viernes, 16 de enero de 2015

GLORIA MARECOS RODAS [14.510] Poeta de Paraguay



Gloria Esperanza Marecos Rodas 

Artista Plástica, ceramista, poeta, Licenciada en Ciencias de la Educación y docente.
Nació en Ypacarai, Paraguay el 17 de febrero de 1953.
-Integrante del Taller Literario de la Universidad beroamericana, desde 2005.
-Integrante de “Poetas callejeros”

Poemarios colectivos publicados:

-“Del-fin-al principio”
-“Atardecer frente a la plaza”
-“Donde nacen las aves”
-“Cuando maduran los signos”
-“Doce”
-“Versos atemporales”
-“Mochila De poetas callejeros”

-Poemarios individuales:

-“Los motivos del oasis”
-“Zona Secreta”
-“Animales que sueñan” (próximo a publicarse)

-Integrante del Grupo de pintura “Nueva Impresión”.
-Ceramista, creadora de mini esculturas (piezas únicas hechas a mano)
.Colaboradora de la revista “ARTE Y CULTURA”
-Coordinadora del “Colectivo de Arte JAPAY”
.Docente de Artes en el Colegio Verbo Divino de Asunción.
.Miembro de ARTEPAR para el rescate y difusión de la artesanía paraguaya.
-Miembro Nº 4840 de la Organización Internacional de Arte Popular-UNESCO (IOV).


Animales que sueñan

Entre la turbulencia
que precede a las luces nacientes,
hay animales ígneos que se agitan,
hay animales verdes en movimiento.
Animales que sueñan
con la certidumbre abierta del pensamiento,
y animales que duermen en la memoria,
bestias de cristal... de esperas...
de aguas y de silencios.
En tanto...
soy loba en vigilia,
acechando el despertar de la luna
entre los cúmulos de la noche.




Gaviota triste

Soy sueño de gaviota triste
nacida de un vientre sin mar.
Sobre las orillas
de esta matriz de tierra,
se ejercita día a día
una vocación de playa,
de mareas y caracolas,
porque inadvertido
entre las arterias
de sus apretados límites,
palpita y resplandece 
el inagotable piélago
que otorgan
las inmensidades oníricas.




Efecto mariposa

¿Cómo ignorar el poder
que en la fragilidad
su astucia disimula?
Si en la inquietud del Universo,
un lento, errático y delicado
suspiro de alevillas,
en su aparente levedad,
entraña la turbulenta metamorfosis
de las vibraciones del viento,
que va cavilando céfiros
y vomitando tempestades.




Perros hambrientos

Estás allí...
Como silvido inquietante,
atrapado en las cavernas 
subterráneas del intelecto,
esperando el milagro
de ser tocado desde afuera
por la semilla vital
del coraje y la palabra.
Y yo aquí...
Gritándote...
Suplicando desde mis orillas
que me voltees el alma,
que me gires la mirada,
que me ahogues de asombro,
que reviertas mi reverso
y sueltes al fin...
a los perros hambrientos
que aúllan en mi mente.




DISIMULO OTOÑAL

En un espacio
diminuto y secreto
de este otoño carmesí,
entre la vibración imperceptible
de las hojas que caen,
una convulsión cautelosa
delata tu presencia.
...Aún vives en mí.





MIGRACIÓN

Un fluido
espeso y escarlata
de pájaros cantores
emigra desde el otoño
de mis venas
hasta el trópico de tu piel.





COMO VIENTO

Llegas de improviso
como viento de verano.
Penetras la piel,
exploras,
arrastras
y deshojas
mucho antes que el otoño.
Y tiemblan mis raíces.





PERMANENCIA

Se puede mirar la vida
desde los sepias otoñales
atrapados en el espejo.
Pero el secreto cristalino
de la trascendencia
está en mirar los pájaros
que emigran,
hasta que los ojos
se tornen polvo... o viento.














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