martes, 27 de enero de 2015

LUIS FRANCO GONZÁLES [14.582] Poeta de Ecuador




Luis Franco Gonzáles

(1988 Santa Rosa. Salinas. Santa Elena, Ecuador) 
Poeta y Promotor Cultural. Ha publicado en poesía "Sueños Inconstantes" (Santa Elena 2010) "Voces para el naufragio" (Edición C.C.E, núcleo de Santa Elena, 2012) Dónde reune el I y II Festival Internacional de Poesía SumpaVive del cual es organizador.
Coordina además el Encuentro Nacional de Poesía Joven Marejada, El encuentro Latinoamericano de Narradores Jóvenes, y la I Feria de Editoriales Cartoneras Latinoamericanss (2013), entre otros eventos culturales que se despliegan dentro y fuera de la provincia de Santa Elena.
Ha obtenido el Premio del Ministerio de Cultura del Ecuador "Sistema Nacional de Festivales", en el 2011. Actualmente se desempeña como Docente
Ganador del II Premio de Poesía Emergente "Desembarco" 2014.



de AVÍSENLES

El sol ya no estaba en mitad del cielo tampoco el mar porque se había ido Sigo con la idea de que todo el tiempo que estamos perdiendo nos estamos cayendo del finísimo plumaje de las libélulas Ya no estoy con mi consciencia en paz Tengo todo el día un infierno devorando mi placer y mi carne sigue aullando a la humillada situación que el caos nos arroja por codicia Sin embargo mis miedos no subestiman a nadie y ninguna acción de la que he convertido en palabra puede arrepentir a mi corazón hecho de retazos de luz que alumbra el árbol de lluvia que intento ser Dónde está la mujerzuela que me reflejaba y la que yo no era La que devoró al marido de la otra la pedigüeña la mosca muerta la lasciva la tragatodo Dónde está la chiflada que acuchilló a su marido por un vasito de tequila y la otra que no miente ni finge los gemidos orgásmicos que le propinan cada sábado en la iglesia Dónde está el padre marido y creyente ejemplar que se follaba a la marica más anciana por un poco carne flácida y movimientos bruscos Soy un gusano un sol una huella otro movimiento circulatorio en eterna oscuridad resumida en la frustración del cavernícola al no poder hallar la palabra para maldecir a su propio nombre Mi espíritu atormentado le pregunta a los dioses por qué quieren levantar su mano sobre mi cuerpo (que ellos mismo han pervertido) sobre mi odio (que ellos mismo han lamido) sobre mis ojos (que ellos mismos han hecho florecer) Mi consciencia no se remite más allá que a la desvalorización de todo lo que esta sociedad ha hecho santo Mis manos me llevan hasta las furiosas partituras del humo Mi nombre rodó rueda rodará sobre esta ciudad donde el sol posa su simiente en cada sílaba que no la pronuncia Dime dónde el mar se ha fugado para no irme dónde está él Dime dónde ha quedado su retoño salmuero para no irme con él Mi piel fundida en la profundidad de los aromas Mi carne asumida en la identidad del otro que no existe Mi dermis inmolación del signo que a todos nos pronuncia El sol ya no estará en la mitad de este cielo El sol ya no estará en la mitad de mi nombre




ÁNGELES SODOMIZADOS
Luis Franco Gonzáles

  
Cómo cantar a la  intensidad de la piel que se apodera de la juventud sino a través del equilibrio de la palabra. Mientras el Hombre (el humano) esta en construcción, definiendo la orilla que tomará para correr la vida, la palabra ya lo ha descifrado y ha decidido por él.

La palabra es superior a cualquier intento de fuga.  Luis Franco lo ha entendido así y desviste de la manera más honesta a los ángeles que lo rodean y a si mismo, entonces dice  con certeza: “por eso uno empieza a ser sincero consigo mismo/para no volverse revolver o veneno para ratas /para atraer a todos hacia uno/para vomitar el nombre, el día y la bala”.  Y en otro poema dice: “emulé la masturbación de los ángeles / como el acto necesario para existir”.

Este es el punto de partida para caerle a palos a la moralina  y sus hermanas mojigatas.  El poemario se construye como un acto transgresor y enfrenta esa estructura de poder que no permite hablar del amor entregado en todas las formas.  Así desde el espanto hasta la excitación profunda, recorre los días que lo han visto entregarse al mar, a su mar de olas grandes como alas.

Ángeles sodomizados es efervescencia, la piel vs. la piel enfrentadas en el acto amatorio , la piel vs. el espejo descifrando en cada poro su identidad; y en esa lucha el poemario se convierte en grito;  parafraseando uno de sus poemas, Luis Franco abrió la boca y tentó a las vocales bajo la noche, bajo la luz. 

Este poemario suena en distintas intensidades y delata su creación: muchas veces exigente y concentrado y otras como una descarga.
El trabajo está hecho  e inicia el camino, llegaremos un día al poema.

Aquí empieza el oficio del lector, es la hora, atrapen un ángel con sus manos, y sabrán distinguir las olas que suenan más fuerte y las que en bajo volumen  también cantan.

Aquí les dejo  los que para mi, son los dos mejores poemas del libro


F

Nada me aterra más
que la mano de una niña
rebuscando entre mis vísceras a Dios.

Yo tenía un romance con querubines
a los que penetraba cuarenta veces en
un día.

Un solo cuerpo con dos cabezas
¿es suficiente?

He aquí la victoria:
mujer agonizante, incolora y
desértica;
su nombre es Catástrofe.

[Los hijos detrás de la sangre]

Adoptando el color necesario:
cetáceos, anfibios, cuadrúpedos.
Levantemos la piel, sacudamos el
disfraz.

Yo tenía un ángel entre las páginas de
un parís frío
al que besé y amé debajo de los
manzanos.

Un solo cuerpo con dos cabezas
no era suficiente. Yo quería más, asesino, víctima.

Para que nos serviría la historia,
lo heleno, lo bárbaro, lo latino:

también reposa el silencio
en la sabiduría glacial del cobalto.

¿Cuál es el acto reparador
de ese NO que mancha las manos?
¿la cruz?
¿la cicuta?
¿la poesía?




I

a J. S.

No importa si el castigo viene para los
huérfanos.

El hombre ha hecho dentro de sí,
un refugio para otro hombre.

Una luz polvorienta
que encuentra un profundo lamento
de lo vacío.

Así que no interesa el hecho que la flor
nazca de la mañana turbia y sedienta.

He venido temprano, sin bozal,
sin trompetas expeliendo el vocablo
negro de los ídolos,
a escudriñar la furia de las gaviotas
en la crápula de la desidia.

Subí presuroso a la torre
para escribir este canto que acoge la
derrota.

Ya la nostalgia divide mi mente,
la letra y el sollozo,
el pedacito donde deposito mi catre
y el apellido materno que me figura.

Y he comprendido que la guerra
aún muerde los nervios de mi carne.

Esto no acabará nunca,
por más que lo desee.

Publicado por UMBILIKAL





Para hablar de la muerte me levanto temprano,
como un sordomudo al que estorba el silencio.

Jorge Enrique Adoum


-J-

Habrá que reinventar el canto
en las cimientes de las calaveras y los balazos

Un ángel remó mar abierto,
llegó a mí.
Hicimos el amor, el nos deshizo.
El amparo del titanio lunar
que sobrevive en los muelles
detuvo lo complexo de la armonía.

El criador enmudeció, crujían sus uñas.

El hambre desapareció de la tierra.

Las églogas acamparon en el infierno.




-L-

Ningún poema tiene final,
porque todos mueren antes de tiempo:

la herida sigue hirviendo y supurando

el agua porosa y estrellada
que recoge la historiografía de la moral sobre
él.

El saxofón rellenando mis pulmones
de la respiración abatida del testigo
que un día morirá en la excusa del progreso.

Así que para que todo siga en la jaula
[muerto y crasamente suave como este 
poema]
como un racimo de uvas secas 
en las manos del juramento circular

tuvimos que descubrir el ímpetu en los ojos 
del álgebra
dentro del cero que es la potencia del sexo

puesto que lo negro no existe, hay que retornar a lo negro.

Esto será un minero rasguñando mi sufrimiento
traspapelados mis dedos en el repudio:

hágase la mujer
[artificio innecesario, reencarnación, paloma muerta].







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