miércoles, 22 de octubre de 2014

LUISA MUÑOZ DEL VALLE [13.777]


LUISA MUÑOZ DEL VALLE

(1906 - 1987)
Nació en Sancti Spiritus, Las Villas, CUBA el 24 de junio de 1906. Eran sus padres Luis Muñoz Valdés y Francisca del Valle González, bautizada con el nombre de Luisa María Juana Muñoz del Valle. Sus primeros estudios fueron en el Colegio San Francisco Javier de Sancti Spiritus. Comenzó magisterio en las Escuelas Normales de Santa Clara y los completó en la Escuela Normal para Maestros de la Habana, donde se graduó en 1930. Obtuvo su Doctorado en Pedagogía en 1937 en la Universidad de La Habana. En 1950 completó los requisitos del programa de la Escuela Profesional de Periodismo "Manuel Márquez Sterling". Fue la primera mujer que se graduó con el primer expediente en esta escuela. Recibió del Ministerio de Educación una beca para ir a estudiar a Madrid al año siguiente en el centro de Estudios Hispánicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En 1935, bajo el impulso de los poetas cubanos Andrés de Piedra-Bueno y José Angel Buesa, publicó su único libro, Angelus. En 1936 obtuvo reconocimiento nacional al recibir su poema Romance de la Virgen de la Caridad, el tercer lugar en el concurso literario celebrado con motivo del Congreso Eucarítico y Coronación de Nuestra Señora de la Caridad celebrado en Santiago de Cuba. A partir de este momento publicó sus poesías frecuentemente en revistas tales como San Antonio, Azul, El Fénix, La Milagrosa y el Semanario Católico con quien ya colaboraba desde 1928. Fue miembro activo de la Federación de las Juventudes Católicas organizadas por el Hno. Victorino, D.L.S. desde sus primeros años. También pertenecía a la Orden Terciaria Franciscana, orden a la cual estuvo muy unida toda su vida y cuyo espíritu le imprimió un claro matiz religioso a gran parte de sus trabajos literarios.

Por muchos años tuvo a su cargo la columna católica del periódico Alerta. También gran parte de su obra poética de esta época vió la luz en distintos periódicos y revistas de Cuba. Con el cierre de la prensa libre en la Isla por parte del régimen comunista, Luisa Muñoz se vió imposibilitada de continuar sus contribuciones literarias en estos medios.

Rehusó salir de Cuba renunciando así a reunirse con el resto de su familia y muchas amistades que habían partido al exilio. Permaneció en su casa de la Habana Vieja publicando ocasionalmente sus poemas y dedicada a una amplia labor epistolar con familiares y amigos mientras las fuerzas y los recursos materiales le alcanzaban. Su familia en Miami, particularmente su hermano el Dr. Luis B. Muñoz del Valle trataron de convencerla que dejara la Isla durante el éxodo del Mariel en 1980, pero ella declinó esta propuesta y permaneció apegada a la tierra que tanto amaba.

En sus últimos veinticinco años de vida, su poesía y su pensamiento se tornan más ascéticos y profundamente religiosos. Finalmente.murió en La Habana rodeada de sus más íntimas amistades el 2 de agosto de 1987.

SINTESIS BIOGRAFICA

1906, Junuo 4.- Nace en Sancti Spiritus, Las Villas, Cuba.

1927 - La familia se traslada de Sancti Spiritus a La Habana.

1934 - El poema Civilización Occidental, con el lema "¿Sol que desciende a su ocaso final?" recibe la "Flor Natural" en los Juegos Florales celebrados en Sancti Spiritus publicados bajo su nombre de pluma de sus primeros años, Alma del Valle.

1935 - Publica su único libro de poesias, titulado Angelus, en La Habana.

1936 - El poema Romance a la Virgen de la Caridad, bajo el lema "Stella Matutina" obtiene el tercer lugar en el concurso "Congreso Eucarístico y de la Coronación", convocado con ocasión de la coronación canónica de la imagen de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba..

1937 - Recibe el grado de Doctor en Pedagogia de la Universidad de La Habana.

1950 - Se gradua con el expediente más alto de la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, Havana.

1951 - Viaja a Madrid, España como becada al centro de Estudios Hispanos de la Universidad de Madrid.

1951-1961 - Realiza labor como reportera y escritora para varias publicaciones periodísticas cubanas, especialmente para el periódico Alerta donde editaba la columna diaria de asuntos católicos.

1987, Agosto 2 - Fallece después de una larga enfermedad en su casa de La Habana Vieja.




NO ME HABLES DE TU AMOR

No me hables de tu amor.... que siento miedo
De tarte el corazón;
No me hable de tu amor, porque no quiero
Cantar esa canción.

Que es bella, sí muy bella; pero a veces,
Muy triste suele ser.
Mi vida es quieta, cándida y alegre;
Detesto el padecer.

No me hables, no, de amor, con tus miradas
De ensueño y de ilusión,
Mira que la pasión que ellos retratan,
Me lleva el corazón.

Y luego el desengaño puede ser
La niebla en que se haya de perder.

Firmado bajo el nombre de pluma de Alma del Valle y fechado en Sancti Spiritus el 12 de abril de 1926.
Publicado en la Revista de la Asociación Femenina de Camagüey en Julio de 1926.





MI CANCIÓN

Ante los viejos muros patinados,
Ante la enredadera blanquecina,
Ante los ramos verdes y morados
Que juegan con la brisa cantarina;

Me he sumido un momento en la poesía,
De aquel jardín alegre, saturado
Fue el recuerdo de la vida mía,
Recuerdo siempre bello y siempre amado.

He pasado pensando en el destino
de aquellas emociones que ya huyeron,
De aquellas que en el raudo remolino
Del tiempo, se abismaron y se fueron.

He añorado cariños y venturas,
Ausentados de mí... lejos... perdidos,
Que el jardín de mis líricas ternuras,
Trae en recuerdo como aromas idos.

Y sintiendo latir mi pecho amante,
A impulsos de mi pobre corazón,
He dicho: Yo también voy adelante,
Dejando mis recuerdos por canción.

ALMA DEL VALLE

Fechada en Santi Spíritus, abril de 1926 y publicada en la revista de la Asociación Femenina de Camagüey, en Julio de 1926.





A la Virgen María
(incompleta)

Hechicera,
Peregrina,
Floración de los consuelos,
la alegría descendiendo de los cielos,
ya se troca en luminosa primavera
para darte su esplendor, Madre Divina.

Viene Mayo con su corte de hermosura,
se prosterna ante tus plantas y te dona,
sol brillante, tiernas yemas, auras, flores,
el verdor de sus campiñas, la blancura
de sus días, y esa ofrenda la corona
con su gama milagrosa de colores.

Quiere Dios que en Mayo reines en el mundo,
con el cántico triunfal de la belleza,
y por eso se perfuma de pureza,
y de júbilo se viste el universo.
Todo en Mayo por lo bello es jocundo
y es poesía que convierte todo en verso.

Flor del alba, Virgen casta, Virgen santa,
tu pureza reclamaba el homenaje,
que los hombres te tributan en tu mes,
y por eso es que se humillan a tu planta,
desde el pobre hasta el más alto personaje
y sus dádivas colocan a tus pies.

Cielo y tierra se han tomado de la mano
como niños que se unen para el juego,
todos blancos, perfumados con espliego
y portando sus guirnaldas de alelí,
hoy desfloran su lenguaje más galano
colocando sus virtudes ante tí.

En tu trono resplandeces, Estrellita,
y con ese tu gitano encanto arrobas,
a las alturas que te aclaman Favorita
por la gracia celestial con que las robas.

Todos te aman por bendita y por sublime,
todos te aman por tu afecto que redime,
yo te adoro, oh María,
porque tú eres Madre mía.

Si los coros del Empíreo te proclaman
de los sueños celestiales, Ideal,
si las cuerdas de los célicos violines,
te regalan su dilecto madrigal,
si en su amor, los ardorosos serafines,
por mirarte solamente, más se inflaman
y se embriagan con tu gloria virginal,
dime, Madre buena:
¿Qué podrán mis labios musitar al verte,
si eres Admirable?
¿qué entonar mi lira, si eres Gratia Plena?
¿qué sentir mi pecho, si eres Madre Amable?
Reina del Amor?
si personificas a la mujer fuerte,
la mujer perfecta, ¿puedo yo ofrecerte
joya que a tus ojos tenga algún valor?

No, jamás encontraré la rica ofrenda,
digna de Señora tan glorificada,
digna de Hermosura tan resplandeciente,
digna de Princesa tan empurpurada,
digna de una Madre tan condescendiente,
digna de una Santa de tal beatitud.
Digna de una Virgen casta como lirio,
nívea como Sirio,
no se encuentra prenda,
que Ella es un espejo claro de virtud.

Sólo puedo darte como testimonio
de este patrimonio
que por nombre lleva, bien agradecer,
tímida y modesta; pero tierna albricia,
versos que quisieran ser una caricia,
por donarte el alma loca de placer.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

¡Madre, si supieras cuánto es lo que ansío,
que este pecho mío,
pueda revelarte todo su querer!
¡que este mar inmenso de cariño brote....

Boletin San Antonio del 25 de mayo de 1931. Publicada bajo el seudónimo de ALMA DEL VALLE.





DESPEDIDA

A Rosa Casanova de Avilés, con afecto.

En la dorada sala,
hubo gestos de enfado, palabras de soberbia,
silencios, desmayos... y por sólo un momento
floreció tardo ruego en los labios de ella
que hirió él con el filo de agresiva mirada.

Luego, leve suspiro,
una sombra callada que atraviesa la estancia,
una puerta cerrada con ligero gemido
y la figura alta
de la dama, que erguida con su pena agobiante,
mira sin mirar, todo
y tan sólo percibe la caricia silente,
que de un búcaro envían frescas rosas de Francia.

Alma del VALLE
Revista San Antonio, 1931, pág. 164.





DARIANA

A UNA RELIGIOSA CARMELITA

Alma nívea, cual cándido lirio,
Alma ardiente, cual flama de cirio,
Alma pura de niña ideal:
Con su llama de gracia divina,
Tu castísimo amor te ilumina,
Y traspasa cual luz al cristal.

Alma santa de virgen sagrada,
Tu pureza germina enclaustrada
En el vasto y ameno vergel,
Do florecen las cándidas rosas,
Que jamás por abejas golosas
Del placer, han perdido su miel.

Alma casta: Eres cáliz sedeño
Del que brota un perfume de ensueño,
Flor que esparce su aroma sutil
En las alas que bate la brisa;
Es tu vida inocente sonrisa,
Despertar luminoso de Abril.

Alma bella en la cruz inmolada,
Es tu noble existencia abnegada,
Una estoica y valiente lección,
Expiando los insospechados,
De este mundo tremendos pecados,
Con tu siempre inefable pasión.

Alma humilde: Escondida violeta,
Que practicas virtudes de asceta,
En oculta y sublime piedad;
Alma quieta cual agua serena,
Es tu mansa quietud nazarena,
El espejo de Cristo-Bondad.

ALMA DEL VALLE
San Antonio, 25 de junio de 1931, pág. 367.




ADMIRACIÓN

Para Gloria Ferrer, espíritu recto, entusiasta y luchador

Yo te admiro, Maestro, por tu alma de niño,
por tus mansos modales, tu caracter sencillo
y la fiebre divina, que te llena de luz.

Yo te admiro por esos ojos iluminados
contemplando horizontes de un país más lejano
y la frente bañada por la serenidad.

Por la tierna sonrisa que tu boca engalana,
por la paz que derrama tu palabra inspirada,
por tu afán incesante de inmolarte en la cruz.

Por lo puro y piadoso, por lo pobre y humilde,
por tu amor a la inmensa caravana de tristes...
porque sabes la ciencia de la felicidad.

Fechado en la Habana, 1931 y publicado en la revista San Antonio bajo el seudónimo ALMA DEL VALLE.





A CRISTO

Si todos los que sufren contemplaran
tu cuerpo destrozado y dolorido;
si te miraran, todos los que lloran,
sufrir sin una queja ni un suspiro;

si los que en la desgracia desesperan;
si todos esos tristes de la vida
sus miradas alzaran a tus ojos
y vieran cuánto amor en ellos brilla,

a tus plantas cayendo avergonzados,
perdón te pedirían,
por no sufrir, Maestro, como sufres;
por esa rebeldía
que ante el dolor el ser humano siente;
por ese cruel olvido
de todo el sufrimiento que pasaste
a fin de redimirnos.

Fechada Marzo de 1932 y publicada en el Boletin San Antonio del 10 de abril de 1932 junto con la que sigue, titulada Al hombre, bajo el seudónimo de Alma del VALLE.





AL HOMBRE

Sin en la encrucijada
te acucian los fieros lobos del pecado,
si en la mar te azota
la tormenta horrible de las tentaciones,
si en la tierra o mar
te asaltan los cuervos de negras pasiones,
vuelve tu mirada
al cuerpo pendiente de ese ENAMORADO,
que por tí se agota,
piensa cuánto sufre y habrás de lograr,
una luz divina que bañe tu alma
de infinita calma.

Pues nada serena cual considerar,
que todo lo puede su "ciencia de amar".

Publicada junto con la anterior en el Boletin San Antonio del 10 de abril de 1932 bajo el seudónimo de Alma del VALLE.






A los Cien Años

En el Centenario de Rafael Cabanilla

A los cien años, la vida
debe ser una flor viva
de recuerdos.

A los cien años, el alma
sólo acariciará el arma
del ensueño.

A los cien años, serena
debe ser la mente... estrella
clavada en el firmamento.

El corazón una brecha
por el dolor tendrá abierta
y será tenue su fuego.

A los cien años, las rosas
del camino ¡qué olorosas
han de ser para el romero!

Y la emoción será antena
captadora de tristezas
en medio del universo.

Detrás quedará lo largo
del sendero, y el fracaso
será ángel y no espectro.

Y el valor, como esas hojas
a las que el viento despoja;
pero dora el esqueleto.

A los cien años, el gozo
no ha de ser el grito bronco,
sino el murmullo sedeño.

La ambición, ha de ser una:
tener la paz de la altura,
mientras el pie toque el suelo.

Y el amor, como las palmas,
entrelazará sus ramas
en el cielo.

Fechada en La Habana, Noviembre de 1932 y publicada en el Boletín San Antonio bajo el seudónimo de ALMA DEL VALLE.






Consejo

No lamentes la ida de ese bien que ahuyentaste,
del tesoro que nunca volverás a encontrar,
los errores pasados son la luz del presente
que te habrá de guiar.

Lamentar es cobarde. Tú naciste valiente
y si ayer desgraciado, en tu marcha pasaste
por errado sendero,
hoy no habrás de extraviarte, pues te guía un lucero
que te muestra la vía prodigiosa de AMAR.

Alma del VALLE

San Antonio, Diciembre de 1932.






CONTRASTE

En tu boca, en tus ojos, en tus manos,
la vida contemplé
y dije entusiasmada: "Este es el cuerpo
que con vida más rica examiné".

A tu alma volviendo las pupilas,
asombrada quedé,
porque helada e inerte se encontraba...

¡Ni un átomo de vida! --murmuré--
y buscando la causa de su muerte,
que era un jardín, entonces observé;
mas, en este jardín casi desierto,
ni una planta de amor quedaba en pie.

Alma del VALLE

San Antonio, 10 de marzo de 1933. El tema de este poema con algunas variaciones aparecerá en la colección publicada en angelus, bajo el título de Becqueriana.






Ahora

A Maria Cecilia Folchs Mencia.

¡A gustar el agua
de la fuente nueva;
el agua que tiene
frescor de rocío para la garganta!

¡A ensanchar el iris
con la luz del alba;
que nos abrillante
su claror primero, los ojos y el alma!

¡A otear las ondas
que en el aire danzan;
que el oído capte
la música pura al punto que nazca!

¡A expander el tórax!
Prístinas fragancias
inunden el pecho:
Busquemos resinas y esencias extrañas.

¡A gozar la playa!
El sol y la arena,
el iodo y el aire,
nos den sus caricias en hora temprana.

¡Juventud!: Extiende
tus brazos de bronce
al mundo que marcha.
Hoy es Primavera; acaso mañana
para tí sea tarde....
Este es tu momento:
estrecha con fuerza
el maravilloso instante que pasa.

"Boletin Oficial" de las Antiguas Alumnas de la "Natividad", 10 de julio de 1933. Este poema fue publicado en 1935 con ligeras modificaciones en el libro angelus con el nombre de La hora esquiva.






DESENGAÑO

Sale el alma enamorada de la vida y la alegría
a gozar... y va a la fiesta,
vestida de regocijo.

Todo es ruido y algazara
en la fiesta... todo es brillo,
todo fantástico, todo
carcajadas y bullicio.

Se halla estremecida el alma
ante tanta fantasía
y sus ojos expectantes,
de asombro y sorpresa brillan.
Ante la fiesta se queda
arrinconada y remisa
y mientras los otros bailan,
ella, callada medita
en las turbias carcajadas,
en las frases de caricia
y en los simpáticos gestos
de fraternal acogida.

Porque ha visto, tras la máscara, la faz de la hipocresía
¡Y tantos hermanos lobos
vistiendo vellón de armiño!
Mala fe hay en los ojos
de los hombres, que rendidos
fingen amor a las jóvenes
para gozar sus hechizos.

Picardía en sus miradas; en las de ellas, envidia
por las galas de las otras,
por sus gracias y atractivos.
Y crítica, en las de todos
y en los espíritus, frío...
El alma se siente sola
cerca de tantos amigos.

El alma vuelca sus ansias
y se exhala en un suspiro.
Entre tanta escoria humana
¡cuan inmenso es el hastío!

Cuando torna de la fiesta,
también en su faz hay risa,
una risa que es sarcasmo
y de luto va vestida.

El desengaño del mundo,
su maleficio ha cumplido:
¡Nunca olvidará lo amargo
de las heces de ese vino!

San Antonio, 10 de octubre de 1933.






La Cabeza de San Francisco

Frente amplia, pensante, cavilosa;
si muro al exterior, fragua por dentro,
donde palpitan todas las verdades,
y toman forma todas las visiones.

Ojos iluminados, simpre mansos,
siempre dominadores
ojos, que a quien los viera en sus ensueños,
parecerían puertas de la gloria,
por todas las bellezas que externara
el interior derroche.

Hundidas las mejillas, como lirios
que van a morir pronto,
lirios lacios, sedientos,
cruzados de dolores.

Boca firme; labios aun cerrados
de una elocuencia enorme,
que dicen de energía y de ternura,
decisión y prudencia;
labios recios, creados para abrirse
por la palabra noble.

Acusado el perfil, perfil de santo,
más que perfil de hombre;
flácido de expiación; pleno de cielo;
bañado en suavidades,
como si recibiera en pleno rosto 
ríos de resplandores.

¡Cabeza nazarena de Francisco,
no se puede mirarla,
sin que prendan incendio los fervores;
no cabe contemplarla sin que rompa
en la conciencia, un despertar de aurora,
por descubrir el hondo y delicado
sentido de la vida,
que hiciera Santo al Hombre!

Alma del VALLE

San Antonio, 2 de octubre de 1934.






NATACHA

Natacha nunca está triste;
¿por qué triste habría de ser?
es niña, sana, bonita
y no sabe de lo amargo de la hiel.

Es hija de proletarios,
proletarios de taller,
y en su casita modesta
Natacha princesa es.

Natacha ya va a la escuela
y la maestra no es
proletaria, es burguesa;
pero no lo quiere ser.

Tampoco quieren los padres
de Natacha carecer
del lujo del hombre rico,
sino competir con él.

Natacha no tiene penas;
ríe que ríe la ves
cada día, con los negros
bucles en loco vaivén.

Pero aquellos que rodean
a Natacha, suelen ser
hoscos y tristes, cargados
de amarguras y acidez

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Natacha, si eres tan linda
como una rosa de té,
¿por qué te enseñarán cosas
que fea te han de volver?

Natacha, si eres tan blanco
lirio de Abril, dí ¿por qué
pondrán en tus manos lodo
para construir con él?

¿Por qué, si vive la risa
en tus labios, ha de ser
que balbucées palabras
como lágrimas?. . . ¿por qué?

¿Por qué tu puñito rosa
se alza en martillo y con él
quieres castigar al cura?
¿qué mal te ha podido hacer?

¿Por qué tus labios se tuercen
al ver al niño burgués?
¿No sabes que tus abuelos
fueron burgueses también?

¿Por qué endureces tus ojos
frente al niño de Belén?
Díme, Natacha, ¿no sabes
que él también obrero fué?

¡Pobre Natacha risueña,
bullicioso cascabel,
pronto no será tu gozo
puro, como ahora es!

¡Pronto la mala... semilla
del odio habrá de nacer
y te ahogarán sus raíces
todas las dichas del bien!

¡Oh, Natacha encantadora,
quién pudiera sustraer
tu futuro, a los que tanto
dicen que te quieren bien!

Aparecido en el boletín San Antonio, La Habana del 25 de noviembre de 1934 
bajo el pseudónimo de Alma del VALLE.






angelus (libro)

Este es el único libro publicado por la Dra. Luisa Muñoz del Valle. Fue publicado en La Habana en 1935. El libro incluye sendas contribuciones poéticas de Andrés de Piedra Bueno y José Angel Buesa. Ambas composiciones rinden un cálido reconocimiento de los méritos de nuestra autora.

A continuación presentamos los poemas de angelus según el orden en que aparecieron en la publicación original.



LOS PEREGRINOS

I

Se detuvo en la senda que seguían,
cuando llegaron a la encrucijada;
él siguió solo, caminito arriba,
con su fardo de brumas a la espalda.

Ella, lo vió seguir rota de angustia,
por la ruta encarnada de las zarzas,
y sin fuerza en sus miembros doloridos,
cayó rendida por su propia carga.

Allí quedó, mirándolo marcharse,
hasta perderlo en la extensión lejana,
y llorando por él, que iba tan solo,
cerró sus ojos a la senda larga.

II

Cuando emprendió la ruta nuevamente,
repasando las huellas que él dejara,
una sierpe--el dolor--iba mordiendo,
el corazón en donde se enroscaba,

mientras clavaba en el cerebro turbio
rapaz preocupación, sus finas garras.
Ella iba valiente por la senda,
sin pensar en su vida destrozada.

Iba animosa; pero entre sus labios,
un ruego desolado se hilvanaba:
Señor, que no lo alcance en el camino,
y quiebre mi valor con su mirada.

angelus, La Habana, 1935, pág. 11.





JUNTO A LA VENTANA

La tarde envuelta en nubes, como el alma,
el cielo, como el alma, también gris;
la casa silenciosa y asfixiante,
y lleno de recuerdos el jardín.

El firmamento amaga con tormenta;
la hora gris-azul, es casi añil;
el caserón desierto, ¡qué penoso!
¡cuántas cosas de ayer latiendo aquí!

Las trompetas del trueno suenan lejos,
el viento va tocando su clarín;
los dedos de la lluvia dan escalas

a los vitrales: do, re, tic, tic, tic...
Y en el reloj del corazón es hora,
de sofocar la angustia de reir.

angelus, La Habana, 1935, pág. 13.
Nota del Profesor Oscar Fernández de la Vega: 
De las estrofas que tan discubiblemente llamamos tradicionales, Luisa creaba poco en romance y casi nada en soneto. Este, muy explícito en lo conceptual subjetivo, es el único que ha llegado a nosotros y nos parece uno de los puentes más claros entre su lírica estrictamente individual y la más alta entrega posterior, ampliamente religiosa.





FUGA

Se hizo el silencio en el salón. El cielo
tendía su telón de terciopelo,
tras la ojiva marfil de la ventana:
Cayó sobre sus rostros, como un velo,
la duda, y, amargada de recelo,
trazó la angustia su señal arcana.

Grave y pálido él; trémula ella,
le dieron por final a su querella
callada hostilidad; y hondo quebranto
en sus semblantes dibujó su huella....
Por el telón azul rodó una estrella
que se les antojó su desencanto.

angelus, La Habana, 1935, pág. 15.
publicado también en "Horizontes" en Abril de 1939.





LA HORA ESQUIVA

¡A gustar el agua
de la fuente nueva;
el agua que tiene
frescor de rocío para la garganta!

¡A ensanchar el iris
con la luz del alba;
que nos abrillante
su claror primero, los ojos y el alma!

¡A otear las ondas
que en el aire danzan;
que el oído capte
las músicas puras al punto que nazcan!

¡A expandir el tórax!
Prístinas fragancias
inunden el pecho:
Busquemos resinas y esencias extrañas.

¡A gozar la playa!
El sol y la arena,
el iodo y el aire,
nos den sus caricias en hora temprana.

¡Juventud! Extiende
tus brazos de bronce
al mundo que marcha.
Hoy es Primavera; acaso mañana

ya sea muy tarde....
Este es tu momento:
estrecha con fuerza
el maravilloso instante que pasa.

angelus, La Habana, 1935, pág. 17.
Publicado con anterioridad en el "Boletín Oficial" de las Antiguas Alumnas de la "Natividad" el 10 de julio de 1933 con el título Ahora, y dedicado a Maria Cecilia Folchs Mencia. Esta versión anterior presenta unas ligeras variantes a la publicada posteriormente en el libro angelus.




BECQUERIANA

En tu boca, en tus ojos, en tus manos,
la vida contemplé,
y dije entusiasmada: ¡Este es el cuerpo
que con vida más rica examiné!

Y, volviendo a tu alma las pupilas,
asombrada quedé,
porque inerte y helada se encontraba.
¡Ni un átomo de vida! murmuré.

angelus, La Habana, 1935, pág. 19. Este tema habia sido publicado bajo el titulo de Contraste en el boletín San Antonio publicado el 10 de marzo de 1933.





DADIVA PLENA

He dado a manos llenas
mi gozo, mi energía,
mi comprensión, mis sueños;
toda la delicada,
la honda y misteriosa
armonía del alma.

He volcado las arcas
del palacio interior.

Ya no me queda nada
del íntimo tesoro,
a no ser esta copa,
con su líquido intacto,
que temblorosamente
aun conserva mi mano.

¿La quieres?.... Es de barro
y su vino es anhelo.
Si la aceptas, te llevas
mi propio corazón.

angelus, La Habana 1935, pág. 21.





CON VOZ DE CRISTAL:

I. VEN

II. TIMIDA

Llega pronto, muchacho... Ya hace años
que espero tu llegada,
silenciosa y alerta en mi casita
la cinta del camino contemplando.

Llega pronto, no tardes. Una a una
las cuentas del rosario voy pasando,
el rosario de luz de las quimeras
está casi acabado.

Un centinela ya mi puerta acecha
y con furia da fuertes aldabazos.
Yo te espero a tí sólo y lo desoigo
y firme, no le abro.

No le abro, mas... ¿sabes? ¡temo tanto
que su fuerza se doble en un instante
que a su impulso se quiebren los cerrojos
entrando en tu lugar el Desengaño!

angelus, La Habana, 1935, pág. 24





SI ALGUNA VEZ . . .

Si en la penumbra azul de los recuerdos
entrevieras la sombra de mi alma,
ten para ella suavidad de musgo
y caricia de ala.

Si en la rosada aurora de una dicha,
alguna vez me hallas,
piensa que encadenó tu voz el gozo,
al florecer amor en mis palabras.

Si en la albura de hielo del hastío
un día me encontraras,
no olvides que mi mano fué de seda
para enjugar tus lágrimas.

Evoca los momentos transitorios,
en que ardieron a un tiempo las miradas,
se perdió la palabra en el silencio,
y lloraron las almas.

Pasa callado junto a mi, callado...
y haz intenso el instante,
tendiendo una mirada pura y larga,
para el alma que va, sola entre todas,
y se llama tu hermana.

angelus, La Habana, 1935, pág. 27.
También apareció en "Afán", de noviembre de 1947, aunque con la última estrofa reducida a cuatro líneas:

Pasa callado junto a mi, callado...
y haz intensa mirada pura y larga.
para el alma que va, sola entre todas,
y se llama tu hermana.





INMOVILIDAD

Huyó la risa; se escondió el coraje
y el alma se quedó como de seda;
honda, triste y serena como un lago,
un lago que en la noche se durmiera.

Desasida del mundo y su bullicio,
sólo a sí se miró con desconsuelo,
sumió en sus aguas su esperanza mustia
y olvidó sus estrellas y sus vuelos...

Quieta permaneció: Agua estancada,
pensando en el dolor de su destino
y no vió florecer en sus riberas,
ni sintió de la luz el labio ardido.

Así pasó su juventud estéril
y así también el resto de su vida
sin estremecimientos de entusiasmo
y sin cascabeles de alegría.

Como en deshielo por lo lenta y sorda,
se hundió en el Infinito mansa y triste
y nadie comprendió la enorme angustia
cerrada en su inmovilidad de Esfinge.

angelus, La Habana, 1935, pág. 29.
También habia aparecido ya con anterioridad bajo la firma de Alma del VALLE en el boletin "San Antonio". La Habana, septiembre de 1932.





SOMBRA

Y todo fué más breve que el relámpago.
Fué luz que me cegó con su destello,
chispa del pedernal del entusiasmo,
un astro que rubrica el firmamento.

Después... desolación, desdén, hastío,
el espíritu herido en pleno vuelo;
un ascua que se apaga: mi esperanza;
un cielo que se nubla: mi deseo.

Y las hondas tinieblas que se tienden,
envolviéndolo todo en manto denso;
nube de proporciones gigantescas,
palio que nos vedara el firmamento.

Sombra negra, tenaz, que se hace mano
para estrujar el raso de los sueños,
sombra que me sofoca, cual ceniza,
y pesa como bóveda de acero.

Sombra de alas sin vuelo, pesimismo
del que en la fuga pierde el movimiento,
vacío doloroso del que anhela
llegar muy alto y siente su descenso.

angelus, La Habana, 1935, pág. 31





DIPTICO DE PRIMAVERA:

I. GRIS

II. BLANCO

Mi terraza está de fiesta:
Una caja de colores destapada
donde brillan los matices,
de las flores y las ramas,
y las piedras fosforecen,
cuando el sol las encandila,
como lindas lentejuelas de cristal.

Mi terraza es una caja de pintura;
una caja colosal.

Primavera se revela toda entera:
resplandece en los colores,
tiene manos en la brisa,
y su risa está en el canto matinal.
Primavera en la terraza es una niña,
saludable y juguetona,
que alborota su alegría virginal.

En mi caja de pintura, los creyones
juegan su ronda ideal.

angelus, La Habana, 1935, pág. 34.
Publicado más tarde también en "Azul", en 1951.





INFANTIL

Si yo fuera golondrina,
áquella que está en lo azul,
me daría toda al viento,
y, ¡qué gozo sentiría
siendo juguete en sus manos,
calzadas de blanca luz!

Si fuera esa margarita
que entre la hierba se asoma,
en la hierba me acostara
para dormir y soñar.
Cuán lindas cosas soñara,
sobre mi verde sofá!

Si fuera esa perla grande
del arete de la Virgen,
subiría a la conchita 
de su oreja de biscuit.
Por decirle muchas cosas,
quedaría siempre ahí.

Si fuera aquella estrellita,
que en el cielo parpadea,
de una nube haría columpio
y de otra cachumbambé.
Con un lucerito hermano
tendría loco vaivén.

Si yo fuera pececito,
aquel de plata y azul,
me daría toda al agua
y nadie aventajaría
la delicia de mecerme
en su regazo de tul.

Golondrina, margarita,
perla, estrella, pececito,
si todo eso fuera yo,
al dormirme cada noche
más lindos cuentos tejiera
con el hilo de mi voz.

angelus, La Habana, 1935, pág. 39.
También poco después en Matanzas el 30 de noviembre de 1935.





CANCION DE NAVIDAD

Mes de Diciembre... mes de Diciembre,
¿qué me traerás?

Tus mañanitas frescas y opacas,
sin flores ni aves,
¿qué me traerán?

Tus tardes frias y nebulosas,
¿un rayo tibio
de sol traerán?

Tus noches claras y misteriosas,
¿una estrellita
no me darán?

Mes de Diciembre... mes de Diciembre,
yo bien presiento que me traerás
lo que me diste todos los años:
sueños, anhelos... y nada más.

angelus, La Habana, 1935, pág. 41. Este mismo poema había aparecido ya en el boletín San Antonio del 25 de diciembre de 1932 bajo el título Canciones de Navidad y firmado por Alma del VALLE.





IRIS

Mi verso, jirón de iris,
es un penacho muy blanco.
Mi verso es un haz de luz
en cien matices volcado.

¿Colores? Una paleta
de mil tornasoles hago.
Este es mi verso, mi verso
de claridad embriagado.

Mi verso es un abanico
que ante las pupilas abro:
su cromático paisaje,
por ser de ilusión, es raro.

Mi verso es de lentejuelas:
rocio policromado.
Pensamientos, fantasías
y emociones, lo formaron.

Mi verso, que sale afuera,
es pálido y débil rayo;
el que adentro resplandece,
es un sol en meridiano,

y su lengua de luz vida
es un inquieto muchacho,
que lucha, trabaja, bulle,
se repliega o se levanta,

sueña, padece o se alegra,
vive, en fin, como mi alma,
y es, a la vez que mi aliento,
mi tirano.

angelus, La Habana, 1935, pág. 43.





CANSANCIO

En los flecos de una ola,
sepultamos la esperanza.
Las gaviotas de las nubes,
dicen adiós a la espuma,
y está muy lejos tu barca.

En un osario de brumas,
viene a descansar mi alma.

angelus, La Habana, 1935, pág. 47.


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