jueves, 13 de marzo de 2014

RODOLFO NARÓ [11.218]



Rodolfo Naró 

Nació en Tequila, Jalisco, México  en 1967, ciudad en la que vivió hasta los 12 años de edad. Estudió Ciencias de la Comunicación con enfoque hacia el periodismo escrito. En el 2000 obtuvo la beca Jóvenes Creadores del Fonca y en el 2006 su primera novela El orden infinito fue finalista del Premio Planeta. Cállate niña (2011), es su novela reciente.

Como poeta ha escrito los libros: Los días inútiles, Año de gracia, Alburemas, Amor convenido, Del rojo al púrpura, Árbol de la vida, El principio y El antiguo olvido, compilados en Poesía convenida (1986–2007), editados en México y Argentina.

Es columnista ocasional de algunos periódicos y autor del blog La columna chueca.




Árbol de la vida

   
I

Quiero morir con una muerte ajena,
La tuya, la que tienes que vivir,
se esconde tras de tus ojos
y a diario ve desde tu mirada.
Abre tus manos, mírate en mí,
como yo te estoy viendo.
Somos mitades
que se funden avanzada la noche
cuerpos encontradizos
que tiemblan con el soplo del aliento.
Tierra fértil donde nace la vida
cada noche que muero dentro.
 


II

Eres habitación vacía con puertas paralelas,
espacio que respira el aire de la luna,
sin gravedad, a donde llego cada noche
y muero con la muerte que quieres darme,
dentro de ti, de tu espacio;
cierras las puertas con dos filos enrojecidos,
quitas más de lo que has dado, me cortas en pedazos,
me arrancas el oxígeno en breves espasmos.
Soy tuyo, tu cansancio, tu vientre de piedra,
cimiento de los años, raíz de mis pensamientos,
te sé como a mis manos,
te subo como a un árbol.

   
III

Vas delante de mí, te sigo los pasos,
espero tu cansancio, des vuelta, mires
y me recojas donde me dejaste,
como semilla, envuelto en la tierra voy creciendo
y te cubre la sombra de mis brazos.
Estoy cansado de ser tiempo,
que en mis hojas se sostengan vidas ficticias,
ser el brazo del suicida
la manzana cae y rueda como el mundo aprisa.
Nací del barro y he crecido tanto
que sostengo la bóveda de los sueños
el espejo del tiempo.
   


IV

Nací de tu vientre y perteneces a mi costilla
y a tu vientre vuelvo cada noche
a completar el ciclo de la vida,
a quedarme entre tus pliegues,
no he dejado de ser semilla.
Eres tierra ociosa que me devora
al centro de un espiral que no termina,
crezco, me multiplico, me detengo y miro
que ya he muerto otras veces
y dejado otros nombres escritos
en la corteza de mi costado.
Bajas de mí, como si fuera un árbol.
   


V

Tú llamaste a las cosas por su nombre,
las hiciste tuyas cuando no eran de nadie
cogiste mis ojos como luciérnagas
con ellos encendiste tus senos.
Tú lo sabes todo, pero ignoras que lo sabes,
tienes el pan de cada día
yo las noches y su hambre.
Arrúllame en tus brazos como el niño
que nunca fui, enséñame otra vez
lo no aprendido. De tu mano
me dijiste esto es un árbol, arriba está la noche
y yo soy el rincón de tu cansancio.










          Supe que no me querías
                                            cuando no me lo dijiste.
                                            Las mujeres guardan secretos
                                            y una que otra mala noticia.

                  Hoy terminé mi autobiografía
                  Viví 298 páginas.

                                            Los amores eternos
                                            no duran toda la vida.

                  Hay un niño en ti,
                  si te quitas los zapatos lo dejarás salir.

                                          Todo cabe en un verso sabiéndolo escribir.





   
  


El movimiento de tu cuerpo
excita mi razón.
Tu aliento, empañando mi cuello
acelera el ritmo de mi corazón.
Tus manos, como nunca ansiosas,
cogen acertada dirección.
Imposible ya ignorarte,
imposible tu ignorar mi erección.




YO

Me encanta tenerte cerca,
tanto, que la sombra sea uno.
Sentir tu aliento recorrer mi piel,
y tu piel arder
como fuego sin control;
ahogarme en tus labios,
mojar mi cuerpo sediento
con el fango río de tu ser.
Me encanta saborear el fruto prohibido,
hacerte, para mi, y entre mis brazos
por un instante mujer.




SIN MÁSCARAS

Cógeme de la mano
y méteme a tu cama
ya bajo las sabanas
vámonos quitando las mascaras.
Si somos tal para cual,
como el palo a la piñata.
Si nos deseamos con la mirada,
y nos hablamos sin palabras,
no tiene caso fingir una amistad,
 que no nos quita las ganas.

                                                                                 


 LIBRES DE PECADO

El pecado está
en no arrepentirse.
Arrepentidos, confesados
y absueltos,
libres de culpa,
podemos seguir pecando.

Que al cabo, si quieres,
cada domingo nos confesamos.

                                                                                  


CAUCHO

Volcán activo
que en mi cuerpo
hizo erupción.
Magma candente
que ahoga tu voz.
Perlas salpicadas de rocío
llenas de puro amor.

Por la boca
se te escurre la vida,
no la desperdicies,
son pura proteína.



PASIÓN

Lo nuestro no es de sentimientos,
sino de centímetros.








Declaración de fe


Sufro, con ese dolor tan grande,
como si lo causara la muerte de mi madre.
Hace cuántas flores que no te veo,
te espero, todo el día,
desde ayer en la noche,
desde antes de que ayer oscureciera.
Yo quiero la libertad del que vive atado,
caminar cogido a tu falda como niño de tres años,
decirte frases ricas, jugosas para alimentarnos,
calientes para cuidarte de tu noche y su espanto.
Las palabras que no te diga hoy
mañana te las iré silbando,
guárdamelas en tu oído, recuérdame repetir:
te amo tanto.
Arrúllame como huérfano de pecho
que mamá anda buscando.
Mi casa aún es la tuya y tu cuerpo es mi palacio.
Quiero vivir contigo, ensartado, como la aguja en el ovillo
entre tus hilos, ser guía que amarre el botón de tus sentidos.
Que vuelvas conmigo, que seas mi vientre y yo tu hijo,
llevarte a donde no conozco, a donde nunca fuimos,
y ahí decirte todo lo que ya te he dicho,
otra vez, los versos que aún no escribo.




Jarabe de primavera

Necesito sudarte para aliviarme de ti,
purgarme tres noches,
oxigenar mi cuerpo con sangrías,
en cuarentena olvidarme del mundo y la vida.
Eres cáncer que me ha devorado las venas, tapado arterias,
convulsionado mi corazón en breves infartos de espera.
He intentado todo. Tomado té de nunca vuelvas,
pastillas de hacer el amor con cualquiera,
compresas de manos ajenas, masaje de navajas tiernas,
inyectado ilusiones y seguido cada recomendación
al pie de la letra: dormir poco, leer, cucharadas de luna.
Si fuera necesario operarme, lo haría,
cambiar de sitio mis órganos vitales,
confundir este amor, el apéndice le venga bien, no el corazón
para extirparlo fácil, sin peligro ni dolor.
Necesito urgente dos sueros de tiempo y de razón,
de emergencia camisa de fuerza
y más nada que terapias de resignación.
Necesito tener otra vez esperanza en Dios
y por no dejar una propiedad en Recinto de la Paz
por si resulta mortal esta bendita enfermedad.







MUERTO NO SÓLO ES QUIEN NO RESPIRA
o al que sepultan bajo tierra
a quien olvidan.
Morir es más que un último deseo.
No esa luz al final que apenas vemos
ni el corazón inmóvil
ni es la herida la que mata,
es el silencio.
Criminal no sólo es quien asesina
culpable también el que abandona.
Muere la palabra en los labios,
matamos a quien queremos
y hasta nosotros
somos muertos que sin saber vivimos.




ELLAS SIEMPRE CAEN DE PIE.

Las mujeres se abren como puertas,
se mojan como agua,
florecen más que la tierra.
Son el pan de cada día,
son también el hambre.
Inventaron la noche
porque nada es suficiente,
inventaron el amor
para llamarlas por su nombre.
Mujer, a veces creo que ni el tiempo
puede darte alcance,
te inventas a diario,
te alargas delante como la sombra,
adentro, como el caracol te formas.
Me busco en ti cuando me pierdo
soy otro cuando me tienes.
Todo gira a tu alrededor
y tu sigues sin moverte.
Si quieres volar, tienes alas,
si quieres cantar,
un árbol se mueve en tu pecho.
Siempre estás esperando,
a veces no sabes qué,
pero siempre sabes cuándo.
Infinito reloj de arena,
puntual a ti llegas.
Naces de ti misma. Eterna.








CUANDO YA NO ME QUIERAS

            No solo hay que mentir
            con las palabras,
            sino también con los gestos,
            con el cuerpo, con la mirada.

No solo hay que mentir
            con las palabras,
            sino también con los actos,
            con los hechos, con calma.

            No solo hay que mentir
            con las palabras,
            sino también en la casa,
            en la calle, en la cama.

            Cuando ya no me quieras,
            miénteme hoy, miénteme mañana.




TODO MI AMOR

            Quisiera verte muerta,
            Ya sin sangre en las venas
            ni brillo en los ojos
            de cara eterna.
            Como dormida,
            más hermosa que ninguna,
            tendida entre cuatro cirios,
desnuda de pies a cabeza,
            redondez de luna,
            mostrándome tu carne gruesa.

            Quisiera verte muerta,
            acariciarte toda con mi lengua,
            tender mi cuerpo sobre el tuyo,
            hacerte el amor por tiempos.
            Sentirme tuyo, hacernos uno,
            como la prisa y el trueno,
            como el viento y el humo.
            Cogerte entre mis brazos,
            otra vez mía, solo mía,
con el alma hecha retazos.

            Quisiera verte muerta.
            Yo vivía para cuidarte,
            adivinaba tu pensamiento,
            vivía solo para amarte.
            Dios, me falta valor
            para dejarla partir,
            me falta la vida,
            razón para vivir.
            Prefiero muerta tenerle,
            que ajena sin quererme.



            EN TUS MANOS

            No te baste con dejarme,
            ten misericordia de mi,
            y no me dejes solo recordándote.
            Más allá del rencor está el olvido,
            y tú indiferencia me mata,
            pero no es la muerte que pido.
            Tú silencio me parece de cielo,
            y mi soledad son tus recuerdos.
            Acaba conmigo,
            sabes como es mi amor de obsesivo,
            más tardarías en dejarme,
que yo en volver contigo.
            Sabes que debes matarme,
            o moriré por mi mano y tu cariño.
            Si no conozco el adiós, nada se del olvido.
            Amor, si vas a marcharte,
            no te baste con dejarme.
            Arráncame el corazón,
            amor, es lo último que te pido,
            que tengas misericordia de mi,
            y no me dejes solo ni un instante vivo.

                                                                                 




SUEÑOS DE GLORIA

Soñé con tu amor
como se sueña con Dios,
tan ingenuo y romántico fui
que entregué mi corazón,
tanto esperaba de ti
que mi amor fue veneración,
y mis sueños fueron opio
que envenenó mi juventud.
Tanto te di,
que esperaba tu beatitud.

Soñé con tu amor
Como se sueña con Dios,
y encontré un escape en ti,
un refugio a mi temor.
y entre sueños de juventud
mi  juventud dilapidé.
Ahora ya no puedo soñar,
no hay ilusiones en mí.
Por soñar con tu amor,
entre sueños mi juventud perdí.



AUSENCIA DE TI

            Nada tengo, porque nada he podido merecer.
            No tengo senda que se abra a mi paso
            ni esperanza porque vivir
            ni fe en el oscuro creador
            ni llanto ni confianza en mi.

            Nada tengo, porque nada he podido merecer.
            No tengo corazón para latir
            ni alma para la vida eterna
            ni olvido ni memoria.
            Nada hay que recordar.

            Nada tengo porque nada he podido merecer.
            No tengo amor que llene mi soledad
            ni sosiego en mi ruego penar
            ni vida ni muerte
            ni siquiera me tengo a mi.

            Nada tengo, porque no te tengo a ti.



            EL PRINCIPIO DEL FIN

            Desde mi rincón de olvido
            te escribo mi despedida,
            siento que dejo de amarte,
            siento que se me va la vida.
            Muchos años han pasado
            y no has pasado de ser
            mi eterna, triste prometida.

            Desde mi rincón de olvido
            apenas tu rostro recuerdo,
            en la bruma de la muerte
            se enfrenta mi corazón,
            en lo oscuro de mi recuerdo
            mi alma muere de amargura,
            mis ilusiones penan de cansancio
            por querer alcanzar el sol.

            Desde mi rincón de olvido
            con todo mi amor
            te digo para siempre adiós.
            Cansados mis pasos
            de seguir los tuyos
            y mis ojos de llorar por ti.
            Cansadas mis manos
            de escribir tu nombre,
            te dejo, me olvido de mí.





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