sábado, 31 de octubre de 2015

MARY LOW [17.309]

Mary Low 

Nació el 14 de mayo de 1912 en Londres. Murió en 2007. Su padre, Vernon Foster-Low, ingeniero de minas, era un lejano descendiente de los condes de Derby, y su madre la hija de Francis Augustus Wright, ministro del gobierno australiano. Es en Australia donde pasa la primera parte de su infancia, para regresar, cuando tiene unos cinco años, a Inglaterra y vivir con sus padres en Chorleywood, condado de Wattford. Sus padres la envían a los once años a una escuela de Lausanne que acogía a los hijos de familias ricas de la aristocracia. Aprende el francés. A los dieciséis años, vuelve de nuevo a Inglaterra para terminar sus estudios.

Su infancia está marcada por los viajes. Sigue a su padre, cuya profesión lo obliga a frecuentes desplazamientos (Francia, Suiza, España). Con su madre pasa el periodo de vacaciones en París. Este gusto de viajar no lo perderá nunca.

Mary Low escribe desde la infancia. Recuerda haber escrito su primer poema a los ocho años. Lee a los poetas ingleses: Auden, Byron, Keats, Shelley, Swinburne; se entusiasma por Huxley, de quien devora toda su obra. En Suiza, lee en clase a Hugo, Musset, Vigny. Se apasiona por las novelas de Balzac. Más tarde, descubrirá por su cuenta a Apollinaire, Baudelaire y Rimbaud.

Cuando alcanza la mayoría de edad, se marcha de su casa y decide instalarse en París. Disfruta de una renta módica que le dan sus padres, pero debe, para vivir, ejercer pequeños oficios. Hace costura o vende libros. En París, frecuenta a la gente sencilla, pero se mezcla también con el medio artístico de origen español y cubano que puebla los cafés donde se toca la guitarra o se baila. En octubre de 1933, encuentra en la Coupole al poeta cubano Juan Breá, que se convertirá en el amor de su vida. Juan Breá (1905-1941) era uno de los iniciadores del grupo “H”, un grupo de poetas de la vanguardia cubana, influidos por la poesía moderna de la Europa de los años 20. Militante comunista de primera hora, fue uno de los fundadores de la oposición trotskista en Cuba.

Bibliografía de Mary Low:

Red Spanish Notebook, 1937; reeditado por City Light Books, San Francisco, 1979, con prefacio de Eugenio Granell; Carnets de la guerre d’Espagne, Verticales, París, 1997, con prefacio de Gérard Roche; Cuaderno rojo de Barcelona, Alikornio, Barcelona, 2001.
La saison des flûtes, Éditions Surréalistes, Praga, 1937; reedición facsímil en Araibe sur Seine, 1987, con prefacio de Edouard Jaguer y cubierta de Jules Perahim.
La verdad contemporánea, La Habana, 1942, con prólogo de Benjamin Péret.
Alquimia del recuerdo, La Habana, 1946, con ilustraciones de Wifredo Lam; reeditado por Playor, Madrid, 1986, con prefacio de Alberto Baeza Flores.
Tres voces/Three voices/Trois voix, La Habana, 1957.
In Caesar’s Shadow, Nueva York, 1975.

El triunfo de la vida/Alive in spite of, Miami, 1981.
A voice in three mirrors, Black Swan Press, Chicago, 1984, con collages suyos.
Where the wolf sings, Black Swan Press, Chicago, 1995, con collages suyos y postfacio de Franklin Rosemont.

Mary Low publicó en varias revistas de los Estados Unidos y Francia. Es autora de un estudio sobre el grupo “H”, grupo del que nos habla Gérard Roche en la nota biográfica. Destaquemos también el rico dossier que le dedicó Arsenal en su  n. 4 (con un collage, una larga “Introducción a Mary Low”, el texto suyo “En la Praga de Hitler”, tres poemas suyos y tres de Juan Breá, el dibujo de Lam que abajo reproducimos y la nota de Orwell sobre Red spanish notebook acompañada del prefacio de James y de un artículo de George Esenwein), así como la entrevista que le hizo Gérard Roche en el n. 6 del boletín de la Asociación de los Amigos de Benjamin Péret, Trois cerises et une sardine, septiembre de 1997.



Mary Low y Olga Loeillet en Barcelona 1936. Mary sostiene una pistola en su mano izquierda. (Mary Low et Olga Loeillet à Barcelone en 1936.




Alquimia del recuerdo (La Habana, 1946), con ilustraciones de Wifredo Lam y prólogo de Alberto Baeza Flores, está dedicado por Mary Low a Juan Breá (el libro fue reeditado por Editorial Playor, Madrid, 1986). Allí escribe Low:



Mi ser esencial late
con el ritmo de mares antiguos,
arrastra quimeras de plata
y el peso blanco del jamás.

Mi ser esencial clava
una lanza en el horizonte
se quiebra sobre las piedras
y renace sin querer;

conoce los caballos del cielo,
corre con lunas sin frenos,
duerme su amargo descanso
entre los recuerdos y los olvidos.

Mañana no es para mí,
ayer no retrocede;
mi ser esencial juega
con los aires de un tiempo imposible.

(“Mi ser esencial”)



En correspondencia a Edouard Jaguer, Mary Low, quien viviera en Cuba durante los últimos años de la dictadura de Batista y los primeros de Castro, parte de la Isla definitivamente en 1965 desencantada (“después de la llegada de los rusos todo cambió”) con la revolución. “Sin duda -comenta Jaguer en el prólogo a La saison des flûtes-, esto no sorprendería a aquellos que desconfiaron por mucho tiempo del Caudillo enfundado en su traje verde olivo: ¿cuántos revolucionarios de la primera hora están aún estancados en las cárceles castristas?”. 




Mary Low y Juan Breá





El surrealismo en la poesía cubana

Mary Low (Orígenes, Año XIII, No. 40, 1956), quien años más tarde conocería a Breá en París y le acompañaría hasta la súbita muerte de éste en 1941, describe así cómo nació aquel grupo: “Por los años veinte, en Santiago de Cuba, […] un grupo de jóvenes ardientes y desconocidos resolvieron dar nuevas formas y nuevas fauces al espíritu cubano. Su amplio gesto de aventura lo iba a comprender todo: literatura, acción, ideas. Un instinto lúcido y combativo, un ingobernable hastío de lo manido y lo falso, los había reunido con el propósito de salvar al país de su incuria, su languidez y su retraso cultural…  Uno de ellos, Juan Breá, figura de fuego que habría luego de destacarse sobre el escenario revolucionario y literario de varios países europeos, se brindó para asaltar la ciudadela de la opinión pública y burguesa… Este muchacho, que iba a ser luego uno de los primeros conspiradores responsables del derrocamiento de [el dictador] Machado, a andar por muchas tierras de exilio tras muchas prisiones políticas, a pelear en los frentes revolucionarios de España, y a destacarse finalmente en los círculos surrealistas de París y Praga, era ya cabalmente un poeta y un inconforme… Aunque […] Breá permaneció toda la vida ignorado del gran público, merced a su propia incuria, los poetas de aquí y de allá muy pronto lo reconocieron como uno de los suyos… Pero el Grupo H, aunque sin aparente rango histórico ni resonancia nacional, logró estampar su sello en la poesía cubana. Es verdad que ocupó un momento breve y fugaz; que su brillo no pareció extenderse más allá de su Oriente natal; que se apagó en silencio. Sin embargo, fue la mecha que encendió el polvorín. Todos los que escribimos hoy les debemos un poco las gracias a esos jóvenes tan dolorosamente olvidados.”

 Luis López GabúEn una nota al libro de poemas de Mary Low, Where the wolf sings (Black Swan Press, 1994), Franklin Rosemont escribe: “Una fuerza mayor en el desarrollo de la vanguardia en su tierra nativa -su Grupo “H” fue la única contraparte en la isla de tales corrientes como el surrealismo en los años veinte- Breá fue también fundador del trotskismo cubano. Low y Breá se conocieron en París en 1933, recién salido éste de la prisión política cubana… y en pocos meses ambos eran asiduos participantes en las reuniones del grupo surrealista. […] Entre sus amigos más cercanos estaban Benjamin Péret, con quien compartían una activa participación en el movimiento trotskista (Péret había militado en la izquierda oposicionista en Brasil en 1929-1931), y Oscar Domínguez. También conocieron bien a André Breton, Paul Eluard, Meret Oppenheim, Jacques Hérold, Yves Tanguy, Georges Hugnet, y después a Esteban Francès, Remedios Varo, Wifredo Lam y muchos otros. La participación de Low y Breá en el surrealismo no fue, sin embargo, confinada a París. En realidad, en toda la historia del movimiento puedo pensar en muy pocos que hayan cubierto tanto territorio y se hayan sentido tan bien en medio de tantos grupos surrealistas como estos dos infatigables nómadas surrealistas.”

Así, en los años treinta, en Bucarest, Bruselas, y Praga harían amistad con prominentes surrealistas, izquierdistas y anarquistas como Victor Brauner, René Magritte, Paul Nogué, E.L.T. Mesens, Jindrich Heisler. Entre 1936 y 1937 Breá y Low pelearon en España, experiencia que relataron en su primer libro, Red Spanish Notebook, publicado en Londres en 1937. En 1938 publicaron una colección de poemas en francés, La Saison des flûtes, bajo el sello Editions Surréalistes en París (en 1986 este libro fue reimpreso por Arabie-sur-Seine con un prólogo de Edouard Jaguer). En La Habana, en 1942 y 1943 aparecieron, póstumamente, Poemas de entonces, de Juan Breá, con una introducción de Mary Low, y La verdad contempóranea (ensayos), de Breá y Low, con un prefacio de Benjamin Péret, “importante obra”, según Rosemont, “vergonzosa pero característicamente ignorada por los académicos expertos en surrealismo”.

Mary Low


Poema de Mary Low a Andrés Nin, asesinado por los estalinistas.


Canción para Andrés Nin

La revolución y nuestros aturdidos corazones lloran por ti,
Andrés Nin.
Aquí en tu Barcelona
Todos los árboles de las Ramblas
Han dejado caer sus hojas
Al saber de tu muerte.
Y cuando las inmundas pisadas estalinistas, 
Coagularon la sangre proletaria,
Hollaron tu suelo,
Las hojas caídas en tu nombre
Iniciaron su eterno susurro:
“Nin… Nin… Nin…”
Por siempre jamás.

El sol y el futuro cuidarán de ti,
Andrés Nin.
Aquí en tu Barcelona
La luna crecerá aún más,
Y lo hará por ti,
En recuerdo de esas noches que no se ha llevado el viento,
Cuando aparecías de madrugada por las Ramblas
Cargado de luchas y sueños.

Por entonces solía decirte: “Ten cuidado,
Andrés Nin,
Hay una oscuridad llena de murmullos
Y una nube de cuchillos largos
Aguardándote con emboscada impaciencia.”
Y tú, deteniéndote sin miedo en las Ramblas vacías, 
Con tu bella cabeza coronada ya de anaké*,
Me contestabas:
“Es cierto que hay cuchillos malvados y sombras,
Pero uno debe seguir su camino,
avanzar siempre”..

¡Sigue adelante con tu memoria invicta,
Andrés Nin,
Más allá de tu Barcelona
Y de los confines del adiós!
¡Avanza en el recuerdo, 
En la revolución,
En nuestros corazones!
¡avanza con nosotros, ahora y siempre!

Mary Low

*anaké: virtud de aquel cuyo recuerdo será honrado


COMENTARIO:

Al pedante, insultante e inefable catedrático de la UAB, señor Bonamusa, no le gusta este poema de Mary Low, poeta a la que se ha atrevido a calificar de gilipollas: véase página 46 del libelo editado en 2010 por la editorial de El Viejo Topo sobre un debate universitario que trataba la naturaleza de los Hechos de Mayo, desde un punto de vista mayoritariamente estalinista y, por lo tanto, negador de la existencia de una revolución social en 1936.

En el libro de LOW, Mary: Cuaderno Rojo de Barcelona, Alikornio, Barcelona, 2001, puede consultarse el original de este poema en inglés. En la librería La Rosa de Foc (calle Joaquín Costa de Barcelona) quedan algunos ejemplares.
Sólo la pluma de Pepe Gutiérrez-Álvarez (de la Fundación Nin) se ha alzado en solitario, y valientemente, contra las injurias del desacreditado catedrático de la UAB contra Mary Low. Ningún colega, ningún estudiante, nadie más…
salvo quien firma al pie.

El estalinismo, a más de veinte años de la caída de los regímenes totalitarios estalinistas, pervive aún como filosofía de vida, epistemología académica e interpretación universitaria de la historia. La lucha continúa. El poema de Mary Low y las novelas de George Orwell siguen siendo actuales para entender el odio estalinista y contrarrevolucionario a la revolución social de la Barcelona del 36. 

Esa exaltación del proceso revolucionario es lo que molesta, al catedrático, del libro de testimonios de Mary Low: Cuaderno Rojo de Barcelona.

Agustín Guillamón
Barcelona, a 31 de diciembre de 2012






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