miércoles, 2 de marzo de 2016

ENRIQUE BUSTAMANTE Y BALLIVIÁN [18.177] Poeta de Perú


Enrique Bustamante y Ballivián

Enrique Bustamante y Ballivián (Lima, 20 de noviembre de 1883 – Lima, 1 de febrero de 1937) fue un poeta peruano. Aristocrático y elitista, y uno de los poetas más finos e intelectuales del Perú, como lo definió Luis Alberto Sánchez, fue amigo y compañero de Abraham Valdelomar, sobre quien tuvo gran influencia. Representante peruano del modernismo, mantuvo sin embargo una personalidad poética alejada de compromisos colectivos; su poemario Antipoemas (1926) constituye una transición hacia el vanguardismo.

Sus padres fueron Enrique Bustamante Salazar y María Josefa Ballivián y Jaimes. Cursó estudios en Lima en el Colegio de La Inmaculada y en el Colegio Granda. En 1902 ingresó a la Escuela Nacional de Ingenieros pero sólo aprobó hasta el segundo año.

Ingresó al periodismo y colaboró en diarios limeños como La Prensa, La Opinión Nacional y La Nación, y en revistas como Actualidades y Gil Blas. Proyectó editar un diario en La Paz, Bolivia (1909) y viajó hacia allí; pero sus planes se frustraron debido a los vaivenes de la política. De regreso en Lima, dirigió junto con Julio A. Hernández la revista Contemporáneos (12 números, de 1 de abril a 1 de octubre de 1909), desde donde propagó y defendió el modernismo. Posteriormente dirigió la revista Cultura, que solo sacó tres números (de julio a septiembre de 1915), siendo el antecedente de la revista Colónida. Dirigió también La Tarde de Chiclayo (1912) y La Patria de Lima (1914), vocero del gobierno provisorio de Óscar R. Benavides.

En 1917 empezó una gira artística acompañando al compositor Daniel Alomía Robles y con el propósito de difundir los valores vernáculos peruanos. Tras recorrer las ciudades del norte peruano, pasaron a Ecuador y Panamá, y llegaron hasta La Habana. En la isla de Cuba, Bustamante y Ballivián permaneció durante dos años, alternando con el periodismo. Se hizo célebre al ganar los tres premios de un concurso poético auspiciado por el diario Cuba.

Bajo el gobierno de Augusto B. Leguía fue incorporado a la legación peruana de Cuba como jefe de propaganda (1919). Pasó luego a Bolivia como secretario de la legación, asumiendo accidentalmente las funciones de encargado de negocios; y a Brasil (1921), con la misma investidura. Luego fue prefecto de Junín (1923) y de Arequipa (1923-1924).

Pasó nuevamente a Brasil como encargado de negocios (1925-1926), pasando luego con el mismo cargo a Uruguay (1927) y como ministro plenipotenciario a Bolivia (1928-1930). Al caer el régimen leguiísta el 24 de agosto de 1930, cesó en sus funciones diplomáticas y retornó al Perú, con el propósito de dedicarse a las labores editoriales.

Fundó en Lima una Compañía de Impresiones y Publicaciones (CIP), que lanzó a numerosos escritores. Fue tenaz difusor de José María Eguren y colaborador de José Carlos Mariátegui, después de haberlo sido de Abraham Valdelomar, su gran amigo que muriera prematuramente en 1919.

Obras poéticas

Publicó los poemarios siguientes:

Elogios (Lima, 1910)
Arias de silencio (Lima, 1915)
Autóctonas (La Paz, 1920)
Antipoemas (Montevideo, 1926)
Epopeya del trópico (1926)
Odas vulgares (1927)
Junín (1930).
Y, además, La evocadora (1913), novela poemática.

Hizo también traducciones antológicas de poesía brasileña: Poetas brasileros'' (1922) y 9 poetas nuevos del Brasil (1930).

Sus obras completas, en cuatro volúmenes, se publicaron en Lima, en 1955-1958.

Caracteriza a Bustamante una sincera pasión por las letras, unidas a un evidente equilibrio intelectual. Fue sin duda fino y cultivado, pero no brillante ni original. Sus composiciones son, a menudo, impecables en la forma, pero de tema forzado, como obediente a una inspiración disciplinada.
Luis Alberto Sánchez


El molino

Enfrentándose
 al claro sol de este día
 el molino pone en la pradera
 sus rebuznos de hierros
 sin aceite,                                                         
 mueve sus orejas
 espantando a las moscas
 y alegre da vueltas
 a su noria perpendicular.
Cuánta frescura                                              
nos da el alegre girante celeste
que espolea el viento
como si quisiera
dejar en descanso
hecha líquidos cristales                                  
su perpetua fatiga de girar.
Su trotecito
ágil y acompasado
levanta un dorado polvo de reflejos
como si sus cascos fueran                           
desmenuzando el Sol.



5 poemas de ‘Antipoemas’ de Enrique Bustamante y Ballivián

‘Antipoemas’ se publica en 1927 en Buenos Aires con Sociedad de Publicaciones El Inca.

Aquí les traemos 5 poemas de dicho poemario:

Las cosas se han cansado de que-
las movamos y ahora quieren con-
templarnos, movernos y vivir.
-Enrique Bustamante y Ballivián


VUELO

La libélula
acerada
sube
baja
piruetea.

Caída de hoja,
tirabuzón,
looping.

De pronto
la telaraña de las nubes
le atrapa la hélice,
la detiene un momento,
la succiona.

Después
bamboleando
deshecha
la libélula acerada
c
           a
                     e.




NOCTURNO DEL AUTO

A 150 kilómetros
el 200 H.P.
va empujando en la noche
el triángulo de luz
cuyo vértice se incrusta
en el radiador.

Trepida isócrono
el anhelo de distancias
que agitan los émbolos
y tiembla todo el acero.
Un vapor de aceites
y de gasolina
y una sed de inmensidad.
Planeando sobre el camino
como un ave
de alas rodantes de caucho,
fue un vértigo toda la noche
empujar la luz hacia occidente.

Y cuando vino la aurora
en las espaldas
teníamos al sol.




JAZZ-BAND

En un vértigo cafre
bambolea el piano
sus pletóricas caderas nubias
mordiendo con sus dientes
largos de hambres
los epilépticos dedos del fox.

Un cornetín nos clava
su estridente metal,
los violines
electrizan las médulas
en copulescas danzas
y el bombo
bosteza estruendosamente
y golpea la tersura
de su barriga chata,
marcando el compás
con su gorro chinesco.

Si el piso encerado
no hiciera danzar a las parejas,
todas se revolcarían
en esta sala
que huele a axilas, a sexo y a fox.



Bustamante y Ballivián (el último de la derecha) junto a Hugo Pesce, José Carlos Mariategui y Armando Bazán, en la casa del Amauta en 1928.




EL BASURERO

Tras las flacas mulas en la noche
rueda el carro
donde todos los cadáveres de las cosas
van hacia el descanso.

Es una orgánica descomposición
que marcha hacia el futuro
y que las alas de las moscas
llevarán a una podredumbre
o al cielo azul.

El basurero,
hurga con su pala
todos los desperdicios
donde sobre la muerte
se va renovando la vida.

El es lo único
Donde la descomposición se ha detenido
él es lo único que conserva
su anacrónica forma,
es la obra suprema
que engendraron los siglos.
El basurero.




SUEÑO

Piensa profundidades
negras el tintero
y miran los búhos cristales
de los lentes
mientras la mesa está dormida

Cuando ella despierte
tendrá que sacudir al hombre
para que extraiga las ideas del tintero
y recoja todo
lo que vieron los cristales,
mientras los ojos abiertos
estaban cerrados.



Enrique Bustamante y Ballivián

La configuración del sujeto moderno en la poesía de Enrique Bustamante y Ballivián: El hombre mecanizado en Antipoemas


Por Estefany Rodriguez Guzman

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico, es el inicio para una futura tesis, presenta como tema: la configuración del sujeto moderno en la poesía vanguardista de Enrique Bustamante y Ballivián: El Hombre mecanizado, de esta manera intento fundamentar la necesidad del uso de una estética del dinamismo objetivo, ya que a lo largo del poemario “Antipoemas”, observamos a objetos que adquieren movimiento, intento explicar el motivo de ese suceso.
La civilización está en crisis, el hombre moderno es reflejo de ello, el hombre es ahora un ser enajenado, mecanizado, rutinario. El autor critica esto, tal y como Octavio Paz señala: que el poeta moderno critica la modernidad; de cierta manera irónica nos muestra a cosas que están en movimiento, adquieren dinamismo, cosas que le  hacen un llamado de atención al hombre moderno.
Esta monografía contiene tres capítulos, en el primer capítulo se presenta un pequeño panorama de la poesía vanguardista en el Perú y un acercamiento al autor y su trayectoria poética y literaria. En el siguiente capítulo presentare los principales fundamentos de mi hipótesis, El hombre y la máquina, y La maquina en el discurso vanguardista. En el tercer y último capítulo paso a detallar en los argumentos que permiten calificar al sujeto moderno como un hombre mecanizado y hago un breve análisis de los poemas escogidos.


I.            Un acercamiento al autor y su obra

1.1.        El creador

Enrique Bustamante y Ballivián nació en Lima en 1883  fue poeta, narrador, periodista, crítico literario y promotor cultural. Y falleció en el año 1937 en su ciudad natal.
Estuvo inclinado siempre a las tendencias poéticas de su tiempo, es así como en sus primeros poemarios, publicados bajo los títulos de Jardines (1909), Elogios (1910) y Arias de silencio (1915), resulta manifiesta la influencia del simbolismo postulado por Mallarmé, y, en parte, de las nuevas formas que Rubén Darío introdujo en Hispanoamérica con el modernismo. Posteriormente, asimila las estéticas más variadas que en su tiempo estaban en boga, esto lo llevó a ocuparse de sus raíces, tal y como observamos en sus poemarios Autóctonos, de 1920, Epopeya del trópico, de 1926, y Junín, de 1930. Al mismo tiempo se interesó por las propuestas vanguardistas que, durante la segunda y la tercera década del siglo XX, causaron furor en Europa y en América.
No obstante, frente al clamor anárquico, individualista y –en muchas ocasiones- artificioso de los diversos movimientos de Vanguardia, Enrique Bustamante defendió una poesía volcada hacia la desnudez formal y la sinceridad expresiva, ajena a la pirotecnia retórica de la poesía tradicional y, simultáneamente, contraria a los excesos de quienes postulaban, lo que él consideraba, la deshumanización del Arte.[1]  Sus poemas novedosos pero humanizados preludian  los “Antipoemas" que pronto elevaría a las más altas cotas de dignidad literaria el chileno Nicanor Parra. Ambas anticipaciones de la poesía de Enrique Bustamante quedaron manifiestas en sus colecciones de versos tituladas Antipoemas (1927) y Odas vulgares (1927).[2]

1.2.        En Antipoemas

Publicada en Buenos Aires en 1926, indica un espíritu totalmente renovado. Al parecer los aires de “anarquismo” y libertad traídos por la vanguardia lo libraron de toda ligadura a la retórica anterior, tradicionalista y normativa. Y así lo afirma él; hablando de los poetas brasileños de esos tiempos, en el prólogo de  9 poetas

nuevos del Brasil, Bustamante decía:
Poesía y nada más. Pura poesía que no es lo mismo que la poesía pura del buen arte Bremond. Nada de retórica ni de preceptos. Libertad o libertinaje. Cuando se trata de una verdadera mujer, lo esencial es que viva. Que viva plenamente. Lo mismo ocurre con la poesía. Por falta de libertad había vivido la pobrecita encerrada entre tantas reglas. Ahora salta libre y hace lo que le da la gana. Que viva. Eso es lo esencial.
Antipoemas implica, en la poesía de Bustamante, una reacción contra el poema tradicional, el del mero juego retorico, o el de la sensibilidad gastada.[3]  
Es poca, casi escaza, la investigación que se  ha realizado en Perú sobre  Bustamante y Ballivián, y es mucho menor la investigación que se le ha hecho a “Antipoemas”. La poca bibliografía sobre  Antipoemas se reduce  a un par de artículos publicados en la revista Letras, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y a algunas menciones que califico como “honrosas” en uno de los artículos de la revista Escolios. No obstante es apropiado mencionar que el hecho de que algo no haya sido estudiado en demasía, no desmerece su valor literario y la importancia que este ha tenido y que tal vez aún no ha sido descubierta.

1.3.     Poesía vanguardista  peruana en los años 20:

La década de 1920 ha sido fundamental para la cultura contemporánea. Llamada “Generación del centenario”, “Generación vetada”. Nos ha dejado grandes aportes al desarrollo de las doctrinas políticas, las ciencias histórico sociales y las manifestaciones artísticas.
 En el aspecto estético y gracias a la labor de los principales exponentes de la poesía (tales como Cesar Vallejo, Carlos Oquendo de Amat, etc.) se logró superar el legado romántico y modernista, que imponían modelos artísticos tradicionales o débilmente modernos. A la vez se asimilan los postulados vanguardistas, pero con un sello propio. Es así como se inicia la verdadera poesía contemporánea moderna.[4]
Vinculada estrechamente al problema social, tildada de izquierdista, por algunos, por estar fuertemente ligada al aspecto social y político, y con justo derecho. Los creadores de esta generación son, en palabras de Magda Portal:
(…) hijos de una época de formidables estallidos, la guerra europea, la revolución rusa, las hambres alemana, china, rusa, y por último la revolución china- de grandes triunfos científicos que han multiplicado la actividad de la vida, borrando todos los kilómetros del mapa, desconcertando el sentido común y creando una nueva filosofía- el Arte nuevo (esta vanguardia de los años 20, llamada así)  (…) todas estas conmociones filosóficas, sociológicas y científicas…[5]
De esta manera, Magda Portal justifica la necesidad de una poesía peruana con influencia de lo social y político. Entonces, podemos concluir que la poesía de vanguardia es fruto de una sociedad recientemente golpeada por acontecimientos que marcaron la consciencia de los hombres de una nueva generación. Y es importante también recordar los muchos avances de la ciencia y la tecnología como un producto de la misma.


II.           El discurso de Vanguardia

Para abordar mejor el conocimiento de la  configuración del sujeto moderno, es necesario conocer qué rol jugó la máquina en la modernidad, cuál es su importancia en el discurso crítico, y de qué manera podemos ver la naturaleza de este discurso vanguardista. Luego podremos explicar, a partir de las respuestas a los  problemas propuestos, la presencia de un hombre- máquina, un hombre mecanizado.  Para esto, para obtener una mejor explicación de los factores que componen al discurso vanguardista,  

2.1. La máquina y el hombre

Santiago López Maguiña ha realizado una investigación sobre el rol de la maquina en el discurso de vanguardia, lo medular para él, en el discurso de la poesía vanguardista, es que esta, la vanguardia, es una toma de posición frente a un mundo de máquinas[6]
Básicamente la modernidad ha traído una serie de nuevas sensaciones, particularmente la «maquina» constituye uno de sus principales referentes. La Vanguardia ha asimilado la maquina a su discurso de manera que reproduce una configuración de un sujeto moderno mecanizado, o mejor dicho, «maquinizado». Esto no es más que un factor de enriquecimiento metafórico, que nos otorga nuevas posibilidades de ver el mundo, nuevos paradigmas.
            López Maguiña observa que en el discurso lirico de vanguardia, existen dos tipos de configuraciones:
2.1.1. Primera configuración:
El cuerpo comparado con la máquina. Esta configuración se funda en la percepción de que el cuerpo es visto como una gran fuente de energía idéntica a la maquina; la maquina incluso reemplaza o supera en intensidad y fuerza creadora  a la naturaleza.
2.1.2. Segunda configuración:
La máquina comparada con el cuerpo humano. Esta configuración hace de la maquina un ser capaz de sentir y de ser afectado por distintos estados anímicos. Las maquinas vanguardistas son animosas, neurasténicas, pero
esto no es un defecto, sino una cualidad porque el hombre moderno posee este carácter. A pesar de poseer movimiento y estar animadas, las máquinas en el discurso de vanguardia nunca son sabias, ni poseen inteligencia.
De manera general, las formas de ver a la máquina y al cuerpo como entes similares, constituyen no más que nuevas metáforas introducidas por la modernidad a la consciencia del hombre moderno, y estas son luego usadas por el poeta. Para reafirmar este postulado, López Maguiña inserta a este discurso, la aparición de un yo cosificado y las cosas animadas; según esto, el yo, la voz  lírica, se cosifica y se convierte en objeto
Las cosas, por su lado, provistas de alma espiritualizadas y animadas son presencias con las que el ser hablante puede entrar en contacto íntimo, más allá del cuerpo. Las cosas también toman una condición corporal y afectiva.[7]
Aquí López observa  una configuración orgánica y vital, que refuerza la idea de la presencia de las maquinas, esto se debe  en gran medida a que la naturaleza aparece como una gran máquina y en consecuencia la maquina se convierte en un ser orgánico. Esta representación de la máquina-naturaleza-hombre, o de las cosas- naturaleza- hombre, la encontramos en Antipoemas, incluso estas tres figuras están siempre presentes en la serie de poemas que se encuentran en el mismo.


2.2. Naturaleza del discurso de vanguardia
El discurso de vanguardia se caracteriza por criticar la modernidad. Miguel Bances señala que el vanguardismo es un discurso moderno porque implica una crítica a ese mundo moderno.
Es bastante común asociar la idea de racionalidad con la de modernidad, debido a que en un principio el individuo utiliza a la razón como medio para la obtención de tecnología, esto es avanzar científicamente y tecnológicamente. Bances, señala que en un principio esto fue así, es por eso que cuando hablamos de modernidad la ligamos a la tecnología, la ciencia, la razón y  progreso de la humanidad.[8]


III.          El hombre mecanizado en Antipoemas


 En este poemario, la voz lírica nos ofrece un discurso en el que las cosas adquieren dinamismo; sitúa al hombre frente a la modernidad, y esta a su vez lo embalsama, lo cubre de manera que las cosas-y por qué no decirlo, la naturaleza también-ejercen cierto poder sobre él, las cosas viven. Al principio del poemario encontramos una suerte de frase que a continuación cito:
“Las cosas se han cansado de que   las movamos, y ahora quieren  contemplarnos, movernos y vivir».
Esta frase puede calificarse como una síntesis del poemario, pues evidentemente, a lo largo del mismo de observan representaciones de cosas, llámense maquinas, libros, e incluso la naturaleza, que adquieren movimiento y que incluso son capaces de mover al hombre; es así como esto ha llevado a algunos estudiosos de la literatura a calificar la esencia de Antipoemas  como «el equivalente a desarrollar una estética del dinamismo objetivo».[9] Como ya mencione antes, esta afirmación es totalmente evidente y más allá de la forma y la estética, lo que se busca en este proyecto, es encontrar una razón para la utilización de ese recurso: el uso de un dinamismo objetivo.
 Como mencionamos anteriormente, Miguel Bances hace hincapié en que el discurso de Vanguardia, se caracteriza por criticar la modernidad. De acuerdo a esto considero que el yo lirico realiza una suerte de crítica medio irónica a una de las consecuencias de la integración de la máquina, la industria y la ciencia,-tal y como López Maguiña lo dice- y sus avances tecnológicos, a la vida del hombre moderno: la mecanización del sujeto perteneciente a la modernidad. Básicamente la modernidad ha traído una serie de nuevas sensaciones, y particularmente la «maquina» constituye uno de sus principales referentes. La Vanguardia ha asimilado la maquina a su discurso de manera que reproduce una configuración de un sujeto moderno mecanizado. Y de esta manera las cosas adquieren dinamismo en una forma de ironía, el hombre es un ser vivo, dinámico, pero la voz lirica aquí nos muestra a cosas en movimiento y ha hombres que son movidos; es así que creemos encontrarnos frente a un discurso lirico del dinamismo objetivo que critica al hombre mecanizado de la modernidad.

3.1. Una crítica a la modernidad
Antipoemas está compuesta por un conjunto de 30 poemas cuya línea temática se desarrolla en base a la utilización de un dinamismo objetivo  como recurso de crítica frente a la modernidad. Y en base a esto nos presenta a un hombre moderno  mecanizado.
Para sustentar esta afirmación me he valido de cuatro poemas: Ciencia, Experiencia, Anhelo y Sombra, pero el texto de base es la pequeña frase  citada al inicio de este  trabajo.
Partamos del postulado que cita al discurso moderno como critica del mundo moderno, luego proyectemos a la ciencia, la tecnología y la razón como algo indesligable de la modernidad.[10] En el poema Ciencia podemos apreciar claramente que la voz lirica se refiere a la modernidad:


El libro profundo,                                                                                 
nuevo pero siempre cuadrangular,                                                                                         donde está toda la ciencia                                                                                                       revolucionaria de Einstein                                                                                                   trabaja para meterse                                                                                                                 
en los sesos del lector
Y piensa.
El hombre                                                                                                                               
frente a él                                                                                                                                 
es siempre el mismo.

Como vemos, la voz lirica hace referencia a la ciencia específicamente, no hay necesidad de ir más allá o de recordar al psicoanálisis freudiano para descifrarlo. En este poema, la cosa utilizada es un libro, que representa a la razón, “donde está toda la ciencia revolucionaria de Einstein”, toda la ciencia que un individuo luego de reflexionar y pensar, alumbrado por la razón, produjo: un aporte a la ciencia. El libro “piensa sobre el hombre” he aquí la ironía: el libro, la cosa, denuncia algo que sucede con el hombre. Nos describe a un sujeto rutinario que siempre hace las mismas cosas, que esta “predeterminado a”, misma máquina. Y nos lo describe en los versos siguientes:

Ojos, manos, boca,                                                                                                               hambre,                                                                                                                                            sed, fatiga, sexo                                                                                                                     anhelos desconocidos  (Ciencia, Antipoemas)

El hombre frente a él es siempre el mismo, a pesar de ser un humano, porque aún  quedan rastros de su humanidad en sus “anhelos desconocidos”.


El libro se cierra                                                                                                                       
para que el hombre                                                                                                                   sienta la única cosa nueva,                                                                                                     para que la máquina                                                                                                                       pueda volar.


Más tarde suelta una especie de sugerencia al lector modelo, “que el libro se cierre” para que el hombre pueda sentir lo único nuevo y reafirma el hombre es una maquina…”para que la máquina pueda volar”. Para que sea libre.
En el poema Ciencia, los anhelos, son aquello que hace especial al ser humano. Sus anhelos desconocidos, que a veces ni el mismo termina por conocer y mucho menos satisfacer. Más adelante nos encontramos frente a  Anhelos. En este poema, la naturaleza es aquello que cobra ánimo, la campiña nos introduce en la eterna espera de un ser anhelado: 



La campiña                                                                                                       
temblorosa de eternidad ante la noche                                                                
se refresca en el viento y en el río.                                                                      
Y perfumado de fragancias ingenuas                                                            
espera al que siempre es esperado.                                                                   
Al que no tiene nombre                                                                                         
ni forma                                                                                                                
y para quien son todas las palabras                                                                       
y las imágenes.


La campiña espera a alguien que siempre es esperado, aquel a quien van dirigidas todas las palabras, aquel único ser que puede descifrarlas, pero que por algún motivo, no especificado, se encuentra ausente.



Y bajo el peso de la sombra,                                                                                 
intranquila por saber lo que ella oculta,                                                               
clava las uñas en su misterio                                                                               
y solo encuentran la mirada                                                                                 
de unos ojos sin pupilas,                                                                                   
que callan como la sombra,                                                                               
pero que están como la sombra llenos                                                                
de la voluptuosa presencia del esperado.




Cabe mencionar que esta parte de la naturaleza, la campiña, empieza a sentir ese anhelo por el ser esperado, ese anhelo que como antes señalamos hace único al ser humano; esto forma parte de la humanización de la poesía que Bustamante tanto buscaba y que al parecer logro encontrar.
La sombra que aplasta a la campiña, no es más que la razón, intranquila por saber lo que ella oculta le clava las uñas y encuentran la mirada de unos ojos sin pupilas, que al igual que la sombra callan. La razón como sinónimo de progreso y modernidad, y la campiña como la naturaleza, se enfrentan, pero la naturaleza esta aprisionada, y solo encuentra nos ojos, en su desesperación, ojos que son parte del humano, pero ojos vacíos que callan, ellos no saben nada. Más adelante también encontraremos la figura de la sombra y el de los ojos vacíos.
En el poema Experiencia, las cosas realizan una acción sobre la voz lírica, que en este caso es el hombre, le han arrancado los ojos.




Las cosas me han arrancado los ojos                                                                    
para poder mirarme con ellos.
Asombradas de lo recóndito                                                                                 
me han cogido con sus manos                                                                         
dentro de mí mismo                                                                                             
y me han dado vuelta                                                                                         
de revés,                                                                                                             
como a una bolsa.



Las cosas, que representan el producto de la ciencia, la tecnología, y en general la modernidad, le quitaron al hombre aquel órgano que le permite comunicarse con el mundo, enterarse de lo que sucede a su alrededor. Pero aquellas mismas cosas, le han sacado todo lo interior hacia afuera…”como a una bolsa”…


Mis entrañas                                                                                                         
se han bañado de sol                                                                                           
y se han reído                                                                                                        
de todos los cuervos.
Y ahora                                                                                                                 
aunque no tengo ojos                                                                                         
y estoy como todos los hombres,                                                                          
me he quedado lleno,                                                                                         
hasta las fauces,                                                                                                   
de luz.



Ahora sus entrañas se han bañado de sol. El hombre ha quedado deslumbrado, lleno de luz, y ahora, es igual a todos los hombres, porque está ciego, todo su interior puede percibir la realidad fuera, ya no hay necesidad de mediación entre lo de adentro y l exterior, ahora existe un contacto directo con el mundo y él está lleno “hasta las fauces”.
            El último poema que  analizare, para argumentar mi hipótesis, es Sombra, ya había hecho mención unos párrafos antes, que analizaríamos la figura de la sombra.




Encerrada entre los cuatro límites                                                                       
la sombra artificial                                                                                           
se escapa por la ventana                                                                                      
y va a estrellarse                                                                                         
contra las paredes.
Ella encuentra en todas partes                                                                      
cosas hostiles.                                                                                                     
Apenas el espacio está libre                                                                        
arriba, hacia los astros.                                                                                   
Tan lejos.                                                                                                                  
Tan desconocido.



                                                        
En estos versos, la voz poética nos muestra la figura de la sombra artificial, anteriormente, mencionó a la sombra, pero esta vez no está en su estado natural, sino que ahora es sombra provocada por la luz artificial. Esta sombra está en un ambiente hostil porque encuentra que no hay ningún espacio libre, y en busca de uno mira hacia el espacio cósmico, lleno de astros, un lugar que esta tan lejos y es desconocido. Como la antigua vida natural de la que ahora nadie sabe porque ya no existe y cada vez se destruye más, y más rápido.




Y esta medrosa                                                                                                   
y descontenta                                                                                                       
esta sombra artificial.                                                                                        
Tan humana.                                                                                                        
Tan cosa de mi cuarto, de las calles,                                                                   
 de la ciudad.
Antes era otra.                                                                                              
tenía el camino libre.                                                                                             
Envolvía a los montes                                                                                           
y daba vueltas a los arboles                                                                                 
e iba tocando con sus manos videntes de ciega                                                 
todas las cosas                                                                                               
Entonces se extendía                                                                                       
hasta donde, sombra y sombra,                                                                         
la sombra se hace luz.




Ahora la sombra adquiere características humanas, pero dice que antes era otra,… “envolvía los montes, y daba vueltas a los arboles”… Antes esta sombra andaba libre en los montes, la sombra como representación de la razón humana pero en su estado natural, mientras la sombra artificial, es la razón moderna la que está fuertemente ligada a la ciencia a la tecnología. Y a su vez es el hombre. Artificial, enajenado, rutinario, en una selva-ciudad.

3.2.  Configuración del  Hombre- cosa- naturaleza:

Es así como a partir del análisis de estos cuatro poemas encontramos una línea conductual, figuras que son utilizadas en un poema luego las encontramos en otro. Entonces, podemos percibir tres figuras importantes:
a.    La naturaleza: representada por la campiña (en Anhelo), la sombra en su estado natural

b.    Primera configuración de las cosas: representada por el libro, “las cosas” (en Experiencia), la sombra artificial, que hacen referencia a la ciencia y la razón como soporte de ella. 

c.    Segunda configuración de las cosas: como elemento que exhorta al hombre a meditar sobre su forma de vivir y por tanto trata de acercarlo a la naturaleza, pues lo que buscan es que recuerde su vida humana, natural.

d.    El hombre: en Experiencia. Y en todas 

El punto de partida es el siguiente: La ciencia, a pesar de que había traído cosas buenas, como la tecnología y la satisfacción de las necesidades humanas en su mayoría, también tiene aspectos malos, la ciencia, con su modelo progresista, benefactor del capitalismo. Convertía a los humanos en simples máquinas para trabajar, rutinarias, que estaban obnubiladas con la tecnología. Y así cada vez más se cegaban y hacían las cosas porque así “siempre las hago”. Ignoraban pues que para la ciencia no hay un límite exacto, esto que está al servicio de los humanos, y los humanos somos egoístas. El poder se encontraba en manos de pocos, y la verdad y el conocimiento también, el resto solo era y se iba convirtiendo en maquinaria de trabajo y nada más.
El siglo XX esperaba (…) con sus carnicerías mecanizadas, el asesinato en masa de los judíos, la quiebra del sistema parlamentario, el fin del liberalismo económico, la desesperanza y el miedo. En cuanto a la Ciencia, que iba a dar solución a todos los problemas del cielo y de la tierra, había servido para facilitar la concentración estatal y mientras por un lado la crisis epistemológica atenuaba su arrogancia, por el otro se mostraba al servicio de la destrucción y de la muerte. Y así aprendimos brutalmente una verdad que debíamos haber previsto, dada la esencia amoral del conocimiento científico: que la ciencia no es por sí misma garantía de nada, porque a sus realizaciones les son ajenas las preocupaciones éticas.[11]

Y el producto de ese siglo es el sujeto moderno, que evidencia el derrumbe de la civilización occidental

 (…)El reflejo del derrumbe de la civilización occidental en un hombre de nuestro tiempo. Este derrumbe que los comunistas imaginan un mero derrumbe del sistema capitalista, sin advertir que es la crisis de toda la civilización basada en la razón y la máquina, civilización de la que ellos mismos y su sistema forman parte.[12]

Sábato afirma que esta crisis de la civilización está basada en la razón y la máquina

Conseguimos una línea entonces. La civilización está en crisis, el hombre moderno es reflejo de ello, el hombre es ahora un ser enajenado, mecanizado, rutinario. El autor critica esto, tal y como Octavio Paz señala: que el poeta moderno critica la modernidad; de cierta manera irónica nos muestra a cosas que están en movimiento, adquieren dinamismo, cosas que le  hacen un llamado de atención al hombre moderno, nos muestra también a la naturaleza como una cosa(una parte de ella) que añora el pasado.

       
En el gráfico, las cosas son medios que comunican tanto a la razón con el hombre, pues en su primera configuración representa a la modernidad, y que comunican a la naturaleza con el hombre, para exhortarlo a que cambie de actitud frente a la vida.                                              




CONCLUSIONES

1.    Enrique Bustamante y Ballivián desarrollo las tendencias literarias de su época, es así como paso por el simbolismo, modernismo, y más tarde asumió un espíritu autentico. Antipoemas se enmarca dentro de la Vanguardia peruana caracterizada por estar ligada al aspecto social y critico.
2.    La vanguardia se caracteriza por ofrecer un discurso que critica  la modernidad, trajo consigo nuevas sensaciones, y uno de sus principales referentes es la maquina, que es utilizada como metáfora del hombre, así mismo, en el discurso de vanguardia el yo se cosifica, las cosas adquieren movimiento, dinamismo.
3.    La civilización está en crisis, el hombre moderno es reflejo de ello, el hombre es ahora un ser enajenado, mecanizado, rutinario. El autor critica la modernidad; de cierta manera irónica nos muestra a cosas que están en movimiento, adquieren dinamismo, cosas que le  hacen un llamado de atención al hombre moderno, nos muestra también a la naturaleza como una cosa(una parte de ella) que añora el pasado.

BIBLIOGRAFÍA

Ø  YAMAAR, Luis F.   “La poesía de Enrique Bustamante y Ballivián”. En Revista LETRAS. N°30. UNMSM. Lima 1945.
Ø  NUÑEZ, Estuardo   “La poesía de Enrique Bustamante y Ballivián”. En Revista LETRAS. N°6. UNMSM. Lima, primer cuatrimestre de 1937. 
Ø  BANCES, Miguel, Modernidad y Vanguardia. Revista Escolios. UNMSM. Año1 Nº1. Lima, abril del 2002.
Ø LOPEZ MAGUIÑA, Santiago, La poesía vanguardista en el Perú. Revista Escolios. UNMSM. Año 1, Nº1. Lima, abril del 2002. Pp. 9-19.
Ø SABATO, Ernesto, Hombres y Engranajes. En pdf.


[1] Para la biografía: YAMAAR, Luis F.   “La poesía de Enrique Bustamante y Ballivián”. En Revista LETRAS. N°30. UNMSM. Lima 1945. Pp. 75-90
[2] FERNADEZ CANO, J. R,   http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=bustamante-y-ballivian-enrique. Sobre la  BIOGRAFIA
[3] NUÑEZ, Estuardo   “La poesía de Enrique Bustamante y Ballivián”. En Revista LETRAS. N°6. UNMSM. Lima, primer cuatrimestre de 1937. Es poca la información acerca del poemario, este artículo más se centra en la trayectoria literaria de Enrique Bustamante.
[4] GONZALES VIGIL, Ricardo, La poesía peruana en los años 20. Revista de la Universidad Católica, Nº5. Lima 15 de agosto de 1979.
[5] PORTAL, Magda. Andamios de vida. Revista AMAUTA. Pág. 12
[6] LOPEZ MAGUIÑA, Santiago, La poesía vanguardista en el Perú. Revista Escolios. UNMSM. Año 1, Nº1. Lima, abril del 2002. Pp. 9-19.
[7] LOPEZ MAGUÑA, Santiago, OP CIT, Pp. 15-16.
[8] BANCES, Miguel, Modernidad y Vanguardia. Revista Escolios. UNMSM. Año1 Nº1. Lima, abril del 2002. Pp. 21-26.
[9]NUÑEZ, Estuardo   “La poesía de Enrique Bustamante y Ballivián”. En Revista LETRAS. N°6. UNMSM. Lima, primer cuatrimestre de 1937.  Pág. 96.
[10] Como antes ya habíamos revisado en la concepción de Miguel Bances acerca del discurso lirico de vanguardia.
[11] SABATO, Ernesto, Hombres y Engranajes. INTRODUCCION. En pdf. Pág. 8.
[12] SABATO, Ernesto. OB CIT. JUSTIFICACION. Pág. 3








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