miércoles, 20 de agosto de 2014

WILFREDO MÁRMOL [12.964]


Wilfredo Mármol

Nació en Zacatecoluca en El Salvador, el 5 de febrero del año en que Fidel dirige la entrada triunfante a la Habana;  año en que son declarados, por vez primera, los Derechos de la Niñez por las Naciones Unidas. Es de los miembros fundadores del Circulo Literario Semilla de Justicia del Órgano Judicial, en el año 2006, y participante del Grupo de Escritores de La Paz. Tiene una propuesta inédita de poesía Haikú denominada “120 Haikús” y “Al final del Túnel” en el género de novela, con un carácter testimonial de su ciudad natal, Zacatecoluca. Asimismo, su  obra inédita “Círculos de esperanza: y la mujer se hizo voz” es un ocasión para reflexionar el carácter reinvidicativo de la lucha feminista y carácter patriarcal de una cultura sexista como la sociedad salvadoreña, y, por qué no afirmarlo, mundial.  Labora para la Dirección de Planificación Institucional de la Corte Suprema de Justicia. Trazos Culturales de Diario Colatino le ha  publicado en diferentes oportunidades; ha sido partícipe de conversatorios de poesía impulsados por el Órgano Judicial en Zacatecoluca, San Juan Nonualco, Rosario de la Paz, Suchitoto, Tapalhuaca, Rosario de la Paz y Santa Maria Ostuma. De igual manera, ha alternado en los Miércoles de Poesía de los Tacos de Paco con  compañeros del Circulo Semilla de Justicia y del Grupo de Escritores de La Paz.; con quienes publicó, en 2006, Antología Literaria de los Nonualcos, a través de la Corte Suprema de Justicia. Participa de la edición  Antología La Primavera de los poetas, auspiciada por Alianza Francesa. La revista Así es mi tierra de su natal Zacatecoluca le publicó en el año 2006 un poema de antaño, que refleja la virola de los años 60 gracias al aporte del corresponsal Mauricio Bolaños.




HUELLAS DE EQUINOCCIO.

El abismo sacude temores
allanan paso a las sombras de la imprudencia
sella el modelo que deshumaniza
el corazón del molde hegemónico;
son escorias que asaltan las huellas
en tormentas y explosiones;
pero,
las sonrisas esperanzadoras esparcen
el horizonte de hombres nuevos
disciernen el mundo de la equidad
son sendas de plenitud y felicidad.

Los abuelos sacan sus huesos al sol
los presentes abonamos el diálogo sincero
del mañana provisorio
amano de la diversidad.

El equinoccio
alza vuelo en alas de mariposa
se recrea con el sol
y la mirada de las estrellas
traslapa estaciones,
nueva primavera avizora
entre los seres que se aman
los humanos y las humanas
bajo la mirada
... del entendimiento.





AL FINAL DE LA CIMA

... lo hago,
sólo porque se te asoma un pedazo de ángel...
 René Chacón Linares. 


Descubro un espejo de hábitos extraños
donde lágrimas y heridas acosan la vigilia…

La metáfora del sueño entre tanto dolor
aún sigue perdida en el desierto de la sombras.

Este terco corazón naufrago de promesas
aúlla entre los escombros
esperando la suerte extienda sus alas
para borrar esa indiferencia cómplice
que brota en la pequeña sonrisa
de los olvidados.






HUELLAS

Encuéntrame al final del adiós
en el umbral del silencio,
en la sonrisa olvidada
del horizonte.

Sí quieres, dame un gesto quedito
que borre la sensación de otoño,
quizás un puñado de gracia
que deslice tus dedos
a través de mi puerta.

Sólo vos
con la tibieza del cielo
y la bondad de tus pétalos
has permitido que
el mundo siga brillando
a través de las huellas
de mis pasos
…las palabras juegan con la vida
el azar de sus movimientos
no permiten que cierre la mano
y siga escribiendo versos
que clamen tu nombre.

Encuéntrame, si quieres, al final del adiós
en el umbral en la sonrisa olvidada
del horizonte.






TE PIENSO

Sórdido escucho
el eco espumoso
de los pájaros interiores de tu mirada
nadan al silencio de las palabras
perdido en los encantos de tu silueta

Juego que comienza en el encaje del deseo,
unas sábanas blancas sedientas
serán el único testigo donde se conjugue
el verbo.
La rebelión comienza en el parnaso
de tu cuerpo
y el rugido de tus poros alteran mis pasos
entre tanta existencia,
tertulias,
miradas.
Miedo da, pensar que alguno
de los latidos se apaguen
de tanto pensarte
y esperarte,
esperarte.






ESPERA PACIENTE 

Escucho el sonido plácido
de tus miradas
caminan en el eco
quedito de las tertulias,
señalan el juego pasivo de lo inerte
mientras sedientas se alejan
como redención que habita
en la blancura de sábanas
sedientas de conjugar el verbo
amar en todos los tiempos
posibles de lo posible;

breve parnaso donde
la existencia cándida
espera paciente,
mientras la vida agota
la existencia y nos tornamos
inhóspitos,
el tiempo transcurre arrastrando
el paso de las vidas,
mientras escucho
el sonido
de tu mirada
que camina en el eco
quedito de mis tertulias
internas




ESTE TERCO CORAZÓN 

Este terco corazón naufrago de promesas 
aúlla entre los escombros 
esperando que la suerte parca 
extienda sus regias alas en la sonrisa de los olvidados. 

En las pupilas, un ejército de lágrimas heridas 
acosan la vigilia, y la metáfora del sueño entre tanto dolor, 
aún sigue perdida en el desierto de la sombras. 





MAGENTA Y CIMA 

Al escalar la cima de telarañas 
reencuentro hábitos extraños, 
espejos y fantasmas, 
lágrimas y caminos. 

Ellos me pasan la factura de la no sonrisa, 
el llanto opaco de l indiferencia 
el polvo herido del adiós. 

Su magenta desteñida, 
desconoce los tesoros de la ternura, 
la demencia de la pasión. 

Y en la cima nuevamente 
me encuentro sólo, 
volando sin medida, 
amarrado a la nada, 
celebrando hábitos extraños, 
en el reino de la tristeza. 



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