miércoles, 16 de julio de 2014

MARÍA MARIÑO [12.352]


María Mariño

María Mariño Carou (Noya, 8 de junio de 1907 - Folgoso do Courel, 19 de mayo de 1967) fue una poeta española en lengua gallega. Se le dedicó el Día de las Letras Gallegas en el 2007.

De familia humilde, su padre era zapatero y su madre sastra, y con cuatro hermanos, dejó sin terminar sus estudios para dedicarse al oficio de costurera por las casas, lo que le valió pronto el ser conocida como María "a costureira".

Las personas que la conocieron la recuerdan como una mujer sensible, reservada y solitaria (aficionada a la contemplación del paisaje), y que transmitía una impresión de armonía espiritual, además de ser físicamente hermosa y elegante.

Por problemas económicos, antes del estallido de la guerra civil española, se traslada con toda su familia a Escarabote, Boiro, a la casa de una tía que trabajaba como cocinera en el Pazo de Goiáns. Durante su estancia, y gracias a la biblioteca del pazo, toma un primer contacto con la literatura escrita.

Durante la guerra civil vive en Algorta (Vizcaya), en la casa de una de sus hermanas, que se había trasladado allí tras casarse con un marinero natural del lugar. El recuerdo de la tragedia de la guerra la lleva a escribir el relato en español Los años pobres. Memoria de guerra y posguerra.

Poco antes de terminar la guerra, regresa con sus padres a Boiro. El 31 de marzo de 1939 se casa con Roberto Posse Carballido, maestro nacional, y se van a vivir al País Vasco, a Elanchove. Tienen un hijo que muere antes de cumplir los dos años.

La anomalía social de su matrimonio, ella se casa tarde y es ocho años mayor que él, conlleva cierto secretismo posterior de María acerca de su edad, lo que conllevó durante un tiempo ciertas dudas sobre su fecha de nacimiento. Añadido a esto, la descendencia de la pareja se halla también permeada de elementos de incertidumbre. Aunque la escritora siempre habló de un único hijo, los vecinos de la pareja recuerdan, sin embargo, varios hijos.

En 1946, regresan a Galicia, concretamente a la Sierra del Caurel, llevando todos sus enseres en un carro de vacas e instalándose en la casa-escuela de San Pedro de Esperante. Al morir su madre, y sin haber superado todavía la muerte del hijo, María sufre una depresión nerviosa.

Instalados finalmente en Parada de Moureda, María conoce a la familia de Uxío Novoneyra, con quien iniciará una fructífera amistad desde 1953 que le permitirá entrar en contacto con escritores como Manuel María, Domingo García-Sabell, Victoria Armesto, Agustín Sixto Seco, Augusto Assía o Ramón Piñeiro.

Hacia 1957, María Mariño empieza a escribir: primero en español y después en gallego. Edita su primer libro Palabra no Tempo en el año 1963.

La vida de la escritora es sencilla y aislada, y solo se verá alterada por una enfermedad que la empezará a afectar ya entrados los años sesenta. María Mariño murió de un colapso cardíaco como consecuencia de una leucemia el 19 de mayo de 1967; sus restos descansan en el cementerio de Romeor del Caurel.

Aspectos literarios

De difícil adscripción generacional (generación de 1922, generación del Seminario de Estudios Gallegos, generación del 36, generación de los 50...), se trata de una escritora que estuvo prácticamente oculta para la historiografía literaria gallega hasta finales de los años ochenta y que vio como su estudio se revitalizaba definitivamente con el anuncio de la dedicación del Día de las Letras Gallegas del 2007 a su persona.

Vinculada biográficamente a Uxío Novoneyra, a quien conoció en 1953 (y que sería el responsable directo delreconocimiento editorial y popular de la escritora), María Mariño es autora de dos libros: Palabra no Tempo (con poemas escritos desde 1958 y publicado en 1963 con prólogo de Ramón Otero Pedrayo) y Verba que comenza (publicado por primera vez en 1990 tras circular durante muchos años en forma mecanografiada). En 1994 se publicó una edición de sus Obras Completas.

La poesía de Mariño se caracteriza por una presencia y vivencia del paisaje gallego, y por una evidente impronta de la obra de Novoneyra (sobre todo en lo que se refiere a los modelos de la lengua oral y la literatura tradicional), Rosalía de Castro (presente en la angustia que recorre muchos de sus versos en su caso como consecuencia del avance de su enfermedad) y de la cultura popular, en general.

Temáticamente, el intimismo, frecuente en la literatura hecha por mujeres, consigue en María una altura y calidad sorprendentes. El suyo es un intimismo radical, profundo, sin concesiones, y su expresión tiene, a veces, hondura filosófica.
Ese tratamiento de la intimidad se resuelve a través de dos líneas: la relación de la poeta con el exterior y la relación con su propio interior. La importancia de la relación con el paisaje es clave en su obra, hasta el punto de llegar al entremezclamiento de su personalidad en el seno de la naturaleza, llegando hasta la anulación personal.

Formalmente, el verso de María Mariño evoluciona desde el tradicionalismo inicial (versos octosílabos, rima asonante...) al versolibrismo de sus últimos poemas (expresión formal vinculada al estado de angustia personal en que se hallaba la poeta en el momento de su escritura). Sus poemas son, habitualmente, breves y estructurados en estrofas sencillas.

Estilísticamente, María Mariño parte de la tradición oral: tiende a la distorsión sintáctica y a las formulaciones de tipo popular y oral, con tendencia a las recurrencias (anáforas, uso del apóstrofe...). Su lengua es la del habla cotidiana de las gentes del Courel.

La originalidad de María Mariño reside en el tratamiento personalísimo de la lengua popular. La poeta distorsiona la estructura lógica del idioma a través de una serie de procedimientos lingüísticos con los que consigue resultados de gran expresividad y belleza [la metábasis, la composición de palabras, el hipérbaton...].

Obra

Palabra no tempo (Palabra en el tiempo): publicado en 1963 con una tirada de 1000 ejemplares, es el único libro que María Mariño publicó en vida. Se trata de 70 poemas, escritos entre 1958 y 1963, de tipo descriptivo y autobiográficos con los que la autora muestra su vida y lo que siente respecto de la realidad.
Verba que comenza (Palabra que comienza): publicado póstumamente en 1990, es un conjunto de 27 poemas escritos entre 1966 y 1967 (aunque varios poemas más que deberían haber sido incluidos en el libro aparecerían posteriormente en diversas publicaciones). Se trata de poemas más extensos que los del libro anterior y en los que la autora usa el verso libre.
Redactadas en primera persona y envueltas en la confusión de la enfermedad, las composiciones llenas de imágenes esparcidas y de retazos oníricos, nos descubren a través de versos complejos, la figura de una voz lírica agónica y torturada.





      A MORTE

De forte ollar, amiga,
e frío que non se quenta.
Amiga, que eres de todos
e por ninguén esquecida.

Soia con teu silencio
na forza do teu poder,
un por un de cada ser
levas do fin ó comenzo,
descansar á túa fonte.
.......................
E logo de alí cansiños,
amiga, dinos pra onde?

Deixa, amiga, ós nosos pés,
fríos polo teu ver,
algo do noso sentir,
do són que ti fas fuxir,
amiga, por aquil nacer...





         28

Está caendo a folla i en min nace primaveira,
Quen entenderá este mar vello?
Como digo onte sendo hoxe?
Como farto a miña verba do nacer que xa pasou!
Como reino nas migallas onde medrei un bon día!
Como piso forte sendo branda?
Como digo si si o non está escoitando?
Quen entenderá este mar vello?
Medro, medro e non sei onde parar.
Presa xa e ceguiña no cume
lévame,
lévame ó chan a verba.

Queda hoxe o chan soio
muxindo a pegada do tempo.
Mesturadas terras peneiran, peneiran fariña,
fariña que non fai masa.
Rebélanse as ondas ós mares,
os ríos afogan a pradeira seca,
os camiños non se atopan.
Quen entenderá este mar vello?
É outono i en min nace primaveira.
Quen o entenderá?







                        

Hoxe do souto de ouro,
onte do meu recordo!

A terra dará outro fillo, ano erguido de sonos.

Comenzará a frorecer, a ofrecer e a dar.
Logo, ó verse brilar,
os seus sonos axeados
irán sin remedio morrendo, morrendo i esperanzados.

Hoxe de souto de ouro,
onte do meu recordo!

O noso outono non brila, non ten de ouro a mirada.
O noso outono soio ten o silencio da chamada...








                        26

Néboa longa en día rabelo vertía no sol.
Curábase o peito!
Medraba o pulo!

Como falas agachado inda que berra o teu
mensaxe, Señor!
Como dis dindonde ouvea o vento!
Como dis dindonde recenden os pinos
i o seu remaxe!
Como dis dindonde as carballeiras
non trocan seu son!
Como dis dindonde o marmurio do río!
FRASES TÚAS!

Dálle fala, Señor, ós niños mudos que dita o mar.






               7

Palpas os tempos.
Lambes as terras.
Trillas os días
e vas andando,
sin parar andando.
Coxeas no outono -meu arranque-.
Alóngaste no estío -miña morte-.
Á primaveira dáste,
dáste a todos que logo de ti se chaman.

Tolle o inverno o teu nome,
o teu nome -morno lume-,
o teu nome farto i esquecido,
esquecido
entre muros lentos,
entre pozas, terras-miñocas,
entre mundo de sapos
e calexas de lúa.

Farto!

O teu nome leva e dá.
Dá mareas de verbas feitas,
dá cantiga que se escoita,
dá á terra voz e fala,
dá a cada un dos tempos seu dono,
dá larganza -peito de bríos-.
Vein vindo a luz aquela que ti
encendiches e non se apaga.

Sol!







                        

Pica o canteiro pedra,
a que onte foi tecida
na erguida voz do poeta
pra verba da cantiga.

Recende a terra a Virxen.
Entre o sol vén vindo o vento.
A comida vai chegando,
a boroa sabe a trigo.
Espáiase en paz o tempo.








                        15

Quen manda na hora de hoxe?
Quen manda?
Quen manda que non a atende?
Vou buscando,
busco mañá e no atopo, busco día
e non o vexo.
Todo cala afeito.
Non atopo a pousa tarde nin sei do seu
barullo.
Quen me fala non o entende.
Señor,
dime quen me levou?
Quen me levou que me volva,
que me volva enteira de
Ti.
Herbiñas de prados frescos,
terras,
mares, mareas e cumes,
riachos de entre canellos, buscade de vós
o meu, meu soio.

Xa vexo!

Vou vendo.
Vexo día ca súa salve.
Atopei mañá -miña hora-.
Vai medindo o tempo as prantas.
Xa me din en verba aberta!
Xa me escoitan!
Xa en rendixa da noite se atui!

Xa son!






                        

Si o Outono non crebara o tempo
non se erguía en verso longo o poeta,
o trobeiro que en liña chega á meta
arrola a cume, espaia a néboa, achega o vento.

Os cantores esquecen o seu día
e dóense do que saben que lles chega.
Quece o zoco no ourizo e na nebra.
Vela o arbre a súa en lousa compañía.

Alumea o souto a esperanza soia,
a que onte viveu na súa sombra amiga,
espera hoxe o que dela quedou fóra.

Roda do carro que, entre lousa e folla,
vas trocando por mañán cantiga
atopas noite, atopas día e quedas soia!







           25               

Son a suma total
daquel que foi medindo
a pegada aquela que non digo,
pegada que soia se puxo o seu nome.
Son resta da esperanza -diferencia quedou-.
Multiplicada xa nacín,
pra que dividirme agora?

San, enteira voume indo,
san, enteira vou quedando,
o paso xa me cederon,
inda que o camiño se vira,
vaise virando en duro,
as pegadas ben se ven
vense volcar nas penas,
liman os picos dos montes,
raxan a cume i o mar,
raxan as alturas todas,
raxan a néboa,
raxan o sol,
ráxanse todas nunha,
esta cínguese
vaise cinguindo.
Terra, alma dona!
Pegada que soia
se puxo o seu nome.




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