martes, 27 de agosto de 2013

DELFINA GOLDARACENA [10.386]


Delfina Goldaracena (1990-2006)

ARGENTINA

Quería ser poeta. Fue víctima de las rutas de la muerte

Tenía 16 años. Era alumna de la Colegio Ecos de Villa Crespo. Con sus compañeros había viajado al Chaco para ayudar a una escuela rural. Un chofer ebrio y un camión zigzagueante embistieron al micro donde viajaba y terminaron con sus sueños, con su vida y la de nueve de sus compañeros. Escritora prolífica desde los siete años, su familia editó un libro con sus poesías y lo recaudado será destinado a la Escuela rural 375 El Paraisal, de Quitilipi.

DELFINA GOLDARACENA: TIEMPO EFÍMERO

Una poética que abocándose a lo más cercano nos confiere una visión del universo. Dinamismo en tiempo vertical que transpone un instante inmovilizado.



Manuscrito pensado (tal vez) para una entrevista en la radio:

Xq empezaste a escribir?
(Fuera de nada)
X la conexión que tenía en mi casa. En casa siempre había escritores que leían poesía

pensás en la escritura como tu futuro, pensás seguir siendo escritora?
creo que la poesía no se deja así nomás
a veces termina siendo una necesidad
creo que a uno lo mantiene -la poesía- (en el buen sentido)

¿En qué momentos te sentás a escribir?
Ningún tiempo y en cualquier lugar


DATOS BIOGRÁFICOS

Nació el 21 de septiembre de 1990. Desde muy chica se advirtió en ella una sensibilidad muy especial. Era la hermana menor de una familia de cuatro hermanos. Siempre se destacó por su bondad y creatividad. Tocaba el piano pero además era una excelente deportista.
Comenzó a escribir desde muy chiquita, ya entonces se perfilaba la mirada poética que no la abandonaría jamás. Movilizada por las desigualdades del mundo participó, también desde muy chica, en proyectos solidarios.
Trabajó con chicos sordomudos, aprendió el lenguaje de las manos. A los 6 años compuso una pequeña pieza para piano. A los 11 años tuvo un accidente en la montaña cuando practicaba ski lo que la dejó amnésica y con una paresia en el lado izquierdo que superó con su habitual empeño pero por sobre todas las cosas, con esa pasión que tenía por la vida.
Ya algo más grande se apasionó por el rock y su historia y más de una vez añoraba haber "vivido los 60". Lectora selectiva, a los 14 años declaró su amor por Kawabata y la literatura japonesa. Inquieta, apasionada, llena de amigos, muy querida, decidió abandonar su colegio en zona norte para seguir buscando el sentido de su vida en el colegio Ecos.
Murió el 10 de octubre del 2006.



TIEMPO EFÍMERO

PRÓLOGO

Cuando la conocí Delfina Goldaracena miraba y sonreía como si recién hubiera aparecido. Donde ella estaba era como si se hubiera abierto de golpe una ventana, un espacio sorprendido. Y es que su criatura era pura luz inteligente.
Desde muy niña escribía poemas asombrados y asombrosos. A los seis años decía: La flores que gritan el silencio/como los áboles que tiran/los gritos al silencio.
Los poemas que aquí van a leer son todos los que escribió en su vida. Murió a los dieciséis años en un accidente de tránsito junto a otros adolescentes que venían del Chaco, de una escuelita donde compartieron los dones de la tierra. Cuatro años antes la muerte la buscó en la nieve. Pero no pudo verla. Delfina tenía demasiada claridad.
Ella sabía de esa acechanza cuando escribió: Cuando quise/prender mi/luz negra/ya no existía/ ya no era la de antes y/ ahora soy el árbol. Y en muchos versos más. Y es que lo oscuro engendra tanto como quiere exterminar el prodigio.
Su biología entera era la poesía. Tal vez por eso tuvo la extensión pequeña y la duración inolvidable que tiene una canción.
De Juan, su padre, había heredado la emoción por los campos y los caminos. De su madre, Cristina Domenech, poeta también, el ardor por las palabras.
No le dio tiempo el tiempo a salir del misterio de ellas. Recién venida del caos ardió dentro de su enigma, hechizada. Y se fue naciendo.
Aquí quedan fragmentos de esa insolación maravillosa. Un iluminado arrebato al sueño del mundo.
Ha muerto una niña poeta. Nos dejó tristes. Nos dejó cantando.

Leopoldo Castilla





Cuando quise
prender mi
luz negra
ya no existía
ya no era la
de antes y
ahora soy el árbol

1997


El sol del atardecer
hacer creer
más vegetal a mi corazón




Necochea, julio 1997






La flores que gritan el silencio
como los árboles que tiran
los gritos al silencio






Delfi y sus poemas


Los sapos que viven en mi pileta
que viven en el pasto de mi casa
Cuánto amor tienen al vivir
en mi casa los sapos







Mientras amanece


Los ronroneos de los gatos
la lluvia que cae del cielo
el pan del amanecer
y las alas del picaflor
que no se ven







La luz del teatro


La luz de la noche apunta el espacio
las abuelas con dientes juegan
conmigo a la pelota
el sol es negro como la tinta
los anteojos caminan hacia el público


1998


Dulce es el que maneja el viento
el que fusila el carbón
el que mata la naranja de la fuerte juventud
de la gloria del sueño
pero es más dulce el caramelo de la vida






Un campo donde
los pájaros cantan
y las gaviotas callan
Que aquel pez
de aguas azules escuche
un sol por la noche y una
luna por el día.
Que nadie sea olvidado para sacarse
las ganas de correr a un conejo







Sólo una vez

sólo una vez lo hice
por debajo del agua
con el romance
desnuda
y el palacio del mar
acusándome de un robo
los caracoles
los peces
las aguas frías

(mi alma no resiste
a tal belleza)

me matan
me entierran
pero mi alma sigue viva






Leyendo la vida es papel
la sombra del viento ya
no mueve las olas del mar
Y escribiendo la vida es corta
como una nube de agua






La paloma alza el ala
y se cubre de viento
su alma no resiste
se echa a volar
su piel se vuelve tibia
su mano regresa
mira el lejano horizonte
siente el dolor
algo se desprende de su cuerpo
cae
las olas la cubren

el rayo del sol
quema su frente

(sus piernas atadas al agua)

cae al fondo de unas aguas secas de tristeza







La muerte

La luna va detrás de mí
impidiendo la muerte
que se realizará mañana a primera hora
Quiero ver la primera hoja que cae
despertar
aliviar
morir
nacer
perder
ganar

yo no se cuál de ellas
yo no se cuál
yo no se el día
yo no se la noche
pero hay algo que sé

cuántos días pasaron







La calva noche
el día luminoso
un cuarto sin alas
un beso sin boca
un beso fuerte de amor
Madre ¿dónde está el día de la noche calva?







1999

Viento


El viento volaba
en aquellas rocas se oía
el viento era fuerte, astuto, rencoroso
y con forma de caballo manchado por tinta roja






Un mundo soñado 

Una uva que me mira
con sus pies amarillos
El espejo que me mira
ya no es mi mundo

Te haremos un cumpleaños mi niño
en la uva:
mojada
rota
flor
flor de uva
flor vida
flor que cuando
las nubes se hicieron para mirar
el agua que no soporta

Mi uva mira la nube
Mi uva es el mundo
ya no es vida
es muerte.

09/07/99







El tiempo

La mano que un día fue tuya
la mano que tuviste aquel día en esa noche
la noche que tuviste la mano del tiempo
la mano que tuviste en el regreso de la noche
fue en el día de la sombra
Tu mano era firme
Tu mano fue única
Tu mano murió esa noche
La noche fue solitaria sin mi mano
porque mi mano hace la escritura
y la escritura hace la vida.
Tu mano tenía letras.
Tu mano tenía voz.
Yo no hice la escritura
la hizo mi mano con su mente
Porque la mano tiene tierra en su pecho.

Rosario, 14/10/99. Presentación del libro Tierra Negra, de Cristina Doménech






El silencio

Nunca un mensaje silencioso que abra
una ventana
Mientras el cielo azul arrulla mis ojos
las estrellitas lavan mis pecados
de las mentiras
¿Por qué se cae mi ventana?
¿Por qué mensajes silenciosos?

El pincel se desliza sobre la tinta negra.






El día y la noche

El sueño de una estrella es el que se cuenta
cuando el cielo lo decide
el día de sol no es un día de aventuras de cuento
son días que
ya saben
que el rostro puede sentir aire mojado
seco
o
ya saben
aquel bosque que conocí era raro
no tenía
árboles
claro
tenía árboles pero eran
ya saben
los árboles comunes
del sueño son
rosa el tronco y azul la copa






Atracción*

Agua gris por la vida pasa
con olas negras y acompañada por tormentas
¿qué día terminará el temor del miedo que ahuyenta el sol?

Las hojas que caen son eternas
son pájaros sin canto
sin voz
sin vida

¿Tienen las hojas el aroma de las flores por el amanecer del canto sin voz?

El paisaje brilla por el sol
atrayendo la brisa del cielo.
¿Puede el paisaje atraer la luna con su belleza?

El pez que nadó ayer hoy no lo vi
el pez tenía canto
tenía ausencia
tenía un sol en sus manos de acelga


¿Por qué uso esas extrañas palabras del olvido negro?

¿por qué no podré tocar mis manos de ángel otra vez?


*Agua, hoja, costas, fruta, paisaje, luna, pez, pescador, nave, llanto, brujas, aleteo
(alas de pájaro)



Me arranco las sombras
me arranco lo que fui
me arranco el pecho y con él se va el alma
saco la tierra
mi cara se cubre de polvo
mi mano se desvanece como la sangre
mis pies se queman como arena
pierdo la mirada
y con ella el olfato y la gracia
mi ser se va por los caminos desnudos
me arranco el lápiz y con el se va mi vida


Primer premio de poesía, Club Náutico San Isidro “Nuestros Socios Escriben VIII”, 1999






Madre

No me dejes solo la noche
en que la música canta su canción
el fuego
la sangre
la luz
la vida
la muerte
extraña
misteriosa

pero lo único que queda son las hojas
de cada libro

Madre no me dejes solo esta noche







La mano

Era una mano tan sólo lo que se me acercó
no era el monstruo que pensaba mi cabeza
tampoco era esa pluma verde que el vecino me advertía tocar
Tan sólo era una mano







La mano que desliza amor y poemas de antes






La frontera negra

Las sierras de Egipto que van más allá del horizonte
las lagunas calientes
los caminos desnudos vestidos de gris
(es la frontera la inquieta)
los pájaros acabados
las radios calladas
mi mano ya se muere
¿Qué haré sin mi vida?

2/1/99



2000


Reflexiones de un niño

Maleficiar la luna cada noche
para no ser atrapado por las ventanas cerradas

Javier Villafañe 


Cuando uno aprende algo pronto
-a deslizarse en un campo para sobrevivir
al maleficio de una voz cercana-
o a humillar una puerta lejos del sol pero cerca del tiempo
Cuando uno aprende algo no deseado
quiere que los pedazos de piel salgan a pelear la batalla
o quedarse en el cuerpo sin tener que levantarse de su lecho
o podría ser al revés
-sobrevivir al maleficio de un campo
para deslizar una voz cercana-
lejos del tiempo
y cerca del sol humillar una puerta






Mi mundo es una hoja
de árbol que ha caído de su mundo
¿Cómo comprende la hoja que ya es tiempo de vivir?
¿Cómo canta el pájaro antes de cenar?
¿Cuál es el viento que sorprende a las nubes?
¿Es ese el sonido que vuela por mi vida?
El mundo se gasta y luego descansa con la hoja a su lado
y con un poema dentro








Un niño nuevo es una hoja en el aire
que luego se vuela y pasa a ser la vida.
Un niño creciendo es la esencial nube en el cielo
que rodea la luna llena.
Un niño da sus primeros pasos
esta es la estrella de una luna de un pequeño
universo lleno de lunas y lleno de estrellas
El niño del que hablábamos tanto
ya no es un niño
Es tan sólo unos huesos
juntos unidos por carne que sostiene los brazos.
Ese niño lejano de su mundo
envejece con el dragón de seda que lo acompaña
en su lecho mientras descansa







Tu palabra es de pájaro
pero tu mundo es silencio
y tu aire es nube
Nos besamos
en el hueco de la sombra
Ya el símbolo no es la sombra
es la memoria de un campo lejano

Junio 2000







a Julio Llinás

Cuando quise prender mi luz negra
ya no existía
Ya no era la de antes y ahora
es el árbol quien la tiene
Ya no soy yo
Yo no soy la persona que se bajó los pantalones en el teatro
Yo no soy la persona que le mostraba mi flor muerta a los vecinos
Yo no soy yo
Yo no soy la persona que mató a ese perro insoportable
Yo no soy la persona que actuó con un mal papel en TV
Yo no soy y cuando quise prender mi luz negra
Ya no existía

24/4/2000







Las frutas de aquella noche llovieron
las sombras de tu universo son mágicas
ese plato, el que nunca
me di cuenta de que era una rama sin flor
noche sin luna
e incluso
hojas de geranio que derramaban tu petróleo
el petróleo de tu mirada
el que no me deja respirar tu voz
El sufrimiento resulta ser un acto
telón, escenografía e incluso mi gato
quiso ser protagonista
Pero no
nadie en el escenario
porque el reglamento dice así:
ceniceros en llamas
flores sin tallo que soporten su deslumbrancia
una sorpresa de madre
nuevos intentos
de los que nadie podría escapar

Este poema se lo dedico a Cristina Doménech (mi mamá), 17/11/2000







a papá

La vida pasa alumbrando el sol
conquistando las aguas grises
y sin que la luz roja atrape tus sentimientos

Siempre que te sientes a leer es el principio de una nueva vida

7/5/2000






La verdad parece un sueño
y el sueño parece verdad







a Pili y sus amigas

La injusticia de la vida ha sido probada
el camino corto es el sabio
el ignorado
La injusticia es potente contra el viento
y el camino destruido por la lluvia
Un campo a lo lejos vi ayer
el campo no tenía hora
solamente tenía furia por dentro
¿por qué no hubo hora terminada?
Y ¿por qué no tuvo fuerzas para evitarlo?

7/5/2000







El mundo no es sólido
como esas nubes del desierto
donde siempre hay agua y nunca escasea
El sol no es frío
como el humo cerrado por el fuego
que quemó ese bosque precioso
donde los caballos montaban grandes jinetes
y doncellas de cuento
juegan a mirarse mientras juegan naipes
sino es caliente
como un toro español
Las muñecas no son muñecas
sino la realidad
y tomaron el mando
y así sacarnos adelante
y el aire no es hermoso
como las aves de cuento







El grito del hombre ahuyentado fue angelical
fue fuerte de tal manera
fue una brújula perdida en el sur y en el norte
fue un gato verdeazul
fue como una bota metida en una media
fue como un anteojo ciego
y un reloj de cartón
pero siempre siguió siendo un grito ahuyentado de hombre

29/5/2000






1 comentario:

  1. hola. buenisimo el blog y gracias por difundir.. delfina luminosa! saludos..

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