sábado, 30 de abril de 2016

RAMÓN ÁNGEL JARA RUZ [18.584]


Ramón Ángel Jara Ruz

Ramón Ángel Jara Ruz (* 2 de agosto de 1852, Santiago - † 9 de marzo de 1917, La Serena), fue Obispo de Ancud y La Serena, Chile. Cursó Leyes en la Universidad de Chile. Ordenado sacerdote en 1875.

Fue Administrador Apostólico de la diócesis de Valparaíso desde el 13 de marzo de 1894 hasta su nombramiento como Obispo de la Diócesis de Ancud el 28 de abril de 1898.

Obras

También son conocidas algunas obras y citas, siendo personaje influyente en su tiempo.

Es famosa la cita sobre el monumento al Cristo Redentor. Su inauguración sirvió para celebrar la superación pacífica de un conflicto por cuestiones de límites que había llevado a Argentina y Chile a estar al borde de la guerra.

Y cuando las futuras generaciones suban por estos desfiladeros, conducidos por brazos del vapor, no encontrarán, como en las Termópilas, escrito con sangre en las desnudas piedras, aquel testamento de los heroicos espartanos: "Aquí rendimos la vida por defender las patrias leyes". Antes bien, llegarán a esta cumbre, y en el bronce de este glorioso monumento verán grabada con caracteres de fuego una leyenda sublime: "Se desplomarán primero estas montañas, antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor".

Monseñor Ramón Ángel Jara, Obispo de San Carlos de Ancud, 13 de marzo de 1904.

Fue autor del aclamado poema Retrato de una Madre.


Retrato de una Madre

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor
y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.
Una mujer que siendo joven tiene la reflexión de una anciana
y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud.
Una mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio
y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños.
Una mujer que siendo pobre se satisface con la felicidad de los que ama
y siendo rica daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.
Una mujer que siendo vigorosa se estremece con el vagido de un niño
y siendo débil se reviste a veces con la bravura del león.
Una mujer que mientras vive no sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan,
pero después de muerta daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un solo instante,
por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios.
De esa mujer no me exijáis el nombre si no queréis que empape con lágrimas vuestro álbum
porque ya la vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan vuestros hijos leedles esta página y ellos, cubriendo de besos vuestra frente,
os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido,
ha dejado aquí para vos y para ellos un boceto del retrato de su Madre.



Retrato de Mãe

Uma simples mulher existe que,
pela imensidão de seu amor, tem um pouco de Deus
pela constância de sua dedicação, tem muito de anjo;
Que, sendo moça, pensa como uma anciã;
sendo velha, age com as forças todas da juventude:

quando ignorante, melhor que qualquer sábio
desvenda os segredos da vida;
quando sábia, assume a simplicidade das crianças;
pobre, sabe enriquecer-se com a felicidade dos que ama;
rica, empobrece-se para que seu coração
não sangre ferido pelos ingratos;
forte, estremece ao choro de uma criancinha;
fraca, entretanto, se alteia com a bravura dos leões;

viva, não lhe sabemos dar valor,
porque à sua sombra todas as dores se apagam;
morta, tudo o que somos e tudo o que temos
daríamos para vê-la de novo, e dela receber
um aperto de seus braços, uma palavra de seus lábios.

Não exijam de mim que diga o nome dessa mulher,
se não quiserem que ensope de lágrimas este álbum
porque eu a vi passar no meu caminho.

Quando crescerem seus filhos,
leiam para eles esta página;
eles vos cobrirão de beijos a fronte
e vos dirão que um pobre viandante,
em troca de suntuosa hospedagem recebida
aqui deixou para todos
o retrato de sua própria MÃE...







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