lunes, 3 de diciembre de 2012

MADELINE MENDIETA SEVILLA [8649]



Madeline Mendieta Sevilla. Nació en Managua, Nicaragua. Licenciada en Literatura, Poeta y Promotora Cultural. “Inocente Lengua” Editorial Amerrisque 2007, es su primer poemario bilingüe, traducido por el catedrático norteamericano Rick McCallister. Ha sido publicada en suplementos y revistas literarias nacionales. Coordinó el programa Cultural de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua desde 2005 hasta el septiembre 2010. Miembro del Centro Nicaragüense de Escritores, Miembro de la Asociación de Escritoras de Nicaragua. (ANIDE). Es miembro del Comité organizador del Festival Internacional de Poesía de Granada desde el 2007. En el 2008 fue seleccionada para aparecer en antología hispanoamericana “Mujer Rota” en homenaje a Simone de Beauvoir, presentado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, México. Participó representando a Nicaragua en la XV edición del Festival Internacional de Poesía en Cuba en el 2010. En el 2012 con la poeta Alejandra Sequeira,  brindaron un homenaje a Carlos Martínez Rivas, durante el festival de Granada con la propuesta interdisciplinaria “La Puesta en el Sepúlcro”. Actualmente, es Directora de Biblioteca Alemana-Nicaragüense.





¿Dónde están mis hijos?

Plegaria de la llorona, leyenda popular.

¿Dónde están aquellos
por quienes deambulo por las noches?
los que dejaron arados los pliegues de mi útero
ingratos taciturnos, malhechores del destino.

¿Qué se hicieron las huérfanas embravecidas?
livianas luciérnagas clandestinas
que dejé olvidadas en un lupanar.

Una plegaria por mis críos sepultados,
los extraviados, los perseguidos, los secuestrados,
los asesinados por calumnia indeleble de mi leyenda.

¿Dónde están mis héroes sin fusil?
los fusilados, los camuflados de guerras innecesarias,
los conspiradores, los abusadores y abusados.

¿A dónde fueron a parar?
los desaparecidos fantasmas políticos,
los ancestrales pactistas vende patria.

Pido una oración por mis malos hijos,
los desterrados, los enterrados
en los escombros de mis penas
los angustiados vampiros nocturnos.

Mis sedientos hijos huele-pega,
los infames corruptos de armadura inmaculada
Narcotranspirantes inhaladores de muerte.

¿A dónde fueron a parar?
mis peregrinas marginales,
mis difuntas latitudes
esperpentos dibujados
en los eslabones de mi piel herida.

¿Porque no contestan esos mal agradecidos?
búhos negros comerciantes, desprestigiadas pitonisas, 
los malhechores de la risa, batracios del encanto,
los matarifes de lenguas inocentes,
las infernales seductoras de la rabia.

¿Por dónde andan?

las chifleteras, las picheleras, las marionetas
los chupacabras, los lame botas y los piedreros
los hackers, los come cuando no hay,
los abusivos empedernidos
los violadores de pueriles almas.
¿Por qué me castigan con su desprecio?
¿Por qué no simulan una mueca obscena de cariño?
Sí al fin y al cabo yo soy su madre.  







Búsqueda

Aun te busco
en los zapatos viejos
en los huecos de las paredes,
no sé donde estas
pero, aún te busco
en mis carcomidos dientes
allá bajo las piedras del río.
No lo consigo, sin embargo
Escurco mis recuerdos
en la tierra de mis uñas
detrás de mis orejas,
no me canso
y aún te busco.





“Ya no me soporto en las grietas de la espera
Ni el sopor del silencio”.  Enriqueta Ochoa


Espera

Se agrieta la distancia
El abismo de la ausencia
Abre paso a su camino
Se adelgaza
La ruta de mi corazón al tuyo
Se omiten los tácitos
Cariños tibios
¿Dónde se han ido las mariposas de mis manos?
Tejedoras indisolubles de palabras
Ya no encuentran refugio
en el triangulo de tu pecho
Nos inundamos de silencio
Sin barca ni deriva,
sin vela ni tormentas
Naufragio irremediable
con un ancla a cuestas.

No se hilar, Penélope, anhelos,
Solo puedo bordar versos,
tramar irisados sueños,
Hilvanar orugas encantadas
No sé tejer, Penélope, destinos.
Un vendaval de orquídeas
Se escurren por mi pelo,
gélido soplo avizora
el mástil lejano de un navío
espero en el borde miope del anhelo
que los vientos me anuncien
Ulises, tu regreso. 








Alquimia

Deja tus dedos correr
Sobre las líneas de mi cuerpo
Que por ellos brote de tu mente
Lo más bello, lo etéreo
Aquellos pensamientos secretos
Deja correr la pluma sobre mi cuerpo
conocer tu interior
Esa máquina extraña con los nervios a flor
Deja correr tu sangre
Donde el contacto es único
la armonía, la unión
Brazos, tejidos, cabeza
Todo ensamblado a perfección.
Déjame ver
Los incontables pliegues de tu cerebro
Lo nunca explorado
La ciencia oculta de tu cuerpo
Deja correr la pluma, sobre todo ello.
Deja correr tus dedos
Sobre las líneas ya escritas
Sobre el deseo, los miedos, el ego

Conjugados en armonía
Con la palabra sentimiento.
Siente quemar tu cuerpo
Que cada parte de él me reclame
Como reseca garganta
Haz un esfuerzo y toma
El agua que engendra vida
Luego el silencio, el reposo, la espera.

Siente que la pluma se hunde
En una materia viscosa,
es el pantano inerte de mi alma.
Deja correr la pluma
Deja correr los dedos con lasciva
Por los puntos cardinales de mi cuerpo
Exprésate, ocúltame, como secreto compartido,
Cree, llora, arrepiéntete, ríe, ama lo que creas que es justo
Pero hazlo frente a alguien.
El adiós, el acercamiento
Para dar cuerda a la imaginación
Libre, indomable
Como recodo virgen del alma, del cuerpo.
Calla y bésame,
Suave como caricia
que tus dedos palpiten al acariciarme,
Volar en tu virginidad infinita
Déjala brillar ante tus ojos
Deja crecer en tu mano algo prohibido
Como un rapto de paz o un torbellino de sueños
Dale volumen a tu fantasía
que es lo único que posee el soñador
Deja correr la pluma sobre las líneas de mi cuerpo
Desnúdate
Deja tus dedos hurgar en los recodos ocultos
Que tu pluma sobre mi cuerpo y tu sientan lo que siento
Ámame, ámame que hace tiempo te amo.






Sutura

I.

Me sangra
La sangre
Se derrama
Lenta
Circunvala
En los poros
De la herida
Se detiene
A gotearse
Una a una
Sus gotas
Descienden
Chorreándose
La esencia
De mi dolor


II.

Se abre
Esta herida
Esta abierta
Sangrando
Punza
Duele
Profunda
En el fondo
De mi dolor


III.

Sutura
la aguja
lenta
el hilo
amarra
pausadamente
los bordes
abiertos
Cerrándola
No cesa
el tibio
acento
de mi dolor.






SUCCIÓN

Una extraña mano me sostiene
Otra hurga en mis entrañas

Ofuscada sonda inquisidora
Busca un coral perdido
En mis yacimientos

Adherido al endometrio
Tucutum, tucutum, tucutum
Insistente repicas, corazón

Quién late más fuerte
Mi conciencia, mi temor
Tu pequeña existencia

Búscala, búscala
Quiero pronto acabar
Aspira, respira, aspira, respira

Hueco dolor entumece fibras
Algodones vestidos de gasas
Escupen fuego de sangre

Sonámbulas piernas
Pierden estribos

Tranquila, pronto acaba
Rutinaria voz repite
Aspira, respira, aspira, respira

Tu….cu…...tum!

Se ha partido el alma
De un cuerpo que no germina







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