viernes, 8 de enero de 2016

JESÚS SANTRICH [17.865]


Jesús Santrich

Seusis Pausivas Hernández, alias Jesús Santrich (1967, Sucre, Colombia), es miembro del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, es uno de los jefes del Bloque Caribe de esa guerrilla, una de las 30 personas que conforman el Estado Mayor, y uno de sus negociadores en las conversaciones con el gobierno Santos.

Él explicaría su posición así: "Yo decidí vincularme a las Farc porque creí que era el pensamiento más coherente, más consecuente. La afinidad entre el Partido Comunista y las Farc, la afinidad ideológica, también me condujo a vincularme en sus filas".2

Hernández, asumió el alias de 'Jesús Santrich', posteriormente ingresó a las filas del Frente 19 de las Farc en su brazo armado que operaba en Sucre.

Como militante de las Farc ha estado ligado a las estructuras del Caribe (en zonas como la Sierra Nevada, los Montes de María y Córdoba) y el nororiente del país (Serranía de Perijá), pero también estuvo en el Caguán durante las negociaciones con el gobierno de Andrés Pastrana.

Se ha especulado sobre una degeneración ocular de Santrich,3 el cual se encarga primordialmente de las comunicaciones y propaganda de la guerrilla a través de la red clandestina de emisoras de las Farc como la Cadena Radial Bolivariana Voz de la Resistencia de la cual es uno de sus fundadores.4 Esta emisora surge después de la 8ª Conferencia de las FARC y sobre todo desde el año de 1995.

En el 2008 publicó un libro denominado “Cuentos y Diez Relatos Tayronas” sobre los pueblos indígenas de la Sierra Nevada.

Nacido en la costa caribe colombiana en 1966, guerrillero bolivariano, integrante del Estado Mayor del Bloque Caribe de las FARCEP en el que sueña y combate por la Colombia Nueva y la Patria Grande del Libertador.

Responsable de la Cadena Radia Bolivariana Voz de la Resistencia, ha estado comprometido también con la tarea de poner a andar la palabra armada del fusil de la verdad contra la tiranía mediática, desinformadora y alienante del imperio y sus lacayos oligarcas.


Marquetalia

A los héroes de Marquetalia y a quienes
siguiendo su ejemplo han derrotado la
perversidad colonialista del Plan «Patriota»
Entre la pólvora y el verde la vida;
cataclismo que se torna en esperanza
al nutrirse el porvenir con los caídos…;
las profundas raíces de la conciencia
abonándose con sangre de valientes
entre urbes y montañas insurgentes
que hablan con la voz de Jacobo Arenas
para decir patria desde sus entrañas.

Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada
La resistencia es la siembra en las tinieblas
de las semillas de fuego de alborada
donde Jacobo Prías ingenia versos
con vocablos de emboscadas guerrilleras:
Marquetalia es el poema de la aurora
que desboca sus anhelos socialistas,
el sagrado tricolor de la bandera
en el antes, el ahora y el mañana.

Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada
Marquetalia son los surcos que retoñan
con la certeza del pan para el hambriento;
Marquetalia es el trigal y la maicera
la noticia de la tierra emancipada;
Marquetalia es el crisol de la esperanza
Isaías Pardo asaltando los cielos;
Marquetalia es epopeya comunera
del que sueña y lucha la Colombia Nueva
Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada
La utopía de Hernando Gonzáles fulge
y la victoria del pueblo se devela:

Marquetalia es Marulanda en resistencia
Marulanda es pobrería levantada;
Marquetalia y Marulanda son parcela:
libertad y dignidad son la cosecha;
contra el yanqui que asesina y nos saquea
Marquetalia es de los pobres la trinchera.


A TU DECORO CANTO

A Sonia, prisionera del imperio
Desde el subsuelo de mi alma;
desde la atalaya de mis esperanzas,
desde los arraigos de mi fe
en tus puras causas de pueblo
te profeso mi amor:
amor de pólvora y obuses
a tu osado ser de combatiente,
¡camarada!
¡compañera!

En el verde bosque y el rastrojo
escucho el vuelo de tu risa
y de tu voz hermana
de la voz del monte
y del relámpago
y del acero…, tu voz.

Humeante fusil de ideas
en la trinchera de las convicciones
dispara…
porfía…,
arenga…,
vence la distancia,
las infamias…,
y las rejas
desde tus libres manos campesinas,
guerrilleras.

Tu nombre de fuego,
compañera,
me sabe a libertad de pueblos,
camarada;
por eso te canto desde las trincheras
por eso te canto en las barricadas;
canto a tu decoro
que se me vuelve trigo,
y agua
y pan
que germina de tus pechos.

A tu dolor por la tristeza ajena canto,
canto a tu bucólica presencia encarcelada.
Con la mirada del sol
y el aliento de la luna
te entrego mi amor sin condición,
mi firme credo en tus razones
mientras
contra la infamia del imperio
canto…,
tomando la voz de tu rebeldía,
mi valiente guerrillera,
mi camarada:

por la redención de los pobres
es que te declamo
y canto.



LUCHO POR QUE CREO

A mis hijos

He venido de un no se dónde
del rincón vigente de los rebeldes
transitando la vida
con el ansia eterna
de atrapar al tiempo en su carrera...

Me alienta la esperanza
de alcanzar con los humildes
el futuro fruto del fusil y el sueño;
y en el sopor de mis cansancios
Versos Insurgentes
y mis deseos,
reflexiono un instante y manifiesto:

que se que pienso porque existo,
que se que lucho porque creo...,
y que creo en lo que sueño,
y que es mi sueño
el mejor mañana...;
pero cavilo sin prisa
y me sorprende
que es dicha certeza y más
lo que colma mi esperanza
en el todo pleno de las ilusiones
que tejen mis pensamientos:

existes tú como tierna concreción
de mi presente...,
compañero fiel de mi destino.


CAMPO SIN LABRIEGO

A los desplazados de Colombia

Como un desierto
su boca sin palabras,
como árida tierra
su corazón
sin alegría…;
la angustia en el grito
sobre la parcela incendiada,
arrasada...,
escombrada en cenizas
y mojados muertos degollados.

En nuestra propia sangre,
en nuestras propias lágrimas y lutos
nos han hundido;
está huérfano el yucal
está triste la maicera…;
huérfano y triste campo
sin labriego…,
muriendo en la muerte
y en la vida misma muriendo;
muriendo una vez
y mil veces muriendo
para una vez resucitar
y mil veces volver resucitado
en puños de pueblo múltiple
redivivo, arrojado…, insurrecto, ¡revelado!:
convertido al credo
de Bolívar, de Cristo y Don Quijote:

«los tres más grandes majaderos».



GUERRILLERA

No te vayas guerrillera
no te marches compañera;
si te vas tras el combate,
si te duermes de agonía,
no me dejes sin tu esencia...,
no abandones mi conciencia.

Déjame un pedazo de tu voz
para sembrarlo con tus besos
en la esperanza profunda
de mis sueños combatientes.

Déjame un pedazo de tus sueños,
para guardarlo sin cadenas,
en el raudo viento
de mis ansias libertarias.

Déjame las huellas fatigadas
de tu larga marcha en la montaña
para encontrar en esa ruta
el mejor futuro sin tiranos.

Déjame las alas de tus quimeras,
... tu olor a monte, ... a cañada,
y tu credo firme por lo justo,
y tu insaciable entrega por lo digno.

Déjame el aliento dulce
de tu sabia lucha por el pueblo,
para juntar tu fuego con mi fuerza
y pelear sin alto en las trincheras.

Déjame tu canto de guerrera,
déjame tu fusil y tu alegría,
déjame tu magno empeño y valentía...,
para hacer de la batalla,
aunque sea con la muerte,
mi querer..., mi poesía.



GLADIADOR DE LA NEVADA

A Solís Almeida, perseverante
comandante comunero.

Inexorable destino el tuyo
caminante gladiador de la Nevada:
trepas los corceles de la historia
y con tu acero
de ilusiones justicieras
sonrojas al sol en tus batallas.
Con tu pinta de Quijote
en tus empeños
los molinos del mal ya no te tumban;
truena victorias
tu fusil guerrero,
y con el alma henchida
de fuego firme boliviano
a la lucha incitas,
(comunero!,
a hacer del suelo colombiano,
del hombre nuevo,
un semillero.



FLORECER DEL ALBA

Yo veré florecer el alba
con una brisa de montaña
que despeinará tus cabellos
mientras te reclinas tranquila
sobre mi pecho,
y escucharé viajar
el rumor de jolgorio
que se escape de las
almas alegres
de los festines de los pueblos,
y sentiré posarse
tus besos en mi cuerpo invadido
de una felicidad infinita
cuando en una mañana
de sueños bolivarianos
suenen más que nunca
las papayeras.

Yo veré los ojos de los míos
con lágrimas de emoción
y de entusiasmo,
y te acariciaré,
y te besaré,
y te poseeré
salpicada de luna mañanera...,
y diré con un grito de alegría
en mi garganta
que nuestra esperanza no amanecerá
para volverse patrimonio de museo,
sino para poner a marchar la lucha,
sin descanso,
por la defensa
de la Colombia Nueva.



FUEGO BOLIVARIANO

Al compañero Presidente Hugo Rafael Chávez Frías,
incansable soldado de la causa bolivariana.

Como enorme trueno que a tiranos estremece
un relámpago en el llano y en la cordillera
despierta a todos los pueblos de América entera
dando la anhelada hora en que ya amanece
con un nuevo sol que para los pobres resplandece;
y es alma de arcabuces que patria disparan
extendiendo manos amigas que nos amparan
con su fuego caudaloso de amerindia savia
firme y atinada audacia revolucionaria
sempiterna luz del futuro que se prepara.

Con pleno amor a la humanidad y a la justicia
el ideal de la Gran Colombia se proclama
como limpio fontanal que libertad derrama
y crecientes de unidad sin manchas de avaricia;
es el genio de Bolívar quien todo lo auspicia
para ver la América Nuestra confederada
y nacer del universo, entonces, como espada
que rompa las cadenas y yugos del oprobio
y las hincadas maneras que expresan agobio
hasta escuchar de la gloria su mejor tonada
Imposible olvidar el propósito sublime
la cátedra de dignidad que lo dijo todo
que con rauda sangre de héroes encontró su modo
recordándonos que de batallar no se exime
quien piensa en la lucha como el arma que redime.

Nadie duda que a la noche le sigue el día
ni que naciones hijas de su rebeldía
con sus chispas de arrojo encenderán la pradera
avivando la llama de su gente guerrera
y el sagrado fuego contra la tiranía.



CONCÉDEME UN DESEO MADRE

Concédeme un deseo madre
en el nombre de tu amor
y de tus más sentidos pensamientos:
riega con tus manos
mi ceniza al viento
entre cantos que narren
con tu voz de alondra
la bella historia
que forjaste con mi padre
en aquella villa construida
sobre amor y piedras.
Ándate danzando
por el caudal añejo
de los bellos tiempos
en que acaricié tus canas
para darte un beso...,
y entona entonces
la canción que encierre
mi dorado sueño
de la bolivariana patria sin cadenas.
Riégame madre
en tu reino humilde de laureles,
riégame entre la espesa grama
nacida de tus dedos de maestra,
riégame entre tus jardines
de naranjos y veraneras,
riégame como ceniza
pero también como simiente,
riégame como materia
pero también como conciencia,
... riégame en tu terruño,
riégame en tu corazón,
riégame en la mente inocente
de mi descendencia.
Riégame, madre, confundido
entre el aura de tu pureza,
y cántame Granada,
madre,
y cántame Las Flores Negras...;
o déjame, madre,
simplemente,
derramado como recuerdo
con tus lágrimas y tus ruegos
en los remansos del silencio
que anclado habita,
como hechizado,
ahí en medio de los cerezos.



AMIGO, CAMARADA, COMPAÑERO

A Julián Conrado, cantor
de la insurrección

Me asaltó la idea
de decirte algo...
por que eres mi amigo,
mi camarada,
mi compañero...;
me asaltó la idea
de expresar de manera breve
lo que en ti yo veo
y sólo supe decirte,
guerrillero,
que...,
juntas los versos,
unes las notas,
levantas tu canto,
intuyendo la justicia...,
arrancándole a la vida
nociones de patria nueva;
armas en canciones
mensajes de amor
imaginando el fuego
gestor del hombre nuevo...,
ola inmensa del ejemplo comunero.

Sólo supe decirte
que escucho en tu palabra
presagios de libertad
que derrotan los temores
contra toda mácula de maldad
que pretenda destruir
al pescador de nuestros sueños...
Sólo supe decirte,
que te he visto abordando
tus botas viejas
para emprender las rutas
de la lucha
llevando a cuestas
tu equipo montañero
cosido con las mismas manos que marcan la nota
y empuñan el fusil
y le hablan al pueblo
mientras palpas la inspiración
que logra la complementación
entre el combate y el amor certero.

Sólo supe decirte,
que te he visto expresarte puro
sin rencor,
aunque te toque posar de duro...,
y te he imaginado constructor
del asalto mismo de los cielos,
pregonando
el anuncio inaplazable
de la terrígena paz sin hambre
como sueño primero.
Y te he sabido,
en fin,
reflejado en el espejo
de nuestra breve historia,
como profeta caribe
que levanta con esplendor
el fuego del acero,
con la misma pasión
con que aprendes el canto lamento
de la gaviota marina
que se mece en el viento.
Sólo supe decirte,
sin bonitas palabras,
pero como mensaje sincero,
que te siento mi amigo,
mi camarada...,
mi compañero.











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