgen problemas grandes, desde que me mudé
no dejo de tener inconvenientes

la plomería es un desastre
y el calefón no funciona
las mudanzas son asuntos muy complicados

recuerdo con cariño cuando me cambié de casa
tuve líos con una heladera
… siempre en mi vida estará Roberto
aunque en este caso sean tres los plomeros
que me destruyen los azulejos
varias veces por semana

ya dije que la vida sola no es difícil
pasa lo mismo día tras día y parece -a simple vista-
que siempre estoy escribiendo el mismo poema

pero no se me ocurre golpearte la pared
cuando supongo que las estás pasando bien
nunca fui de desear la comida servida en un plato ajeno

por eso te propongo
que la próxima vez que te toque el timbre
no me grites desde atrás de la puerta:


“yo solamente quiero dormir! dormir! dormir!”
tal vez puedas considerar la idea de invitarme a pasar
hablar conmigo no es la muerte

debemos arreglar este asunto muy pronto
porque ambas sabemos que esa pared
fue construida con ladrillos finos, extremadamente finos.


4

Mi negocio de auto-partes consta de una oficina
y un galpón comercial que abre su persiana a la calle
allí dentro alojamos las piezas de los automóviles

en estanterías de metal, a veces subimos la cortina
hasta la mitad para que por la abertura ingrese el sol
cualquier agujero es mejor que la oscuridad del encierro

los sábados el trabajo todavía es más tranquilo
yo solamente debo esperar hasta el mediodía
para que regrese la camioneta de realizar las entregas

ahí es cuando te observo, parado en el umbral
a tu edad yo preferiría recibir una jubilación
y estar en mi casa disfrutando la tranquilidad del hogar

pero venís a trabajar igual aunque todos comenten
que plata no necesitás, tenés una casa hermosa
y siempre andás cambiando el coche por uno más nuevo.


I

si en medio de la noche se dispersa el humo
y en la cama hay bichos bolita
o en el sueño arañas, si encendés la luz
y todas las habitaciones de la nave permanecen oscuras
el incendio puede pasar desapercibido
en la luz de otros fuegos
porque en el sueño hubo bichos y en la cama arañas
y muchas veces encendiste la luz y todo permaneció oscuro
pero nunca algo en tu habitación ardió
Entonces te desplomás como un fruto maduro sobre la cama
sumido en vaya a saber qué sueño sordo
y un poema increíble comienza a crecerte en el pelo
se enreda cubriéndote por completo el cuerpo
y de pronto se hace el día y otra vez la noche
y luego el día y la noche sucesivamente, sin pausas
te ves como un astronauta espiando por la escotilla
la mirada fija en nada ¿quién otro ibas a ser?
¿el hombre araña? ¿la chica de la boletería?
fruncís el ceño, torcés los ojos y te das cuenta:
la alegría es una cosa extraña
en tu paseo por el espacio le escribís a tu amante
que continuás sintiéndote terriblemente solo.


II

te reconoces como el astronauta que mira por la escotilla

pero ya no mirás fijamente la nada
suspendido en una burbuja que contiene la visión de tu vida en colores
entonces ves cómo pasabas los días antes de emprender el viaje:
tirado en la cama convirtiéndote en un parásito de la televisión
tus amigos pensaban que habías vuelto a la heroína
pero vos mirabas, casi al pasar, la noticias dejándote persuadir
por ese concurso increíble; te anotaste con la poca fuerza que tenías
y al levantarte de la cama te dirigiste a la otra habitación
para imprimir desde internet las bases del concurso
completaste algunos formularios
y resolviste con gran soltura el ítem que te llevaría de paseo
de pronto eras ideal para ser enviado al espacio y quedaste seleccionado
ellos mandaron un auto negro y brillante a recogerte
el viaje era inminente
conociste a tus compañeros y todos estaban preparados
pero vos no paraste de hablar (traicionado por los nervios)
y comentario tras comentario fuiste quedando como un idiota
pero el traje te sentaba bien y te movías por la nave con gran habilidad
mientras los demás tenían claramente trazada su misión
vos te mostrabas muy ocupado en pequeñas cosas sin importancia
entonces la descubriste
tu misión había sido siempre la misma:
dirigirte de un punto a otro del espacio sin saber por qué.


VII

la permanencia en el espacio es bien rara

el sol sale varias veces por día: debés guiarte sólo por el reloj
al amanecer primero se ve un anillo de luz
después, rápidamente, aparece achatado
en cuestión de minutos se ilumina todo y el día renace
Cuando viste partir a los astronautas hacia la luna
todavía no ibas a la escuela
pero ya tenías ganas de aventurarte en un viaje así
adentro del cohete se vuelve a la niñez
Edgar tenía trece años y después de trabajar en el campo
corría al aeródromo del pueblo para lavar aviones
Neil antes de empezar la universidad ya tenía su brevet de piloto
algunos (aún siendo muy jóvenes)
se habían sumado a la guerra como aviadores
pero tu recuerdo es menos pretencioso, se resume en ganas inútiles
o sueños que se avivan por una imagen
y las historias que escuchás por ahí:
la nave de juguete, tu primer muñeco con traje aerostático…
a veces se expande tanto el horizonte
que no podés acordarte más de lo pasado
y cualquier recuerdo parece un invento
como cuando se produjo el despegue, recién ahora lo podés asociar
con algún viaje en tren pero vertical con mucho temblor y ruidos
después apagan los motores y el movimiento es suave
flotás: sin nada arriba ni abajo,
es lo más parecido a permanecer en el agua
pero en el espacio no hay nada que empujar.



Cuando la forma del día desvanece, Caleta Oliva, Buenos Aires, 2016.


SUENA EL CELULAR Y TE IMAGINO SOBRE UNA PIEDRA
me decís que desde ahí se escucha mejor
ignoramos el espacio que recorren las voces
para llegar al otro lado
lo nuestro depende de que haya señal
las palabras se reproducen
pero el mensaje se divide cuando tu voz se entrecorta
lo que no decimos se sostiene intacto
de la conversación me quedo
solo con lo que puede desprenderse
¿es tuyo lo que decís?
hablamos de que estás bien, de que estoy bien
de las cosas que tenemos alrededor y nos despedimos.
En la cabeza me queda rebotando tu voz
y lo lejos que fuimos a parar.



LA NOCHE NO LLEGA NUNCA
y cuando camine por esta calle y ya no viva en ella
es probable que la noche venga, como vienen las cosas
que se esperan desde hace tiempo
el que no sabe dónde está tampoco sabe quién es
y el viento fuerte es una noticia que aguarda por nosotros
un soplo que nos dirige hacia donde nunca estuvimos
pero inevitablemente iremos.



LA LLUVIA NO BORRA EL ESPÍRITU DEL VERANO
las gotas que caen se amotinan contra el piso
aplastadas por los que van y vienen
los que invaden los charcos
los que se salvan del rayo
por atender una corazonada
los que se quedan mirando el chaparrón
que cae, como cae diciembre sobre los hombros
con ese peso que varía entre liviano y cargado
los que parecen disparados por la tolva
bajo el agua bajo el sol bajo las nubes negras
los que corren con los pequeños músculos de la cara
apretados fuertemente contra el viento
los que atraviesan juntos una violenta ráfaga
partidos por el clima como se parte
la leña con un hacha.




COMO SI NO TUVIERAN VIDA PROPIA FLOTAN 
LAS RAMITAS EN LA CORRIENTE
pequeñas partes de un árbol que nunca vimos
de este lado del monte, están ahí
como si alguien las hubiera metido en el agua
para que lleguen a la orilla con un extraño propósito
amontonadas se van tejiendo en una trenza
éstas ramitas que en el árbol, secas
proyectaban su esqueleto a contraluz
y que ahora, vacías de voluntad
son empujadas a ir adonde las lleve el viento.




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