sábado, 12 de mayo de 2012

6809.- TULASI DIWASA


Tulasi Diwasa nació en 1943 en Dhankuta, Nepal.
Es profesor de Folklore y Literatura en Padma Kanya Campus (Triblurvan University) de Kadmandhu, miembro de la Real Academia del Nepal, fundador y presidente del Nepali Creative Writers Society y del Nepali Folklore Society.
Ha sido durante varios años Consejero Cultural de la Embajada del Nepal en Nueva Delhi.
Es uno de los más importantes poetas del Nepal. Publicó también cuentos y ensayos.





EL VIEJO DÍA

Desde el inmenso extenso verde país de mi mente
Hasta las hileras de las ascendientes colinas azules del pensamiento
Con la creciente obscura sombra del árbol del tiempo
Cada siguiente tarde
Me pregunto
Cómo suben los viejos días la colina
Hoy en día con un bastón
Pasando por el blanco bosque
De cano cabello y barba de tiempo;
Y coleccionando las amarillas rayas del sol
Esparcidas por los valles de las montañas y las desnudas colinas
¿Por qué ofrece él las rojas flores de su fe
Al santuario de una diosa de montaña?

Aún otra roca más
De nuevo hasta al montón de rocas
Recogiendo el mismo sol rojo en vez de
No encontrar de nuevo ni un fragmento de roca
¿Por qué desciende él
La creciente cuesta de la obscuridad?

Y yendo alrededor de la blanca montaña de roca de cristal
Coleccionando cosas invendidas en la criba de la bandeja del sol
Cerrando las puertas del almacén de la luz solar
Alrededor de las curvas de las autopistas
Donde el tiempo camina lentamente a pie
Cuando la luz, ahora sucia
Siendo atrapada en la red de la obscuridad
Empieza a gatear lentamente
Desvaneciéndose por debajo de la farola.

Encendiendo una mecha fina
En la pequeña hoja - bandeja de la mente, un poco
En el encogido pequeño lóbrego cielo
En mi propio pecho

Buscando algo y aún no llegando a ninguna parte
En algún sitio allá en el cielo azul,
Calles, vías y otra vez curvas
En la maraña del azul, amarillo
Y rojo forro de arrugados hilvanes
Suspendidos en el despojado árbol sin ramas
Del todavía hierro y acero
Interpretándolo como los polos de los árboles titepati y simali

Tanteando por el perdido final
Convocando la primordial mantra
Y esparciendo el crudo arroz mágico
En la convicción de hallar una u otra salida,
Como si se fuera a rememorar algo
De pronto en medio del cruce
Transformándose en un camino,
Enredado en el hilo del camino mismo,
¿Por qué se pierde él a sí mismo otra vez
En la curva del llano camino del tiempo?

Traducción: Germain Droogenbroodt- Fco. Javier Barbero






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