viernes, 17 de octubre de 2014

FRANCISCO SANTOS [13.717]


Francisco Santos

Nació en 1949 en la ciudad de Chichigalpa, departamento de Chinandega, ciudad que lleva el nombre de su primer poemario Chichigalpa y otros poemas (1972).

Es uno de los representantes de la denominada Generación del 60.

Vive actualmente en Canadá.

Hermano del poeta Mario Santos. Sus poemas han aparecido en varias 
revistas y periódicos de Nicaragua como La Prensa Literaria, así como de otros países. 



Soy rico 

Soy rico 
camino por las calles 
dejando crecer mis poemas 
mis cabellos 
mi barba 
que casi no me crece 
Mis zapatos están gastados 
mis ropas luyidas y nistas 
y sin embargo 
 Soy alegre 

Soy rico 
 Llevo conmigo las flores 
 mis bolsas están llenas 
 de poemas. 



Norma 

No copié a tiempo 
el poema 
 El poema 
que pensaba cuando 
venía en el bus 
pero creo que era 
algo que se acomodara 
a tu cara 
a tu mirada 
al trajín 
del ir y venir 
de mesa en mesa 
sirviendo el café o la 
cerveza 
de obedecer al grito de 
¡Norma! o al ¡Ve! 
o a la palmada 
y a tu gracia del 
¡Ya va! 





Leonel Rugama 

RIP 

Una tarde Leonel me recomendó 
—para la flacura— hacer ejercicios 
aclarándome que no se trataba de 
 “ejercicios espirituales” 
hablamos acerca de las muchachas 
que iban o venían del trabajo o del colegio 
de las que entraban o salían de una tienda 
de zapatos 
de otra que pasaba vendiendo chancho 
también me leyó un poema sobre una guerrilla Vietnamita 
Ahora —otra tarde— que veo su cuerpo acribillado 
Por la G. N. En la foto de un diario 
Recuerdo que José Coronel Urtecho 
Una vez me dijo: “los poetas no sirven para nada”




TENÍAMOS UNA ESTRELLA 
EN LA MANO... IZQUIERDA

Las calles eran amarillas por las noches
alumbradas X débiles y tristes luminarias

Nosotros nos metíamos en cuevas
a enhebrar sueños que repartíamos
En las fiestas eran guirnaldas
que se llevaban en la cabeza

Entonces vivíamos o queríamos
vivir como los Santos

De eso hace mucho tiempo
y era en mi Nicaragua natal.




CRÓNICA

Mientras el tiempo va tocando su flauta sin aire
dando vueltas en su velocípedo sin tierra
yo me siento en una banca del Centro Comercial
a ver escaparates con maniquíes flotantes
pasillos con multitudes sonrientes
y bolsas de Diciembres musicales
entonces para distraerme saco
fotocopias de rostros y miradas en blanco
las almidono y recorto para que vuelen
como letras en las conversaciones
del miércoles en el Art-Bar del Gladstone Hotel.








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