martes, 18 de agosto de 2015

J. RICART [16.824]


J. Ricart

J. Ricart es el nombre literario de José Ricart Mir (Valencia, 1973), poeta y crítico literario español.

Nació en Valencia y se licenció en Filología Hispánica. Fue director de la revista literaria Ídem. Su poesía se caracteriza por su poderoso homoerotismo. También practica la poesía visual. Su obra se ha expuesto en numerosas muestras tanto individuales como colectivas. Es un destacado representante de la literatura gay española. Entre sus premios, destacan el Premio Internacional Miguel de Cervantes de Armilla (1999) por el poemario Espejos y mentiras, el Premio Ciutat de Benicarló 2003 por el poemario Desde la Jarquía y III certamen de poesía Ibn Hazm de la Universidad de Huelva por su libro de poemas Las cenizas del viaje (2011)

Publicaciones

Poesía

Haikus (1996)
Espejos y mentiras (1999)
El mar de Homero (2000)
Samarkanda: diván del Tasbih (2004)
Desde la Jarquía (2004)
Riad secreto (2008)
Las cenizas del viaje (2011)

Editor

J. Ricart fue el responsable de:

20 años de poesía en la Universidad
44 microcuentos
La mirada llegida: antología de poesía visual valenciana. Universitat de València, 2002.
Antología poética de Miguel Hernández. Cátedra, 2012
La generación del 27. Cátedra, 2014



EL VINO DE ZEUXIS

Los surcos rectilíneos se labraron
con la paciencia de los bueyes.
La cepa ascendió trémula
buscando el dorado halago.
En la canícula sus pámpanos
fueron para el cuerpo breve refugio,
y durante los azotes del cierzo
su raíz se aferró a la vida.
Sílaba a sílaba sus granos fueron
seleccionados por manos expertas.
Su exquisito caldo fue reposando
en secretas tinajas sin memoria
hasta conjugar cuerpo y alma.

Por eso, querido lector
paladéame despacio.
Mi sangre aleja la melancolía
y promete un mundo perfecto.
Regodéate en mi lujo,
apenas hoy al alcance
de unos pocos privilegiados.
Pero recuerda mis humildes orígenes
fruto del sacrificio y del trabajo.

                                     del libro Las cenizas del viaje




DUELE

   duele tu desnudo así derramado
en el suelo como serrín del tiempo
(largheto) pausa de sangre derramada
tu hombro en tostada sombra castigado
más allá un libro inútilmente abierto
el tacto (pianisimo) prolongado
cómplice de la pereza tu espalda
así inclinada hacia un sur imposible
la tarde en una fiebre de azafranes
(molto lento) nos vuelve incombustibles
octubre sin saberlo en la ventana
voces naranjas (adagio finale)

                                       del libro El mar de Homero



HAIKUS


Ando descalzo
pisando una mañana
furiosa de árboles.

*

Sombra de parra
perros que comen moscas
de aburrimiento.

*

Sol de domingo
niños con globos rojos.
Sigo durmiendo.

*

En la garita
el soldado bosteza
y yo suspiro.


*

Tarde de octubre,
la playa recordada c
como un castigo.

*

Tu sombra junto
a una cesta de fruta.
bodegón casi.

*

Noche de insomnio,
me apetece un cigarro.
Pienso en tu boca.

*

Balcón abierto,
mosquitos sosegados.
olor a albahaca.

*

Vuelves a hacer
la maleta, esta vez
con menos sueños.


*

La lengua sucia,
barba de varios días.
Autorretrato.



ESPEJOS Y MENTIRAS

arar el sueño roto de la vida
y aunque no pudo ser no maldecir
( F. Brines)

La hoguera muerde la madera lenta
y el humo se agusana entre tus manos.
De encontrar ceniza, esta sangre a trozos,
este espacio imposible de poema.

Lees los días en viejos atriles
y los vistes con olores lejanos.
Tus ojos se rayan de tanta lluvia
lees para saber que no estás solo.

No siempre has vivido, también has muerto,
tus zapatos de cristal te delatan,
mas el labio que te supo, ahora
calla hipócritamente oscuro te niega.

El espejo esculpió tantas mentiras
que hoy sólo quedan perfumes perversos:
un olor a la altura de la boca
un olor a habitaciones cerradas.

                                     del libro Espejos y mentiras



PASEO NOCTURNO

Borra las letras después respíralas
al amanecer cuando la luz te borre
(Lezama Lima)

Tres campanadas, luego un silencio
por calles abiertas a la locura.
Un frío azul nos afeitó la cara
con el hueso del hambre entre los dientes.

Nos abrigamos en la sombra: un beso,
algún faro debió de sorprendernos.
Miras y devuelves el desafío
de la provocación haces un arte.

Una de estas lo pagarás muy caro.
Y sino ¿cuándo? De día imposible
la noche, estas migajas que nos dieron
luz aquí, sombra allá en común abrazo.

la luna nos seguía allá donde íbamos
con lupa. Tranquilo, no te escondas.
Dame esta mano despojada de hojas,
mañana así te inventaré de nuevo.

                                del libro Espejos y mentiras



23 DE SEPTIEMBRE

La vita és ricordarsi di un risveglio
(Sandro Penna)

Las nubes se quitaron el uniforme
de lluvia; el cielo se rayó de sueños.
Un domingo a finales de septiembre
al fondo, el castillo del Papa Luna.

hicimos el amor con las ventanas
abiertas, allí mismo por los suelos.
necesitabas un poema rápido
y el deseo nos unió como alas rotas.

Te apreté contra mi sed y tu boca
en ese mismo instante se mojó de cielo.
Tus besos fueron de pétalos y agujas.
un niño sangraba de fiebre fría.

Sumaste mis abrazos a los tuyos,
te abriste como una espiga de trigo.
Su piel estaba en fina miel llorada.
aquel fue mi regalo de cumpleaños.

                         del libro Espejos y mentiras




CARRETERA DE ASSILAH

La brisa del atlántico
se cuela por la ventanilla.
A ambos lados del asfalto
docenas amarillas
de puestos de melones.
y niños vendiendo falsos fósiles.

En la radio una voz rasgada
repite una y mil veces habibi
Te espío por el retrovisor,
como si fuera Orfeo. Me sonríes.

En primer plano siempre
la comisura de tus labios
Mientras te miro, embobado,
traduces a trompicones las vistas
desgastadas de la carretera:

Señalas con el dedo ma /bácara
y más allá cántara y wad.
Intento un poco torpe repetirlos
Memorizo la posición
de tu boca predispuesta al beso.
Me encanta cómo pronuncias
esta lengua que habla de amor,
y al mismo tiempo de sueños rotos. 




ATELIER DE ARTISTA

Un rayo en el cristal de la ventana,
un reguero de ropa por el suelo
(zapatos, pantalones, calzoncillos)
Un colchón de espuma tirado en tierra
(con cuatro esquinas y una sola patria)
Sobre él dos náufragos entrelazados,
(nótese el parecido con Gericault)
negándose a abandonar tan pronto
esta cómoda balsa de la noche.




CO(G)ITO ERGO SUM

   Pienso en todos esos pelos y rizos
que después se me quedan en la boca,
en la canallería de tus dientes
que me marcan de amor como a un esclavo.
Pienso en ti por si acaso funcionase
la telepatía y suena el teléfono
aunque estés a kilómetros de lejos.
Pienso una a una las letras de tu nombre
lentamente hasta completarlo todo.
Cuello. Abrazo. Rizo. Labios. Ojos. Sexo.
Vuelvo a pensar en ti cuando explico
a mis alumnos lo del carpe diem
"yententoquederosayazucena"
Pienso en ti, mientras miro entimismado
por la ventanilla pasar la gente.
Pienso en ti cada noche al enfrentarme
con la soledad hueca de mi cuerpo.
Pienso en ti, estoy pensando en ti ahora
para sacar el poema adelante
Pienso en ti, aunque quizá no te lo creas.
Pienso en ti, delinco otra vez de nuevo.





PIRATAS TURCOS

Me atrapó con el garfio del deseo.
Robusto y fuerte como un gladiador,
un perfil de camafeo romano
y un abdomen con abscisas perfectas.
Conocí en el muelle
a uno de esos piratas turcos,
rudos y bellos,
que desde siglos
vienen asaltando las costas.

Desoí a los oráculos
que advierten de la piel peligrosa
de los marineros;
y me ha robado la cartera.
(La vida es siempre una apuesta)

Muere la tarde
y con ella Bizancio,
pero la noche
no manchará nuestros sueños.

(Del libro “Desde la Jarquía”
Ed. Brosquil, Valencia 2004)



SIESTA

Tumbado sobre la arena
cierro los ojos y miro hacia adentro.
La brisa trae perfumes de sal y resina.
Declina la respiración
como una hoguera que se extingue.
Sin embargo, los poros encendidos
se abren como madréporas.
A través de ellos
una gota de sudor fugitiva
escribe el estribillo del verano.

Imagino el mar como
una lejanía azul desmedida.
Cuento sus olas como si fueran sílabas;
despilfarro así el tiempo
Este rumor amortiguado
acuna el pensamiento.

Dejo de ser:
simplemente habito en este plácido silencio
sin preguntas ni sueños.
Vacío, igual que una caracola
aspiro a llenarme de calma.
Cansado de buscar
he aprendido al fin a encontrarme.

(Del libro “Diario de Agadir” inédito)



ESBOZO

Intento atrapar el gesto entre rápidas caricias y empalagosos besos. La minucia y el detalle los reservo para la fotografía. Recorro tu perímetro: Tu piel es morena y fragante como la flor de Ketama. Después de robar la miel de tus labios, resbalo por tu cuello hasta llegar a la explanada de tu pecho. Mi lengua allí descubre dos botones encarnados, y más abajo un amonites secreto. Prosigo mi trayecto y desciendo hasta el borde peligroso de tu bóxer ajustado. Rendido por el cansancio, me hundo buscando el meridiano de la entrepierna, algunos rastros de ámbar desperdigados, o el rocío furtivo de la mañana. Tumbados sobre la cama, Rachid parece feliz escuchando una canción de moda en un walkman. Yo también soy feliz simplemente en su regazo, como si por una sola vez se hubieran sincronizado allá arriba las esferas.

(Del libro “Diario de Agadir” inédito)



Poesía Visual 



YO NO TENGO PLUMA




ALTA BISUTERIA





MICROLITERATURA




HOMENAJE A ALTOLAGUIRRE



OBSESIÓN





ANGELORUM













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