lunes, 15 de junio de 2015

ERIK JOHAN STAGNELIUS [16.264]


Pintura basada en la silueta que se cree representa el único retrato conocido de Erik Johan Stagnelius (1793-1823).

Erik Johan Stagnelius

Erik Johan Stagnelius fue uno de los mayores poetas y dramaturgos suecos del romanticismo. Nació el 14 de octubre de 1793 en Gärdslösa, en la isla de Öland, y murió el 3 de abril de 1823 en Estocolmo. Está enterrado, junto a otros poetas suecos, en el modesto cementerio de la Iglesia de Santa María Magdalena (Maria Magdalena kyrkogård) en Södermalm, el viejo barrio sur de Estocolmo. La influencia de sus creaciones lo coloca junto a otros pilares de la poesía sueca anterior al siglo XX, entre los cuales se incluyen Esaias Tegnér, Carl Michael Bellman, Gustaf Fröding, y Per Daniel Amadeus Atterbom.

Stagnelius perteneció a una familia educada, asociada a pastores luteranos. Su padre, Magnus Stagnelius, fue docente de griego, pastor de la congregación de Gärdslösa en Öland, y luego obispo de Kalmar. Su madre, Hedvig Bergstedt, fue la hija del pastor de Österåker en Sörmland (sudeste de Suecia).

En 1810, la familia se mudó a Kalmar, donde Stagnelius asistió a la escuela secundaria (hoy llamada en su honor ”Stagneliusskolan”). En 1811 ingresó en la Universidad de Lund (sur de Suecia, cerca de Malmö). Sin embargo, concurrió a esta Universidad por solo un año para luego mudarse a Upsala, donde dio su examen de servicio pastoral en 1814. En 1818, lo encontramos a Stagnelius trabajando para el servicio eclesiástico de Estocolmo. Vivió en los peores arrabales del barrio sur capitalino (Södermalm), si bien volvió a visitar sus pagos natales hacia el fin de su vida. El 8 de marzo de 1823 fue arrestado por ebriedad y en menos de un mes caía muerto. Ninguno de sus familiares estuvo presente durante su entierro.

Stagnelius fue un autor típicamente solitario. La evidencia indica que durante esos años no tuvo relación estrecha o personal con el círculo de jóvenes escritores románticos (Románticos de Upsala), si bien era conocido por luminarias como Carl Jonas Love Almqvist y Erik Gustaf Geijer. A falta de otros datos biográficos precisos, la imagen clásica de Stagnelius fue formada por «anécdotas y recuerdos de segunda y tercera mano». Su descripción nos sugiere un hombre física y psíquicamente inestable, feo, frecuentemente ebrio, y que sufre finalmente dependencia del opio que utilizaba para controlar sus habituales dolores.

La visión moderna, sin embargo, toma estas conclusiones con escepticismo, y por el contrario nos sugiere la imagen de un Stagnelius como intelectual y trabajador. Se cree que Stagnelius sufrió del síndrome de Noonan, un desarreglo genético relativamente común que causa malformaciones cardíacas, baja estatura, problemas de aprendizaje, y características faciales y craneales marcadamente deformes (de aquí la muy repetida «fealdad» de Stagnelius).

Producción poética y dramática

Durante su vida Stagnelius presentó una parte ínfima de su producción poética, entre ellos, el poema Wladimir den store (”Vladimir el Grande”) en 1817, los tres cuadernos Liljor i Saron (Lirios en Saron) en 1821 y una tragedia Bacchanterna eller Fanatismen (Las bacantes o el fanatismo) en 1822, todas ellas publicadas en forma anónima. Probablemente por invitación de su benefactor Nils von Rosenstein, Stagnelius presentó en 1818 su trabajo Sång öfver qvinnan i Norden (Canción sobre la mujer de los Países Nórdicos) que recibió el segundo premio de la Academia de las Letras (”Svenska Akademien”). La mayor parte de sus trabajos fue publicado en forma póstume, luego de que se encontraran apilados dentro un saco abandonado en su cuarto. Existe incertidumbre respecto de las fechas en que otros trabajos de Stagnelius fueron escritos. Estos incluyen Riddartornet (La Torre de los Caballeros), Glädjeflickan i Rom (La prostituta de Roma), Albert och Julia (Alberto y Julia), Martyerna (Los mártires), Sigurd ring (El anillo de Sigurd) y Thorsten fiskare (El pescador Thorsten).

Un poema elegido

En una encuesta informal conducida por el suplemento de Cultura del diario sueco Expressen, sus lectores eligieron los «diez mejores poemas en lengua sueca». Entre estos diez, cuatro fueron poemas de Stagnelius, incluyendo el que fue elegido en primer lugar. Este poema, muy conocido en Suecia se denomina Vän! I förödelsens stund (”¡Amigo! en tiempo desolado”), y dice:

Vän! I förödelsens stund

Vän! I förödelsens stund, när ditt inre af mörker betäckes,
När i ett afgrundsdjup minne och aning förgå,
Tanken famler försagd bland skuggestalter och irrbloss,
Hjertat ej sucka kan, ögat ej gråta förmår;
När från din nattomtöcknade själ eldvingarne falla,
Och du till Intet, med skräck, känner dig sjunka på nytt,
Säg, hvem räddar dig då? — Hvem är den vänlige ängel,
Som åt ditt inre ger ordning och skönhet igen,
Bygger på nytt din störtade verld, uppreser det fallna
Altaret, tändande den flammen med presterlig hand? —
Endast det mägtiga Väsen, som först ur den eviga natten
Kysste Seraphen till lif, solarna väckte till dans.
Endast det heliga Ord, som ropte åt verldarna: "Blifven!" —
Och i hvars lefvande kraft verldarne röras ännu.
Derföre gläds, o vän! och sjung i bedröfvelsens mörker:
Natten är dagens mor, Chaos är granne med Gud.



¡Amigo! en tiempo desolado Versión en castellano de Omar Pérez Santiago. 

   Amigo, en tiempo desolado

   Amigo, en tiempo desolado, cuando tu alma se cubre de sombras
   Cuando en hondo abismo, mueren memoria y sentido
   La idea vacila entre sombras de formas y delirios,
   El corazón no puede suspirar, y el ojo ya no llora;
   Cuando cubierta de tinieblas tu alma cae en alas de fuego,
   Y tú a la nada, con miedo, sientes bajar de nuevo,
   Dime, ¿quién te salva entonces? ¿Quién es el ángel amable,
   Que tu alma ordena y da belleza otra vez,
   Que construye de nuevo tu mundo derruido, restaura el Altar
   caído, y enciende allí la llama con mano sagrada?
   Sólo la esencia potente, que nace de la eterna noche
   Besa de vida al serafín, despiertan a los soles a la danza.
   Sólo la palabra sagrada, que gritó a los mundos: “Existe”
   Y cuya viva energía a los mundos aún mueve.
   Por eso, alégrate, oh amigo y canta en la oscura pena:
   La noche es la madre del día, el Caos es el vecino de Dios.

El último verso del poema ha sido la inspiración para dos obras de teatro de Lars Norén, uno de los dramaturgos contemporáneos suecos más importantes: "Natten är dagens mor" («La noche es la madre del día») y "Chaos är granne med Gud" («Caos es el vecino de Dios»).



Nacken.

La tarde se adorna con nubes de oro,
Las hadas bailan en la pradera
Y el Nacken, coronado con hierbas,
Toca su violín en el arroyo de plata.

Niño en el pincel sobre el banco,
Descansando en el vapor violeta,
Oye de pronto el murmullo del agua fresca,
Llamando desde la noche inmóvil.

Pobre compañero ¿por qué tocas?
¿Acaso calmará tu dolor?
Puedes traer los bosques y los campos a la vida,
Más nunca serás un hijo de dios.

Las noches de luna en el paraíso,
Las flores edénicas -planicies coronadas
De ángeles en las alturas-
Nunca por el ojo fueron contempladas.

Lágrimas fluyen por el rostro del anciano,
Sumergiéndose profundo en los rápidos,
El violín calla.
El Nacken jamás volvió
A tocar en el arroyo de plata.




Nacken 

The evening is festooned with golden clouds
the fairies dance in the meadow
and the leaf-crowned Nacken
plays his fiddle in the silvery brook.
Little boy in the brush on the bank
resting in the violet vapor
hears the noise from the chilly water
calls out in the still night.

"Poor old fellow, why do you play?
will it take the pain away?
you bring the woods and the fields to life
but you'll never be a child of God.

Paradise's moonlit nights
eden's flower-crowned plains
angels of the light on high--
never to be beheld by your eye."

Tears stream down the old man's face
down he dives into the rapids
the fiddle silences.
And the Nacken will never
play again in the silvery brook. 



Memory

O camp of flowers, with poplars girdled round,
The guardians of life's soft and purple bud!
O silver spring, beside whose brimming flood
My dreaming childhood its Elysium found!
O happy hours with love and fancy crowned,
Whose horn of plenty flatteringly subdued
My heart into a trance, whence, with a rude
And horrid blast, fate came my soul to hound:
Who was the goddess who empowered you all
Thus to bewitch me? Out of wasting snow
And lily-leaves her headdress should be made!
Weep, my poor lute! nor on Astræa call.
She will not smile, nor I, who mourn below,
Till I, a shade in heaven, clasp her, a shade. 




O Camp Of Flowers 

O camp of flowers, with poplars girdled round, 
Gray guardians of life's soft and purple bud! 
O silver spring, beside whose brimming flood 
My pensive childhood its Elysium found! 
O happy hours by love and fancy crowned, 
Whose horn of plenty flatteringly subdued 
My heart into a trance, whence, with a rude 
And horrid blast, fate came my soul to hound! 
Who was the goddess that empowered you all 
Thus to bewitch me? Out of wasting snow 
And lily-leaves her head-dress should be made! 
Weep, my poor lute! nor on Astraea call, 
She will not smile, nor I, who mourn below, 
Till I, a shade in heaven, clasp her, a shade. 




Eternity 

Up through the ruins of my earthly dreams
I catch the stars of immortality;
What store of joy can lurk in heaven for me?
What other hope feed those celestial gleams?
Can there be other grapes whose nectar streams
For me, whom earth's vine fails? Oh! can it be
That this most hopeless heart again may see
A forehead garlanded, an eye that beams?
Alas! 'tis childhood's dream that vanisheth!
The heaven-born soul that feigns it can return
And end in peace this hopeless strife with fate!
There is no backward step; 'tis only death
Can still these cores of wasting fire that burn,
Can break the chain, the captive liberate. 




Luna 

Deep slumber hung o'er sea and hill and plain;
With pale pink cheek fresh from her watery caves
Slow rose the moon out of the midnight waves,
Like Venus out of ocean born again.
Olympian blazed she on the dark blue main;
'So shall, ye gods,' — hark how my weak hope raves! —
'My happy star ascend the sea that laves
Its shores with grief, and silence all my pain!'
With that there sighed a wandering midnight breeze
High up among the topmost tufted trees,
And o'er the moon's face blew a veil of cloud;
And in the breeze my genius spake, and said,
'While thy heart stirred, thy glimmering hope has fled,
And like the moon lies muffled in a shroud.' 










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