jueves, 15 de septiembre de 2016

GERHARD GUNDERMANN [19.144]


Gerhard Gundermann

Gerhard Rüdiger Gundermann (Nació el 21 de de febrero de 1955 en Weimar, † 21 de de junio de de 1998 en Spreetal) fue un poeta, cantautor y músico de rock alemán.

Antes de la reunificación alemana Gundermann fue portavoz de la gente de la región minera de lignito Lausitz. A menudo era polémico porque algunos de sus textos intentaron resolver de manera muy directa con los problemas menores y mayores de las personas en el área. Después de la reunificación alemana, se dedicó cada vez más a la protección del medio ambiente y era crítico del desarrollo social en el este de Alemania.


“Nunca dejará de crecer la hierba”: 
Gerhard Gundermann, voz rockera del Este

Por JOS SAGÜÉS
Universidad Complutense de Madrid
josagues@filol.ucm.es



En la República Democrática Alemana, a comienzos de los años 80, los jóvenes escritores, cantantes, poetas y artistas, libraban también su lucha democrática contra un socialismo fosilizado. Y muchos lo hacían marginándose, sin concesiones a una cultura oficialista que no se correspondía con el afán de libertad. La expulsión del país del poeta y cantautor Wolf Biermann en 1976 significó un punto de inflexión en la relación de los autores más jóvenes con el régimen. Decidieron no participar ni colaborar con el estado. Se colocaron voluntariamente al margen de la sociedad.

Ejercieron trabajos y funciones también marginales, optaron por vivir de una manera alternativa a lo realmente existente y se instalaron en una corriente contra cultural. Muchos acabaron abandonando el país, otros fueron expatriados. La liberalización cultural que se había iniciado a mediados de los años 70 también se estrellaba contra el muro de la intransigencia oficial. En el mundo musical, los grupos de rock se habían instalado entre lo oficial y lo marginal. Grupos emblemáticos como los Puhdys, Karat, Pankow o Silly convivían con los grupos punk Sandow, Die Firma, Paranoia, o Die Skeptiker. En prácticamente todos los grupos musicales y bandas la ‘Stasi’, la seguridad del estado, había infiltrado a sus informadores. En ese contexto de lucha por la democracia, donde coincidían los defensores del socialismo democrático con los liberales, los conservadores comunistas y los progresistas democristianos, sobresale una figura que con el tiempo se acabaría convirtiendo en un personaje de culto en la escena alternativa: Gerhard Gundermann.

Gerhard Gundermann nació en Weimar en 1955 y murió en Spreetal en 1998.

En él se sintetiza de una manera muy gráfica lo que fue y dio de sí la República Democrática Alemana como intento de construir una sociedad más justa y solidaria, donde el libre desarrollo del ser individual tenía que ser la condición para el desarrollo libre de todos. Ya sabemos que no fue así. Gundermann fue de esas personas que no pudieron mejorar el mundo, pero al menos lo intentó. Estudió bachillerato, se matriculó en la academia militar de donde le expulsaron en 1975 por negarse a cantar un himno de alabanza al general, empezó a trabajar como peón en las minas a cielo abierto en Hoyerswerda (Cottbus) y se especializó en conducción de máquinas pesadas. Durante ese tiempo colaboró inoficialmente con la Seguridad del Estado, ingresó en el Partido Socialista Unificado de Alemania en 1977, formó parte del club musical de Hoyerswerda, que se transformó en el grupo de rock “Brigade Feuerstein”, fue expulsado del partido por defender sus propias opiniones, readmitido y vuelto a expulsar en 1984. En ese mismo año la Seguridad del Estado también lo rechaza por “arbitrariedad contumaz”. Compaginó su trabajo en la excavadora con su actividad musical, tratando en sus canciones un amplio espectro de temas: el trabajo, la vida y la muerte, la ecología, el desempleo, historias sencillas, la naturaleza o la degradación medioambiental. Se ha escrito que Gundermann está en la tradición de nombres como Georg Büchner, Heinrich Heine, Georg Herwegh, Ferdinand Freiligrath y Georg Weerth, escritores del siglo XIX cuyos poemas y canciones forman parte de la historia de la lucha por la independencia y la libertad en Alemania.

También se ha dicho que forma parte de la tradición de los Joan Baez o Bob Dylan. En cualquier caso, Gundermann siempre quiso ganarse la vida con su trabajo como conductor de una excavadora, llevaba una vida casi ascética para ser también rockero: no fumaba, no bebía alcohol y era un vegetariano convencido. No quiso entrar nunca en los circuitos comerciales, jamás dejó de ir a trabajar aunque regresara de un concierto y apenas hubiera dormido tres horas, siempre dijo que quería vivir de su trabajo, que quería ser un obrero tal y como él lo imaginaba, un buen padre como todavía no lo era de largo, ser “todo” un hombre, ser cantante, ser una especie de “clown”, de escritor y de director. Quería, en definitiva, ganarse el pan con sus manos; la música, el arte, no podían convertirse en negocio. Quería cantar contra la explotación de los seres humanos, de la naturaleza, cantar al entendimiento y a la paz. 

Cuando en 1995 se hizo pública su colaboración con la Stasi lo reconoció de forma natural: “No me veo ni como víctima ni como verdugo. Me comprometí con la RDA, ¿con quién si no? he repartido y he encajado. Y he aprendido.

Por eso estoy en el mundo”. Gerhard Gundermann murió el 21 de junio de 1998 de un infarto cerebral fulminante. Tenía 43 años. Dejó a su mujer Conny, a sus cuatro hijos, a sus tres gatos, a su perra, a su jardín de Hoyerswerda y dejó también una docena de discos.

La actividad cultural de Gundermann sólo puede entenderse como expresión de un proceso muy contradictorio. Su ímpetu revolucionario juvenil, la voluntad de contribuir a la construcción del socialismo le llevaron a un compromiso político no dudando de colaborar con cuantas instancias de poder se le ofrecieran. Demasiado niño para haber forjado su rabia como tantos jóvenes en las luchas de 1968 contra la guerra del Vietnam, las muertes del Che Guevara y Tamara Bunke o la rebelión antiautoritaria; empieza a adquirir conciencia política a través de la música. El X Festival Mundial celebrado en Berlín oriental en 1973 significó para Gundermann una experiencia de liberalidad y apertura. El reconocimiento de la RDA por la mayor parte de los estados durante ese año reforzó el sentimiento de Gundermann de estar en la línea correcta. El desarrollo de una cultura sin tabúes que se propició inicialmente desde las más altas instancias del Estado supuso una eclosión de nueva creatividad, de optimismo, de libertad y, al mismo tiempo, de identificación con la RDA. Esa generación adquirió conciencia de que podían contribuir activamente a la realización del socialismo, de la igualdad y de la solidaridad entre los pueblos. 

Sus primeras canciones fueron sobre Vietnam y en aquel contexto de movilización mundial contra la barbarie imperialista norteamericana Gundemann no dudó en intentar incorporarse al ejército de su país como oficial. “Tengo tres padres” –decía– “madre, padre, pero también el estado. Algún día tendría que devolver algo, porque hasta entonces sólo había recibido sin nada a cambio. Para mi la cuestión era servir de manera efectiva”.

Su honestidad, sin embargo, no soportó el carácter dictatorial del estado socialista alemán. Precisamente porque el mal llamado socialismo realmente existente no tenía nada que ver con la utopía comunista, Gundermann se dedicó a inventarlo con sus canciones.

Su principio de libertad era muy sencillo: “todos aquellos que quieran venir, deben poder hacerlo, todos aquellos que quieran quedarse, deben poder quedarse, todos aquellos que quieran marcharse, deben poder marcharse”. Así de fácil pero nada menos cierto en la RDA. La expulsión de la academia militar supuso liberarlo del tedio y acomodamiento de la vida cuartelaria. Pero su sentido de la responsabilidad, su deseo de estar en primera línea de combate le llevó a trabajar en la mina como conductor de maquinaria pesada. Al mismo tiempo desarrolla su actividad como cantante.

En el trabajo destaca como obrero comprometido: denuncia la mala planificación, la desorganización, la ausencia de material de trabajo y hace propuestas de mejora tanto en las condiciones laborales como en la productividad. En 1978 funda con otros compañeros el grupo “Brigada Feuerstein” –la brigada pedernal– y Gundermann destaca en la elaboración de las ideas, los textos y los programas. La “Brigada Feuerstein” se pone al servicio de las necesidades culturales de su pueblo y participa en numerosos conciertos escolares, teatros infantiles y fiestas populares. Continuando la tradición de “Der rote Rummel” –el jaleo rojo– los grupos culturales proletarios de los años 20, “Brigada Feuerstein” procura hacer espectáculos didácticos y divertidos. 

Gundermann escribe textos sobre melodías de los Beatles, Rolling Stones o Abba. Siguiendo a Brecht, trata en sus temas desde cuestiones cotidianas al sostenimiento de la paz mundial. Lo social y lo individual debía discurrir por la misma senda, pero ya sabemos que el “socialismo real” no dejó de ser una forma de capitalismo de estado.

Su primer disco Männer, Frauen und Maschinen (Hombres, mujeres y máquinas) (1988) es preludio pero también síntesis, aunque parezca contradictorio, de su producción posterior. La RDA se tambaleaba y el escepticismo y el pesimismo hacían mella en Gundermann. La canción “Lancelots Zwischenbilanz” (Balance de Lancelot) resume esa decepción:



[…] desde hace 15 años aguardo en la plaza del reloj y ya no soy tan joven, y aguardo y aguardo y el clavel rojo de mi escudo hace tiempo que se ha agostado y oteo en la niebla por si llega el hombre que me diga te necesitamos, ahora te toca a ti, pero ya no sé si puedo cantar... y me siento derrotado y no sé por qué y nadie me pregunta ni nadie me envía, nadie me nombra la meta y la vía y sólo escucho a los dragones reír en la tierra de nadie...


El derrumbamiento del bloque socialista significa para Gundermann una nueva experiencia vital. El desmantelamiento industrial, el desempleo, la liquidación de lo colectivo, la privatización de los servicios, el capitalismo puro y duro, en definitiva, le lleva a una reflexión profunda. La actividad cultural, la música, los conciertos, eran cuchillos demasiado cortos para una noche tan larga. El reconocimiento de la nueva realidad le aboca a un pesimismo vital, aunque no se da por vencido: “todas las películas que quise rodar ya se han hecho, todos los trajes que quise coser ya han sido cosidos, todas las canciones que quise componer las ha cantado el Boss, soy simplemente un pobre perro, pero ojo si me sueltan de la correa...”

Razones para la rabia contenida y el pesimismo había a raudales. Los intentos reformadores que no cuestionaban el socialismo como forma de estado no podían prosperar. La millonaria manifestación celebrada en Berlín el 4 de noviembre de 1989 que intentaba darle continuidad a las reformas democráticas fue respondida con la apertura de las fronteras cinco días después. El muro había caído y con él la República Democrática Alemana. En marzo de 1990 se celebraron elecciones parlamentarias en la RDA. Una gran coalición de cristiano demócratas y socialdemócratas preparó el camino hacia la unidad alemana, que se acordó el 3 de octubre de 1990. Gundermann enmudece en aquellos momentos. Viaja a Cuba que ya ni siquiera está en el margen de tan marginada– y regresa con una visión mucho más precisa de aquella realidad y de la propia. Ya en casa y con nuevos ánimos graba en compañía del grupo “Silly” en su versión definitiva algunas de las más bellas canciones de toda su producción. Se advierte en ellas un fondo nostálgico, la metáfora vuelve a ser el núcleo de la creación y la naturaleza la principal referencia. Así en “Soll sein” (Tiene que ser) donde



[…] los árboles tienen que ser de nuevo mis hermanos
dejamos curar nuestras heridas
en las ramas tienen que volver a vivir los pájaros y repartir conmigo las
cerezas 
quiero volver a hablar de nuevo con los animales
y quiero entender lo que susurra la hierba en las tibias noches de verano
lo he añorado tanto
y no me preguntéis cómo 
no me preguntéis cuando 
es sólo una canción 
pero con una canción quiero de nuevo empezar.



En “Gras” (Hierba) sintetiza toda una vida:


[…] y cuando finalmente nos hicimos grandes
cogimos nuestros zapatos
cerramos la pintada puerta del cuarto infantil
padre nos dio su abrigo
y su sombrero azul
madre nos dio sus lágrimas
y nos hizo pan de azúcar.

Nunca dejará de crecer la hierba
salvaje, alta y verde
hasta que la guadaña sin odio
inicie su danza
nunca dejará de crecer la hierba
cerremos todas la heridas
a veces fuertes y a veces pálidas
como yo y tú.



Los años 90 son para los ciudadanos de la RDA tiempos difíciles. La asimilación no resulta un proceso sencillo y Gundermann, superada la desorientación inicial, vuelve a la carga. El desmantelamiento del socialismo se inicia de una manera despiadada y los logros sociales se van diluyendo rápidamente. En esos primeros años Gundermann se asocia con el grupo “Die Wilderer” –Los Salvajes– y las canciones vuelven a tener un contenido más político y combativo, también más irónico y más ácido: “En las obras escogidas de Josif Visarionovich que compré en la calle por 50 peniques leí aquello de ‘los Hitler vienen y van, pero el pueblo alemán permanece’ y yo siempre tuve la impresión de que aquella frase no se había concluido...”. En la canción “Dem deutschen Volk” (Al pueblo alemán) Gundermann completa la frase:



Ya hemos votado 
para eso nos llenaron la boca
debemos poner la mano en el fuego
que nadie ose tocarles un pelo
algún diente nos han sacado
y nosotros no hemos rechistado
hemos retirado los huevos de la mesa
y nos han porculizado
los caudillos vienen
los caudillos se van
pero el pueblo alemán permanece
los caudillos vienen
los caudillos se van
pero el pueblo alemán permanece imbécil.



Pero la decepción de Gundermann con la forma en que se había producido el fin de la RDA y la asimilación en la República Federal no le lleva, en ningún caso, a dar la espalda a la acción política:


Pertenezco a una generación que quería hacer un socialismo correcto, pero no llegó a tiempo. Se reían de nosotros y se siguen riendo por nuestro idealismo. Pero el idealismo es precisamente lo que nos sustenta. Hay que repartir, hay que acabar con la explotación, con la de los hombres y la de la naturaleza.

En 1992 aparece el disco Einsame Spitze con canciones políticas como “Terminator I”, aunque ya se advierte una mayor preocupación por la degradación medioambiental:



[…] nuestro enemigo es el desierto
buen amigo cada árbol 
una costa alegre
es el sueño del soldado 
contra el ultrafuerte sol 
contra la nieve ácida
bajo la bandera
del ejército verde. 

Remendamos el agujero de ozono
filtramos el Rin
recuperamos el bosque
para los niños nata dulce 
el trébol para las vacas
súmate a la bandera del ejército verde.



Esos años son de actitud combativa, pero también de cierta nostalgia. Lo individual y lo social se unen en un núcleo metafórico, pero hay también una ganancia en el sentido de la realidad. Christa Wolf había establecido un principio de creación basado en lo que denominó “autenticidad subjetiva” y Gundermann lo hace suyo como poética propia. La experiencia, el sentimiento, lo dado y lo que pone cada uno deben convivir de manera armónica. A veces se advierte un tono desolado en sus canciones, un mayor intimismo y melancolía: “



azul y azul
era el cielo tan azul
pájaros y aviador y nosotros lo conocíamos
y alegres nos saludaban desde allí cosmonautas
el simpático Gagarin
dónde estará” .



Pero siempre surge una renovada conciencia social y claramente anticapitalista. Así en la canción “Todos o ninguno”:




[…]encontré a una mujer 
con un niño de la mano
no tenía casa
no tenía país
no tenía una silla donde descansar
no tenía una cama, dormía en sus zapatos 
y yo ya no era persona 
pero tampoco animal 
pero no quería vivir como nosotros
pero todos o ninguno
y luego encontré a un hombre
y no tenía trabajo
ni dinero en la mano
pero la cabeza a pájaros 
era mi hermano nos parecemos 
como un huevo a otro huevo 
pero el suyo está crudo y el mío está duro 
yo ya no puedo más pero él todavía quiere
pero todos o ninguno.



También en “Los últimos serán los primeros”:



No estoy aquí 
para ganar
estoy en el mundo para perder
donde no se pierde
no se encuentra
quien quiera calentarse
debe primero sentir el frío
te has aprovechado de mi inocencia
dame a cambio tu mano
no teníamos más que perder que nuestras cadenas
y nuestro país.




A partir de 1992 empieza a colaborar asiduamente con el grupo “Seilschaft” haciendo varias giras y participa con “Silly” en un disco de título más que expresivo Hurensöhne –Hijos de puta–. Gundermann no se asienta, sin embargo, en el radicalismo:


[…] en algunos aspectos puede que sea más radical, pero sin voluntad de agitar. Si vociferas, la gente hace oídos sordos, pero si susurras, la gente se acerca curiosa a ver qué dices. Tampoco falta la autocrítica: Y claro que tengo una moral, pero cuando trato de explicar el mundo no lo hago sobre moral. No podemos decir sencillamente: ése es malo... La civilización tiene una piel muy fina, cuanto más tecnificada, más fina todavía y la moral trata de tapar muchas cosas. El caso es que todavía somos muy primitivos y cuando nos sentimos amenazados, aunque no sea el caso, atacamos...


Es cierto que en esos primeros años de la unificación, Gundermann se autoafirma, se defiende y contraataca en varias canciones como “Kein Land in Sicht” (Ning ún país a la vista), “Steinland” (País de piedra)– u “Ossi reservation II”:



Es como si hubiésemos perdido una guerra 
capitulado y renegado
alrededor humean los fracasados
quien no es desterrado tiene que venderse
ahora aprendemos correctamente a contar y a leer
y bailamos con la escoba de hierro
aprendemos a cómo conducir
según el viejo código alemán
devoradores de margarina en un país amargo
afilan los cuchillos y el entendimiento
el depósito de la nación teutónica
se llama ahora ossi reservation
de todos los tejados silban los computer
sólo el indio despedido es el bueno
de los restos que quedaron
asciende un pueblo de fríos bárbaros
y los políticos guardan silencio
mientras divertidos bailan en torno a un grill.




En verdad, la unificación se fue haciendo sobre la base de deslegitimar todo el pasado de la RDA y por eso gente como Gerhard Gundermann se convierten en referentes por su actitud honesta y coherente. En 1995 aparece su último disco, Frühst ück für immer (Desayuno para siempre) junto con el grupo “Seilschaft”. Las canciones son ya mucho más elaboradas, sin la urgencia del momento y por tanto más profundas. En la canción “Hier bin ich geboren” (Aquí he nacido) resume casi en forma de testamento poético su vida sin resignación, con una visión más serena de su propia experiencia:



Aquí he nacido
donde las vacas son tan flacas como la felicidad
aquí he perdido el amo
y aquí lo recuperaré
Aquí yace mi padre bajo la tierra
mi madre está en el balcón
aquí me devora un rebaño infantil
los últimos pelos del balón
aquí todos somos todavía hermanos y hermanas
aquí están las nulidades entre ellos
y no estamos hoy mejor que ayer.

Aquí ofendí a mis últimos amigos
de duros corazones hice mantequilla
aquí tomé juramento a jóvenes pioneros
planté árboles de navidad 
aquí tengo mis cadáveres en el sótano
y jugamos a ¡hombre, no te enfades!
aquí me dan siempre un plato medio lleno 
en un mesa redonda 
aquí he nacido 
como la piedra que cayó en el agua 
aquí me ha perdido mi dios 
y aquí me recogerá todavía.




Gerhard Gundermann, Gundi, como le llamaban los amigos vivió siempre entre la persistencia y el cambio. No le gustaba nada que le calificaran como maquinista y poeta rockero. Se sentía exclusivamente trabajador, sabía que en la lucha por la hegemonía no había que ceder a los cantos de sirena de la moda. Gundermann nunca estuvo de moda, no pretendió ser un artista, pero logró ser escuchado. “Canto, luego soy. Me escuchan, luego no estoy solo. Lo segundo es lo más importante”. Con sus canciones nos confió mucho sobre si mismo. Cuando ya no existía la RDA, se volvió más resistente, más convencido de la necesidad del socialismo como única alternativa a un mundo donde el capitalismo se lo lleva todo por delante. Gundermann no se instalaba exclusivamente en la ideología, sino que nos llamaba a practicar la generosidad, a no ser, al menos, egoístas. En 1996 dejó escrito el siguiente curriculum vitae:


CurriculumVitae escrito por el propio Gerhard Rüdiger Gundermann
Estado: febrero 1996
1955 nacido en Weimar
1966 Separación de los padres
1967 Traslado a Hoyerswerda
1970 Primera Guitarra, ejercicios de acompañamiento de “House in New Orleáns”. Ingreso en el club de canto del colegio
1971 Ejercicios de acompañamiento de “House in New Orleáns”, empleo como socorrista en el balneario de Wittichenau
1972 Primeras canciones propias, ejercicios de acompañamiento de “House in New Orleans”, empleo como socorrista en el balneario de Wittichenau
1973 Bachillerato, X Festival Mundial en Berlín, estudio en la Academia Superior de Oficiales en Löbau
1975 Expulsado de la Academia, obrero auxiliar en la mina a cielo abierto Spreetal, primera vivienda propia
1976 Escuela nocturna para especialistas, colaborador inoficial del Ministerio para la Seguridad
1977 Candidatura de ingreso en el Partido Socialista Unificado de Alemania, con el club de canto a Berlín occidental y París
1978 Con el club de canto al Festival de la canción política a Berlín, puesta en escena del cuento musical Raskasonien el club de canto de Hoyerswerda se transforma en “Brigada Feuerstein”, examen como conductor de maquinaria pesada, toma de la excavadora 1417, primer expediente disciplinario del Partido
1979 Conmutación de la expulsión del Partido por “reprimenda severa”
1980 Nacimiento del hijo Martin
1981 “Brigada Feuerstein” en el Campamento Antinuclear de la Juventud Obrera Socialista de Alemania, filmación de Richard Engel, primeras vacaciones con Conny, Ivonne, Steffen y Martín, tournee con la “Brigada Feuerstein” por Suecia
1982 Primer Circo Cantante en el Verano Musical de la Juventud Libre de Alemania con el Circo Olimpia, Gerhard Schöne, “Brigada Feuerstein” y amigos
1983 Boda con Conny y los niños, representación de Tierra feliz con Conny
1984 Expulsión del Partido, fin de la colaboración con el Ministerio para la Seguridad
1985 Relación con una moto con “sidecar”
1986 Primer recital como solista
1987 Premio principal y Premio del disco en el Concurso de Canción de la RDA, traslado de Hoyerswerda a una casa con huerto
1988 “Brigada Feuerstein” en Novosibirsk, incorporación a la familia de la perra Lisa von Lügenstein y los gatos Sasa, Tania y Wasia, disco Hombres, mujeres y máquinas, colaboración con el proyecto “Descubrimientos” en el Teatro Estatal de Schwerin, Conny deja el trabajo para dedicarse a la organización artística, exclusión de la “Brigada Feuerstein”, proyecto “Taller para mañana” en el Taller de Club de Canto de la RDA, colaboración con “Silly” en el disco Febrero
1989 Recitales con la banda de rock, recitales con la Banda “OktoberKlub”, programa Recuerdo del futuro” con la Pequeños Artistas Connection, disolución de la “Brigada Feuerstein”, viaje a Cuba
1990 Candidato de Izquierda Unida a las elecciones a la Cámara de Diputados, Lisa von Lügenstein pare dos cachorros, proyecto común con la Banda “Los Salvajes de Berlín, fin de la RDA, Sasa no vuelve más a casa
1991 Grabaciones en estudio con “Silly”, vacaciones con la familia en Dinamarca, Ivonne comienza su formación profesional de administración de empresa
1992 Disco Einsame Spitze. Cima solitaria en Buschfunk, fundación de “Seilschaf como banda para las giras, nacimiento de Linda, fin de la mina a cielo abierto Spreetal, trabajo en la mina Scheibe, colaboración en el disco Hurensöhne Hijos de puta– con “Silly”, Yvonne se independiza, Tania no vuelve más a casa
1993 Disco 7. Samurai (Séptimo samurai) en Buschfunk, tournees con “Seilschaft, proyecto Doppelkopp con Manfred Maurenbrecher, transformación de Gundermann en devorador de plantas
1994 Tournee “Leise Lieder” –Canciones silenciosas– con “Seilschaft”, proyecto
“Unplugged” con “Silly”, Steffen comienza su aprendizaje como tejador, muerte del padre, Wasia no vuelve más a casa, esterilización de Lisa von Lügenstein
1995 Disco Frühstück für immer –Desayuno para siempre–, Yvonne es madre y Conny abuela
1996 ?
1997 ?
1998 ?
1999 ?
...
2003 Fin del curriculum vitae.



Gundermann murió la noche del 21 al 22 de junio. Un infarto cerebral cuando quería comenzar el verano. Al siguiente se pudo leer en una necrológica: “Ha muerto Gundi en pleno solsticio de verano. Ha muerto el poeta rockero, el cantautor, el tractorista romántico de la revolución, el espía de la Stasi y cantor patrio, el marxista y el esotérico, Lancelot y Don Quijote”. 

En su entierro, Heinrich Fink, teólogo y rector de la Universidad Humboldt, pronunció unas palabras recordando que Gundermann siempre nos animó con sus canciones, que no debíamos decaer. Quizá por eso los versos que eligió Heinrich Fink ante la tumba de Gundermann son para los vivos:



No tiene que darse el día
en el que tengas que decir
no hay nadie ya/ que me dé nuevo aliento.

No tiene que darse el día/ en el que tengas que decir
no hay nadie ya
que luche conmigo por la Tierra
No tiene que darse el día
en el que tengas que decir
no hay nadie ya
que me dé esperanza.



Justo diez años después de su muerte, los amigos de Gundermann organizaron un gran concierto en la Columbiahalle de Berlín en su memoria. Cuando sonó la versión instrumental de “Immer wieder wächst das Gras” el público comenzó a cantar el refrán, casi de manera devota, como si cada uno lo hiciera para sí mismo y, sin embargo, todos juntos: “



Nunca dejará de crecer la hierba 
salvaje, alta y verde
hasta que la guadaña sin odio
inicie su danza
nunca dejará de crecer la hierba
cerremos todas la heridas
a veces fuertes y a veces pálidas
como yo y tú”.




Gerhard Gundermann planteó siempre muchas más preguntas que soluciones  ofreciera. En una de las últimas entrevistas insistía: “Decidme, amigos, ¿cómo se puede soportar la injusticia?” Gundermann fue uno de aquellos que, como decía el poeta Richard Pietrass, no construyeron redes ni células del estado. De sobra sabía que al margen siempre hay un lugar.


Jos Sagüés “Nunca dejará de crecer la hierba”: Gerhard Gundermann...
336 Revista de Filología Alemana
2009, anejo I, 323-336






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